La Cabria, nº 389

HOJA PARROQUIAL DE 
S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO 3º DE PASCUA-A
30 DE ABRIL de 2017
Año -X- Nº 389

EDITORIAL 

LAS PRIMERAS COMUNIONES

Volvemos a enfrentarnos al mes de mayo marcado por el acontecimiento de las PRIMERAS COMUNIONES. 

Efectivamente, es un momento grande para los padres de estos niños a quienes la Iglesia les encomendó la misión de transmitir a sus hijos la fe que le daba el día de su bautismo y con cariño han venido preocupándose (desgraciadamente algunos ha sido lo que menos les ha preocupado). Para el niño es su momento grande, el primero en su vida en el que declara públicamente su fe, su adhesión a Jesucristo y su pertenencia a la Iglesia; y lo hace justamente en un momento en el que está luchando por tener una identidad y cierta relevancia dentro de la comunidad. Es el momento que guardará para siempre como el gran acontecimiento de su vida. 

Pero le rompemos el sentido y lo llenamos de otras cosas, hasta el punto que todos nos quejamos y hasta nos avergonzamos de lo que está ocurriendo, pero no somos capaces de romper de una vez y devolverle el sentido grande que tiene: 

Primero es la primera respuesta personal del niño a Jesucristo y segundo la alegría de los padres de haber cumplido la misión que la Iglesia les encomendó y el compromiso que contrajeron el día que se casaron.

Es una triste pena, una vergüenza y un atropello el que hayamos arrebatado a los niños el primer gran momento de sus vidas, para convertirlo en un acto social manejado por el comercio, hasta el punto que hayamos sometido al niño a ridículos tan espantosos como lo que estamos contemplando: vestirlo de gala para celebrar una “comunión laica” una “no comunión” o, lo que es tan lamentable y escandaloso como el creer que con la comunión terminó todo e impedirle al niño que continúe su crecimiento en la fe, o su participación en la comunidad cristiana, de forma que se le está llamando al acontecimiento de la “1ª Comunión el “Sacramento de la despedida”.

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. Hch 2, 14. 22-33

EL día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró: «Judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras.

A Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis, a este, entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto, lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él: “Veía siempre al Señor delante de mí, pues está a mi derecha para que no vacile.

Por eso se me alegró el corazón, exultó mi lengua, y hasta mi carne descansará esperanzada.

Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos, ni dejarás que tu Santo experimente corrupción.

Me has enseñado senderos de vida, me saciarás de gozo con tu rostro”.

Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios “le había jurado con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo”, previéndolo, habló de la resurrección del Mesías cuando dijo que “no lo abandonará en el lugar de los muertos” y que “su carne no experimentará corrupción”. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo».

Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro. 1 Pe 1, 17-21

QUERIDOS hermanos:

Puesto que podéis llamar Padre al que juzga imparcialmente según las obras de cada uno, comportaos con temor durante el tiempo de vuestra peregrinación, pues ya sabéis que fuisteis liberados de vuestra conducta inútil, heredada de vuestros padres, pero no con algo corruptible, con oro o plata, sino con una sangre preciosa, como la de un cordero sin defecto y sin mancha, Cristo, previsto ya antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos por vosotros, que, por medio de él, creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y vuestra esperanza estén puestas en Dios.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 24, 13-35

AQUEL mismo día (el primero de la semana), dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.

Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».

Ellos se detuvieron con aire entristecido, Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:

«Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?».

Él les dijo: «¿Qué?».

Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».

Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».

Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.

Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».

Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.

Pero él desapareció de su vista.

Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».

Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:

«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Señor

NUESTROS ENFERMOS 

Enfermo:

Es cierto lo que me dices, pero también es cierto que esto es algo que nunca llegamos a hacer nuestro, como una de las grandes verdades de la vida y creemos que siempre vamos a estar en plenitud de fuerzas, como si nunca llegáramos a necesitar de los demás, hasta el punto que llegamos a sentirnos molestos cuando escuchamos quejarse a un enfermo o verlo que repite siempre las cosas, o que derrama el agua y se mancha… porque ya no podemos controlar nuestras manos ni ningún órgano de nuestro cuerpo. No nos convencemos que vamos todos realizando el mismo viaje de la vida

EN ESTA SEMANA 

  • Día 27, jueves, 4 pm. Confesiones y ensayo de los niños de 1ª Comunión.
  • Domingo 30, 12 a.m. 1as comuniones.

