HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
4º DOMINGO DE CUARESMA –A-
30-MARZO-2014
Año -VI- Nº 258
Editorial
LA PATERNIDAD RESPONSABLE
Estamos oyendo en estos días muchas manifestaciones en contra de la reforma de la ley del aborto, afortunadamente también en contra del aborto. Pero nos deja perplejos el silencio de los hombres defendiendo su derecho de paternidad.
Los defensores del aborto han tenido mucho cuidado al enfocar el tema solo y exclusivamente hacia la mujer y los hombres que se manifiestan solo hablan del “derecho de la mujer” como si el hijo fuese concebido solo por ellas.
Es curioso ver como este mal llamado feminismo ha caído en la trampa del machismo, haciendo recaer el peso de la concepción solo y exclusivamente en la mujer y eximiendo de toda responsabilidad al varón.
Y nos preguntamos ¿es que no habría hombres dispuestos a salir adelante con el hijo concebido aunque la mujer no quiera responsabilizarse de él?¿No tienen voz, no tienen derecho a decidir?¿Es que los hombres no son responsables de las consecuencias de su sexualidad? ¿Por qué este silencio que chirría por irracional?
Lo peor de todo, es que no se está educando a los jóvenes en una sexualidad y paternidad responsable. Se vende la sexualidad libre de consecuencias físicas, psíquicas, morales. El problema del embarazo aparece como solo y exclusivo de la mujer, dejándola desamparada, sola y al varón fuera.
Pues ya va siendo hora de que se oiga la voz de los hombres exigiendo su derecho también a decidir sobre la vida de su hijo. Avancemos realmente en igualdad, en responsabilidad, en derechos y obligaciones y dejémonos de argucias y manipulaciones: está en juego la vida de un ser humano y los silencios y ausencias de los hombres implicados los hace más culpables si cabe.
Palabra de Dios
Lectura del primer Libro de Samuel 16, 1b. 6‑7. 10‑13a
En aquellos días, dijo el Señor a Samuel: —Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.
Cuando se presentó vio a Eliab y se dijo: «Sin duda está ante el Señor su ungido.»
Pero el Señor dijo a Samuel:
—No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón.
Hizo pasar Jesé a sus siete hijos ante Samuel, pero Samuel dijo: —A ninguno de éstos ha elegido el Señor.
Preguntó, pues, Samuel a Jesé: —¿No quedan ya más muchachos?
El respondió:
—Todavía falta el más pequeño, que está guardando el rebaño.
Dijo entonces Samuel a Jesé: —Manda que lo traigan, porque no comeremos hasta que haya venido.
Mandó, pues, que lo trajeran; era rubio, de bellos ojos y hermosa presencia.
Dijo el Señor: —Levántate y úngelo, porque éste es.
Tomó Samuel el cuerno de aceite y le ungió en medio de sus hermanos.
Palabra de Dios.
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 5, 8‑14.
Hermanos: En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor.
Caminad como hijos de la luz, (toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz)
buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien poniéndolas en evidencia.
Pues hasta ahora da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas.
Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto, y todo lo descubierto es luz.
Por eso dice: «despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz».
Palabra de Dios
Lectura del santo Evangelio según San Juan 9, 1‑41.
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento.
Escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego, y le dijo: -Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: -¿No es ése el que se sentaba a pedir?
Unos decían: -El mismo.
Otros decían: -No es él, pero se le parece.
El respondía: -Soy yo.
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. (Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos.) También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: -Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
Algunos de los fariseos comentaban: -Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.
Otros replicaban: -¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: -Y tú ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?
Él contestó: -Que es un profeta.
Le replicaron: -Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?
Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:
-¿Crees tú en el Hijo del hombre?
El contestó: —-¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
Jesús le dijo: -Lo estás viendo: el que te está hablando ese es.
Él dijo: -Creo, Señor. Y se postró ante él.
Palabra del Señor
Vivir en la Iglesia
Vivir en conflicto XXI
Como hemos dicho, no solo es duro y fuerte el permanecer en constante conflicto consigo mismo y con los demás, es que este nuevo estilo de vida exige hacer una opción de cortar radicalmente con el mal: la injusticia, la mentira, la corrupción…sino que hay que tener las ideas muy claras de lo que se quiere, para dar razón de lo que se dice y se hace, pues no se trata de vivir de forma inconsciente, sino en libertad, de forma que podamos responder de nuestros actos; Pedro deja bien claro por qué ellos actúan como lo están haciendo:
“Por ustedes, en primer lugar, Dios ha resucitado a su Siervo, y lo ha enviado para bendecirles, con tal que cada uno renuncie a su mala vida.” (Hch. 3,26)
“Dios lo exaltó y lo puso a su derecha como Jefe y Salvador, para dar a Israel la conversión y el perdón de los pecados” (Hch. 5,31)
Y si es verdad lo que confiesas y te lo crees, no queda más remedio que cambiar de forma de pensar y de obrar
“Arrepiéntete de esa maldad tuya y ruega al Señor que te perdone por tus intenciones, si es posible” (Hch. 8,22)
Ve y lo cuentas
Revisemos nuestra vida en este periodo cuaresmal y hagamos auténtico el ayuno y la abstinencia en este tiempo:
- No somos pobres, ni siquiera austeros, sino consumistas y muy instalados, hasta podemos caer en la codicia.
- No somos humildes, nos gusta prevalecer, rivalizar, por eso podemos caer en la envidia y en el afán comparativo.
- No somos misericordiosos, más bien insensibles, a veces intolerantes, podemos caer en la dureza de corazón.
- No somos solidarios, de un modo constante, ni generoso, nos cuesta compartir, podemos caer hasta en la injusticia.
- No somos pacíficos ni pacificadores. Decimos “no a la guerra”, pero en nuestra vida llegamos fácilmente a la violencia con palabras, actitudes y hasta podemos ser crueles.
- No sabemos orar. Vivimos superficialmente, volcados hacia fuera, haciendo nuestra voluntad. Para todo tenemos tiempo menos para hablar con Dios.
- No sabemos amar, nos amamos excesivamente a nosotros mismos, podemos llegar a ser muy egoístas, no amamos como Jesús nos enseñó. Los pobres, los parados, los emigrantes... no suelen ser objeto de nuestra preocupación.
Lo que no vende
Mujeres rescatadas de la prostitución critican a organismos de la ONU y a Amnistía Internacional por intentar despenalizar la prostitución e insisten en que la legalización daría lugar a que aumente más el tráfico de niñas y convertiría a los proxenetas en empresarios legítimos.
Las supervivientes del tráfico sexual y la prostitución hablaron ante un público desbordante en la conferencia anual de la ONU sobre la mujer. Denunciaron los informes de la ONU que dan a entender que las mujeres prostituidas «trabajan» por decisión propia y por eso habría que despenalizarla.
El término «trabajo sexual» fue creado por proxenetas radicados en Estados Unidos con el fin de normalizar la prostitución. Que no nos engañen.
La prostitución no es un trabajo, es violación remunerada, y emplear el término perjudica los esfuerzos para que cese.
En esta semana
- Día 1- Reunión padres de 3º
- Día 2- Reunión padres de 2º
- Día 3- Reunión padres de 4º
- Día 7- Reunión padres de 1º
