La Cabria, nº 330




HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ DE LINARES 
DOM. 2º DESPUES DE NAVIDAD 
3 de Enero de 2016 
Año -VIII- Nº 330 

EDITORIAL 

Comenzamos un nuevo año y con él, un mundo de nuevas posibilidades, de nuevas miradas, de nuevas acciones... Embriagados por la fiesta al cerrar un año y comenzar otro, embotados de ruidos, felicitaciones, luces... se nos olvida parar, pararnos a pensar a qué y en qué puedo dedicar esta nueva oportunidad de vida que se me brinda. No tenemos todo el tiempo del mundo, nadie lo tiene, y mal nos va si aplicamos aquello de “mal de muchos...”: por eso hay que “bien aprovecharlo”; malgastarlo sería de idiotas. Os invitamos a que os paréis y penséis en vuestra vida desde lo inmaterial, desde el espíritu, desde el otro. 

Hemos empezado el año de la misericordia, que no debe quedar en una nueva propuesta de la Iglesia, que agotado el tiempo se deja a un lado y se comienza con otra. Desde la misericordia podemos replantear nuestra vida en el nuevo año que acabamos de empezar. La misericordia es un pilar fundamental del Evangelio, por tanto eje transversal de la vida de la Iglesia y del cristiano. La misericordia es la capacidad de compadecerse de las miserias ajenas. Pero para un cristiano no basta con compadecerse, tiene que dar un paso más: actuar. En el mundo individualista, egoísta, relativista en que vivimos, supone adoptar una actitud transgresora saliendo de uno mismo e intentando dar respuesta en mi contexto de vida a las obras de misericordia: ¿A quién hay que alimentar, acoger, o vestir? ¿Qué agua es la que hay que dar para calmar la sed en un mundo de grandes excesos y carestías extremas? ¿A qué enfermos hay que atender en un mundo de hospitales y servicios públicos diversos? ¿Qué significa hoy enterrar a los muertos, en un mundo donde todos los procedimientos están estandarizados? ¿Hasta qué punto hay que seguir soportando a las personas molestas? ¿Qué diferencia hay entre las obras llamadas corporales y las espirituales?

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro del Eclesiástico 24, 1‑2. 8‑12

La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido

La sabiduría se alaba a sí misma, se gloría en medio de su pueblo, abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades.

En medio de su pueblo será ensalzada, y admirada en la congregación plena de los santos; recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos.

El Creador del universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: *Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.+

Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás.

En la santa morada, en su presencia, ofrecí culto y en Sión me establecí; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder.

Eché raíces entre un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad, y resido en la congregación plena de los santos.

Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3‑6. 15‑18

Nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. 

Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. 

Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. 

Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos. 

Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1‑5. 9‑14

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. 

La Palabra en el principio estaba junto a Dios. 

Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. 

En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. 

La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. 

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. 

Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. 

Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. 

Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. 

Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. 

Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. 

Palabra del Señor

ECOS DEL PAPA FRANCISCO 

MENSAJE AL MUNDO

El viernes día 25 el Papa Francisco dirigía un mensaje a todo el mundo ante 50.000 personas venidas de todos los rincones de la Tierra, invitando a todos a hacer un replanteamiento de nuestra vida y de nuestras formas de pensar y de vivir. Nosotros, desde aquí, queremos también recoger su invitación para planteárnosla a nivel personal.

Se hacía eco de las formas que ha venido adoptando el mundo para celebrar una fiesta como la que acabamos de atravesar: “ebrio de tener y de gozar” mientras se ve amenazado por una tercera guerra mundial. Y fue haciendo un repaso por todos los conflictos que existen en la actualidad en el mundo, que están haciendo que este año que acaba de concluir haya quedado marcado por la violencia y la muerte.

El Papa reiteró su esperanza en este día de la PAZ que es la navidad, para poder “encontrarse, dialogar y, sobre todo, reconciliarse […] Donde nace Dios, nace la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra. Sin embargo, precisamente allí donde el Hijo de Dios vino al mundo, continúan las tensiones y las violencias y la paz queda como un don que se debe pedir y construir”

La sonrisa con la que el Papa felicitaba a las 50.000 personas reunidas en torno a él en la plaza de S. Pedro se volvió en un gesto de dolor al ir recordando todos los conflictos que hay montados en todo el mundo y por la mentalidad excluyente de los fanatismos y nacionalismos y racismo que va creciendo en el mundo que obstaculizan la paz.

El Papa insistió en que allí donde se deja que nazca Dios nace y florece la misericordia y podemos palpar la ternura de Dios. Terminó su mensaje deseando la paz al mundo entero y a cada persona de buena voluntad que la deja nacer y crecer en su corazón.

