La Cabria, nº 65

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
III DOMINGO ADVIENTO, C
20 DE Diciembre-2009
Año -II- Nº 65


EDITORIAL
LA NAVIDAD, ASUNTO DEL CORAZÓN

Estamos viendo cómo nos quieren robar la alegría llenándolo todo de luces que nos invitan a comprar e intentan convencernos que en eso está la felicidad, pero cada día podemos darnos cuenta de que la alegría y la felicidad no es cuestión de ruidos, de dulces, de regalos, de bebidas ni de dinero para comprar, sino del corazón: es ser portadores de amor, de amistad, de solidaridad, de verdad, de justicia, de respeto, de comprensión, de acogida, de fraternidad; y es también capacidad de saber discernir y acoger todas estas cosas cuando se nos presentan en la persona que nos las da. Es imposible sentir el gozo que producen ambas actitudes si es que no viven en nuestro corazón.
El ejemplo concreto lo tenemos en la Virgen y en su pariente Isabel: María está llena de Dios y, donde llega, contagia de su presencia; Isabel está abierta para acogerlo y cuando se encuentra con María, lo descubre, y salta de gozo hasta el niño que lleva dentro.
Nosotros estamos en mejores condiciones, y tenemos motivos sobrados para sentir exactamente lo mismo que Isabel: Dios se ha “bajado” a vivir con nosotros; el AMOR, la VERDAD, la JUSTICIA, la PAZ, la FRATERNIDAD, la BONDAD, se han puesto a nuestro lado, y se ha comprometido a hacer la lucha con nosotros, ha restaurado nuestra naturaleza, nos da todos los medios para vivir llenos de esa alegría y nos ha hecho partícipes de todo lo suyo; se trata de vivirlo y gozarlo. El aceptarlo o no, será cuestión de optar por dejar la vida en el vacío o llenarla de sentido y de felicidad.

PALABRA DE DIOS

Lectura de la profecía de MIQUEAS 5,1-4a
Así dice el Señor: «Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de tí saldrá el jefe de Israel.
Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial. Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel.
En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios.
Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz».
Palabra de Dios

Lectura de la carta a lo HEBREOS 10,5-10
Hermanos:
Cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad"» .
Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad». Niega lo primero, para afirmar lo segundo. y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según San LUCAS 1,39-45
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Hoy, mi buen amigo Jesús, me vas a permitir que hable más con tu Madre, María. En primer lugar te doy gracias porque, desde la cruz, la nombraste Madre de la Iglesia, de todos los habitantes de la tierra: los de antes, los de ahora y los que vendrán después de nosotros.
Jesús: Todo el tiempo es tuyo. Me encanta que quieras hablar con mi Madre. La que tanto nos quiere.
N: Gracias, mi hermano Jesús.
Me alegro, Madre, de encontrarme contigo en este tiempo de Adviento. Esta es la segunda vez que nos vemos, pues el día 8 pasado celebramos la fiesta de tu Concepción inmaculada.
María: Yo también me alegro de verte cuando ya faltan poquitos días para celebrar la gran fiesta del Nacimiento de mi Hijo, Jesús.
N: Madre, ¿y cómo ves tú la fiesta de Navidad? ¿Crees que la celebramos bien?
María: Para mí la fiesta de Navidad es la fiesta en que Dios vuelca sobre el mundo su corazón que es Amor. Es la fiesta del amor dado sin medida, con gratuidad absoluta; es Dios mismo que se “derrama” sobre el mundo, dándonos el gran regalo de su Amor, que es su Hijo, al que llamamos EMMANUEL, es decir: DIOS-CON-NOCOTROS. Es la fiesta de la LUZ, DE LA VIDA, DE LA ALEGRÍA, DE LA JUSTICIA, DEL AMOR Y DE LA PAZ.
N: Cómo me haces gozar, Madre. ¿Y la segunda pregunta? ¿Crees que celebramos bien la Navidad?
María: Para una madre no es fácil contestar. Si todo fuera sobre ruedas ya no sería necesaria la presencia de Nuestro Salvador; pero las cosas no son así. Nuestro mundo sigue estando necesitado de conversión. Para mucha gente Jesús sigue siendo el gran desconocido. Incluso gran parte de los que se llaman cristianos celebran la Navidad como si fueran paganos. Soy también consciente de que hay en todos estos días unas corrientes de cariño, de amor, de verdadera alegría, incluso de perdón, que no se ven, pero están ahí.
N: Visitaste a tu prima Isabel, ¿verdad?
María: Sí, y gocé mucho. Como la distancia es grande, el camino difícil y los medios son lentos, tardábamos en vernos. Por eso las dos disfrutamos mucho. Yo quería compartir su alegría y la mía. Nos dimos un largo y apretado abrazo. Hasta el mismo Juan saltó en el vientre de su madre, Isabel, y mi prima (qué bueno es Dios) me felicitó, llamándome la “Madre de mi Señor” y me llamó bienaventurada por mi fe.
N: Por todo esto yo creo que la Navidad deben ser días de acción de gracias, llenos de alegría compartida, de grandes silencios para la contemplación. No viene mal un derroche de amor con todos, especialmente con los que no cuentan. En ellos se encuentra Jesús.
En estos días se multiplican las visitas. Ojala, Madre, sean como las tuyas: sencillas, sinceras y vividas desde el corazón.
Amigo Jesús. Gracias por oírnos.
Jesús: Me ha encantado vuestro diálogo.


VE Y LO CUENTAS
“EN LA ESCUELA DEL HOGAR”

Venía acompañado de su madre, con una lata abrazada entre sus brazos y me la suelta encima de la mesa diciendo: “Toma, es para que a mi amigo le compre su madre comida en esta navidad”.
El niño se llama “Javi”, en su primera comunión, había invitado a su fiesta a uno de los niños del “Hogar de Belén” que yo les había indicado y a quien él escribió una carta. Desde entonces no ha podido olvidar a ese amigo “desconocido” y estas navidades, viendo lo mal que andan las cosas, no se puede olvidar de él, pues lo ha de estar pasando mal.
¿Podremos seguir pensando que los niños son incapaces de pensar y tener gestos tan lindos como éste?
No tengas miedo en publicar esto que es una verdadera lección de solidaridad aprendida en un hogar cristiano. Los 300 € que me dio de sus ahorros ya están en su destino.

LO QUE NO VENDE 

No te preocupes cuando digas que crees en la solidaridad y que intentas practicarla, verás qué poca gente cree en eso y hasta te tomarán por tonto/a y mentiroso/a. No tengas miedo ni te eches atrás, lo que hoy vende es atropellar y ponerse en el centro de todo; en cambio, creer en la justicia, en el amor, en la fraternidad, en la verdad, es nadar contra corriente, eso es “contra-cultura”; también apostar por la vida es hoy “contra-cultura”.

EN ESTA SEMANA
  • Día 22. A las 5 de la tarde nos reuniremos en la parroquia con todos los niños de la catequesis y con todos los catequistas para darle gracias juntos al Señor por su venida; para pedirle que venga a nuestras vidas y a nuestras familias, para que nos haga a todos signos vivos de su presencia en el mundo.
  • Día 23. A las 6´30 de la tarde, tendremos una celebración comunitaria del perdón. La mejor forma de terminar este tiempo de adviento es perdonándonos, para que la PAZ que nos trae Jesús llene nuestras vidas.
  • Día 24. Tendremos la misa a las 12 de la noche.
  • Día 25. Tendremos la misa a las 10 de la mañana y a las 12. Suprimimos la de las 7 de la tarde.