HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO -7º- ASCENSION
8 de Mayo de 2016
Año -VIII- Nº 348
EDITORIAL
JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
La Jornada Mundial de la Comunicación Social se viene celebrando en la Iglesia desde 1967 y fue instituida por expresa voluntad del Concilio Vaticano II. Se celebra en numerosos países, el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés. El Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se publica tradicionalmente con ocasión de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas (24 de enero).
Tres fueron los objetivos, fijados por el Concilio Vaticano II para esta Jornada y un cuarto por la Instrucción Pastoral Comunión y Progreso:
1. La Formación de las conciencias frente a las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, como usuarios de estos medios.
2. La invitación dirigida a los creyentes, a rezar para que dichos medios sean empleados conforme al diseño de Dios sobre la humanidad.
3. El estímulo dado a los católicos para sostener, con su generosidad, en un gesto de solidaridad de toda la comunidad eclesial, los gastos que exige el empleo de los medios de comunicación social en la Evangelización y en el progreso de los pueblos.
4. Poner de relieve el papel de quienes trabajan en este sector. (Comunión y Progreso n.167).
Si algo caracteriza a la sociedad actual es el desarrollo, la globalización y universalización de la comunicación y las redes sociales a través de Internet lo que no significa que dicha comunicación social sea más veraz, enriquecedora, justa y objetiva.
El mensaje del Papa Francisco este año “Comunicación y Misericordia: un encuentro profundo” se centra en los dos primeros objetivos. “La comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad.(…) El encuentro entre la comunicación y la misericordia es fecundo en la medida en que genera una proximidad que se hace cargo, consuela, cura, acompaña y celebra.”
Os animamos a leerlo.
PALABRA DE DIOS
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 1—11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó:
-“No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.”
Ellos lo rodearon preguntándole:
-“Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?”
Jesús contestó:
-“No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.”
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
-“Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.”
Palabra de Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17‑23
Hermanos:
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os de espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cual es la esperanza a la que os llama, cual la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cual la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.
Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.
Palabra de Dios
Conclusión del santo evangelio según san Lucas 24, 46‑53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-“Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.”
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.
Palabra del Señor
ECOS DEL PAPA FRANCISCO
EL ROSTRO DE LA MISERICORDIA
La gran equivocación está en la idea de creer que con el dinero se puede conseguir todo, desde comprar los jueces y apañar las leyes a nuestras conveniencias, hasta borrar el dolor causado. El Papa nos invita a que no caigamos en la tentación de entrar por esta dinámica, pues tenemos la gran experiencia de que al final, todo se queda aquí y tenemos que enfrentarnos el momento final con las manos vacías
19. […] Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar que la vida depende del dinero y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Es solo una ilusión. No llevamos el dinero con nosotros al más allá. El dinero no nos da la verdadera felicidad. La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre no convierte a nadie en poderoso ni inmortal. Para todos, tarde o temprano, llega el juicio de Dios al cual ninguno puede escapar.
“SINAÍ, GRUPOS DE ORACIÓN POR LA PRENSA”;
“Hoy quiero hablaros de "una pasión" que Lolo tenía y que era como un eje en su vida: Que los Medios de Comunicación, la prensa, la radio, el cine... (hoy añadiría: y todas las redes sociales...) fueran instrumentos para evangelizar. Lolo fue un profeta del Vaticano II. Antes de que en él se hablara de esos medios y redes sociales como cauces de evangelización, ya tenía él ese "gusanillo". Os digo de su gozo inmenso cuando, en los días del Concilio, oía las crónicas que hablaban de ello: Los Padres Conciliares ocupados en la importancia de los medios de comunicación, al servicio del Evangelio” (Rafael Higueras Álamo, postulador de la Causa de Canonización de Lolo. Boletín del Instituto Pontificio CLAUNE).
Nuestro querido Lolo, en su vocación profunda, sentida y vivida de periodista funda la Obra Pía “Sinaí”. El día en que recibió aprobados los estatutos de su obra, diría que fue uno de los más grandes de su vida.
La Obra Sinaí, nació a la vuelta del viaje que, como peregrino enfermo, hizo Lolo a Lourdes. Fue el milagro que Nuestra Señora hizo a través de él “cada 12 enfermos junto con un monasterio de clausura toman sobre sí el “cuidado espiritual” de un concreto medio de comunicación social” y así hasta 300 enfermos incurables a los que Lolo une, alienta, a través de la revista mensual que para ellos escribe.
No sé si somos conscientes de la grandeza de este hecho, Nuestra Señora de Lourdes en su predilección por los enfermos se vale de Lolo, inválido y en apariencia necesitado de todo y de todos, para darle a los enfermos terminales un sentido a su dolor y a su enfermedad. Les encarga la ingente misión de rezar por una prensa libre, en búsqueda y al servicio de la VERDAD.
Todos esos enfermos que “no pueden levantar ni sus brazos ni andar con sus pies” se convierten, sin embargo, en apoyo cristiano y apostólico para los periodistas. Sinaí sigue viva y ha cruzado las aguas del Atlántico. Desde la Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes de nuestra diócesis pretendemos continuarla, animando a los enfermos que recen la oración por los periodistas que en su día escribiera nuestro queridísimo Lolo y ojalá consigamos formar en un futuro próximo grupos de enfermos que unidos a monasterios de nuestra provincia oren por los periodistas y la prensa católica.