La Cabria, nº 178


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ 
DE LINARES
 4º DOM. PASCUA B 
29-ABRIL.-2012 
Año -III- Nº 178 

Editorial

EL BÁLSAMO DE LA CARIDAD

Que la vida no es la panacea que nos habíamos llegado a creer pocos años atrás, instalados en la ilusión de que todo era fácil y que habíamos emprendido el camino de la prosperidad sin vuelta, es una dura lección que hemos aprendido con la actual crisis. 

A muchas familias se les ha venido abajo cuanto habían emprendido. Se han visto despojados del trabajo, de su casa, de la paz y de la alegría. Han quedado sumergidos en un pozo de impotencia y desesperanza, y reducidos a una mera supervivencia llena de interrogantes en la que no caben los sueños. Y no se vislumbra un horizonte distinto a corto plazo. Dicen que la crisis es un tiempo de oportunidades, de desprenderse del adormecimiento en que nos ha sumido la comodidad y agudizar el ingenio, trabajar para paliar sus efectos, buscar salidas y abrir nuevas posibilidades al futuro. 

Desde la fe, que es confianza en un final feliz, sea cual sea el camino intermedio a recorrer, la situación actual puede ser una ocasión extraordinaria para sembrar el Reino en nuestra sociedad, si somos capaces de hacerlo presente con nuestras obras. Y qué mejor ejemplo que el de las primeras comunidades cristianas: “…Lo compartían todo…” 

Tal vez sea el mejor momento para plantearnos vivir con lo realmente necesario y potenciar los recursos de nuestra Cáritas, tanto materiales como personales, para poder curar o simplemente aliviar algunas de las muchas heridas sangrantes de nuestro barrio, haciendo presente a Jesucristo en medio de los más afectados. Prestarle a Dios nuestras manos y nuestros bienes para que su misericordia y bondad llegue a los más desfavorecidos. 

Palabra de Dios 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 8 12 

En aquellos días, Pedro, lleno de Espíritu Santo, dijo: *Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.+

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1 2

Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 11 18 

En aquel tiempo, dijo Jesús: Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre. 

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 30 

Caín y Abel (c) 

Caín, dijo a su hermano Abel: "Vamos afuera." Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató. 

P: Este es el fruto de la envidia almacenada en el corazón del hombre. La envidia se degenera en odio, que convierte a Caín en el primer fratricida. ¿Y no es verdad que el crimen de Caín simboliza a todos los fratricidios de la historia? 

R: Así es. La acción sangrienta y detestable de Caín abre una cadena de muertes entre hermanos, muertes que van empapando la tierra con la sangre de las víctimas. Nos recuerda también a los hermanos de José, que lo vendieron a unos mercaderes, también por envidia. Menos mal que no se atrevieron a matarlo, pero sí que hirieron el corazón de su padre Jacob con una especie de muerte, quizás más dolorosa que la muerte física. 

P: Y es que hay muchas formas de matar, ¿verdad? 

R: Cierto, amigo. Aunque sea muy fuerte decirlo, pero uno se pregunta: ¿cuántos hermanos de sangre se matan por la herencia?; ¿cuántos se han matado en los frentes de las guerras? ( y ninguna guerra es justa), ¿cuántos niños inocentes son sacrificados en el vientre de la madre?, y ¿cuántos mueren de hambre, mientras permanecen impasibles quienes viven en la sociedad del bienestar y de la abundancia?, ¿cuántos son asesinados por defender los derechos de los excluidos, de los desheredados, de los injustamente explotados…? 

P: Todo esto me inquieta y hace que afloren en mi corazón como cardos con espinas punzantes. En esta línea me he preguntado muchas veces: ¿por qué mataron a Cristo? Y, -te lo digo con plena confianza:-, temo encontrar la respuesta. Uno se ve implicado de alguna forma 

R: En esto coincidimos los dos. A veces me pregunto: ¿con quién me identifico yo más, con Caín o con Abel?. Y , fácilmente, descarto la idea de tener algo en común con Caín, pero cuando lo pienso bien y entro en mi interior, descubro mi pasividad, mi indiferencia, mis miedos, mi vida demasiado instalada, mi falta de compromiso por hacer un mundo más justo, etc., etc. 