La Cabria, nº 388


HOJA PARROQUIAL DE 
S. JOSÉ DE LINARES 
DOMINGO 2º DE PASCUA-A 
23 DE ABRIL de 2017 
Año -X- Nº 388 

EDITORIAL

LA DIVINA MISERICORDIA

Es la cualidad de Dios por la que nos perdona nuestras torpezas, nuestra falta de amor, nuestra falta de fe y, como dice el Papa Francisco, se traduce en paciencia, infinita paciencia de Dios con nosotros, para seguir amándonos, a pesar de la actitud de una sociedad vacía de valores, a la que solo le importa el metro cuadrado que le rodea.

Su Misericordia siempre está dispuesta a compartir nuestros sufrimientos, los golpes que la realidad nos muestra cada día, y toma nuestros agobios y nos los envuelve en una bolsa para que los tiremos bien lejos de nuestro lado, esos agobios provocados por los prismáticos con los que vivimos, y que no nos dejan ver lo que ocurre aquí y ahora.

Con ellos se nos escapa el disfrutar de nuestros mayores, y el ver crecer a nuestros hijos, y la fragancia que nos trae cada día, y el aire que te acaricia, y la mirada de tu compañer@, con la que te propusiste un proyecto de vida, abrazados a Dios, y que ahora está envuelto en silencios o desprecios.

Pero ahí sigue su Misericordia, convertida en paciencia, esperando tu vuelta a su lado. Te espera con sus llagas bien abiertas, para limpiar las tuyas, con sus cicatrices para curar tus heridas, y con tanto amor capaz de llenar el vacío que recorre tu alma.

Seguro que nos ha perdonado algunos zarandeos irrespetuosos que le hemos dado a los tronos en la Semana de su Pasión, y de algunas músicas inapropiadas para ese momento de su vida, y de las irreverencias escandalosas a su paso, o de lo incomprensible de ser su cofrade o su costalero solo un día al año. 

Su Amor no es flor de un día, su Misericordia es eterna, su Muerte y Resurrección es para la Salvación de nuestra alma. ¿Cómo le vamos a responder a su llamada, cómo le vamos a agradecer su entrega? ¿Hasta cuándo vamos a vivir sin Él a nuestro lado?

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles

LOS hermanos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.

Todo el mundo estaba impresionado, y los apóstoles hacían muchos prodigios y signos. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.

Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando.

Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro

BENDITO sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.

Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un Poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Juan

AL anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en
medio y les dijo: «Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:

«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre. 

Palabra del Señor

NOS HABLA EL PAPA 

Siguiendo en esa misma onda, el Papa se preocupa al ver como mucha gente se queda en esos sentimientos primarios y basa su compromiso en algo que no tiene consistencia, de forma que terminado el sentimiento emocional y al encontrar otros más atractivos, rompen con facilidad cualquier compromiso: 

“Son muchos los que suelen quedarse en los estadios primarios de la vida emocional y sexual. La crisis de los esposos desestabiliza la familia y, a través de las separaciones y los divorcios, puede llegar a tener serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad, debilitando al individuo y los vínculos sociales ».16 

Las rupturas tienen unas consecuencias catastróficas, sobre todo en los hijos, que son los que pagan todas las consecuencias de la superficialidad de los padres

Las crisis matrimoniales frecuentemente «se afrontan de un modo superficial y sin la valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco, de la reconciliación y también del sacrificio. Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas, nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones familiares complejas y problemáticas para la opción cristiana ». (41)

¿DÓNDE ESTA CRISTO? 

Si la Cuaresma es tiempo de oración, reflexión y cambio de nuestras vidas, la Pascua de Resurrección, es tiempo de búsqueda de Cristo. Abramos bien los ojos, pues puede que esté más cerca de lo que creemos. Es una ilusionante búsqueda, en la que debemos de despojarnos de las prisas, de los prejuicios. Si consigues imitarlo, lo encontrarás. Vive como Cristo.

NUESTROS ENFERMOS 

La Cabria: Buenos días, hermanos queridos. Este tiempo de Pascua es tiempo de esperanza, de alegría, pues el triunfo de Cristo es nuestro propio triunfo y viene a decirnos que ni la enfermedad, ni los problemas, ni el desánimo pueden hacernos perder el horizonte.

