La Cabria, nº 213


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. 3º Cuaresma C 
3-Marzo 2013 Año V- Nº 213

Editorial

Cónclave 

Con la renuncia del Santo Padre, efectiva desde el pasado 28 de febrero, encima de la mesa, la Iglesia se enfrenta a un momento importante, el de la elección de un nuevo Papa. Aunque no es una circunstancia que se de todos los días, algunos tenemos la sensación de que esta vez hay algo especial, ya que en vez de un Papa de cuerpo presente hemos tenido a uno despidiéndose entre el cariño de quienes le queremos y preparando una “transición tranquila”. 

Sin embargo, no sabemos hasta qué punto esta excepcionalidad no está influyendo también en el ruido de fondo que parece acompañar a cada elección del nuevo Papa. Lo cierto es que los cristianos de a pié no podemos sino escuchar con inquietud todo lo que se está diciendo en torno a esta elección: que si los italianos dicen que ya hace mucho que el Papa no es italiano, que si esta vez debe hablar español, que si no debe ser europeo, que si tal congregación o tal movimiento presiona en favor de tal o cual… Y los comentarios al respecto en gran parte de los medios de comunicación han llegado a un extremo tal que el propio portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, ha denunciado «presiones inaceptables en las últimas semanas para condicionar» el voto de los cardenales que participarán en el Cónclave, y ha criticado a «quienes buscan aprovecharse del momento de sorpresa y desorientación» a raíz de la renuncia del Papa, Benedicto XVI, para «sembrar confusión y echar descrédito» a la Iglesia a través de la «maledicencia, la desinformación y la calumnia». 

Probablemente, gran parte de este jaleo sólo se entiende desde una visión tergiversada de lo que significa el ministerio del Papado. Es una pena que haya tanta gente que sólo entienda las cosas desde la óptica del poder o que no le quepa en la cabeza el sentido de la entrega personal, que no pueda imaginar que hay gente que es capaz y cuyo sólo deseo es poner todo lo que tiene al servicio de los demás. Y lo que nos toca a nosotros, los cristianos de base, es rezar y confiar en que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales del cónclave para que elijan al mejor sucesor de Pedro que podamos tener. Que así sea.

Palabra de Dios

Lectura del libro del Éxodo 3,1-8a.13-15. 

En aquellos días, pastoreaba Moisés el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse. Moisés se dijo: -Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza. Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: -Moisés, Moisés. 

Respondió él: -Aquí estoy. Dijo Dios: -No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado. 

Y añadió: -Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios. 

El Señor le dijo: -He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel. 

Moisés replicó a Dios:-Mira, yo iré a los israelitas y les diré: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntan cómo se llama este Dios, ¿qué les respondo? 

Dios dijo a Moisés: -«Soy el que soy». Esto dirás a los israelitas: «Yo soy» me envía a vosotros. Dios añadió: -Esto dirás a los israelitas: El Señor Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación. 

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 10,1-6.10-12. 

Hermanos: No quiero que ignoréis que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo hicieron nuestros padres. No protestéis como protestaron algunos de ellos, y perecieron a manos del Exterminador. Todo esto les sucedía como un ejemplo: y fue escrito para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree seguro, ¡cuidado no caiga! 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13,1-9. 

En aquella ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: -¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: -Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: -Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 62

Melquisedec. Un encuentro misterioso e inesperado 

Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): Sin entrar en muchos detalles me parece interesante mencionar, tu encuentro, amigo Abraham, con ese misterioso personaje llamado Melquisedec que, llamado Rey de Justicia, era además Rey de Salem (Génesis 14:18), es decir, Rey de Paz. 

Abraham: Ciertamente fue un encuentro gratificante. Me salió al encuentro cuando yo volvía de derrotar a Codorlamor y sus aliados, a los que tuve que atacar para rescatar a mi sobrino Lot. 

Christian: Perdona que te interrumpa, amigo, ¿es cierto que de Melquisedec tenemos pocos datos? 

Abraham: Es cierto. A mí se me presentó como Rey de Sodoma, en el valle de Save (es decir, el valle del Rey). No mencionó ni a su padre ni a su madre, ni dijo nada de su pasado ni de su futuro, Tampoco yo le pregunté, pues estuvimos hablando de los pro-blemas de aquella zona, de las envidias y odios entre reyes, de las guerras innecesarias, del pésimo comportamiento de los habitantes de Sodoma, etc. 

