La Cabria, nº 267

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. Ascensión del Señor –A-
1-Junio 2014
Año VI- Nº 267

Editorial

VIAJE DEL PAPA FRANCISCO A TIERRA SANTA

Hemos terminado este tiempo de PASCUA, que ha estado marcado por uno de esos hitos que dejan marcada la historia de la humanidad y que, a partir de ahí, las cosas dejan de ser como eran y toman otro giro. Uno de esos hitos es el que acabamos de vivir con la visita del Papa Francisco a Tierra Santa, acontecimiento que ha pasado sin que nos demos cuenta, pues nos han tenido entretenidos con otros dos hechos que nos han captado todo el interés, hasta el punto que no le hemos prestado atención: el partido de fútbol y las elecciones al parlamento europeo.

Ahora que ya ha pasado todo creo que es bueno que nos detengamos un momento, aunque sea para echarle un vistazo a este acontecimiento que tiene la categoría de uno de los signos de los tiempos en los que el Espíritu santo no solo ha hablado, sino que ha gritado a la humanidad y lo hemos podido ver con nuestros ojos y escuchar con nuestros oídos, sin que nadie nos lo cuente.

Hemos podido ver a un HOMBRE con mayúscula que cree en el espíritu Santo y en Jesucristo y le ha perdido el miedo a todo y a todos y ha tenido todo el coraje de meterse en la boca del lobo decirles que viene a traer la PAZ, el PERDÓN la FRATERNIDAD que nos dejó Jesucristo y ha sido capaz de hablarle a los terroristas y traficantes de armas que están engordándose con la violencia que mantienen entre los pueblos; ha sido capaz de ir a darle un abrazo a nuestro hermano BARTOLOMÉ y decirle: “Dejemos a un lado los recelos que hemos heredado del pasado y abramos nuestro corazón a la acción del Espíritu Santo”, y recordarle a él y a todos nosotros que el único camino que conduce al cumplimiento de la voluntad de Dios es que todos sean uno, que empeñemos nuestra vida en construir la paz y la fraternidad. Un hombre que ha tenido todo el coraje de dirigirse al mundo musulmán y judío y pedirles que dejen de utilizar el nombre de Dios para ejercer la violencia y les ha invitado a venirse al Vaticano para rezar juntos y estrechar los corazones para construir un mundo fraterno en el que se respete a la persona y a la tierra que es nuestra casa. 

Sí, ¡cuánto bien nos haría a todos coger el reto que nos lanza y empezar a ponerlo en práctica en todos los niveles, estamentos e instituciones, sobre todo viendo este mundo viejo, corrompido, destrozado que hemos montado al que le hemos borrado el horizonte del futuro!

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1‑11

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo, y: enseñando hasta el día, en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos les recomendó:

—No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.

Ellos lo rodearon preguntándole:

—Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?

Jesús contestó:

—No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo.

Dicho esto, lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndole irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

—Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse.

Palabra de Dios 

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 17‑23

Hermanos:

Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.

Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo, en todos.

Palabra de Dios

Final del santo Evangelio según San Mateo 28, 16‑20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.

Al verlo ellos se postraron, pero algunos vacilaban.

Acercándose a ellos, Jesús les dijo:

—Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.

Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XVIII

El punto de choque fuerte y constante de la iglesia primitiva estuvo siempre con los judíos, que es de donde nace la Iglesia: les cuesta enormemente aceptar que el antiguo pueblo ha terminado su cometido y que la ley ha sido superada. El Evangelio es la vida nueva que ha dado muerte a todo lo antiguo. Esto no se entiende ni se acepta y el choque es constante: la gente no se resigna a abandonar la seguridad que da la ley en la que han vivido durante tanto tiempo.

Del conflicto con los judíos pobres y sencillos que se han convertido y que les cuesta dar el paso, se derivan otros conflictos que se extienden a sacerdotes, fariseos, saduceos, prosélitos que no pueden dejar de ver en el templo y en la ley la presencia y la voluntad expresa de Dios. Esto no es algo que se supera así tan fácil y da lugar a diferentes reacciones que toman todos los colores imaginables; esto lo vamos a ir viendo detenidamente.

“Mientras Pedro y Juan estaban aún hablando a la gente, se presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos; todos ellos se sentían muy molestos porque enseñaban al pueblo y afirmaban la resurrección de los muertos a propósito de Jesús. Los apresaron y los pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues ya estaba anocheciendo” (Hch. 4,1-3)

Y como veían que mucha gente escuchaba con agrado, decidieron pararlo, pues si lo dejaban todo el pueblo se llenaría de estas ideas…

Tratemos al menos de que esto no siga extendiéndose entre el pueblo; los amenazaremos para que no hablen ni prediquen más ese Nombre ante ninguna persona.” Llamaron, pues, a los apóstoles y les ordenaron que de ningún modo enseñaran en el Nombre de Jesús, que ni siquiera lo nombraran.

