HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
2º DOM. De Adviento - B
6 de diciembre de 2015
Año -VII- Nº 325
EDITORIAL
LA CUMBRE DE LA TIERRA
Hace 20 años, 37 países se reunieron para plantearse el problema de contaminación al que estábamos abocando al planeta tierra; en esos 20 años no se ha hecho otra cosa más que aumentar la contaminación, ya que el objetivo global es explotar al máximo los recursos de la tierra para sacar todo el jugo que se pueda; lógicamente, cada vez estamos experimentando los efectos que eso lleva consigo, pues al no res-petar los ritmos y las cadenas biológicas de la biosfera, la naturaleza se resiente y responde, teniendo que sufrir las consecuencias que lleva consigo nuestra postura.
En la cumbre de este año que se está celebrando en París, parece que se ha dado un pasito que ilumina la esperanza al comprometerse los dos grandes monstruos de la contaminación, China y EE.UU, a rebajar sus niveles de contaminación para el 2020, pero quedan otros grandes contaminadores, como es la India, que no están dispuestos a rebajar sus niveles de contaminación con el carbón, apostando por otro tipo de energía más limpia y sostenible porque frenarían su progreso industrial y económico.
Lo que está bien claro es que se ha apostado por un tipo de progreso que arrasa con todo, pues su única meta y objetivo es ganar dinero a costa de lo que cueste, que en este caso es la vida del planeta y de todos sus habitantes.
El Papa Francisco, a su regreso de la visita que ha hecho a África, en la rueda de prensa que dio en el avión que lo transportaba, decía a los periodistas: “La humanidad está al borde del suicidio si es que no cambia de dirección… “Si la humanidad no cambia seguirán las miserias, las tragedias, las guerras, los niños que mueren de hambre, la injusticia…”
PALABRA DE DIOS
Lectura del libro de Baruc 5, 1 9
Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo.
Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad».
Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios.
A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real.
Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios.
Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel.
Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.
Palabra de Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 4 6. 8 11
Hermanos: Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría.
Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy.
Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús.
Testigo me es Dios de lo entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús.
Y ésta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.
Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 1 6
En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»
Palabra del Señor
ECOS DEL PAPA FRANCISCO
Como se puede notar, la misericordia en la Sagrada Escritura es la palabra clave para indicar el actuar de Dios hacia nosotros. Él no se limita a afirmar su amor, sino que lo hace visible y tangible. El amor, después de todo, nunca podrá ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta: intenciones, actitudes, comportamientos que se verifican en el vivir cotidiano. La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros.
Si la misión fundamental del mensaje de Jesús es mostrar en rostro misericordioso de Dios Padre, la pared maestro que sostiene todo el engranaje de la iglesia es justamente este: ser testigo de la misericordia de Dios, de ahí que el Papa Francisco diga que
10. La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes;... La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo… Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia. Por una parte, la tentación de pretender siempre y solamente justicia ha hecho olvidar que ella es el primer paso, necesario e indispensable.
MIRA Y OBSERVA
Es posible vivir y actuar de otra manera diferente a como lo venimos haciendo y esto empieza a notarse y a producir los efectos positivos el momento en que cada uno decide tomar una postura diferente frente a la vida; pensemos por un momento en nuestra ciudad: simplemente, si nos preocupáramos de no dejar en las aceras los excrementos de los perros o los chicles, o dejar en las papeleras las bolsas de plástico de las chucherías que comemos, con los envases y botellas de lo que bebemos… en lugar de tirarlo por los suelos, cambiaría radicalmente el aspecto de nuestra ciudad. Y no podemos estar esperando que haya una normativa que nos multe cuando nos cojan haciendo algo que dice muy mal de nosotros.
Cuando vivimos sin preocuparnos de nada y pasamos sin darle importancia a estas cosas pequeñitas, convertimos nuestra ciudad en un estercolero con lo que dejamos una imagen triste y desoladora a cualquiera que nos visita.
¿Tan difícil será poner freno a la desidia y a la apatía?
IGLESIA DESCONOCIDA
África, aunque la tenemos a dos pasos, sin embargo es el continente desconocido y es interesante que conozcamos que, mientras Europa abandona a ritmo acelerado su cultura y su tradición cristiana desintegrándose, en África la fe cristiana ha tenido una subida desde 1980 que estaba en 60 millones de católicos a 205 millones en 2012. Las comunidades cristianas en África no tienen que ver nada con la anquilosada Europa: son comunidades emprendedoras, alegres, valientes, volcadas con los más necesitados. La Iglesia Católica provee educación y cuidados médicos. En Kenia, el 25% de las escuelas son católicas y en Uganda, hasta hace 15 años, todas las escuelas eran católicas. Instituciones de la Iglesia llevan infraestructuras de agua y saneamiento y desarrollo a zonas rurales a las que no llegan los gobiernos.
Es también una Iglesia resistente en cuestiones de principios. Ninguna otra institución regional está denunciando con un discurso tan vigoroso y audaz la agresiva diplomacia de la ONU y de las potencias globales para imponer la ideología de género y el control de la natalidad mediante el aborto y el uso generalizado de anticonceptivos.
(Fuente: Centre for applied Research in the apostolate. Georgetown University. Elaboration: The Wall Street Journal)