PARA LEER 

Esta semana os proponemos “Caminando por valles oscuros (Memorias de un jesuita en el Gulag)” de Walter J. Ciszek en Ed. Palabra.

Relata toda la experiencia vivida por el jesuita norteamericano Walter Ciszek, desde que entra en Rusia con el objetivo de difundir la palabra de Dios. Al poco tiempo de establecerse es descubierto y detenido por la policía secreta. Acusado de espionaje es trasladado a la temida prisión moscovita de Lubianka, donde permaneció durante toda la Segunda Guerra Mundial sufriendo un durísimo cautiverio. Es condenado 15 años a trabajos forzados en los campos de prisioneros de Siberia. Finalmente, en 1963, fue intercambiado por dos espías rusos y pudo volver a Estados Unidos.

En 1990 se abrió su proceso de beatificación, siendo actualmente siervo de Dios.

Lo destacable del libro es cómo nos va desvelando la razón de su supervivencia -el total abandono a la voluntad de Dios- y da testimonio de su vida de oración, gracias a la cual venció la soledad, el dolor, el miedo y la desesperación, y aprendió a convertir unas circunstancias y un trabajo inhumano en un valor positivo que le acercaba a Dios.

Es un libro de lectura amena pero de gran profundidad a la vez. Es un extraordinario testimonio de fe y de esperanza inquebrantables que nunca llegaron a desfallecer y del que todos podemos sacar partido.

La Cabria, nº 329

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM.1º de NAVIDAD: Sdª. FAMILIA 27 de diciembre de 2015 
Año -VIII- Nº 329 

EDITORIAL

JAQUE MATE A LA FAMILIA

Vivimos en un mundo de “apostasía” de los grandes valores que eran el referente para todo y la humanidad perdió el norte y se dirige hacia una situación de imprevisibilidad: lo estamos viendo que se pueden constatar, incluso a niveles físicos, con la agresión que se está haciendo al planeta que es el modelo de lo que se está haciendo a otros niveles.

En este marco, la FAMILIA CRISTIANA está sufriendo las peores agresiones de toda su historia, pues se la considera obsoleta, desfasada, y contracultural y por ello, está todo estructurado para que no pueda levantar cabeza: vemos que en ella no caben los hijos, los ancianos ni los enfermos, pues no hay ni espacio físico ni tiempo para dedicarlo a ellos ni para la convivencia.

Por otro lado, el bombardeo y el acoso organizado es tremendo: el aborto, el divorcio, las relaciones libres de todo compromiso, la anticoncepción, el sexo vivido como un gozo… y el desprestigio generalizado de la institución familiar catalogada como obsoleta, retrógrada, represiva y manipulada por la religión, frente a una concepción nueva de modelos de familia que se presentan como alternativa al modelo tradicional.

Lo grave del tema es que, de alguna manera, el ordenamiento político y social estaba basado en esta estructura familiar: la sociedad se entendía a sí misma como la gran familia, con un ordenamiento ético que comporta unos derechos y unos deberes para todos; desde siempre se consideraba a la familia como la primera célula de la sociedad; cuando rompemos este referente primario y fundamental, se nos viene todo abajo y nos quedamos en el aire; así, pues, rota la base, el edificio se viene abajo y ahora hay que buscar un nuevo modelo en el que puedan encajar las piezas sueltas, pero tenemos el gran problema que, al haber desechado los grandes valores que sostenían el edificio, ahora nos encontramos que se está intentando poner como referente algo que no tiene consistencia alguna, pues en el relativismo lo que hoy es mañana no tiene por qué ser.

PALABRA DE DIOS

Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2‑6. 12‑14

El que teme al Señor honra a sus padres

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.

El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros;

el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.

Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.

La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12‑21

La vida de familia vivida en el Señor

Hermanos:

Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.

Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.

El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.

Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.

Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.

Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.

Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41‑52

Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

-“Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»

Él les contestó:

-“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?”

Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.

Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
Palabra del Señor

ECOS DEL PAPA FRANCISCO

FELICITACIÓN NAVIDEÑA

“Navidad eres tú,… cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida.

La campana de navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.

Eres también luz de navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad.

Los ángeles de la navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.

La estrella de navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.

Eres también los Reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quién.

El regalo de navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.

La tarjeta de navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.

La felicidad de navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras.

“SÍ A LA VIDA”

“Sí a la Vida” es el grito que todo ser humano ha de arrancar desde lo más hondo de su ser, porque precisamente, el ser humano lleva marcado en su código genético de humanidad la imagen de Dios que es la VIDA y, a semejanza de Él y en consonancia con Él, está llamado a crear vida, a cuidarla, a potenciarla, a perfeccionarla… y en esta tarea se juega su destino supremo: ser feliz aquí en la tierra y después vivir en plenitud en el reino de los cielos.