Se han aliado los reyes de la tierra y los príncipes se han unido contra el Señor y contra su Mesías… Ellos escuchaban rechinando los dientes de rabia y querían matarlos. (Hch. 5,17-18. 26. 33)

El problema es el mismo de todos los tiempos y de todos los poderosos: se trata de adormecer al pueblo, quitarle la capacidad de pensar, de hacer una valoración de las cosas y de tomar decisiones, entonces consideran elementos peligrosos y desestabilizadores a aquellos que hablan claro y le exponen al pueblo la verdad y se los quitan de en medio bajo el razonamiento de velar por la seguridad nacional.

Mandaron entrar de nuevo a los apóstoles. Los hicieron azotar y les ordenaron severamente que no volviesen a hablar de Jesús Salvador. Después los dejaron ir”. (Hch. 5,40)

Se le echaron encima algunos de la sinagoga llamada de los libertos y otros llegados de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, y se pusieron a discutir con Esteban, pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Al no poder resistir a la verdad, sobornaron a unos hombres para que afirmaran: “Hemos oído hablar a este hombre contra Moisés y contra Dios.

Con esto crearon agitación en el pueblo, entre los ancianos y los maestros de la Ley; luego llegaron de improviso, lo arrestaron y lo llevaron ante el Sanedrín. .” (Hch. 6, 9)

Ve y lo cuentas

Con respecto al viaje del Papa Francisco, desde el primer momento dijo que su viaje no era “político”, sino que iba con el mensaje de paz que le ha dejado Jesucristo y esa tónica ha venido manteniendo en todo el itinerario; ha roto todos los esquemas, desde perderle el miedo a ser asesinado, exponiéndose sin protección, hasta enfrentarse con las autoridades que están en lucha y prestándole atención a los que sufren y que no tienen posibilidad de que nadie los escuche. Francisco se ha convertido –como lo calificó el Patriarca Latino de Jerusalén-: “Usted es el bautista de nuestro siglo, que prepara el camino para nuestro Salvador”.

Un discurso conmovedor ante el recuerdo del holocausto lo convirtió en oración del que escojo un pequeño trozo: “En este lugar, memorial de la Shoah, resuena esta pregunta de Dios: "Adán, ¿dónde estás?". “Esta pregunta contiene todo el dolor del Padre que ha perdido a su hijo… -y calificó el Holocausto como “una tragedia inconmensurable”.

Hombre, ¿dónde estás? Ya no te reconozco. ¿Quién eres, hombre? ¿En qué te has convertido? ¿Cómo has sido capaz de este horror? ¿Qué te ha hecho caer tan bajo?”. Esto no ha sido ni querido ni aceptado por el aliento de Dios ni por el polvo de la tierra; el Papa Francisco preguntó al hombre: “¿Quién te ha corrompido? ¿Quién te ha desfigurado? ¿Quién te ha contagiado la presunción de apropiarte del bien y del mal? ¿Quién te ha convencido de que eres dios?” y describió lo que fue el Holocausto: “No sólo has torturado y asesinado a tus hermanos, sino que te los has ofrecido en sacrificio a ti mismo, porque te has erigido en dios”. 

Señor, escucha nuestra oración, escucha nuestra súplica, sálvanos por tu misericordia. Sálvanos de esta monstruosidad. Señor omnipotente, un alma afligida clama a ti. Escucha, Señor, ten piedad… Danos la gracia de avergonzarnos de lo que, como hombres, hemos sido capaces de hacer, de avergonzarnos de esta máxima idolatría…”.Francisco finalizó, con un grito desgarrador: “¡Nunca más, Señor, nunca más!

En esta semana

Dias 6-7 y 8 Triduo a La Virgen de la Consolación, titular de la Cofradía de los Estudiantes.

La Cabria, nº 266

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 6º De Pascua –A-
25-Mayo 2014
Año VI- Nº 266

Editorial

Camino, verdad y vida

Los que no tenemos la suerte de ver a nuestros mayores más que de tarde en tarde nos damos cuenta, cuando los visitamos, del paso del tiempo en ellos. Pero es la misma sensación de los que veis cómo crecen los hijos propios o de otros. La vida pasa mientras nosotros nos ocupamos y preocupamos del día a día: el trabajo, la casa, los estudios… Es una de las realidades más simples pero a la vez que más nos cuesta admitir: somos seres mortales que tenemos nuestros días contados en este mundo y, aunque eso debiera marcar nuestra forma de vivir, parece más bien que nos empeñamos en mirar hacia otro lado, en ignorar lo que es innegable.