Ya sé que no es lo mismo estar metido en la pelea contra la enfermedad, contra el desaliento, y contra todos los problemas, que verlo desde fuera. Dice el refrán que los toros se ven muy bien desde la barrera, pero otra cosa es meterse en el ruedo y torearlos

Es muy probable que te encuentres cansado de torear en tu casa; que te sientas solo o sola y sigas percibiendo cómo resultas una gran preocupación para tus hijos, si los tienes, y para todos los que viven a tu alrededor que intentan echarte una mano, porque tú ya no tienes fuerzas para hacer lo más indispensable y salir adelante; incluso puede resultar que ya no te fíes de moverte, por el miedo que le has cogido a tener una caída y has de ayudarte con un andador, con un bastón o con una silla de ruedas. Esta faena que hay que lidiar en el ruedo del dolor es dura y fastidiada, ya lo sabemos y todos estamos temiendo el día que nos llegue a nosotros. Por eso consideramos tan importante tu presencia, pues tú nos ayudas a prepararnos, porque por ahí tendremos que pasar todos.

La Cabria, nº 387

HOJA PARROQUIAL DE 
S. JOSÉ DE LINARES 
DOMINGO 1º DE PASCUA-A 
16 DE ABRIL de 2017 
Año -X- Nº 387 

EDITORIAL

En los últimos días, por ceñirnos a estos y tomarlos como botón de muestra, tenemos noticias de actos terribles contra las personas: uso de armas de destrucción masiva, atentado terrorista en Estocolmo, atentado en dos iglesias cristianas coptas de Egipto, migrantes y refugiados que siguen muriendo en el mar… El mal está presente en el mundo y ataca con voracidad. Así ha sido a lo largo de la historia de la humanidad, el mal encarnado en dictadores, tiranos, en el fanatismo, en el egoísmo… El hombre, como decía Plauto y después parafraseo Hobbes, es un lobo para el hombre.

Y esto ha sido así desde que la humanidad decidió romper con el plan de vida de Dios, con el Reino que Él quiso instaurar desde el principio de los tiempos entre los hombres para que fuera la paz, la justicia, el amor la base de nuestras relaciones. Pero no nos interesó y decidimos apartarnos de Él, volverle la espalda.

Y Dios desde ese momento, al ver el sufrimiento que éramos capaces de perpetrar a nuestros semejantes quiso volver a traernos la esperanza de un mundo distinto al que montamos. El mal no puede nunca vencer al bien, porque el bien es Dios y es de Dios. Y para volver a instaurar su Reino, envió a su Hijo que nos mostró cómo era y como teníamos que vivir para ser ciudadanos de él.

Pero también a su Hijo, la maldad y el fanatismo humano, lo mata. Es lo que hemos vivido en estos días de Semana Santa. El mal pareció que ganó y derrotó al bien. Pero Dios no había dicho la última palabra y con la Resurrección de su Hijo, nos dice que la salvación de la humanidad es posible, que el bien siempre será vencedor, que no tenemos que tener miedo porque la muerte no es el final y por todo eso somos LUZ Y ESPERANZA PARA EL MUNDO, los que creemos en Él.

“Qué mostremos a los demás, que Cristo vive en nosotros, y que le digamos, sobre todo a los que están en las periferias de la vida con el corazón paralizado para la fe y el amor y, por tanto en espera de que alguna vez pase por su lado el poder de Dios: “En nombre de Jesucristo Resucitado levántate y anda” (Hch 3,6).” (palabras de D. Amadeo, obispo de Jaén).

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. Hch 10, 34a. 37-43

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: 

«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses. Col 3, 1-4

HERMANOS:

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.

Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 20, 1-9

EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: 

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. 

Palabra del Señor

NOS HABLA EL PAPA 

El Papa muestra su preocupación ante la constatación que hacen los padres sinodales de los diferentes continentes: es la confusión que se está teniendo al identificar el amor con la “pasión sexual”, cosa que lleva a resultados catastróficos: 

Los Padres sinodales se refirieron a las actuales «tendencias culturales que parecen imponer una efectividad sin límites, […] una afectividad narcisista, inestable y cambiante que no ayuda siempre a los sujetos a alcanzar una mayor madurez ». Han dicho que están preocupados por « una cierta difusión de la pornografía y de la comercialización del cuerpo, favorecida entre otras cosas por un uso desequilibrado de Internet », y por « la situación de las personas que se ven obligadas a practicar la prostitución. En este contexto, « los cónyuges se sienten a menudo inseguros, indecisos y les cuesta encontrar los modos para crecer. (41)

