La Cabria, nº 367

HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES 
DOMINGO –I- de ADVIENTO –A-
27 de noviembre de 2016
Año -IX- Nº 367

EDITORIAL

Iniciamos el Adviento, tiempo de Espera y Esperanza. Es triste ver cómo se va perdiendo la capacidad de esperar y de esperanza en nuestra sociedad. 

La espera se ha sustituido por la inmediatez: queremos tenerlo todo en el momento que lo necesitamos o lo deseamos (la tecnología, los medios de comunicación, las redes sociales, el marketing… ha contribuido a ello).

Lo mismo ocurre con la esperanza. Estamos tan hartos de tantas cosas materiales que no hay sitio para ella o simplemente creemos que no la necesitamos. Sí que existen deseos, sueños referidos a querer tener más y mejores cosas materiales pero esto no es esperanza.

Y esto es grave: un mundo sin esperanza es un mundo muerto. 

Miremos a nuestros jóvenes (futuro de nuestro mundo): no les hemos acostumbrado a saber esperar y a tener esperanza, todo se les da aquí y ahora, en el momento. Les damos todo para que no les falte de nada, pero los hemos vaciado de la esperanza que trasciende los deseos propios y los abre al otro, a la necesidad de mejorar la realidad y el mundo que les ha tocado vivir. No cultivamos en ellos la esperanza del espíritu, aquella que nos ayuda a afrontar las dificultades de la vida de otra forma, con otra fuerza. Y así vemos la facilidad con la que se sienten frustrados, lo difícil que es engancharlos en compromisos de ayuda a los demás, lo complicado que resulta que se enganchen en actividades que los formen espiritualmente. En el fondo no están contentos con lo que tienen, no les llena en plenitud, pero se acomodan y se dejan llevar.

¿Seremos capaces de vivir y transmitir la esperanza en Jesús, que trae la auténtica salvación para el mundo? ¿Seremos capaces de vivir la alegría de que con Cristo la paz, la justicia, la verdad, la libertad es posible y nosotros estamos llamados a hacerlo realidad? ¿Contagiaremos esta Esperanza especialmente a los jóvenes?

PALABRA DE DIOS

Lectura del libro de Isaías 2, 1‑5

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén:

Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.

Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; Porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor.

Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, ven; caminemos a la luz del Señor.

Palabra de Dios 

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 13, 11‑14a

Hermanos:

Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.

Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios 

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 37‑44

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.

Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del Hombre:

Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.

Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.

Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.

Palabra del Señor 

NOS HABLA EL PAPA 

Y nos dice que, por otra parte, «hay que considerar el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto». «Las tensiones inducidas por una cultura individualista exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las familias dinámicas de intolerancia y agresividad ». 

Quisiera agregar el ritmo de vida actual, el estrés, la organización social y laboral, porque son factores culturales que ponen en riesgo la posibilidad de opciones permanentes. 

Al mismo tiempo, encontramos fenómenos ambiguos. Por ejemplo, se aprecia una personalización que apuesta por la autenticidad en lugar de reproducir comportamientos pautados. Es un valor que puede promover las distintas capacidades y la espontaneidad, pero que, mal orientado, puede crear actitudes de permanente sospecha, de huida de los compromisos, de encierro en la comodidad, de arrogancia.

La libertad para elegir permite proyectar la propia vida y cultivar lo mejor de uno mismo, pero si no tiene objetivos nobles y disciplina personal, degenera en una incapacidad de donarse generosamente. De hecho, en muchos países donde disminuye el número de matrimonios, crece el número de personas que deciden vivir solas, o que conviven sin cohabitar. 

Podemos destacar también un loable sentido de justicia; pero, mal entendido, convierte a los ciudadanos en clientes que sólo exigen prestaciones de servicios.

CARTA APOSTÓLICA 

“Misericordia et misera”

Con esta Carta el Papa cierra el Jubileo extraordinario, pero también mantiene abiertas muchas “puertas”, porque la misericordia no se acaba nunca. Parte de las dos palabras, “misericordia et misera”, que San Agustín utilizó para narrar el encuentro entre Jesús y la adúltera que habría debido ser lapidada según la ley y que es perdonada. No se encuentran “el pecado y el juicio en abstracto”, sino “una pecadora y el Salvador. Jesús ha mirado a los ojos a aquella mujer y ha leído su corazón”. Destacamos los puntos que trata la carta y os animamos a leerla.

1.- La misericordia suscita alegría. “Nada de cuanto un pecador arrepentido coloca delante de la misericordia de Dios queda sin el abrazo de su perdón. Por este motivo, ninguno de nosotros puede poner condiciones a la misericordia.

2.- Difundir y conocer la Escritura. El santo Padre propone se escuche con mayor intensidad la Palabra de Dios.

3.- Que los “misioneros de la misericordia” no se detengan. El Papa vuelve a impulsar el sacramento de la reconciliación.

4.- Sacerdotes, sean generosos en el confesionario. El Papa pide que los sacerdotes confesores sean “acogedores con todos; testigos de la ternura paterna, a pesar de la gravedad del pecado; solícitos en ayudar a reflexionar sobre el mal cometido; claros a la hora de presentar los principios morales; disponibles para acompañar a los fieles en el camino penitencial, siguiendo el paso de cada uno con paciencia; prudentes en el discernimiento de cada caso concreto; generosos en el momento de dispensar el perdón de Dios”.

5.- Todos los sacerdotes podrán seguir absolviendo el aborto.

6.- Cercanía y consolación. “Enjugar las lágrimas es una acción concreta que rompe el círculo de la soledad en el que con frecuencia terminamos encerrados”.

7.- Familias que deben ser acogidas.

8.- Obras concretas para los que sufren.

9.- Misericordia como valor social.

10.- La Jornada Mundial de los Pobres.

¡EN LA PRÓXIMA SEMANA!

  • Día 29 - Reunión Consejo Pastoral, después de misa de 7.
  • Día 1 - Reunión padres de 3º
  • Día 3 - Nos visitará una agrupación musical de Valencia que cantará en la misa del sábado. Desde nuestra CABRIA les damos la bienvenida y deseamos que encuentren en nuestra comunidad la acogida que se merecen.