P: Sí me gustaría saber qué fue de Caín, después del pecado. 

R: Lo veremos el próximo día, pero no debemos quedarnos solo con el aspecto cainita que radica en nosotros. También tenemos muchos rasgos de Abel. Me atrevo a decir que en nuestro mundo hay mucha gente que obran más como Abel que como Caín. 

Ve y lo cuentas 

MARAÑÓN GREGORIO 

(a) Nace: 19 de mayo de 1887, en Madrid., y muere: 27 de marzo de 1960, en Madrid. 
Médico, científico, historiador, escritor y pensador español, considerado uno de los más brillantes intelectuales españoles del siglo XX. He aquí algunos de sus pensamientos: “Ciego será quien no vea que el ideal de la etapa futura de nuestra civilización será un simple retorno de los valores eternos y, por ser eternos, antiguos y modernos: a la supremacía del deber sobre el derecho; a la revalorización del dolor como energía creadora; al desdén por la excesiva fruición de los sentidos; al culto del alma sobre el cuerpo; en suma, por una u otra vía, a la vuelta hacia Dios” "La vida de la humanidad, como la vida del individuo, es una continua renovación. La renovación tiene que realizarse sobre la estructura de los principios eternos del amor, de la justicia, del deseo de saber, del ansia de comprender.” “Con la idea clavada en el corazón de que trabajamos con instrumentos imperfectos y con medios de utilidad insegura, pero con la conciencia cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor”. 

Lo que no vende 

UN SIGNO DE RESURRECCIÓN 

Hemos tenido la oportunidad de compartir mesa y Misa con un grupo de reclusos del Centro penitenciario Jaén 2, que venían acompañados por el sacerdote encargado de la Pastoral Penitenciaria, varios voluntarios, y dos funcionarios que asumen la responsabilidad al margen de sus funciones habituales, para que puedan tener la oportunidad de salir un día del centro, hacer una visita cultural y compartir comida y sobremesa con un grupo parroquial. Por sus testimonios, sentimos que han merecido la pena las horas que dedicamos a estar con ellos. Pero nos llamó la atención especialmente el de un hombre joven, alto, fuerte y bien parecido. La droga había provocado que la mitad de su vida haya trascurrido en la cárcel, privado de libertad. Hoy, cumplida la condena y superada su dependencia, es voluntario de la Pastoral para acompañar y ayudar a los internos, a fin de liberarlos en lo posible de la maldita esclavitud a las sustancias que tanto daño están haciendo a nuestros jóvenes, mientras enriquecen a tantos respetados sinvergüenzas.

La Cabria, nº 177


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
3 DOM. PASCUA, B
22 ABRIL-2012
Año -III- Nº 177

Editorial

NUESTRO HORIZONTE.

La vida está compuesta por una multitud de ciclos. Unos más largos, otros más cortos; unos agradables, otros tristes; pero todos con principio y fin: una jornada de trabajo, un proyecto, una estación, unas vacaciones, una enfermedad… Cada uno, por breve o duradero que sea, es una lección que nos enseña que cada situación es una experiencia única, que está destinada a morir. No hay nada eterno en este mundo. La propia naturaleza es una alternancia de nacimiento y muerte constante que provoca una adaptación continua de los seres vivos a los cambios que esa dinámica origina.

Sin embargo, hablar de la muerte es un tabú en ciertos ambientes y se evita por todos los medios. Tal vez sea por la falta de esperanza. Realmente debe ser trágico enfrentarse a un hecho tan cierto e inevitable desde la increencia; pensando que no hay nada más, que ahí se acaba todo.

Pero el hombre está muy por encima de todos los demás seres vivos. Es capaz de amar, de relacionarse y entenderse con los demás, de reír y llorar, de pensar, de optar con libertad, de transformar y de mejorar el mundo. O sea, que está dotado de capacidades que exceden a un simple cuerpo orgánico y que, por tanto, no están sujetas a sus leyes naturales. Son un regalo de Dios para hacernos a su imagen y semejanza.