Christian: ¿Y cómo era Meelqui-sedec?. 

Abraham: Hacía honor a su nombre: “Rey de Paz” (Rey de Salen). Ha-blaba con una serenidad admirable y con una lucidez seductora. Como Rey de Justicia, le latía fuertemente el corazón ante las situaciones injustas. Como era sacerdote del «Dios Altísimo», me trajo pan y vino, 

Christian: Esto me recuerda el pan y el vino de la Eucaristía. Jesús los bendijo y se los dio a sus apóstoles como su Cuerpo y su Sangre. 

Abraham: Me encantó la bendición de Melquisedec: Abran -me dijo- bendito seas del Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra. Y bendito sea el Dios Altísimo, porque entregó a tus enemigos en tus manos.» Y yo le di la décima parte de todo lo que llevaba.. 

Seguiremos el próximo día. 

CONSEJO: Leer el capítulo 7 de la carta a los Hebreos.

Ve y lo cuentas

La semana pasada nuestros hermanos y hermanas de la Hermandad de la Borriquilla celebraron su triduo. Quienes tuvimos la oportunidad de compartir con ellos alguno de los actos que prepararon no podemos sino mostrar nuestra alegría y nuestro agradecimiento por la labor que hacen. Ya sabéis que esta, vuestra “sede canónica”, es también vuestro hogar, vuestra Comunidad donde os queremos y os necesitamos.

Lo que no vende

En medio de ese ruido de fondo del que hablamos en la editorial, Benedicto XVI se despedía de la Curia haciendo un llamamiento a la unidad eclesial. Comentando la lectura del profeta Joel “¡Perdona a tu pueblo, Señor, y no expongas tu heredad al ludibrio y al escarnio de las gentes!” decía: “Esta plegaria nos hace reflexionar sobre la importancia del testimonio de fe y de vida cristiana de cada uno de nosotros y de nuestras comunidades para manifestar el rostro de la Iglesia, y cómo este, a veces, es desfigurado. Pienso, concretamente, en las culpas contra la unidad de la Iglesia, en las divisiones dentro del cuerpo eclesial. Vivir la Cuaresma en una más intensa y evidente comunión eclesial, superando individualismos y rivalidades, es una señal humilde y preciosa para los que están lejos de la fe o son indiferentes”.

Al cine

Hemos leído en la Revista Vida Nueva una crítica muy buena de una película que está a punto de estrenarse (esperan que para la Pascua). Se llama “Un dios prohibido” y cuenta los hechos ocurridos en Barbastro en agosto del año 1936, en los inicios de la Guerra Civil, cuando 51 claretianos fueron martirizados. «Los excesos y los tópicos, tan propios a la hora de contar estas historias, se han evitado. En esta película nadie es tan héroe, ni nadie tan malo malísimo».

Podéis ver el trailer en este enlace.

La Cabria, nº 212

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. 2 Cuaresma. C 
24-Febr 2013 Año V- Nº 212

Editorial

CUARESMA

“Cuaresma” es un tiempo conveniente para prepararnos a algo importante para nuestra vida. Esto que es una realidad, la liturgia lo asume y lo incorpora como dinámica para prepararnos a la celebración de la Pascua en la que celebramos la muerte y la resurrección de Jesús. Si miramos esto así, desde fuera, lo percibimos como algo completamente al margen de nuestras vidas que no tiene incidencia alguna sobre ellas, quedándose como una idea muy bonita que incluso la podemos conectar con los ciclos de la naturaleza: un verano y un otoño que concluyen en un invierno de donde surge la vida en la primavera. 

Pero eso que es real en la naturaleza, lo es también en el hombre: ese mismo proceso se va dando en la vida normal que se nos convierte en una constante “cuaresma”, pues no dejamos de estar preparándonos para nuevas situaciones: la madre que espera un hijo, el joven que estudia para prepararse una buen porvenir, el que prepara unas oposiciones para adquirir un puesto de trabajo… Nuestra vida entera es una “cuaresma” en la que vamos luchando por perfeccionar nuestra forma de ser, de vivir, de pensar, de hacer y así nos vamos preparando para vivir una vida nueva que se nos dio como semilla en nuestro bautismo y que está llamada a convertirse en plenitud eterna. Esto no es una representación simbólica que no tenga incidencia alguna en nuestra vida, esto es tan real como el aire que respiramos, aunque a la hora de expresarlo y celebrarlo utilicemos símbolos. Si nos quedamos en esos símbolos, sin encarnarlos en la vida, es como si viviéramos una quimera, un teatro sin sentido. Es el problema que muchas veces tenemos al desconectar la liturgia de la vida.