Este domingo pasado la Palabra nos recordaba a Jesús diciendo “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Es una frase de extremada simplicidad pero de una profundidad abismal. Si la entendiéramos y la aceptáramos tendríamos todo un programa de vida encerrado en su interior.

Él es Camino: es decir, es la senda que nos conduce en la dirección correcta. No hay que preocuparse nada más que de seguirlo; no hay posibilidad de pérdida.

Él es la Verdad, personifica en sí la Verdad con mayúsculas: un hombre, nacido de mujer como cualquiera de nosotros, que se reconoce como Hijo de Dios, que se entrega a los demás por el único sentimiento que merece realmente la pena, el Amor; que como hombre, muere, pero que resucita venciendo a la muerte y nos anuncia que no hay que tener miedo, que él ya la ha vencido.

Y es la Vida, la auténtica vida que trasciende a ésta que, como empezábamos describiendo, se nos escapa de las manos como granos de arena. Vivir en plenitud es aceptarlo a Él. “Yo soy la resurrección y la vida: quien cree en mí, vivirá para siempre”.

Este pasado domingo, precisamente, moría Luis, un buen amigo de uno de nosotros. Un anciano ya, apenas un hilo de vida lo mantenía aún en este mundo. Pero acompañando a la familia, rodeado de sus muchos hijos y más nietos, de todas las personas que en vida vimos en él a un cristiano de los pies a la cabeza, vi todo el sentido de la frase de Jesús. No había llanto ni dolor, sino sólo gratitud y esperanza, porque Luis había seguido el Camino, había reconocido la Verdad y había alcanzado por fin la Vida.

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5‑8. 14‑17

En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.

Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.

Palabra de Dios 

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 3, 15‑18

Hermanos:

Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.

Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15‑21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis porque vive con vosotros y está con vosotros.

No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXVII. Aceptar que nos hemos equivocado…

Lógicamente, cuando alguno de éstos, que lo hemos visto decir y hacer disparates, se da cuenta de su error e intenta rectificar, le cuesta trabajo desandar lo andado y recuperar la confianza, pues ha hecho demasiado daño, como para exigir que los demás pasen la hoja y crean en él. Este es uno de los conflictos que muchas veces se da en la comunidad y crea fricciones, pues la desconfianza conquistada por las actitudes pasadas, no es cosa fácil borrar y se necesita de una gran dosis de perdón que solo con la ayuda de Dios se obtiene. Tendrá que demostrar que aceptó su equivocación, pedir perdón por el daño que hizo y entrar en el camino de la verdad; es el caso típico de Pablo.

“Ananías le respondió: “Señor, he oído a muchos hablar del daño que este hombre ha causado a tus santos en Jerusalén. Y ahora está aquí con poderes del sumo sacerdote para llevar presos a todos los que invocan tu Nombre.” (Hch. 9,13-14)

Otra de las fuentes de problemas es la interpretación que se hace de las costumbres, sobre todo cuando hay que compaginarlas con la doctrina, pues llegan momentos en que no se sabe qué es más importante: la costumbre o la verdad: nos encontramos con un hecho en el que Pedro se equivoca y da su visión recibida por la tradición frente a la realidad nueva que le ha traído Jesús:

“Vio el cielo abierto y algo que descendía del cielo: era como una tienda de campaña grande, cuyas cuatro puntas venían a posarse sobre el suelo. Dentro había toda clase de animales cuadrúpedos, reptiles y aves. Entonces una voz le habló: “Pedro, levántate, mata y come.” Pedro contestó: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás he comido nada profano o impuro.” La voz le habló por segunda vez: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro.” Esto se repitió por tres veces. Después aquella cosa grande fue levantada hacia el cielo. (Hch. 10, 11-16)

Y siguiendo esta misma tónica, los miembros de la comunidad no entienden que se hagan muchas cosas que la ley de Moisés no permitía, pero que con Cristo han quedado superadas y, entonces, la misma comunidad de Jerusalén le reprocha a Pedro el que entre y se trate con los paganos, pues, según la antigua ley esa acción lo convertía en un ser impuro:

“¡Has entrado en la casa de gente no judía y has comido con ellos!” (Hch. 11,3)

Cuando ven estos cambios en los primeros cristianos desconciertan no solo a los de dentro de la comunidad judía, sino también a los de fuera, como le ocurre al capitán romano que conoce a Pablo y ahora, cuando lo ve cómo ha cambiado, no puede creer que sea él y lo confunde con un guerrillero egipcio:

