La Cabria, nº 128


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOM. 9º t. o. A
6 MARZO 2011
Año -II- Nº 128

EDITORIAL


 CARTA A LA COMUNIDAD DE S. JOSÉ


Queridos hermanos: 

Hay una experiencia que hemos compartido un gran número de personas, sobre todo entre los pobres: cuando en la casa antigua de los padres hubo que hacer una reforma, toda la familia se implicaba y cada uno hacía lo que podía y todos soñaban con el rinconcito que les iba tocar y cómo se iba a quedar todo aquello. La casa era sentida como el nido en el que se vivía a tope la fraternidad y cada uno se sentía parte de lo que componía el hogar.

Algo parecido ha ocurrido en la comunidad de San José: todos sentíamos la necesidad de adecuar este espacio para poder sentir el calor que la comunidad respira y después de ajustarnos todo lo que hemos podido, todos nos lanzamos a una especie de aventura: renovar nuestra casa y hoy tenemos la gran alegría de volver a poner nuestros muebles y sentarnos a celebrar con la comida de la fraternidad que es la Eucaristía.

Yo siento una alegría inmensa al ver cómo habéis sido capaces de llegar hasta aquí, creo que el Señor está hoy feliz, porque lo que habéis hecho es signo de la vida que tiene la familia. Creo que os lo merecéis. Pienso que también se merecen esta alegría estos tres hermanos: PEDRO, JUANJO Y TOMÁS, que en este momento de dificultad han estado al quite; ellos entregaron en esa comunidad sus mejores años, sembraron lo más lindo de sus vidas y soñaron con esa familia que se ha venido manteniendo en medio de todas las dificultades. Yo he sido el último que he venido a integrarme en el camino que tanto tiempo lleváis recorriendo, por lo que le doy gracias a Dios y a cada uno de vosotros que me habéis acogido con tanto cariño.

Sólo quiero deciros una cosa: si hemos arreglado nuestra casa es para disfrutarla y sentirnos a gusto con ella: que cada Eucaristía, cada celebración de los sacramentos sea una fiesta llena de cariño, de acogida y de solidaridad entre nosotros.

Deseo que el Señor os siga bendiciendo y os doy un abrazo con todas mis fuerzas.

OS QUIERO, MELITÓN


PALABRA DE DIOS

Lectura del libro del Deuteronomio 11, 18. 26-28. 32
Moisés habló al pueblo, diciendo:
«Meteos estas palabras mías en el corazón y en el alma, atadlas a la muñeca como un signo, ponedlas de señal en vuestra frente.
Mirad: Hoy os pongo delante bendición y maldición; la bendición, si escucháis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy; la maldición, si no escucháis los preceptos del Señor, vuestro Dios, y os desviáis del camino que hoy os marco, yendo detrás de dioses extranjeros, que no habíais conocido.
Pondréis por obra todos los mandatos y decretos que yo os promulgo hoy. »
Palabra de Dios.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 3, 21-25a. 28
Hermanos: Ahora, la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los profetas, se ha manifestado independientemente de la Ley.
Por la fe en Jesucristo viene la justicia de Dios a todos los que creen, sin distinción alguna. Pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de Cristo Jesús, a quien Dios constituyó sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre.
Sostenemos, pues, que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley.
Palabra de Dios.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día, muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?"
Yo entonces les declararé: "Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Mi querido Maestro: En primer lugar te doy gracias porque nos marcas el camino que nos lleva al reino de los cielos. No consiste en palabras sino en obras. Nos dices que es preciso cumplir la voluntad del Padre.

+Jesús: Así es. Las palabras si no van acompañadas de las obras, son como la arena, que se la lleva el viento.

N: Eso está claro. Dice el refrán que “obras son amores y no buenas razones” pero amigo Jesús, me gustaría que me explicaras un poco cuál es la voluntad del Padre.

+Jesús: Solo con muy pocas palabras.: Dios quiere que todos sus hijos, (todo ser humano), tengan vida y vida abundante. Dios Padre ama a todos y por eso me ha enviado a mí como la Vida del mundo.