Palabra de Dios

Lectura del libro del Génesis. 15,5-12.17-18. 

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo: -Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes. 

Y añadió: -Así será tu descendencia. Abrán creyó al Señor y se le contó en su haber. 

El Señor le dijo: -Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra. 

Él replicó: Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla? 

Respondió el Señor: -Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón. Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrán los espantaba. 

Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados. Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos términos: -A tus descendientes les daré esta tierra desde el río de Egipto al Gran Río. 

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses. 3,17-4,1. 

Hermanos: [Seguid mi ejemplo y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en mí. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo; su paradero es la perdición; su dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. 

Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. El transformará nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa; con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos. 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas. 9,28b-36. 

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar. Y mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecieron con gloria; hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. 

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y espabilándose vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. 

Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: -Maestro, ¡qué hermoso es estar aquí! Haremos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. 

No sabía lo que decía. 

Todavía estaba hablando cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: -Este es mi Hijo, el escogido; escuchadle. Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 61

No a la venganza 

Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): El día pasado, amigo Abraham, me decías que el amor a la familiia es más importante que todos los bienes de este mundo. He leído el capítulo 14 del Génesis (Gn. 14,10-16) y he visto cómo liberaste a tu sobrino Lot y le recuperaste todos sus bienes. 

Abraham: Es verdad, amigo Christian. Hubo un revuelo de reyes, cinco contra cuatro, que empezaron a querer apropiarse de aquellas tierras. Se juntaron en el valle del Sidím, cerca del mar de la sal. Los invasores se apoderaron del valle de Sodoma y Gomorra y de todos los bienes y así como de los víveres. 

Christian: He leído que el valle del Sidín estaba lleno de pozos de asfalto, y que al huir los reyes de Sodoma y Gomorra cayeron en ellos, mientras que los demás escaparon a las montañas. (Gn. 14,10). 

Abraham: Cierto. Un fugitivo me llevó la noticia hasta el encinar de Mambré donde yo estaba acampado, de que mi sobrino Lot había sido llevado cautivo y que le habían confiscado todos sus bienes. 

Christian: ¿Y qué hiciste? 

Abraham: Pues tuve que enfrentarme con aquellos reyezuelos, junté a mi gente y les atacamos de noche; los vencimos y los perseguimos hasta Jobá, al norte de Damasco. 

Christian: Total, que sin acordarte de lo que tu sobrino hizo al escoger las mejores tierras, sin tener en cuenta ni tus años ni lo que habías hecho por él, lo liberaste con toda su hacienda, las mujeres y la gente. 

Abraham: Hice lo que debía hacer. Sé que en el ambiente social hubiera aflorado la venganza, pero ese no es el estilo de Dios. 

La fe nos lleva por los caminos del perdón, de la reconciliación y de la fraternidad. Es curioso que la Biblia nos llama a Lot y a mí “hermanos”. Christian: Otro gallo nos cantaría, querido Abraham, si todos nos consideráramos y nos tratáramos como hermanos, pues TODOS somos hijos del mismo Padre. No hay mejor solución para vencer los problemas de convivencia que EL AMOR. El amor del que nos dice San Pablo, que “es paciente, es servicial; y no tiene envidia, no presume ni se engríe,…no busca su propio interés, , no tienen en cuenta el mal recibido…, “(1ª Cor. 13).

Ve y lo cuentas

VIVIR LA FE EN CUARESMA 

El Papa Benedicto XVI lleva tiempo preocupado viendo la rapidez cómo se va desmoronando todo y los cristianos nos hemos relajado dando por buenos planteamientos que chocan frontalmente con los de Jesús. 

En la carta “Porta Fidei” nº 3, haciéndose eco de la recomendación que Jesús nos hace: “Vosotros sois sal…” el Papa nos dice: “No podemos dejar que nuestra sal se vuelva sosa, ni nuestra luz permanezca oculta”. Indica que la sal sigue manteniendo su sabor y su capacidad contra la corrupción, cuando se alimenta con un testimonio de vida; en cambio, pierde toda su fuerza, el momento en que nos disolvemos en la mas, a sin ser capaces de transmitir el sabor, ni oponer resistencia a ella. 

