HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
DOMINGO 30 DEL T. O. -A-
26-Octubre 2014
Año VI- Nº 277
Editorial
El domingo pasado el Papa Francisco ponía fin al Sínodo de la Familia 2014 en una ceremonia que, no por casualidad, coincidía con la beatificación del Papa Pablo VI. Fue el mismo Pablo VI quien en su momento instituyó este Sínodo de los Obispos, y el propio Francisco recordaba en su homilía sus palabras: «Después de haber observado atentamente los signos de los tiempos, nos esforzamos por adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades de nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad» (Carta ap. Motu proprio Apostolica sollicitudo). 50 años después, estas palabras parecen escritas expresamente para nuestros días.
El Sínodo ha concluido con un documento de trabajo que deberá ahora ser meditado y enriquecido por las aportaciones de las diócesis lo que, en sí, ya es un signo de que la Iglesia la constituimos todos y de que todos estamos llamados a participar en su vida pastoral. Se pone el acento en varios aspectos que dificultan la vida de la familia cristiana: la soledad en medio de una situación de precariedad económica y laboral que dificulta enormemente el matrimonio de los jóvenes; el ataque a la figura de la mujer, que debe ser defendida de tanta violencia; el individualismo y el hedonismo, que ofrecen un camino fácil, pero ajeno a la entrega del cristiano en familia.
Pero el interés de mucha gente y de gran parte de los medios se centraba en cómo se abordaría la cuestión de las parejas de hecho y de los divorciados casados. Partiendo de que se trata de un documento de trabajo, las conclusiones del Sínodo son muy claras en este sentido: “Se hace, por lo tanto, necesario un discernimiento espiritual acerca de las convivencias y de los matrimonios civiles y divorciados vueltos a casar; compete a la Iglesia reconocer esas semillas del Verbo dispersas más allá de sus confines visibles y sacramentales. Siguiendo la amplia mirada de Cristo, cuya luz ilumina a todo hombre, la Iglesia se dirige con respeto a aquellos que participan en su vida de modo incompleto e imperfecto, apreciando más los valores positivos que custodian en vez de los límites y las faltas”.
Concluía el Papa el Sínodo con estas palabras: “Y que el Espíritu Santo que, en estos días intensos, nos ha concedido trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad, acompañe ahora, en las Iglesias de toda la tierra, el camino de preparación del Sínodo Ordinario de los Obispos del próximo mes de octubre de 2015. Hemos sembrado y seguiremos sembrando con paciencia y perseverancia, con la certeza de que es el Señor quien da el crecimiento”.
Palabra de Dios
Lectura del libro del Éxodo 22,20‑26
Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros
Así dice el Señor: "No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo."
Palabra de Dios
Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 1,5c‑10
Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo
Palabra de Dios Hermanos: Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que os libra del castigo futuro.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según S. Mateo 22,34‑40
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?" Él le dijo: ""Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas."
Palabra del Señor
El Papa ha dicho...
Ya hace muchos años que el papa S. Juan Pablo II, ante la deriva que estaba tomando el mundo y la situación a la que estábamos llegando, se dio cuenta de que una masa enorme de gente ya no conocía a Jesucristo y empezó a hablar de “Nueva Evangelización”. Es decir, comenzó a advertir de que había que comenzar de nuevo desde el principio, presentando a Jesucristo, tal y como lo hicieron los primeros discípulos y primeros cristianos, como la gran novedad… Pero se ve que entendieron que se trataba de utilizar las nuevas tecnologías, cambiar de metodología, de lenguaje… y nadie ha querido admitir que el mundo hace mucho tiempo que le dio la espalda a Dios y Jesucristo es el gran desconocido.
El Papa Benedicto XVI también habló de lo mismo y fue el tema que llevó al sínodo de los obispos en 2.012, pues estaba muy preocupado; el Papa Francisco ha hecho de esa preocupación, que ya se venía teniendo desde Pablo VI, su programa de vida.
En la primera parte que titula “Alegría que se renueva y se comunica” (nº 2-8) el Papa da razón de la alegría que es el resultado del encuentro con Cristo mientras que previene del gran peligro que acecha con el individualismo que nos encierra y no nos deja que permitamos que Dios nos quiera.
Ve y lo cuentas
El asunto del ébola ha sacado a la luz de una forma dramática la enfermedad, con mayúsculas, de la sociedad de nuestros días: el egoísmo. Hemos asistido desde hace meses como espectadores de una peli a las noticias de esta gran epidemia, porque sólo afectaba a África, ese continente cuyo sufrimiento ya tenemos tan asumido que ni nos hace parpadear. Pero hete aquí que por culpa de unos misioneros que estaban dando la vida allí tratando de ayudar a esa gente, nos lo encontramos en casa. Y entonces, sólo entonces, nos entra el pánico. Y buscamos culpables, porque siempre es mejor pensar que esa auxiliar hizo algo malo y por eso se contagió, que admitir que hacer el bien a veces supone un sacrificio que te puede costar la vida. Y montamos una campaña mediática sin precedentes para salvar al perro. Y pedimos que se refuercen las medidas de control en las fronteras, esas que nos protegen del espanto y de la miseria.
Para llorar.
Ética
Cuando ya muchos creíamos que lo habíamos visto todo, ha salido a la luz el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. El asunto es tan sórdido que da nauseas. Nos habla de un mundo en el que el lujo y el despilfarro están tan asumidos que la única defensa que hasta ahora algunos implicados han puesto encima de la mesa es que no sabían que eso estaba mal.
El problema que muchos percibimos en esto es que la reacción de la gente va más en la línea de un derrotismo estéril que en la reivindicación de unos mínimos principios éticos: “son todos iguales”, “todo el que puede robar, roba”…
Y es que con tanto mangante parece que hemos admitido como normal que se termine sucumbiendo a la corrupción. Y, por el contrario, nosotros desde nuestra hoja queremos decir alto y claro que de eso nada: no somos todos iguales y somos mucha gente honrada. Es más, en esto exigimos una toma de postura personal que nos interpele a cada uno de nosotros. Yo no participo de ningún tipo de corrupción, ¿y tú?
En esta semana
Ante la llamada que el Papa nos está haciendo los sacerdotes queremos tomarnos en serio las propuestas y las llamadas que nos lanza a comenzar un camino de conversión eclesial, pero esto es obra de todos. Para el día 15 de Noviembre de 10´30 a 12´30 de la mañana vamos a tener una Asamblea General en Santa María a la que debemos asistir todos los que estamos metidos en el trabajo pastoral y, ojalá todos aquellos que se sienten miembros de la comunidad, para plantearnos todo esto que nos está diciendo el Papa. Vayamos viendo todos nuestra agenda.
