La Cabria, nº 286

LA CABRIA, nº 286
ESPECIAL DE
NAVIDAD 2014

FELIZ NAVIDAD

Hace tiempo que entramos
en el túnel de la decadencia,
del individualismo, de la mentira,
del trabajo sucio y del dinero fácil;
en el túnel del placer,
de la violencia,
de la comodidad y del egoísmo…
Acomodados ahí,
no hay más horizonte
que la muerte y,
ya hace mucho tiempo
que solo se huele a podredumbre.

La NAVIDAD no está en el túnel,
la llevamos tú y yo dentro
y cada uno de los que creemos
en la vida,
en la verdad y en la justicia.

La JUSTICIA no es la ley
que autoriza matar, robar
y despojar a una persona
de sus bienes y su hogar.

La VERDAD no es camuflar
la realidad para que
aparezca blanco lo que es negro
o colocar una luz leds
que sustituya a la del sol.

El AMOR no es el gozo
y el placer que me hace olvidar
a los demás y atiborrar
mis sentidos.

La PAZ no es tener todo
lo que pueda desear,
de forma que no necesite
a los demás….

Esa es la vida del túnel,
pero fuera brilla el sol que
da calor y vida.

Tú eres el autor de la NAVIDAD
cuando entiendes que tu vida
es un regalo que has recibido
para iluminar al mundo
y a los demás.

Tú eres el autor de la NAVIDAD
cuando eres portador de alegría,
de amor, de amistad,
de fraternidad y de paz
Tú eres autor de NAVIDAD
porque en ti y contigo nacen cada día el amor y la paz.

PALABRA DE DIOS 

Lectura del Profeta Isaías 52, 7-10.

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es Rey» !

Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión.

Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén: el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.

Palabra de Dios

Salmo responsorial 

R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Hebreos 1, 1-6.

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los Profetas.

Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.

Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser.

Él sostiene el universo con su palabra poderosa.

Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de Su Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. 

Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tu, hoy te he engendrado»?

O: ¿«Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo»?

Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice:

«Adórenlo todos los ángeles de Dios.» 

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1-18. 

En el principio ya existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.

La Palabra en el principio estaba junto a Dios.

Por medio de la Palabra se hizo todo, sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.

En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, la tiniebla no la recibió.

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.

Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.

Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Felicitación del Papa 

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. 

El pino de navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. 

Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. 

La campana de navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. 

Eres también luz de navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad. 

Los ángeles de navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. 

La estrella de navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. 

Eres también los reyes magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quién.

La música de navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. 

El regalo de navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano del ser humano. 

La tarjeta de navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. 

La felicitación de navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras. La cena de navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado. 

Tú eres, sí, la noche de navidad cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones;

Tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una navidad perenne que establece el reino dentro de ti. 

Una muy feliz navidad para todos aquellos que se parecen a la navidad.

DIOS SE HACE HOMBRE 

Dios viene al mundo para enseñarnos a SER HOMBRES de acuerdo a su proyecto y Él mismo recorre el camino, para que no nos perdamos ni titubeemos. 

Mientras andamos por estos lares… nuestra vida transcurre como puede:

- Cuando naciste, tu llorabas y todos a tu alrededor sonreían; vive tu vida de forma que cuando mueras tú sonrías, y todos alrededor lloren.

- Las personas más insoportables son los hombres que se creen geniales y las mujeres que se creen irresistibles.

- Hay personas cuya presencia cansa más en una hora que la de otras en un año. 

- El hombre inteligente siempre está deseoso de aprender, el ignorante está convencido que ya lo sabe todo.

- Hay personas que son como el aceite: siempre se quedan encima y su palabra ha de ser la última.

- Y para que nos ayude a seguir caminando, recordemos un proverbio chino: “El hombre que no sabe sonreír, no debe abrir tienda”.