El cristiano tiene que ser signo vivo de la presencia del reino en el mundo con su testimonio de vida personal, familiar, laboral, política, pública, social. La fuerza del evangelio se disuelve en el momento en que los cristianos condescienden y comulgan con los planteamientos materialistas que adoran el dinero, el poder, la imagen, el placer como verdaderos ídolos y se quedan tan tranquilos viendo como a ese dios se le sacrifican las víctimas: los hambrientos, los esclavos, los abortos, los parados, los hogares deshechos, los jóvenes sin esperanza y sin principios…

Testimonio

SE ASOMÓ A NUESTRA VENTANA 

Sólo la iglesia se ha declarado contra la campaña de Hitler por la supresión de la verdad. Nunca antes había tenido un amor especial por la iglesia, pero ahora siento un gran afecto y admiración porque sólo ella ha tenido el coraje y la tenacidad de alinearse en defensa de la verdad intelectual y de la libertad moral. Por ello, me veo obligado a confesar que ahora aprecio sin reservas lo que durante mucho tiempo desprecié” (Albert Einstein)

En esta semana

Día 2 de Marzo-10 de la mañana en Stª. María: Retiro espiritual para todo el arciprestazgo. 

La Cabria, nº 211


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. 1º DE CUARESMA C 
17-Febr 2013 Año V- Nº 211

Editorial

CARTA ABIERTA

Nuestro párroco tiene la buena costumbre de hacernos partícipes de una reflexión personal de vez en cuando en el blog parroquial. 

Como el acontecimiento que estos días ocupa los medios de comunicación y, por supuesto, a la Iglesia entera, es la retirada de nuestro Pontífice, qué mejor tema para dedicarle una carta abierta, con su testimonio personal sobre las distintas perspectivas que ha tenido sobre él a lo largo de su trayectoria, y que provocaron sentimientos encontrados en función de las circunstancias. 

Primero fue la admiración hacia Joseph Ratzinger, cuando en su juventud estaba impactado por sus escritos, su pensamiento y sus testimonios y le seguía con entusiasmo. 

Después, sufría la decepción de sentirse frenado y poco comprendido, cuando trabajaba con ilusión en la Evangelización y en la formación de una Iglesia que nacía y crecía con fuerza en Latinoamérica, por la labor que aquél ejercía entonces bajo el papado de Juan Pablo II, lo que originó rechazo y prejuicios hacia él. 

Cuando fue nombrado Papa, confiesa que hizo desierto, y desde la oración, tuvo que replantearse su actitud hacia él. Siguiendo sus pasos día a día, valorando cada una de sus acciones, fue comprendiendo y reconociendo el valor de lo que hacía. Se le engrandeció su figura y fue creciendo por él la admiración y el respeto, que ha llegado a su cota máxima con el gesto de la renuncia. 

Recomendamos leer atentamente el documento, lleno de fuerza, de verdad, de confesión íntima. Podéis hacerlo en este enlace.

Palabra de Dios

Lectura del libro del Deuteronomio. (Dt 26,4-10) 

Moisés habló al pueblo diciendo: el sacerdote recibirá la cesta de tus manos y la pondrá delante del altar del Señor, tu Dios. Tomarás de nuevo la palabra y dirás ante el Señor, tu Dios: Mi padre era un arameo errante, que bajó a Egipto. 

Allí se quedó con unas pocas personas más; pero pronto se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una cruel esclavitud. Pero nosotros clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, que escuchó nuestra plegaria, volvió su rostro hacia nuestra miseria, nuestros trabajos y nuestra opresión, nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo fuerte en medio de gran terror, prodigios y portentos, nos trajo hasta aquí y nos dio esta tierra que mana leche y miel. Y ahora aquí traigo las primicias de los frutos de la tierra que el Señor me ha dado. Las dejarás delante del altar del Señor, tu Dios, y te postrarás en su presencia. 

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romano: 10, 8-13 

Hermanos, la Escritura dice: La palabra está cerca de ti, en tu boca, en tu corazón, esto es, la palabra de la fe que proclamamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Con el corazón se cree para la justicia, y con la boca se confiesa la fe para la salvación. Pues dice la Escritura: Todo el que cree en él, no será defraudado. No hay distinción entre el judío y el griego, porque Jesús es el mismo Señor de todos, rico para todos los que lo invocan. Por tanto, todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. 