Por la fe, los cristianos tenemos la certeza de que ese don de Dios que vive en nuestro cuerpo y lo dirige durante su ciclo en la tierra, al morir éste, vuelve a Dios para alcanzar su plenitud. La resurrección del Señor y este tiempo litúrgico alimentan la esperanza en nuestra propia Pascua.

Y esta confianza nos ayuda a afrontar el futuro con tranquilidad y paz interior, y a liberarnos de la esclavitud de las perecederas cosas del mundo y de sus dioses alternativos.

Palabra de Dios

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 3, 13 15. 17 19

En aquellos días, Pedro dijo a la gente:
El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había dicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados.+

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 1 5

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es victima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: Yo lo conozco+, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 24, 35 48

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice:
Paz a vosotros. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo que comer?
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo:
Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 27

Caín y Abel (b) (Gn. 4,3-5). (b)

“Pasó algún tiempo, y Caín hizo al Señor una oblación de los frutos del suelo. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. El Señor miró propicio a Abel y su oblación, mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro”.

P: Por el texto veo que seguimos con los dos hermanos Caín y Abel. Y pregunto: ¿por qué Dios se complace por el sacrificio de Abel y no con el de Caín?

R: Es muy buena pregunta, aunque la respuesta es bastante compleja. Directamente no aparece la razón del comportamiento de Dios, pero sí se trasluce con las palabras que Dios dirige a Caín, antes de que mate a su hermano: “¿Por qué andas irritado y por qué se ha abatido tu rostro? ¿No es cierto que, si obras bien, podrás alzarlo? Mas si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar”.

P: O sea que algo tuvo que acumularse en el corazón de Caín, que lo llevó hasta matar a su hermano.

R: Así es. San Juan, en su primera carta, dice: “Pues este es el mensaje que habéis recibido desde el principio: que nos amemos unos a otros. No como Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano. Y ¿por qué le mató? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas”
(1 Jn.3,11-12).
Lo que realmente se acumuló en el corazón de Caín fue la envidia. “Por la envidia del diablo, dice el libro de la Sabiduría, entró el pecado en el mundo” (Sab. 2,24).

P: Y yo me pregunto: ¿tan grave es la envidia, que puede llevar a uno hasta dar muerte a su hermano?

R: Tan grave es la envidia que el libro de los Proverbios dice de ella que es la caries de los huesos, (Prov. 14,30). La envidia envenena el corazón, lo endurece, lo priva de luz y de ternura. Por la envidia y la avaricia desenfrenada está chorreando sangre la historia de nuestros días con los monstruos de las multinacionales, la droga, la mafia, la camorra…Caín es el símbolo de la violencia deliberada, así como de las luchas fratricidas, que convulsionarán y ensangrentarán la historia de la humanidad.

P: A mí me duele leer este tipo de pasajes bíblicos, especialmente al constatar que estos hechos se vienen repitiendo hasta nuestros días,

R: A pesar de todo –lo veremos- hay esperanza.

Ve y lo cuentas

FLEMING, Alexander

Ayrshire Escocia (6 de agosto de 1881 ,– Londres, Inglaterra 11 de marzo de 1955) fue un científico escocés famoso por descubridor de la penicilina.

Dice Marañón: "Fleming es el hombre que más vidas humanas ha salvado en tiempos en que tantos otros han hecho lo posible por destruirlas. Los pueblos, y sobre todo el nuestro, despedazado por guerras civiles ininterrumpidas desde hace siglos, adivinan lo que hay en estos seres providenciales de recto cumplimiento de la Ley de Dios, que les hará permanecer en el respeto de todos cuando se haya borrado, entre el desdén o la condenación la memoria de los fariseos".