“¿No eres, entonces, el egipcio que últimamente se rebeló y llevó al desierto a cuatro mil terroristas?” (Hch. 21,38)

Ve y lo cuentas

Meriam Yehya Ibrahim, de 27 años, es una madre de un hijo de año y medio y embarazada de ocho meses que ha sido condenada a muerte en Sudán por, supuestamente, renunciar a la fe musulmana que estaba obligada a abrazar de nacimiento porque su padre, que nunca estuvo presente en su infancia, era musulmán. Ella fue criada por su madre en la fe cristiana y así se reconoce: “No soy apóstata, soy cristiana”, declaró al juez. Éste, en su condena afirmó, “Le hemos dado tres días para que se retractara, pero como usted insiste en no volver al Islam la condeno a morir en la horca”.

Esto es lo que hay. A no ser que las movilizaciones que han comenzado a extenderse por todo el mundo paren esta barbaridad, morirá en la horca dentro de poco.

Lo que no vende

Comentando esta terrible noticia con alguien cercano, nos decía: “Pues hasta hace poco, esto es lo que hacíais vosotros, los cristianos, con la Inquisición”. Dan ganas de echarse a llorar. ¡Qué bien le vienen a algunos los errores del pasado para justificar las barbaridades del presente!

En cualquier caso, tengamos cuidado de hacer cosas y tomar posturas que puedan inducir a crear esos prejuicios de las que después tengamos que pedir perdón.

En esta semana

Día 30 - 5´00: Reunión con todos los catequistas para evaluar el curso y plantear posible programación para el próximo curso.

Feliz semana

Felicitamos desde nuestra CABRIA a todos los niños que han hecho esta semana la PRIMERA COMUNIÓN. Con este acontecimiento han sido admitidos por la comunidad a la MESA DEL SEÑOR, esperamos que no dejen su puesto vacío.

La Cabria, nº 265

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 5º De Pascua –A-
18-Mayo 2014
Año VI- Nº 265

Editorial

En las últimas semanas la noticia del secuestro de 200 jóvenes nigerianas por un grupo terrorista islamista ha movilizado a numerosos colectivos, gobiernos y horrorizado a la gente de bien.

Estas jóvenes, en su mayoría cristianas pero también musulmanas, fueron secuestradas cuando estaban en clase. Todas tienen la ilusión de poder estudiar una carrera y mejorar la vida de su pueblo y de su familia. Eso por lo que tantos años organizaciones como Manos Unidas, Cáritas Internacional y otras ONGs católicas vienen trabajando: proporcionarles oportunidades en su tierra para que puedan salir de la pobreza. 

Pero esto es precisamente lo que no quieren los grupos terroristas islámicos, que la mujer salga de su ignorancia, que sea capaz de pensar por sí misma, que pueda mejorar la vida de su familia y como consecuencia la de su pueblo. Es más fácil controlar, doblegar, manejar a un pueblo inculto, analfabeto, desesperado por la pobreza. “Educar a una mujer, es educar a un pueblo” y ellos lo saben y no están dispuestos a consentirlo, creen que con esta acción no solo se lo van a impedir a estas jóvenes, sino que el miedo de las familias de otras muchas chicas hará que no les permitan estudiar. 

Fueron secuestradas al grito de “acabaremos con la educación occidental para nuestras mujeres”, y se sospecha que han vendido ya algunas de ellas para casarlas. A otras las están violando, según testimonio de una de las jóvenes que pudo escapar y a todas las cristianas las están obligando a convertirse al islam.

El sufrimiento por el que estas jóvenes están pasando, nos sobrecoge. La intolerancia, la cerrazón, el fanatismo, sin duda destruye el corazón humano, embota la mente y convierte a la persona en una alimaña. Pedimos a Dios por la liberación de estas chicas, para que acabe su sufrimiento y el de sus familias, para que el bien se imponga sobre el mal.

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 6, 1‑7

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas. Los apóstoles convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron:

No nos parece bien descuidar la Palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra.

La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Simón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.

La Palabra de Dios iba cundiendo y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.

Palabra de Dios 

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 2, 4‑9

Queridos hermanos:

Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.

Dice la Escritura:

«Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.»

Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular, en piedra de tropezar y en roca de estrellarse.

Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino.

Vosotros, en cambio, sois, una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que nos llamó a salir de las tinieblas y a entrar en su luz maravillosa.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 1‑12

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

—No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.

Tomás le dice:

—Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?

Jesús le responde:

—Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.

Felipe le dice:

—Señor, muéstranos al Padre y nos basta.

