La Cabria, nº 224

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. PENTECOSTÉS. C 
19-mayo-2013 Año IV- Nº 224

Editorial

PENTECOSTÉS

¡Estamos de fiesta! Hoy celebra la Iglesia su cumpleaños, pues con el envío del Espíritu Santo sobre los discípulos cuando se encontraban reunidos, se cumple la promesa que les había hecho el Maestro antes de subir al cielo y se produce en ellos un cambio espectacular. El aliento divino los penetra con sus dones y todo cambia: la claridad inunda sus mentes y llena de sentido todo lo que habían vivido, y un impulso irrefrenable los empuja a dar testimonio. 

Para nosotros es un momento excepcional. Muchos cristianos han apuntalado su fe contemplando la fuerza del misterio que tan radicalmente transforma a los primeros componentes de la familia de la Iglesia. De estar encerrados y atemorizados, paralizados por el miedo y la incertidumbre, salen valientemente al mundo para dar testimonio de cuanto habían visto y oído, y se enfrentan decididamente a castigos, sufrimientos, trabas y persecuciones, hasta llegar a entregar su vida por el Reino que brotaba, crecía y se extendía imparable por todos los pueblos a los que pudieron llegar. 

Dentro de unos días, un grupo de jóvenes de nuestra parroquia van a recibir de manos del Obispo el sacramento de la Confirmación -su particular Pentecostés-. Aceptarán las promesas que sus padres asumieron por ellos en su bautismo, y recibirán el Espíritu Santo. Y serán enviados al mundo para que sean luz, dando un testimonio coherente y valiente de su fe. No les va a ser fácil, pero, si van bien dispuestos, mantienen su adhesión a Jesucristo y siguen enganchados a su comunidad, el Espíritu les colmará de sus dones para que perseveren por encima de decepciones, zancadillas, burlas y cuantos obstáculos puedan encontrar. 

De antemano, ¡enhorabuena! Contáis con el apoyo y el cariño de toda vuestra familia de san José, que os acompañará en este acto.

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2,1-11 

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. 

Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban: ¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? 

Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua. 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12,3b-7. 12-13 

Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. 

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,19-23 

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. 

Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: 

- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 73

La amistad de Abraham con Dios 

Christian (Cristiano o seguidor de Cristo): Alguien dijo: “El mejor regalo que uno te puede dar es su amistad” 

Abraham: Es cierto. Hay muchas cosas asombrosas en la Biblia. Pocas, sin embargo, lo son más que esto: que Dios deseara ser amigo del hombre. 

Christian: Y Dios te eligió a tí. La verdad es, amigo Abraham, que, viendo tu relación con nuestro Dios, he aprendido y “gustado” esa relación de amistad. Dios te llama “mi amigo”: Por poner un ejemplo: “Pero tú, (dice Isaías) Israel, siervo mío, Jacob, a quien he escogido, descendiente de Abraham, mi amigo”. (Is. 41,8). 

Abraham: El caso es que yo tenía a Dios como un amigo normal. Señal de eso fue el regateo que tuve con Él cuando trataba de exterminar las ciudades de Sodoma y de Gomorra. 

Christian: Siempre he gozado al ver a Dios tan cercano al hombre. Me encantaba sobremanera ver también que realizabas otra función muy importante: interceder por los que habitaban aquellas ciudades. 

Abraham: Amigo Christian, yo era consciente de que Dios me quería, a pesar de las dudas y los calentamientos de cabeza que, en muchas ocasiones, causaban en mí sus mandatos, sus promesas de descendencia que tardaban mucho en hacerse realidad, y otras muchas cosas que yo no comprendía. Dios es cercano, pero inaccesible. Sus caminos no son siempre nuestros caminos. 

Christian: Se te llama amigo Abraham, nuestro padre en la Fe. Eres fundamental no solo en la tradición judía, sino también en la cristiana e igualmente para los musulmanes. 

Abraham: El señor es bueno conmigo. No sé por qué ha hecho que mi nombre sea conocido por tantas generaciones durante tantos siglos. 

Christian: Y te seguimos recordando en este siglo XXI. Es que eres presentado como modelo de fe para el cristiano (Rom. 4,18-25): una fe que acepta la palabra de Dios, y la toma en serio; una fe plenamente confiada, que admite los planes de Dios aunque sean misteriosos y desconcertantes. Por la fe acoges a Dios mismo y su salvación (cfr. también Heb. 11,8-19). A veces me pegunto: ¿Es así mi fe? 

Abraham: Doy gracias a Dios y, lo digo con plena humildad, me alegra sobremanera cuando dicen que la historia de salvación la empieza Dios con la fe y la obediencia que he recibido de Él. 

Christian: Hoy te pido, padre Abraham, que ruegues a Dios para que mi fe sea como la tuya.

Romerías

Ahora le toca a la del Rocío, que culmina en la madrugada que sigue a Pentecostés. Antes, toda una semana de peregrinación intensa, devota y festiva, que fluye de muy distintos lugares de nuestra geografía. Una explosión de color, en la que se convive y se comparte oración, cantes, bailes y viandas. Allí se junta la gente sencilla, que pone en manos de María: trabajos, dolor, inquietudes y esperanzas, y reza y llora con devoción; la gente que va como de feria, a lucirse, comer y beber en abundancia y disfrutar de unos días de juerga, y curiosos o turistas que se limitan a ver, para después contarlo. 

Vivirán, entremezcladas, la fe, la creencia, la superstición y las tradiciones, provocando una gran diversidad de sentimientos y emociones. 

Pero, por encima de todo, el amor de la Madre volverá a aglutinar a todos sus hijos, por diferentes que sean, en torno a su regazo.

Comuniones

Como todos los años, al brillo natural del mes de Mayo se le une una fiesta grande: los niños que completan su periodo inicial de catequesis se sientan por primera vez a la Mesa del Señor, que los invita y los acoge. Un hecho para disfrutar intensamente, que no cuesta nada y los enriquece interiormente para siempre. 

Lástima que los condicionamientos sociales, propiciados por el interés comercial, transformen este gran acontecimiento en una grave carga económica para muchas familias; o que, para algunos, lo principal quede relegado a un simple pretexto para hacer una fiesta. 

En general, somos conscientes de ello, nos quejamos, pero no nos decidimos a dar el paso para romper con la situación impuesta. 

Con qué alegría asistiríamos muchos a una Eucaristía que reuniera en torno al Altar a un grupo de niños vestidos sencillamente, que recibieran con fe al Señor -que se da hecho pan-, y poder celebrarlo después en el salón parroquial con un chocolate y bizcochos. ¡Soñar cuesta tan poco…!

En esta semana

  • Día 23, 4´30 pm. Confesión de los niños de primera comunión. 
  • Día 24, 4´30 pm. Ensayo de la Celebración de la Eucaristía. 
  • Día 25. Celebraremos la Eucaristía por el gran don de la VIDA; a continuación tendremos una charla coloquio sobre el tema del aborto. Quedan invitados todos a participar. 
  • Felicitamos y damos la bienvenida a todos los niños que en esta semana han hecho su primera comunión. Esperamos que sigan unidos a JESÚS.