Por su parte, el profesor Pannett, en su elogio fúnebre por Fleming, dice:
"Su elección de una profesión, después de un hospital; su paso a la bacteriología; su encuentro con Almroth Wright; la clase de trabajo que efectuó allí; el efecto inesperado de una lágrima, la caída imprevisible de una espora; todos estos acontecimiento no pueden ser debidos a la suerte. Nosotros podemos ver en cada recodo el dedo de Dios mostrando la dirección que debe tomar esta carrera".

Lo que no vende

CUARESMA Y PASCUA EN LA NATURALEZA.

Desde hace años venimos observando la evolución del rosal en esta época y nos llama la atención su adaptación al tiempo litúrgico que vive la Iglesia.

Atrás dejó las hojas enfermas, agujereadas y dañadas por insectos y ácaros. Del desierto del invierno apareció desnudo, desprendido de todo lo antiguo, vestido de espinas, aparentemente seco y sin vida.

De pronto, alrededor del Miércoles de Ceniza, empieza el cambio. Sus hojas tiernas lo van cubriendo de morado, y viste de penitencia, para ir transformándose poco a poco, renovándose, convirtiéndose a una nueva vida, ganando tamaño, verdor, brillo y alegría, hasta explosionar con la llegada de la Pascua en una fiesta de belleza multicolor que, con su perfume, atrae y embriaga a todo el que lo contempla.

¡Quién pudiera, como el rosal, hacerse de nuevo, salir reforzado y…lo pasado, pasado!

¡FELIZ SIEMPRE NUEVA PASCUA DE RESURRECCIÓN!

La Cabria, nº 176


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
2º DOM. ADVIENTO, B
15 ABRIL-2012
Año -III- Nº 176


Editorial

MIRANDO DESDE EL EVANGELIO

Es curiosa la perversión del lenguaje que va instaurándose también en la actividad económica. En los últimos tiempos oímos repetir que la prima de riesgo española ha subido y en los últimos días de manera desmesurada, eso se traduce en un interés del 6,975%, el mayor desde 1997, para el Tesoro español, es decir, para todos nosotros. Podemos intuir fácilmente lo que supone un 7% de interés al formalizar un crédito: RUINA o ESTRANGULAMIENTO. Y sin duda tiene todas las características de la usura. Entonces, ¿por qué llaman prima de riesgo a lo que es prima de usura?

Se dice que es fácil de entender de este modo: Nadie va a prestar su dinero a quien lo necesita, si tiene dudas razonables de que se lo pueda devolver. Vamos captando... Pero, entonces, si el problema es de mínima confianza, ¿por qué al 7% se recupera la confianza en que un Estado lo pueda devolver? Es lógico pensar que es todo lo contrario. Ya que si prestan a un arruinado y lo machacan más, será dificilísimo recuperar el dinero. Luego lo inteligente sería no prestar nada. Pero no es así, la lógica de los mercados es prestar cuando los intereses están más altos y lo justifican en base al riesgo.

Es evidente que estamos ante la simple y llana usura. O sea, yo le cobro a usted unos intereses desorbitados por mi dinero porque usted no está en condiciones de exigir nada y de encontrarlo más barato; y yo me aprovecho.

Así, van buscando el eslabón más débil del sistema del euro (Irlanda, Grecia, Portugal, Italia, España), y se concentran sobre él para primar el riesgo y cobrarlo usurariamente; potenciando una situación de riesgo por insolvencia de un país y quedando como los buenos “de la película”.

Y como siempre los que sufren más cruelmente las consecuencias son los más desfavorecidos. ¡Qué lejos del Evangelio está la dinámica de los mercados y cómo nos demuestran claramente que son el corazón de esta cultura de muerte que se nos quiere imponer!

Fuente: www.solidaridad.net

Palabra de Dios

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 32 35

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 1 6

Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo.
Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. )Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 19 31

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.+
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidas.Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llego Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomás:¡Señor mío y Dios mío!+
Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 26

Caín y Abel. (Gn, 4,1-16) (a).

Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: "He adquirido un varón con el favor del Señor." Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador. Gn. 4,1-2).

P: Me alegro de tratar este pasaje sobradamente conocido. Nos presenta el primer fratricidio que aparece en la Biblia. Pero tengo algunas preguntas que hacerte.