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas: Lc 4, 1-13 

En aquel tiempo Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán. El Espíritu Santo lo llevó al desierto, donde durante cuarenta días fue tentado por el diablo. Durante esos días no comió nada, y al final tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan». Jesús le respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre». Luego el diablo lo llevó a un lugar alto, le mostró todos los reinos del mundo en un instante y le dijo: «Te daré todo este imperio y el esplendor de estos reinos, porque son míos y se los doy a quien quiero. Si te pones de rodillas y me adoras, todo será tuyo». Jesús respondió: «Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás». Entonces lo llevó a Jerusalén, lo subió al alero del templo y le dijo: «Si eres hijo de Dios, tírate de aquí abajo; porque está escrito: Ordenará a sus ángeles que cuiden de ti, que te lleven en las manos para que no tropiece tu pie con ninguna piedra». Jesús le respondió: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios». Y acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta el tiempo oportuno.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 60

La unidad familiar vale más que todos los bienes. 

Christian (Cristiano o seguidor de Cristo): Amigo Abraham, el día pasado me quedé admirado de la facilidad con que dejaste a tu sobrino Lot que eligiera todo el llano de la región baja del Jordán. 

Abraham: Para mi la unidad familiar, por el amor, es mucho más importante que las tierras fértiles. 

Christian: Es verdad, pero la dolorosa realidad es que frecuentemente nos encontramos con hermanos que no se hablan, sin que haya por medio la posesión de unas tierras tan fértiles y tan extensas como las de tu sobrino Lot. A veces solo se trata de un olivo, de un trocito de tierra o de algún objeto de no mucho valor. 

Abraham: Yo doy gracias a Dios, que ha hecho arraigar en mi corazón el amor a la familia y, en este caso concreto, a mi sobrino, que se había criado conmigo. 

Pero, además, Dios fue generoso conmigo cuando me dijo: "Levanta los ojos, y desde el lugar donde estás, mira hacia el norte y el sur, hacia el este y el oeste, porque toda la tierra que alcances a ver, te la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Gn.13, 14-15. 

Christian: Mi muy entrañable amigo Abraham: yo estoy desorientado porque si no tienes descendencia, ¿para qué quieres toda esa tierra? 

Abraham: Ya se lo he dicho a nuestro Dios, y por eso, Él me ha prometido darme una descendencia más numerosa que las arenas de la playa y que las estrellas del cielo

Christian: Y tú, como siempre, creyendo cuanto Dios te prometía. Recorriste el país de este a oeste, como te dijo el Señor; trasladaste tu campamento y te estableciste junto al encinar de Mamré, que está en Hebrón. Allí erigiste un altar al Señor. 

Abraham: Seguiremos, amigo.

Adios al Papa

Aunque ha supuesto una sorpresa bastante general porque no era habitual en los últimos siglos, la decisión de Benedicto XVI es coherente y previsible, ya que había dejado constancia de su opinión en este sentido, ante una situación como la suya. 

Son muchos e importantes los retos a los que se ha enfrentado como representante de la Iglesia en este periodo, y su salud se había deteriorado mucho en los últimos años. Se movía con dificultad y, aunque su mente es privilegiada, las actividades que tenía programadas eran muy exigentes. 

Con muy buen criterio, se retira para facilitar el paso a otro que tome el testigo en la dirección pastoral de su pueblo. Un nuevo Papa que, aportando fuerzas e ilusiones nuevas, sea capaz de impulsar los proyectos en marcha y afrontar los problemas propios de su alta misión. Desde aquí le damos las gracias por sus muchos años de servicio, por el regalo de su obra, su testimonio y este ejemplo de humildad que nos deja en su despedida. Que Dios se lo premie.

Nuestro homenaje

Conocemos la importancia que para Benedicto XVI tenía la Nueva Evangelización, propuesta por su antecesor. 

Un homenaje de agradecimiento por su vida al servicio de la Iglesia, podría ser comprometernos en hacer cuanto esté en nuestras manos para que se haga realidad. 

Si todos unidos asumimos la propuesta, nos preparamos y ponemos lo mejor de cada uno en el empeño, sería como un gran regalo que le compensara de cuantos sinsabores y sufrimientos le han ido gastando en el desarrollo de su papado. Este tiempo de Cuaresma, que invita a la reflexión, puede ser un momento idóneo para tomar la decisión y ponernos manos a la obra.