Jesús le replica:

—Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre?» ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también el hará las obras que yo hago, y aun mayores. Porque yo me voy al Padre.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXVI

El problema es el mismo de siempre que sigue repitiéndose en todos los tiempos y lugares: quien vive fuera y mira las cosas desde los moldes humanos, hace interpretaciones que producen tristeza, pues no hay ridiculez más grande que ver a un ignorante dar explicaciones de algo de lo que no tiene la más mínima idea; es lo que suele ocurrir con tanta frecuencia en nuestros días: gente que se confiesa atea o agnóstica y no tienen escrúpulo alguno de ponerse a hablar de lo que es la fe o la vida del Espíritu Santo en la iglesia; y lo triste es que cuando hablan, da la sensación de que dogmatizan y se sienten importantes escuchándose, pero no quieren admitir que no tienen idea de lo que dicen, si por lo menos admitieran su ignorancia…

“Y mientras Felipe corría, le oía leer al profeta Isaías. Le preguntó: “¿Entiendes lo que estás leyendo?” 31 El etíope contestó: “¿Cómo lo voy a entender si no tengo quien me lo explique?” En seguida invitó a Felipe a que subiera y se sentara a su lado.

El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: Fue llevado como oveja al matadero, como cordero mudo ante el que lo trasquila, no abrió su boca. Fue humillado y privado de sus derechos. ¿Quién podrá hablar de su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.

El etíope preguntó a Felipe: “Dime, por favor, ¿a quién se refiere el profeta? ¿A sí mismo u a otro?” Felipe empezó entonces a hablar y a anunciarle a Jesús, partiendo de este texto de la Escritura”. (Hch. 8,30-35)

Ve y lo cuentas

Hemos creado una sociedad no solo anestesiada contra la violencia, sino capaz de aplaudirla, hacer apología de la misma y apoyarla. Lo hemos visto, con el asesinato de la Presidenta de la Diputación de León, cuando aún estaba caliente el cuerpo, en las redes sociales se enaltecía y justificaba el asesinato, se alegraban, lo justificaban e insultaban a la víctima.

Una sociedad que es capaz de generar personas capaces de esto, es una sociedad muy enferma. La vida no tiene valor si no es en función de la ideología imperante, es esta ideología la que está por encima de la vida.

Lo vemos en la defensa radical del aborto que les lleva a insultar o agredir a quienes se manifiestan en contra o a profanar iglesias. Lo vemos en la defensa de la fecundación in vitro, donde se desechan centenares de embriones o se seleccionan, o se mantienen congelados hasta que hay que matarlos porque no pueden conservarse tantas cantidades, o la cadena de refrigeración se rompe y mueren. Lo vemos en la defensa de la eutanasia, en el genocidio de síndromes de Down dentro del vientre de la madre...

Una sociedad que legitima todo esto es una sociedad totalitaria, corrompida y herida de muerte, la misma muerte que defiende. Se nos llena la boca de valores, las leyes educativas, los currículos escolares, pero los valores se quedan en el papel porque no se viven ni se da ejemplo de ellos. Y a nuestros jóvenes los dejamos vacíos, sin criterios o referencias morales y éticas, bien “preparados” para que le puedan llenar el corazón y la cabeza de cualquier cosa.

Los primeros cristianos defendieron los valores evangélicos dentro de la sociedad romana corrupta moral y políticamente, a pesar de las durísimas persecuciones que sufrieron. ¿Y los cristianos hoy, nos hacemos notar como defensores de la vida, de la paz, de la justicia? Creemos que se nos nota poco, que estamos también anestesiados o asustados y no nos atrevemos a levantar la voz para no molestar ni que nos molesten. Si Jesús hubiera adoptado esta actitud ¿qué habría sido de nosotros?

En esta semana

Día 22 - 4´30: Confesiones de niños de 1ª comunión y de padres.
Día 23 - 4´30: Ensayo.

Feliz semana

Desde nuestra CABRIA queremos saludar al grupo de niños que hacen este domingo su primera comunión recordándoles que la comunidad les ha guardado un puesto dentro de la mesa Eucarística.

La Cabria, nº 264


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 4º De Pascua –A-
11-Mayo 2014
Año VI- Nº 264

Editorial

APUNTES DE LA HISTORIA

Hablábamos del problema actual que se ha creado con la mentalidad existente de no aceptar un compromiso serio para la vida… y de los cinco que estábamos en la discusión, cuatro sostenían a capa y espada que “No dejarán que sus hijos sufran mientras ellos sean responsables y que harán lo posible porque no les falte lo más mínimo…” incluso sostenían que si Dios permite que lo pasemos mal, es porque “es un Dios falso… no puede existir un dios que deja que sus hijos sufran”

Y cuando miras despacio el sistema que hemos montado, ves que fundamentalmente está anclado en estos esquemas y, esto nos remonta a otras épocas en donde sectores de la sociedad sostenían lo mismo, lógicamente eran más restringidos, pues para vivir de esa manera se necesitaba tener mucho dinero; hoy, en cambio, se sostiene lo mismo y se tienen los mismos principios, aunque no se tengan medios para sostenerlo.