R: Soy todo oídos.

P: Caín y Abel ¿fueron dos personajes históricos o dos signos religiosos?

R: Pues mira, amigo: si nos atenemos al proceso evolutivo del ser humano, no podemos considerar históricos a estos dos personajes. Recuerda que ya vimos cómo Adán y Eva eran dos personajes mitológicos que representan a toda la humanidad.

Pero, además sabemos que hasta que el hombre se convirtiera en pastor y en agricultor tuvieron que pasar miles de años.

P: Entonces ¿qué es lo que pretende el autor sagrado al presentarnos a estos dos personajes?

R: Antes de contestar a tu pregunta me vas a permitir que haga una breve reflexión sobre un detalle que no quiero que se te pase desapercibido: No olvidemos que Adán y Eva ya estaban expulsados del paraíso, pero Dios no quiere que se acabe la vida. De ahí la importancia de la descendencia.Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: "He adquirido un varón con el favor del Señor.",dice el texto sagrado. Esta es la primera plegaria que encontramos en la Biblia. Al dar a luz un niño la madre expresa toda la alegría de estar cerca del Señor de la vida.

P: Ciertamente, yo no hubiera detectado este detalle. Es casi como si se tratara de una especie de nueva creación.

R: Justo, amigo. Y paso a tu pregunta: Los dos personajes representan dos modelos sociales: Caín simboliza la civilización agrícola y Abel encarna el tipo nómada pastoril. Son dos formas de vida que en la Bibliia siempre aparecen como fuerzas contrapuestas.

La tradición bíblica –y esto es más comprensible para nosotros- nos presenta a Abel como el símbolo del bien y a Caín, por el contrario, como símbolo del mal. En la Biblia se aprecia más el modelo pastoril por estar menos dominado por el afán de bienestar y la idolatría de las cosas.

R: La verdad es que yo creía que este pasaje era más simple, pero veo que, aparte de ser muy interesante, presumo que debe entrañar mensajes importantes para nuestro días. ¿Es así?

R: Así es, querido amigo. Lo iremos viendo en domingos sucesivos.

Ve y lo cuentas

Howard Hathaway Aiken

(Hoboken, 1900 -St. Louis, 1973) Matemático e ingeniero estado-unidense Padre del cerebro electrónico-IBM y por tanto de los ordenadores actuales.

Howard Aiken realizó estudios de ingeniería en la Universidad de Wisconsin y completó el doctorado en Harvard en 1939. Tras pasar varios meses como docente, se incorporó a los servicios de la Marina estadounidense y emprendió la construcción de la primera calculadora moderna, Mark I, proyecto en el que trabajó durante cinco años.

En 1947 construyó un modelo totalmente electrónico, llamado Mark II. Howard Aiken fue además autor de numerosos trabajos de investigación en electrónica y tratamiento de datos, y está considerado, junto a Konrad Zuse, como uno de los pioneros del ordenador electrónico moderno.

Con respecto a la creación del universo decía: «La moderna física me enseña que la naturaleza no es capaz de ordenarse a sí misma. El universo supone una enorme masa de orden. Por eso requiere una Causa Primera, grande, que no está sometida a la segunda ley de la transformación de la energía y que, por lo mismo, es sobrenatural».

Lo que no vende

En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto. Siempre que hacía prisioneros, no los mataba, los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros a un lado y una inmensa puerta de hierro al otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre. En esta sala el rey hacía formar un círculo a los prisioneros y les decía entonces... "Elegid entre morir por las flechas de mis arqueros o pasar por aquella puerta".

Todos elegían ser muertos por los arqueros, ante el temor de lo que hubiera detrás de aquella puerta.

Al terminar la guerra, un soldado que había servido al rey durante mucho tiempo se dirigió al soberano y le dijo:
- Señor, ¿qué había detrás de la terrible puerta?.
- Ve y mira tú mismo.- respondió el rey.

El soldado entonces, abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, los rayos de sol entraban y aclaraban el ambiente... y, finalmente descubrió sorprendido que la puerta se abría sobre un camino que conducía a la libertad. El soldado admirado no podía articular palabra y el rey le dijo:
- Yo les daba la elección, pero preferían morir a arriesgarse a abrir esta puerta.

