La Cabria, nº 171


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
3 DOM. CUARESMA B
11-MARZO-2012 B
Año -III- Nº 171

EDITORIAL

Cuaresma: tiempo de cambio

En este ya tercer domingo de Cuaresma puede merecer la pena que levantemos un poco la mirada para reflexionar acerca de nuestro camino en este tiempo litúrgico tan especial.

Desgraciadamente, lo que el pueblo llano asocia en gran medida con la Cuaresma es un tiempo de (supuesto) sacrificio, en el que se debería prescindir de la carne los viernes: poco más. Algunos incluso recordarán otras épocas en los que algunos, los más pudientes, se podían saltar ese gesto pagando una especie de impuesto. Como en tantas otras facetas, si sólo nos quedamos en eso, nos quedamos en el rito, en el gesto superficial que no nos aporta nada.

Frente a esa visión tan reducida, quizá venga bien recordar que lo que la Madre Iglesia nos propone en este período es una oportunidad especial para la conversión. Pero de nuevo las palabras nos juegan una mala pasada, porque muchos pueden pensar que ellos no necesitan convertirse, ya que son cristianos viejos: no es eso. El sentido cuaresmal de la conversión se refiere a la necesidad de cambiar en nosotros mismos todo aquello que nos separa del Evangelio, que seguramente es mucho. En ese sentido, tenemos el referente del mismo Jesús, de quien leemos el primer domingo de Cuaresma que se retiró al desierto a ayunar... para encontrar en su interior nada menos que la esencia de su mensaje y el sentido de su misión. Ayunar sólo es un medio, un gesto más o menos llamativo, pero lo importante es descubrir cada uno qué es aquello que nos separa de la misión que Dios tiene para nosotros y pensar cómo podemos cambiarlo. Lástima que la inercia de los años pueda en muchos convertir en rutina lo que de otra forma deberíamos entender como un período perfecto para sacar lo mejor de nosotros mismos. Y, al final de todo, no lo olvidemos, tenemos en mente la esperanza de la Pascua, porque si cuarenta días tiene la Cuaresma, cincuenta tiene la celebración de la Pascua. Imaginaos qué sería de este mundo si cada año todos aquellos que nos llamamos cristianos fuésemos capaces de hacer real cada Domingo de Resurrección un cambio que se notara de verdad. ¿No merece la pena intentarlo?


PALABRA DE DIOS

Lectura del libro del Éxodo 20,1‑17
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guar­dan mis preceptos.
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.

Lectura de la 10 carta de S. Pablo a los corintios 1,22‑25
Hermanos:
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados judíos o griegos, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres

Lectura del santo evangelio según S. JUAN 2,13‑25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: “El celo de tu casa me devora”. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: ¿Qué signos nos mues­tras para obrar así? Jesús contestó: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
Los judíos replicaron: Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?. Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.


HACIA DIOS POR LOS CAMINOS DE LA BIBLIA, Nº 22

La serpiente (2)

P: Creo que tenemos claro que la serpiente es el instrumento de un poder maligno, como lo atestiguan numerosos documentos de la historia de las religiones. Lo que pasa es que también en la Biblia la encontramos como instrumento de curación.

R: Es verdad que en la Biblia encontramos también la significación ambivalente de la serpiente. Cuando el báculo de Moisés se convierte en serpiente Moisés se asusta y huye, pero Dios le dice que coja por la cola la serpiente y, de nuevo se convierte en báculos, (Ex 4, 3). Serpientes venenosas azotan al pueblo en el desierto (Núm 21, 6). Pero la visión de la serpiente de bronce de bronce cura las picaduras de las serpientes portadoras de la muerte. (Núm 21, 9). La serpiente despierta temor (Eclo 21, 2), es falaz y doble.

P: Hay que ver la riqueza de conocimientos que tiene la Biblia.

R: Y qué razón llevas. El conocimiento de la Biblia por parte de muchos cristianos es, por desgracia, bastante escaso. Felicito desde esta Hoja a todos los grupos de la parroquia, que están asomándose, aunque sea tímidamente, al maravilloso mundo de la Biblia.

P: Me parece que en el Nuevo Testamento se habla algunas veces de la serpiente, ¿no es así?

R: Así es: El Señor destaca la prudencia de la serpiente (Mt 10, 16). Cuando el hijo pide a su padre un pez, no le dará una serpiente (Mt 7, 10). Promete a sus discípulos que en su nombre tomarán en sus manos serpientes (Mc 16, 18). Les da el poder de pisar serpientes (Le 10, 19). En otro lugar, la exaltación de la serpiente es símbolo de la exaltación del Hijo del Hombre en la Cruz. (Jn 3, 14).

En San Pablo la serpiente es el demonio que tentó a Eva (2 Cor 11, 3). En el Apocalipsis Satán es visto como el gran dragón (Ap 12, 9) y presentado como la serpiente antigua (Ap 20, 2).

P: Voy a procurar buscar estos textos y leerlos atentamente.


VE Y LO CUENTAS

KEPLER (Alemania, 1571-1630)
Astrónomo. Formula las leyes astronómicas que llevan su nombre. Uno de los puntales de la teoría heliocéntrica. A pesar de que su vida es muy desgraciada, escribe:

"Te doy gracias, Dios Creador, porque me has concedido la felicidad de estudiar lo que Tú has hecho, y me regocijo de ocuparme de Tus obras. Me ha cabido el honor de mostrar a los hombres la gloria de tu Creación, o, por lo menos, de aquella parte de Tu infinito reino que ha sido accesible a mis escasas luces".

"Día vendrá en el que podremos leer a Dios en la Naturaleza como lo leemos en las Sagradas Escrituras".

"Hasta ahora he proclamado la obra de Dios creador. Queda ahora por cerrar la continuación de las demostraciones, para elevar finalmente al cielo los ojos y las manos y, piadoso y suplicante rogar al Padre de las luces: Oh tú que despiertas en nosotros, por la luz de la naturaleza, el deseo de la luz de la gracia, a fin de conducirnos por ella a la luz de gloria: te doy gracias, Señor Creador, que me has deleitado con lo que has hecho y me has recogido con la obra de tus manos".

"Ahora yo he terminado la obra de mi profesión, habiendo empleado todas las fuerzas del talento que tú me has dado; he manifestado la gloria de tus obras a los hombres que lean estas demostraciones, por lo menos en la medida en que la estrechez de mi inteligencia ha podido captar su infinitud; mi espíritu ha estado atento a filosofar correctamente".

"Si he caído en la temeridad frente a la belleza admirable de tus obra., o si he buscado mi propia gloria ante los hombres, mientras avanzaba en una obra destinada a tu gloria, benigno, misericordioso, perdóname".


LO QUE NO VENDE

El pasado 20 de febrero recibimos carta del misionero linarense Jesús Castro contándonos parte de su experiencia en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Algeciras, ese centro de reclusión de inmigrantes a la espera de ser deportados a su país. Merece la pena leerla: podéis hacerlo en el blog del Arciprestazgo en este enlace. En esa carta nos habla de "Droit au but" (Directo al gol), que es el nombre de un equipo de fútbol que hicieron unos chavales del Centro para jugar un campeonato en Ceuta. En estos momentos en que parece que la dichosa crisis nos hace aún más sordos y ciegos ante la avalancha de tantos empobrecidos que tocan a las puertas de la opulencia de nuestro mundo, nosotros tenemos la obligación de oír sus voces y tratar de hacer algo por ellos.