Hoy conocemos este sistema de vida como HEDONISMO: (Hedone=Placer) La meta de la vida es la felicidad, pero ésta consiste única y exclusivamente en disfrutar. Esta forma de entender la vida, ya se sostenía mucho antes de venir Jesucristo; para que nos hagamos una idea, recordemos un poco la historia de la filosofía: Existía la escuela llamada CIRENAICA fundada por Aristipo de Cirene s. IV a. C. que sostenía como meta de la vida encontrar el placer, y buscar solo sensaciones agradables. El placer corporal es lo primero en orden de importancia, pues es lo más inmediato que tenemos, después vendrán todos los demás. La NORMA ETICA de la vida es: “Bueno” es todo lo que produce placer; MALO es todo lo que produce dolor o disgusto. Por lo tanto: el criterio de actuación dependerá del grado de gusto o disgusto.

Otra escuela es la EPICUREA fundada por Epicuro de Samos 341-270 a.C.Para los epicúreos, buscar el placer era evitar el dolor. El “Epicureísmo” prefiere el placer que dura toda la vida antes que el inmediato, que puede terminarse rápidamente. Así aceptan vivir, aunque tengan que sufrir un poco para conseguir un placer duradero y, de esa manera vivir a gusto toda la vida, a diferencia de los cirenaicos que prefieren el placer instantáneo e inmediato. Para Epicuro el mayor placer es la serenidad del alma que consiste en la ausencia total de preocupaciones, problemas angustias, agobios…. La SALUD del cuerpo y el PLACER intelectual son sus dos grandes metas. Ya ven que no estamos tan avanzados cuando nos creemos que hemos superado muchos esquemas…

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 14a. 36‑41

El día de Pentecostés se presentó Pedro con los once, levantó la voz y dirigió la palabra:

-Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.

Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:

-¿Qué tenemos que hacer, hermanos?

Pedro les contestó:

-Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor Dios nuestro, aunque estén lejos.

Con éstas y otras muchas razones les urgía y los exhortaba diciendo:

-Escapad de esta generación perversa.

Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.

Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 2, 20b‑25

Queridos hermanos:

Si obrando el bien soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios, pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.

El no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente.

Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado.

Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 1‑10

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:

-Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí sé salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXV

Como decíamos, ante los acontecimientos se sienten desbordados y no saben dar respuesta; no obstante, el hecho está ahí y no son capaces de dar una explicación coherente de lo que están viendo; es exactamente lo mismo que nos encontramos hoy cuando nos vemos frente a una persona que, llena de Dios, es capaz de romper con todos los prejuicios y se planta en defensa de la verdad, de la justicia y es hasta capaz de entregar la vida por mantener la verdad:

“Entonces se levantó uno de ellos, un fariseo llamado Gamaliel, que era doctor de la Ley y persona muy estimada por todo el pueblo. Mandó que hicieran salir a aquellos hombres durante unos minutos, y empezó a hablar así al Consejo:

“Colegas israelitas, no actúen a la ligera con estos hombres. Recuerden que tiempo atrás se presentó un tal Teudas, que pretendía ser un gran personaje y al que se le unieron unos cuatrocientos hombres. Más tarde pereció, sus seguidores se dispersaron, y todo quedó en nada. Tiempo después, en la época del censo, surgió Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí. Pero también éste pereció y todos sus seguidores se dispersaron. Por eso les aconsejo ahora que se olviden de esos hombres y los dejen en paz. Si su proyecto o su actividad es cosa de hombres, se vendrán abajo. Pero si viene de Dios, ustedes no podrán destruirla, y ojalá no estén luchando contra Dios.” (Hch. 5,34-39)

Pero claro, al no tener elementos válidos y razones suficientemente claras para para demostrar lo contrario, se enfurecen y descargan con violencia, tal como ocurre siempre: no aceptan la lectura de la palabra de Dios, buscan otras razones y cuando no las encuentran para acusar, falta la razón y la verdad, y se echa mano de la violencia, que es el arma contundente que emplea el poder para someter, ya que le teme enormemente a la verdad.