¿Cuántas puertas dejamos de abrir por el miedo a arriesgarnos?

¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, por miedo?

Los cristianos tenemos que vivir siempre en la alegría de Pascua por la que la muerte ha sido vencida y estamos llamados a vivir en la libertad de los hijos de Dios y eso siempre es un riesgo.

La Cabria, nº 175


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOMINGO de RESURRECCIÓN B
8 ABRIL-2012
Año -III- Nº 175

Editorial

LA CRISIS Y LA FAMILIA

Cristo ha resucitado y es muy importante saber descubrirlo en los hechos y en las personas en donde se presenta.

En los momentos que vivimos todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Cómo pueden seguir tirando adelante ciertas familias? También en el extranjero se preguntan: ¿cómo es posible que un país como España pueda soportar cinco millones de parados y que la situación no reviente? Pues hay una respuesta que salta al escenario: La SOLIDARIDAD que se ha venido cultivando en la familia en la que todo era de todos y todo se compartía, en la que se hacía sentir como propio lo de cualquier miembro, sale a flote en los momentos duros y responde. Resulta que hay una enorme cantidad de personas que están teniendo que acudir a la familia, principalmente a los padres, para soportar la situación. Así, nos encontramos con jubilados dando de comer a sus hijos, yernos/nueras y nietos.

Por supuesto entendemos que esta situación es dramática y absolutamente indeseable, pero es una prueba de algo en lo que venimos insistiendo desde estas editoriales: la importancia de la familia como pilar fundamental de nuestra sociedad, de esos pilares que tienen que soportar el peso de los edificios más altos y pesados. Puede que aún veamos natural que así ocurra, que los hijos acudan a sus padres en medio de tanta necesidad, que los hermanos se socorran unos a otros en la medida de sus posibilidades, pero eso sólo es el fruto natural del sentido de la fraternidad y de la solidaridad propios de quienes comparten el ser miembros de una familia.

También está ayudando la protección social que hay establecida y otros piensan que la economía sumergida es cada vez más importante y es lo que está aguantando el tirón.

Palabra de Dios

PRIMERA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 34a., 37- 43
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
Hermanos: Vosotros conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.

Segunda lectura

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 1 4.
Hermanos :
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 1 9.
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien quería Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo: pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 25

Adán y Eva expulsados del paraíso

P: Me agradó mucho el otro día cuando me hablaste del Protoevangelio. Es un signo muy significativo de que Dios no nos deja ni nos abandona, a pesar de nuestros olvidos y nuestras rebeldías. Me gustaría que hoy me hables de la expulsión del hombre del jardín del Edén.

R: Como siempre lo primero es leer el texto bíblico, que dice así: Y lo echó Yahvé Dios del jardín del Edén, para que labrase la tierra de la que fue tomado. Tras expulsar al hombre puso delante del jardín de Edén querubines y la llama de espada vibrante encendida, para guardar el camino del árbol de la vida. (Gn. 3,23-24).

P: Aunque no sea muy importante, ¿me puedes explicar eso de los querubines?.

R: Pues mira: Los querubines eran unos seres mitológicos babilónicos, mitad hombre y mitad animal, que tenían por misión guardar las puertas de los templos. Ver Ex.25,18. Pero sigamos con nuestro texto. La expulsión del paraíso expresa que se ha roto, de manera irremediable, la relación entre Dios y el hombre. El hombre sale del jardín de la intimidad de Dios.

P: Supongo que esto llenaría de tristeza al hombre, a la pareja humana.

R: Así lo creo yo. Echarían de menos aquel oír los pasos de Dios, que todas las tardes bajaba al jardín para estar y hablar con ellos, como un amigo, como un creador cercano, como un Padre. Ahora, sin embargo, el hombre llega a considerar a Dios como su rival. Las llameantes espadas de los querubines subrayan esta fractura: El pecador es un separado de Dios.