En esta semana

Desde nuestra CABRIA queremos dar la enhorabuena al grupo de jóvenes que han sido capaces de inyectar un aliento de alegría a la comunidad, no solo porque el rostro de los jóvenes sea motivo de alegría, sino porque su presencia nos está diciendo que los jóvenes no han muerto.

La Cabria, nº 210

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. 5º t.o. C 
10-Febr 2013 Año V- Nº 210

Editorial

“NO HAY JUSTICIA SIN IGUALDAD”

“Creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios…”  (Gen 1, 26-27)

Este año, la Campaña de Manos Unidas se centra en la promoción de la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer y quiere ser una llamada a la conciencia de la sociedad para que defienda el desarrollo integral de cada persona, hombre o mujer, y el ejercicio de todos sus derechos fundamentales, gravemente conculcados en muchas partes del mundo. 

Son numerosos los países en los que la mujer padece una grave desigualdad y es víctima de la violencia física, sexual y psicológica, incluyendo la violación como arma de guerra. De todo el comercio internacional de seres humanos, cerca del 70% es de niñas y mujeres. A ello hay que sumar el número alarmante de abortos de niñas, el infanticidio de las ya nacidas o su abandono y su continua discriminación en la asistencia sanitaria y en su alimentación, lo que impide su desarrollo físico y mental. 

Además, siendo la mujer un agente clave en el desarrollo, no sólo es explotada económicamente, sino que se vulneran derechos tan esenciales como el de su propia libertad, la capacidad de tomar las mismas decisiones que el hombre, o el de poder ser titular de los mismos bienes. 

Con respecto a la educación, hay que subrayar que las dos terceras partes de las personas analfabetas del mundo son mujeres y que esto afecta gravemente a la posibilidad de afrontar la vida en pie de igualdad con los hombres. Manos Unidas trabaja por la igualdad y la autonomía de la mujer y defiende que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad, porque han sido creados a imagen de Dios, y porque la reciprocidad que anima a la pareja humana es imagen de Dios y se expresa en la mutua colaboración entre el hombre y la mujer.

Palabra de Dios

Lectura del libro de Isaías. 6, 1-2a. 3-8 

El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Y vi serafines en pie junto a él. Y se gritaban uno a otro, diciendo: «¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!» Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: « ¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos.» Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: «Mira; esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.» Entonces, escuché la voz del Señor, que decía: «¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?» Contesté: «Aquí estoy, mándame.» 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios: 1 Cor 15, 1-11) 

Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído. 

Lectura del santo evangelio según san Lucas. (Lc 5, 1-11) 

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara, un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Remad mar adentro, y echada las redes para pescar.» Simón contestó: «Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.» Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.» Y es que el asombro- se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres.» Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 59

Mejor ceder que cortar: La separación de Abrám y de Lot. 

NOTA: Ruego LEER Génesis 13. Tenemos que animarnos para conocer a Dios por los caminos de la Biblia. 

Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): Después de tu estancia en Egipto, amigo Abaham, subes al Negueb, cuya principal ciudad era Betseba. Sigues tu camino con tu familia y con tus valiosas riquezas, desde Negueb hasta Betel. 

Abraham: Fue un viaje largo, pero, al llegar al sitio donde años antes había erigido un altar, encontré la recompensa. Allí invoqué el nombre del Señor. Para el creyente es imprescindible el diálogo con Dios. Es lo que llamamos la oración. 

Christian: Es que no es concebible que quien se ha fiado de Dios y quiera seguir el camino que Él le señala, no sienta la necesidad de hablar con nuestro Maestro Jesús. 

Abraham: Cierto, querido amigo Christian. No podemos olvidar que es Dios nuestro compañero de viaje, nuestro guía, nuestra fuerza y nuestra luz. Sin Él no hubiese resuelto el problema que surgió entre los pastores de mi sobrino Lot y los míos. 

Christian: ¿Y cuál fue realmente el problema? 

Abraham: Mi sobrino Lot me acompañaba. Pero era tanto el ganado que sumábamos entre los dos, que la tierra se nos quedó pequeña. No había sitio para todos, y esto suscitó el altercado. 

Christian: En el fondo de ese altercado creo que se encontraba lo que llamamos la ambición, el tener más, el dinero. Cuántos hermanos no se hablan por la herencia. A veces terminan para siempre por un trocito de tierra. 