“Al oír este reproche se enfurecieron y rechinaban los dientes de rabia contra Esteban” (Hch. 7,54)

Como ven que mantener esta postura es muy difícil y a la larga, la “no violencia activa” llega a convencer mucho más que la fuerza, algunos llegan a creer que la fuerza que se tiene para mantenerse firme es debida a alguna fuerza mágica e intentan hacerse con este poder, como le ocurrió a alguno que consideraba a los cristianos una especie de secta aliada con poderes ocultos:

“Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se transmitía el Espíritu, les ofreció dinero, diciendo: “Denme a mí también ese poder, de modo que a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.” (Hch. 8,18-19)

Ve y lo cuentas

Los cristianos no somos ni epicúreos ni cirenaicos; sencillamente creemos que lo que nos dijo Jesús es lo más saludable, ya que la vida está compuesta de luces y sombras, de dolor y placer, de alegría y tristeza, de triunfos y fracasos y la grandeza del hombre está en ser capaz de enfrentarse a lo que venga, porque de no hacerlo así nos convertimos en unos eternos fugitivos huyendo del dolor; por otro lado, pensar en una vida sin problemas, llena de placer es instalarse en una mentira que no es digna de una persona.

Nosotros sabemos que, como humanos y limitados, nuestra naturaleza se deteriora, como todo lo material y sentimos que Dios es la única fuerza que nos sostiene cuando vemos que todos nuestros planes se vienen abajo; mantenerse ahí, al pie del cañón, es de los gestos que más engrandecen a la persona. Por eso, el día 13 de Mayo, día de la Virgen de Lourdes, vamos a celebrar el día del enfermo y nos vamos a dar cita para dar gracias a Dios porque nos sigue manteniendo con ánimos para seguir luchando, Le vamos a pedir que nos siga dando fuerzas y, para ello vamos a recibir el sacramento de la UNCIÓN DE ENFERMOS

Ideas absurdas

Con la realidad de los enfermos lo más común que ocurre es que, si se llama al sacerdote, se hace una vez que el enfermo está ya fuera de este mundo, pues está agonizando o está ya sedado esperando que muera. Es decir, cuando solo un milagro haría posible su recuperación. Esta es una mentalidad absurda, triste y lamentable entre los cristianos, pues privamos al enfermo de una de las grandes alegrías, cuando se le da la posibilidad de ponerse en paz con Dios, con su familia… y le privamos de la alegría de sentir que su dolor es sentido por todos y que rezan juntos a Dios para que se recupere y para que el Señor le de toda la fuerza para enfrentarse a su situación dolorosa.

En cambio, se le priva de esta alegría por la idea de pensar que cuando el sacerdote va a ver al enfermo es porque va a “sellarle el pasaporte” y “no queremos que el enfermo se impresione”. Y, lo más triste es ver cómo a algunos se les prohíbe incluso, ponerse en paz con Dios porque un familiar no cree en “esas cosas” y prohíbe que el sacerdote entre a su casa.

En esta semana

  • Día 15 - 4´30: Confesiones de niños de 1ª comunión y de padres.
  • Día 15 - 4´30: Confesiones de niños.
  • Día 17 - 8 tarde: Representación de teatro en SAFA del grupo “LA CABRIA”.

Feliz semana

Desde nuestra CABRIA queremos saludar al grupo de niños que han hecho este sábado su primera comunión recordándoles que la comunidad les ha guardado un puesto dentro de la mesa Eucarística.

La Cabria, nº 263

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 3º De Pascua –A-
4-Mayo 2014
Año VI- Nº 263

Editorial

La Pascua de nuestras vidas

No sé por qué algunos tenemos la sensación de que la alegría de la Pascua nos dura mucho menos que lo que el tiempo litúrgico dispone para ella. ¿Será la rutina de los años? ¿Será que su significado no termina de germinar en nuestros corazones?

A los mismos apóstoles les costó un tiempo advertir la dimensión que la resurrección del Señor tenía, aunque quizá por otras razones. 

En nuestro caso, el mismo lunes de Pascua volvemos a nuestro trabajo, a nuestras tareas, a nuestros problemas, pero ¿lo hacemos con el renovado espíritu que la festividad de la resurrección nos invita a adoptar?

¡Cuánto nos cuesta meter a Cristo en nuestras vidas! Y si algo nos identifica a los cristianos, o debería identificarnos, es la manera de vivir que nos el Evangelio nos invita a adoptar, llena de ilusión y esperanza.

Pero merece la pena que lo intentemos una y otra vez. Como cualquier ser humano, todos nosotros tenemos problemas: una situación económica mala, problemas de salud, problemas con la familia,… Y mejor no hablemos desde la perspectiva de los millones de personas en el mundo que pasan hambre, son desterrados por causa de la guerra, sufren la violencia más atroz, etc. Pero incluso desde nuestra situación privilegiada, a veces simplemente nos cuesta ser felices sin saber por qué. 