ORACIÓN DE LOS ENFERMOS 

“¡Señor, nosotros, los enfermos, nos acercamos a Tí!... Somos los "inútiles" de la humanidad. En todas partes estorbamos... No podemos echar nuestra parte a la economía maltrecha del hogar difícil. Gastamos y consumimos dolorosamente los pobres ahorros, en medicinas, en inyecciones, en apresuradas visitas de médicos... Todos sonríen; nosotros lloramos, en silencio. Todos trabajan; nosotros descansamos, forzosamente. Quietud más fatigosa que la misma labor. No podemos levantar la silla, que ha caído; ni acudir al teléfono que suena; ni abrir la puerta, cuando toca el timbre... No nos es permitido soñar; ni amar a una mujer o a un hombre; ni pensar en un hogar; ni acariciar, con los dedos de la ilusión, las rubias cabezas de nuestros hijos. 

Y, sin embargo, sabemos... que tenemos reservada para nosotros una empresa muy grande: ayudar a los hombres a salvarse, unidos a Tí... Haz, Señor: que conozcamos nuestra vocación y su sentido íntimo... Recoge, Señor, como un manojo de lirios en tus manos clavadas, nuestra inutilidad, para que les des una eficacia redentora universal... La salvación del mundo la has puesto en nuestras manos. Que no os defraudemos".

Manuel Lozano Garrido, “Lolo”

NUESTROS ENFERMOS 

Hermano/a, queremos llevarte hoy, desde el corazón de la comunidad, nuestro más sincero ¡Feliz Pascua de resurrección! Toda esta semana hemos estado celebrando unidos a Jesús su Pasión en la que tú, desde tu cama, desde tu silla de ruedas, o desde la situación en la que te encuentres, pero marcada por el dolor, la limitación o la impotencia de no poder defenderte por ti mismo… o puede ser que te encuentres en una situación en la que te ves agobiado por tu situación familiar, que muchas veces es bastante peor que una enfermedad.

Hoy ha resucitado Cristo para decirnos que nos ha despejado el horizonte, Él ha vencido el mal y la muerte y nada podrá imponerse sobre nosotros. El final de todo es la resurrección; por eso, queremos decirte que no te vengas abajo, nos sentimos a tu lado y queremos transmitirte nuestra fuerza para que sigas luchando; tu actitud de energía, ilusión y coraje en la lucha, es para nosotros un fuerte acicate que nos anima a seguir luchando. Cristo venció el dolor y la muerte para que tengamos esperanza, pues estamos llamados a triunfar también nosotros sobre todo esto que nos oprime.

¡¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!!

La Cabria, nº 386

HOJA PARROQUIAL DE 
S. JOSÉ DE LINARES 
DOMINGO DE RAMOS-A 
9 DE ABRIL de 2017 
Año -X- Nº 386

EDITORIAL

LECCIÓN MAGISTRAL

El pasado viernes, día 31 de marzo, hemos vivido en nuestra parroquia la experiencia de una meditación en torno a la cruz. Tras una aproximación y toma de conciencia a través de las Escrituras, escuchamos un testimonio científico en torno al estudio de la sábana santa y las huellas en ella impresas. Es realmente sobrecogedor, pues describe pormenorizadamente el origen y la magnitud de cada herida previa y, especialmente, las de la cruz: el recorrido de cada clavo, que rompía tendones, músculos y huesos, produciendo dolores horribles que sacudían como descargas eléctricas un cuerpo ya muy maltrecho y, luego, una vez izado, el increíble martirio que le ocasionaba inspirar cada bocanada de aire…y así, durante dos horas y cuarenta minutos, hasta morir. A continuación, un rato de reflexión para interiorizarlo y aportar reacciones. Yo sentí que, desde la cruz, cuando se le escapaba la vida entre sufrimientos extremos, en siete frases, nos daba una lección definitiva que deja sin fundamento toda una serie de excusas inventadas para evitar comprometernos o para escurrir el bulto ante las dificultades. Así, cuando se suman al tormento la última y más acuciante necesidad física: “Tengo sed”, y la más profunda y completa soledad: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?", nos muestra su capacidad infinita para el perdón: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”; la apertura del reino para los arrepentidos: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”; el amor por los suyos, entre los que establece un lazo de familia: “Hijo, he aquí a tu madre. Madre, he aquí a tu hijo”; la conclusión coherente de su misión: “Todo está cumplido”, y la confianza absoluta en el Padre en su última oración: “A tus manos encomiendo mi espíritu”. Toda una lección magistral, ilustrada con el ejemplo, que imparte desde la situación más adversa y dolorosa a la que se puede enfrentar un ser humano.