P: Menos mal que Dios nos envió a su Hijo, con quien nos devuelve la VIDA y nos recupera el ser hijos de Dios. Y ¿qué pasa con la relación entre Adán y Eva?

R: Lo vimos ya en las consecuencias del pecado: cómo el hombre echaba la culpa a la mujer, de la que dijo: “esta sí que es huesos de mis huesos y carne de mi carne”, ahora, sin embargo, la culpabiliza de lo que él mismo había hecho: “la mujer que me diste por compañera me alargó el fruto y comí”. Igual pasó con toda la naturaleza.

P: Total: que todo quedó trastornado, como está ahora ¿no es así?

R: Exactamente. El arrastrarse de la serpiente, el parto doloroso, el sometimiento de la mujer al varón, lo duro del trabajo y la muerte son fenómenos propios de la naturaleza.

P: Al ver cómo, en nuestros días, tenemos la impresión de que Dios cuenta bastante poco; que los ruidos de nuestros deseos ardientes de bienestar, de felicidad, de poder, de gloria, de autosuficiencia, impiden que “oigamos los pasos de Dios”, al ver el poco aprecio de la vida, los odios, las guerras…

R: no sigas, pues tendremos más ocasiones para hablar de esto. Lo bueno, y lo esperanzador es que DIOS SIGUE CON NOSOTROS y nos ha dejado la misión de restablecer el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz.

P: Es decir: ir rehaciendo el paraíso perdido.

R: Exacto y ADELANTE.

Ve y lo cuentas

JÉRÔME LEJEUNE

(Montrouge, París, 1926 - 3 de abril de 1994), médico genetista francés. Católico defensor de la vida y padre de la genética moderna A los 33 años de edad, en 1959, publicó su descubrimiento sobre la causa del síndrome de Down. Se esperaba que recibiera el Premio Nobel, pero en 1970 se opone firmemente al proyecto de ley de aborto eugenésico de Francia. Esto causa que caiga en "desgracia" ante el mundo. Prefirió mantenerse en gracia ante la verdad y ante Dios: matar a un niño por estar enfermo es un asesinato. Siempre utilizó argumentos racionales fundamentados en la ciencia. Fue acusado de querer imponer su fe católica en el ámbito de la ciencia. Le cortaron los fondos para sus investigaciones. De repente se convirtió en un paria.
Juan Pablo II reconoció la excelencia del Dr. LeJeune nombrándolo Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el 26 de febrero de 1994. Muere el 3 de abril del mismo año, un Domingo de Pascua como el de hoy. Durante la Jornada Mundial de la Juventud de París en agosto de 1997, Juan Pablo II visitó la tumba de su amigo, a pesar de la enérgica protesta de los grupos abortistas franceses. Era un reconocimiento a este hombre, defensor de la vida de los más débiles, de los que no tienen voz: los niños todavía no nacidos.

En la XIII Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, el 25 de Febrero del 2007, se anunció la apertura de la causa de beatificación del Profesor Jerome Le Jeune.

Lo que no vende

Hace ya muchos años en Semana Santa todo estaba envuelto en un ambiente de luto. Todo eso ya pasó y ahora la Semana Santa, para la sociedad en la que vivimos, es fundamentalmente el momento de la explosión de la primavera, y se celebra con unas vacaciones tan o más ansiadas que las del verano, para estar y salir con los amigos, viajar, etc.

Y todo esto también está muy bien, pero no podemos negar que hace difícil para los que nos sentimos cristianos el vivir con intensidad una semana en la que conmemoramos nada menos que la pasión y muerte del Señor y su resurrección. Sin embargo, la Pascua nos da una oportunidad de resarcirnos, porque tenemos, no una semana, sino nada menos que cincuenta días por delante para que se nos note que estamos inmensamente felices ante el acontecimiento más grande de la historia de la humanidad, como fue la resurrección del Señor.

¿Vamos a ser capaces o resultará que con la vuelta al trabajo y a la rutina volveremos a agachar la cabeza y nos olvidaremos de esa inmensa alegría que deberíamos sentir?