Pues en esos momentos, en cada uno de nosotros, Cristo en su cruz se pone a nuestro lado, pero no sólo para sufrir, sino sobre todo, para darnos el aliento de la esperanza de su resurrección. 

Este es el gran mensaje que debería alegrarnos la Pascua en primer lugar y, más aún, toda nuestra existencia: como cantamos en el pregón pascual, Cristo Jesús, que por nosotros murió, resucitó de los muertos, y nos espera en el lado de la vida.

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 14. 22‑28


El día de Pentecostés, se presentó Pedro con los once, levantó la voz y dirigió la palabra:

Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al plan previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice:

Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua y mi carne descansa esperanzada.

Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.

Palabra de Dios.

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro 1, 17‑21

Queridos hermanos:

Si llamáis Padre al que juzga a cada uno, según sus obras, sin parcialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida.

Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien.

Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 13‑35

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.

El les dijo: -¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?

Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó:

— ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?

El les preguntó:

— ¿Qué?

Ellos le contestaron:

—Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves, hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no le vieron.

Entonces Jesús les dijo:

-¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?

Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.

Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante, pero ellos le apremiaron diciendo:

-Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída.

Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.

Ellos comentaron:

—¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?

Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once con sus compañeros, que estaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXIV

Cada vez que se realiza un milagro o cualquier acontecimiento extraordinario: hay unos que dicen una cosa y ven una tendencia, mientras otros ven otra cosa

“Y lo reconocieron: ¡Es el tullido que pedía limosna junto a la Puerta Hermosa! Y quedaron fuera de sí, asombrados por lo que había sucedido.

El hombre sanado no se separaba de Pedro y Juan, por lo que todo el pueblo, lleno de admiración, acudió y se reunió alrededor de ellos en el pórtico llamado de Salomón. 12 Al ver esto, Pedro se dirigió a la gente y les dijo:

“Israelitas, ¿por qué se quedan tan maravillados? Ustedes nos miran como si hubiéramos hecho caminar a este hombre por nuestro propio poder, o por ser unos santos.” (Hch. 3,10-12)

Cuando los apóstoles dan razón de su fe y le indican a la gente con toda seguridad el porqué de todo lo que hacen, la gente se queda desarmada, pues no creen que sea posible vivir con esa plenitud lo que están viviendo y buscan explicaciones; cada uno juzga de acuerdo a los intereses que le tienen invadido el corazón.   

“Quedaron admirados al ver la seguridad con que hablaban Pedro y Juan, que eran hombres sin instrucción ni preparación, pero sabían que habían estado con Jesús. 14 Los jefes veían al hombre que había sido sanado allí, de pie a su lado, de modo que nada podían decir contra ellos”. (Hch. 4,13-14)

No en el nombre de Cristo

Asistimos con horror a noticias de matanzas de personas por el hecho de ser cristianos. Nos indigna que esto pueda pasar, sin duda, pero no podemos pasar por alto que también empiezan a oírse otras noticias que hablan de “milicias cristianas” que campan a sus anchas repartiendo venganza. Esto es lo que ocurre en la República Centroafricana, donde los antibalaka son un grupo que se ha armado y responde con matanzas de musulmanes. No sabemos quién les ha puesto el apellido de “cristianas”, pero en absoluto puede llevar ese apelativo el que mata de su mano.

Algo parecido nos ha venido a la cabeza cuando hemos visto las imágenes del levantamiento en el Este de Ucrania, donde los soldados son bendecidos y vitoreados con símbolos cristianos como la cruz.

Por favor, que nadie se atreva a encontrar en el adjetivo “cristiano” ni una sola justificación de la violencia, pues es el que corresponde a quienes siguen a Aquél que pasó por el mundo haciendo el bien y no levantó la mano ni a quienes lo mataban.

Ve y lo cuentas

La canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II debe trascender a un mero acto público de ensalzamiento y convertirse en una oportunidad de acercarnos más a estas dos enormes figuras de la Iglesia contemporánea. Son dos hombres de nuestro tiempo que se enfrentaron a los problemas de nuestro tiempo y dieron testimonio con su vida. De ellos decía el Papa Francisco:

“En cada persona que sufría veían a Jesús”

“Dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia”.

“Colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria”.

De San Juan XXIII: “En la convocatoria del Concilio, Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado”.

De San Juan Pablo II “fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia”.

En esta semana

  • Día 8- 4´30 tarde: Confesiones
  • Día 9- 4´30 tarde- Ensayo

Feliz semana

La comunidad saluda a todos los niños que esta semana han hecho su primera comunión. Es una gran alegría para todos y pedimos a Dios que cuide de sus hogares para que les sigan ayudando a crecer en su fe y comprometerse con Jesús.