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro de Isaías. Is 50, 4-7

EL Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. 

Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos. 

El Señor Dios me abrió el oído; o no resistí ni me eché atrás. 

Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos. 

El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Palabra de Dios.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los FILIPENSES 2,6-11

Hermanos:

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someter­se incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el «Nombre-sobre todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble -en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame: «Jesucristo es Señor!», para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 21, 1-11

Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en el monte de Los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles:

«Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto».

Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta:

«Decid a la hija de Sion:
“Mira a tu rey, que viene a ti,
humilde, montado en una borrica,
en un pollino, hijo de acémila”».

Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús. Trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba:

«¡“Hosanna” al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡“Hosanna” en las alturas!».

Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando:

«¿Quién es este?».

La multitud contestaba:

«Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».

Palabra del Señor.

DOMINGO DE RAMOS 


Jesús ha venido proclamando el reino que el Padre le ha encomendado; ha llegado el momento en que hay que pasar de las palabras a las obras, del dicho al hecho; es el momento de demostrar que creemos en lo que predicamos.

Jesús da el paso con decisión y no se echa atrás ante las consecuencias que lleva consigo todo lo que ha dicho y hecho: “No me he resistido ni me he echado atrás…no volví la cara ante los insultos y salivazos…” 

JUEVES SANTO 

Dios expone al pueblo lo que quiere hacer y da la orden indicando qué es lo que el pueblo ha de responder: Él ha escogido a su pueblo y se ha comprometido con él.

Ordena que todos se reúnan y hagan una comida familiar; esta comida va a ser el signo que los identificará delante de todos los egipcios y delante de Él mismo.

Es una comida especial porque, porque se dan unas circunstancias especiales y, sobre todo, porque en ella participa Dios y en ella se va a dar un compromiso de todos. La sangre va a ser el signo que selle el pacto y que los marque a todos ellos.

VIERNES SANTO 

Hoy gira todo en torno a La CRUZ Hay tantas formas de mirar la cruz como personas, pero debería quedar en nuestra mente y en nuestra vida la nueva realidad que Cristo nos dejó; Él lo transformó todo, desde el trabajo que era el castigo de los esclavos y lo convirtió en SERVICIO con lo que lo hizo una de las expresiones máximas del amor; la C RUZ también era un instrumento de tormento y de muerte y él la convierte en signo máximo de libertad, dejándola como signo identificativo de los suyos: ni la muerte en cruz logró doblarlo y arrodillarse ante nada ni ante nadie.

Pero mucha gente sigue teniéndola como signo de muerte, de destrucción.

SABADO SANTO 

El sí definitivo y solemne que le damos a todo lo que ha hecho Dios a través de la historia y que Cristo ha culminado con su pasión, muerte y resurrección, queda reflejado en esta noche santa con la celebración del BAUTISMO, que es la aceptación y asunción de la Nueva Alianza, del misterio de la Encarnación y del nuevo proyecto que Dios inaugura para el hombre.

Si el momento cumbre por parte de Dios lo expresábamos en la celebración del Jueves Santo con la institución de la EUCARISTÍA, la aceptación de toda la obra de la salvación, por parte nuestra, la expresamos ahora con el BAUTISMO, con el que asumimos todo lo que Dios ha hecho y aceptamos la filiación que Cristo nos ha conseguido, pasando desde este momento, de la condición de esclavos y relegados a ser hijos de Dios que bien en libertad.

EN ESTA SEMANA 

Domingo de Ramos:

· 9 a.m. Santa Misa

· 10 a.m. Procesión

· 12 a.m. Santa Misa

· 7 p.m. Santa Misa.
Lunes Santo:

· 7 p.m.: Eucaristía –oración
Martes Santo:

· 11 a. m. Misa Crismal 

· 7. p.m. Eucaristía y Oración
Miércoles Santo:

· 6 p.m. Procesión de Jesús de la Buena Muerte. 

· 8 oración
Jueves Santo:

· 7 p.m. Cena del Señor

· 11 p.m. Hora Santa
Viernes Santo:

· 11 a.m. Vía Crucis de los enfermos

· 4 p.m. Adoración de la Cruz.
Sábado Santo: 

· 11 p.m. Vigilia Pascual
Domingo de Resurrección:

· 10 a.m. Eucaristía

12 a.m. Eucaristía