Decir “Sí a la Vida” es plantarse radicalmente contra todo aquello que lleva a la muerte como es la guerra, el hambre, el odio, la violencia, el crimen, la injusticia, el atropello, la explotación, la miseria, la destrucción…

Decir “Sí a la Vida” es apostar por ella como valor absoluto que no es negociable con nada ni puede ser suplantado por otro interés; es apostar por todo aquello que la fomenta y la dignifica y, en este marco encontramos a la FAMILIA como espacio privilegiado de la VIDA HUMANA, pues en ella nace, crecen, se cultivan y se desarrollan los grandes valores que hacen al hombre más humano y semejante a su Padre y Creador Dios.

PLEGARIA PARA DESPUES DE ELECCIONES

Dios mío, da tu juicio al gobernante, al diputado, al presidente, al juez… para que inspirados por ti, ejerzan su función con justicia, para que sean honestos en su trato a las personas más débiles. Que nuestras calles, nuestros institutos y nuestras empresas sean espacios de paz y nuestras ciudades sean recintos de justicia. Que quien tiene poder defienda a los más humildes y socorra a los hijos del pobre. Que tengan siempre claro que fueron elegidos para servir al pueblo y no para servirse de él. Que, cuando tú habites en los corazones de los poderosos, la paz y la justicia se extiendan más allá de las fronteras, de las lenguas, de las leyes y de los papeles, por los cinco continentes. Que tu nombre sea eterno y se cuente tu verdad y tu bendición en la prensa, en las redes, entre todas las razas de la tierra.

La Cabria, nº 328


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ DE LINARES 
NACIMIENTO DE JESUCRISTO -C- 
25 de DICIEMBRE DE 2.015 
Año –VIII- Nº 328 

EDITORIAL

ORACIÓN POR LA PAZ

“Señor, Dios de paz, escucha nuestra súplica. Hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz.

Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra»; «con la guerra, todo queda destruido». Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz. Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén. (Papa Francisco con líderes religiosos de todas las religiones)

 

NAVIDAD 2015

Celebrar la NAVIDAD es alegrarnos de que se estableciera el amor, la verdad, la justicia y la paz como railes por los que camine la humanidad.

Pero esto es una utopía, puesto que los hombres de este mundo han optado por coger el camino de la guerra, de la mentira del odio y violencia,

Un año más habrá luces, guirnaldas, árboles con regalos y papá Noel con su risa burlona; habrá mucha gente que festeje y destape botellas de champan, pero estoy seguro que muy pocos se alegrarán de que en medio de tanta mentira siga viva la verdad y gente sencilla y buena que, contra viento y marea, lucha por la paz.

A todos esos que apostáis y seguís siendo testigos de amor, de fraternidad y de paz; a vosotros jóvenes, que os resistís a abandonar vuestros sueños; a vosotros esposos, que cada día sois capaces de miraros a los ojos y seguir enamorados; a vosotros ancianos, que después de dar vuestra vida, estáis siendo el apoyo más grande en horas de desolación.

Vosotros sois la estrella que sigue alumbrando la esperanza y que indica que Cristo nació y sigue vivo y actuando en el corazón de este mundo Que Dios bendiga tu persona, tu trabajo y tu hogar

PALABRA DE DIOS

Lectura del libro de Isaías 9, 1‑3. 5‑6

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló.

Acreciste la alegría aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.

Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: «Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz.»

Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino.

Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre.

El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.

Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito 2, 11‑14

Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo.

Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.

Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 1‑14

En aquel tiempo, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero.

Éste fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.

También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.

En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.

Y un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor.

El ángel les dijo:

—«No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:

—«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.»

Palabra del Señor

ECOS DEL PAPA FRANCISCO

“El mundo es un legado que hemos recibido de nuestros antepasados, pero también un préstamo de nuestros hijos: hijos que están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz; hijos que nos piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz, para que triunfen el amor y la amistad.

Muchos, demasiados de estos hijos han caído víctimas inocentes de la guerra y de la violencia, plantas arrancadas en plena floración. Es deber nuestro lograr que su sacrificio no sea en vano. Que su memoria nos infunda el valor de la paz, la fuerza de perseverar en el diálogo a toda costa, la paciencia para tejer día tras día el entramado cada vez más robusto de una convivencia respetuosa y pacífica, para gloria de Dios y el bien de todos.

Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad… sí a la sinceridad y no a la doblez”.