N: Ahora comprendo mejor. Con solo palabras no se puede construir un mundo de hermanos. No es suficiente decir Señor, Señor, ni profetizar, ni echar demonios, ni hacer milagros buscándose a sí mismo y presentarse después con todo eso como méritos propios.

+Jesús: Claro, amigo. Por eso mi discípulo y escritor Mateo, acertó muy bien al escoger lo que yo dije en el sermón de la montaña: que es preciso “edificar la casa sobre roca y no sobre arena”.

N: El ejemplo es clarísimo. Si una casa no tiene buenos cimientos no es posible que dure en pie mucho tiempo.

+Jesús: Recuerdo el día que, al pasar por una aldea, estaban abriendo unos cimientos para una casa. No hacían nada más que ahondar y ahondar, hasta que llegaron a una roca. El maestro de obras dijo: ya hemos llegado. A los dos años pasé por allí y la casa estaba en pie, a pesar de los inviernos crudos que habían pasado.

N: Aplicado esto a nuestro templo (pues somos templos de Dios, como dice tu Apóstol Pablo) podemos decir que la Roca tienes que ser Tú. Es en ti, querido Maestro, en quien tenemos que estar cimentados. De nada valen los continuos rezos, las novenas, los quinarios, ni el simple cumplimiento del precepto dominical, ni otras muchas cosas que hagamos apartados de ti. Tú mismo nos dices: “sin mí no podéis hacer nada”

+Jesús: Te expresas muy bien. Todo eso que acabas de nombrar son como la arena. Quien construye su templo sobre esas cosas lo está haciendo sobre arena. Más todavía su edificio como creyente se derrumbará por sí mismo, entre otras cosas porque le falta lo que es fundamental: el AMOR.

N: Mi querido amigo Jesús: Ayúdame, (ayúdanos) a no conformarnos con decir “Señor, Señor” Que estemos, como seguidores tuyos, vitalmente unidos a ti, que eres la Roca.


VE Y LO CUENTAS

El próximo día 9, es miércoles de ceniza. Es el comienzo de uno de los tiempos fuertes de la vida cristiana: LA CUARESMA. Abrimos esta etapa de preparación con un gesto muy sencillo: la imposición de la ceniza representa la destrucción y reconocimiento de nuestros muchos fallos, de nuestros errores… quemar todo aquello que endurece nuestro corazón: el odio, el rencor, la envidia, lo celos, que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos.

Es el comienzo de ese tiempo en que se nos concede la oportunidad para poner un poco de orden en nuestra vida interior, hacer silencio en nuestro corazón para poder comprender nuestra necesidad de cambio, hacer un signo de humildad para ponernos en paz: con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.

Hagamos todos ese primer signo de humildad expresando nuestra debilidad humana y nuestro deseo de “quemar” todo aquello que nos aparta y nos impide ser trabajadores del Reino, asistiendo el miércoles a la Eucaristía y a la imposición de la ceniza en la que se nos recuerda la finitud de nuestra vida: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver”.


LO QUE NO VENDE
EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA

Es tradición de la Iglesia guardar el ayuno y la abstinencia.

Hoy día, en nuestra sociedad hedonista y consumista, y en la que las tradiciones, especialmente las familiares y religiosas, están siendo erradicadas, es impensable, es cosa de carcas y retrógrados esa tradición. Hoy no vende y parece imposible que exista un tiempo en que haya que privarse de algo que nos produzca placer. 

No se trata de ponernos a dieta para mejorar el tipo, hoy estamos hartos de carne y de manjares, pero es mucho más fácil y llevadero abstenerse de la carne que de la TV, del móvil, del Internet, de los programas basura, de comprar cosas que no nos sirven; es mucho más fácil cumplir con la norma de no comer carne los viernes de cuaresma que abstenerme de la cerveza diaria o del café.

Tampoco les vendría mal a nuestros niños, aprovechando este tiempo, hacerles ver que no siempre es bueno tener todo lo que se desea y en el momento en que se desea. Enseñarles a compartir algo de lo que derrochan con aquellos que tienen que ayunar y privarse a la fuerza.


EN ESTA SEMANA

Día 9, 7 de la tarde, imposición de la ceniza.