Abraham: Eso es lo que yo temía, por lo que hablé con mi sobrino Lot y le dije: “No quiero que haya altercados entre nosotros dos, ni tampoco entre tus pastores y los míos, porque somos hermanos”. 

Christian: Buena razón: somos hermanos. Y dejaste a Lot que eligiera ¿y qué hizo? 

Abraham: Lo que yo me esperaba: Lot dirigió una mirada a su alrededor, y vio que toda la región baja del Jordán, hasta llegar a Soar, estaba tan bien regada como el Jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Lot eligió para sí toda la región baja del Jordán y se dirigió hacia el este. Así nos separaron el uno del otro. 

Christian: Bueno, amigo Abraham, ¿y tú con qué te quedaste? 

Abraham: Yo permanecí en Canaán, mientras que Lot se estableció entre las ciudades de la región baja, poniendo su campamento cerca de Sodoma. 13 Pero los habitantes de Sodoma eran perversos y pecaban gravemente contra el Señor. De esto y del destino de Sodoma y Gomorra hablaremos en otra ocasión.

Ve y lo cuentas

El proyecto encargado al arciprestazgo de Linares en esta campaña de Manos Unidas es la CONSTRUCCIÓN DE UN CENTRO DE FORMACIÓN en India, en el estado de Chhattisgarh. Al frente del proyecto están las Hermanas Misioneras Snehagiri, que trabajan desde hace siete años en esta aldea. Empezaron con una pequeña construcción que usaban como dispensario. Poco a poco y con la colaboración de Manos Unidas han iniciado un centro de salud con unas habitaciones para enfermos, sala de partos y equipo de laboratorio básico. Junto con ello han ido ampliando poco a poco su trabajo social con la población. Han formado grupos de autoayuda, clubes de granjeros, realizan programas de salud, de cuidados maternos-infantiles, entre otros. Para realizar estas actividades muchas veces tienen que realizar cursos residenciales y dar alojamiento dado lo remoto del lugar. Solicitan nuestra colaboración para ampliar el centro existente. Con ello se facilitaría mucho los cursos de formación, reuniones y resto de actividades. Manos Unidas contribuirá con un 84% del coste de la construcción y la contribución local será una parte de la construcción, el equipamiento y costes administrativos. Los beneficiarios directos del proyecto serán 14.000 personas y los indirectos 18.000. El importe total del proyectos es de 32.308 €.

La Cabria, nº 209

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. 4º t.o. C 
3-Febrero 2013 Año V- Nº 209

Editorial

La Nueva Evangelización en tiempos de crisis

Cuando hace ya tiempo el Papa Juan Pablo II puso encima de la mesa la necesidad de una nueva evangelización de Europa, muchos de nosotros acogimos esta iniciativa con ilusión y optimismo: y es que estamos convencidos de que el Evangelio, es decir, la Buena Noticia, tiene tantas cosas que decir en nuestra sociedad actual que el reto, sin duda, merece la pena. 

En el fondo, hay un razonamiento que llama la atención en esta necesidad de una nueva evangelización: ¿cómo es posible que si la Iglesia tiene como misión transmitir el mensaje más ilusionante, revolucionario, justo y esperanzador de la Historia de la Humanidad, el mensaje de Cristo, estemos donde estamos después de 20 siglos? No podemos negarlo: ese mensaje está ausente en las respuestas que en muchas situaciones se está dando desde la sociedad a las crisis que nos afectan desde hace tiempo. Ante esto, lo primero, quizá sería que (todos) hiciéramos algo de autocrítica. Pero lo segundo, sin duda, sería la obligación de ponernos a trabajar, ¿o es que tenemos duda alguna de que Cristo y su mensaje son la solución a los graves problemas que afectan a nuestra sociedad actual: paro, vivienda, corrupción, pobreza, etc.? La nueva evangelización consiste en que evitemos que Jesucristo sea el gran desconocido en pleno siglo XXI. Hay que decirle al parado, al enfermo, al desahuciado, al escandalizado por la corrupción, que Jesús de Nazaret tiene respuesta viva y definitiva a todo este estado de las cosas. Porque quien se encuentra con Cristo cambia su manera de ser, de pensar y de vivir y esto es lo que estamos necesitando todos, esta es la Buena Nueva del reino Él nos que trajo.

Palabra de Dios

Lectura del libro de Jeremías. (Jer 1, 4-5. 17-19) 

En los días de Josías, recibí esta palabra del Señor: «Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles. Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. 

Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor. 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1Cor 12, 31-13, 13) 

Hermanos: Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. 

El amor no pasa nunca. ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. 

Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor. 

Lectura del santo evangelio según san Lucas. (Lc 4, 21-30) 

En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.» Y añadió: «Os aseguro ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.» Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 58

"Por la fe, Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a donde iba". Heb. 11,8. 

Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): Amigo Abraham: muchos siglos después de tu peregrinar por los sitios que Dios te indicaba, el autor de la Carta a los Hebreos te recuerda como el caminante obediente. No sabías a dónde ibas, pero te fiabas ciegamente de Dios. 

Abraham: Mira, amigo, yo tenía por dentro mis dudas, pero cuando pensaba las cosas desde el corazón, me invadía como una especie de luz, que me invitaba, sin ningún tipo de coacción, a seguir adelante. Así son los caminos de la fe 

Christian: A mí, te lo digo sinceramente, me cuesta mucho trabajo. Sé que mi vida es caminar, seguir a Jesús, tratando de hacer mío su proyecto de su vida, pero, al escuchar otras llamadas que me reclaman hacia el bienestar, hacia el consumo, hacia lo que me da alguna seguridad, mi mayor tentación es plantar “mi tienda de campaña” para quedarme tranquilo en ella y no como tú haces, que habitas en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, para seguir el camino en busca de la tierra que Dios te prometió. 

Abraham: Dios no quiere que veamos este mundo como un hogar permanente, porque Él tiene algo mejor para nosotros. Se nos anima a ver el futuro esperando la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor (Heb. 11,10). 

Christian: Pues también “Dios tiene algo mejor para nosotros”. Por eso nos dice Jesús: En la casa de mi Padre hay muchas mansiones..., y me voy a prepararos un sitio. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros (Jn, 14,2-3). Caminamos hacia esa meta, por lo que tenemos que mirar siempre hacia adelante, siendo siempre constructores de un mundo nuevo. 

Abraham. Mirar hacia adelante: ¡¡¡buena expresión!!!. Mirar hacia adelante, es la forma necesaria para caminar. Mirar hacia adelante, cuando la luz de la aurora se despliega y nos recuerda que no son las tinieblas las que vencen, sino la luz; mirar hacia adelante y darnos cuenta de que cada nuevo horizonte que se abre, es una nueva mirada del Señor y una amorosa invitación a que hagamos juntos el camino. Mirar hacia adelante, siempre con la ilusión y la esperanza de llegar hasta la meta. Mirar hacia adelante y caminar sembrando paz, verdad y vida Acampar, sí, pero solo el tiempo preciso. 

Christian: Gracias amigo Abraham

Ve y lo cuentas

Cine en familia 

Una pregunta a padres y madres: ¿habéis intentado sentaros una noche con vuestros hijos a ver la tele? ¿A que resulta francamente difícil encontrar algo simplemente “digerible”? Y no será por canales… Bueno, pues hoy queremos proponeros que hagáis una visita al videoclub para alquilar una excelente película que sí se puede ver en familia y que puede gustar a todos, chicos y grandes. Se llama Maktub: trata de un niño enfermo de cáncer que se cruza en el camino de una familia en crisis. Para no reventar la historia, sólo contamos que toca temas como la fidelidad, la importancia de la familia, el sentido de la enfermedad y el dolor, la necesidad de perdonar, el sentido de la misión en la vida, el más allá, etc. y lo hace con frescura, inteligencia, humor y desparpajo. Una gozada. 

Una novela que promete 

Puestos a ponernos cultos en la hoja de hoy, queremos informaros de que está a punto de salir a la venta (en febrero) la tercera novela del sacerdote Pablo d’Ors, titulada “El olvido de sí”. La crítica la considera “una novela cristiana” (¡qué mejor definición, ¿no?), y trata sobre sobre la vida de Charles de Foucauld. La publica la editorial Pre-textos: ya tenemos excusa para nuestra próxima visita a la librería.

Un poco de humor gráfico


Fuente: Vida Nueva, nº 2.717

En esta semana

  • Día 4 Reunión padres de 4º 
  • Día 5 Reunión padres de 2º 
  • Día 6 Reunión padres de 1º 
  • Día 4 Reunión padres de 3º 
  • Día 4- 7 tarde- Reunión de monitores de Asambleas