La Cabria, nº 385


HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES
DOM. -V- Cuaresma –A-
2 de abril de 2017
Año -X- Nº 385

LA HERENCIA

Nos cuenta un amigo que está pasando un mal rato porque sus padres, ya mayores, les han pedido a él y a sus hermanos, hablar sobre la herencia. No es que sea una herencia para quitarse de trabajar, pero sí para tener que hablar de ella.

Ahora está bastante de moda hablar de las herencias, por el famoso impuesto de sucesiones, pero eso no es lo que le preocupa a nuestro amigo. 

Lo que a él le preocupa, y le entristece, en primer lugar, obviamente, es el hecho en sí de que sus padres se están preparando para irse, y no quieren dejar ningún fleco pendiente que luego pueda generar problemas entre los hermanos. Y compartíamos con nuestro amigo que, en cierto modo, parece hasta absurdo que los bienes materiales nos preocupen incluso cuando ya no estemos aquí. Pero es la vida. Quizá deberíamos irnos más ligeros de equipaje, tal y como vinimos al mundo, pero es lo que hay.

También le preocupa a nuestro amigo un sentimiento de no merecer nada que sus padres le puedan dejar, mejor dicho, nada más que le puedan dejar, porque le han dado ya tanto –y no se refiere a lo material- que ahora se le antoja egoísta seguir recibiendo de ellos. Ellos, sus padres, dándolo todo a lo largo de sus vidas, hasta el mismo final.

Incluso le preocupan las historias que conoce o le han contado de familias que en momentos así han terminado mal porque “yo quiero esto”, “a mí me tenían que dar aquello”. Qué triste. Qué tristeza la de padres que hayan tenido que ver en el final de sus días a sus hijos enfrentados por algo así.

Y, nos cuenta este amigo, lo que más le duele, sin duda, es pararse a pensar en si la herencia que él le deja a sus padres, es decir, aquello que él ha hecho por ellos, es suficiente, si ha respondido con el mismo amor que ellos le han dado. Porque, a veces, lo mismo que pasa con las herencias de bienes materiales, que recibimos porque sí, puede que nos acostumbremos a ser amados incondicionalmente sin percatarnos de ello, sin darnos cuenta del privilegio que supone.

PALABRA DE DIOS 

Lectura de la profecía de Ezequiel. Ez 37, 12-14

ESTO dice el Señor Dios:

«Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os sacaré de ellos, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de ellos, pueblo mío, comprenderéis que soy el Señor.

Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestra tierra y comprenderéis que yo, el Señor, lo digo y lo hago -oráculo del Señor-».

Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. Rom 8, 8-11

HERMANOS:

Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo.

Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 11, 3-7. 17. 20-27. 33-45

EN aquel tiempo, las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo:

«Señor, el que tú amas está enfermo».

Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella».

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba.

Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea».
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:

«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará».

Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. Crees esto?».

Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

Jesús se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?».

Le contestaron: «Señor, ven a verlo».

Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!».
Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?».

Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: 

Quitad la losa».

Marta, la hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días».

Jesús le replicó: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»

Entonces quitaron la losa.

Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».

Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, sal afuera».

El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar».

Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

Palabra del Señor

NOS HABLA EL PAPA 

En esta situación cultural, laboral y profesional, se impone el ambiente ideológico que desvaloriza el matrimonio y la familia y apoya otras formas de planteamientos que hacen que el miedo se establezca en los jóvenes, que se sienten retraídos a la hora de establecer compromisos serios. 

A veces, por otras razones, como la influencia de las ideologías que desvalorizan el matrimonio y la familia, la experiencia del fracaso de otras parejas a la cual ellos no quieren exponerse, el miedo hacia algo que consideran demasiado grande y sagrado, las oportunidades sociales y las ventajas económicas derivadas de la convivencia, una concepción puramente emocional y romántica del amor, el miedo de perder su libertad e independencia, el rechazo de todo lo que es concebido como institucional y burocrático ».15 

En un ambiente así es muy importante presentar la experiencia contraria que demuestre que es posible otra forma de vivir y de organizar la vida.

Necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, allí donde son más capaces de generosidad, de compromiso, de amor e incluso de heroísmo, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio. (40)

NUESTROS ENFERMOS 

La Cabria. Te invitamos a que recuerdes un poco aquellos momentos en los que tú estabas dispuesto o dispuesta a darlo todo y lo que querías era hacer que los que estaban a tu lado se sintieran bien. Ese era el mejor regalo que te podían hacer: el que aceptaran dejarse querer. ¿Recuerdas? Pues ahora sé tú quien hace ese regalo. 

No te impacientes, comprendemos tu situación, sólo te pedimos que entiendas y asumas que en la vida tenemos que aprender a dar y recibir y, en ciertos momentos, como el que ahora estás viviendo tú, es más importantes saber recibir que dar. No te olvides que tu puesto sigue vivo en nuestra comunidad y en nuestro corazón, pues para todos nosotros eres muy importante.

MUROS 

Esta semana hemos oídos la respuesta que la iglesia mejicana ha dado ante el inicio de los primeros indicios de construcción del muro que Trump quiere levantar en la frontera entre Estados Unidos y Méjico.

Es una respuesta dura y clara: considera traidores al pueblo a quienes pretendan hacer negocio con este despropósito.

Como ya dijo el Papa en mitad de la campaña presidencial, no puede llamarse cristiano quien pretende buscar soluciones construyendo muros.

TESTIMONIO DE ENTREGA 

El fin de semana pasado uno de nosotros celebró con sus compañeros de COU el 25º aniversario de su paso por un colegio religioso. 

Cuando mencionaron dónde estaban aquellos hermanos de la comunidad religiosa que fueron nuestros maestros y profesores, fue emocionante: uno murió mártir en África, otros se fueron también con el Padre después de toda la vida entregada a la enseñanza; otros, aún hoy en día, sacan adelante como pueden una ONG en Alepo, en medio de la guerra de Siria. Eso es la Iglesia, y así responde a diario al reto de nuestro mundo, no levantando muros.

EN ESTA SEMANA 

  • Día 3- Reunión padres de 4º
  • Día 4- Reunión padres de 2º
  • Día 5- Reunión padres de 1º
  • Día 6- Reunión padres de 3º
  • Día 7- 6’30 p.m. Celebración Comunitaria del Perdón