La Cabria, nº 124


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOM. 5º t. o. A
6 FEBRERO 2011
Año -II- Nº 124
EDITORIAL




“LOS CANDILES”
En ausencia de nuestro párroco, al que tanto queremos y echamos de menos, la guía pastoral de nuestra parroquia quedó en manos de dos curas excepcionales: D. Pedro y D. Juan José. 

En segundo plano, un grupo de personas –a las que queremos rendir homenaje- dan luz y hacen que funcione todo lo demás. 

Como botón de muestra, queremos referirnos hoy a nuestra querida hermana Carmen. Cada día, está pendiente de todo lo que el sacerdote necesita; cuidando de que ropas, libros, purificadores… estén limpios y en su sitio, antes de cada celebración. El domingo, además de llevar la comunión a los enfermos, está presente en las tres Misas, lista para ayudar. Hace el traslado del Señor desde la capilla de las Hermanas de la Consolación al salón parroquial y a la inversa, con todo el respeto y delicadeza que el Señor merece. Y anima, con su buena voz, a que todos cantemos en acción de gracias a Dios, en cada Misa.

El coro empezó con ella. De ella aprendimos nuestros primeros cantos y, siguiéndola, nos atrevimos a cantar juntos. Surgió como continuación a las reuniones que teníamos para la preparación de las misiones. Nos sentimos tan a gusto, que la idea de continuar juntándonos una vez por semana nos hizo felices a todos.
Gracias, hermana Carmen, porque has aportado a nuestro corazón muchos buenos “momentos”.

Y a todos esos “candiles”, que hoy personalizamos en Carmen, gracias por “tirar del carro”


PALABRA DE DIOS

Lectura del profeta ISAÍAS 58,7 -10
Así dice el Señor: «Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: “Aquí estoy.” 

Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía.»
 
Lectura de la primera carta de S. Pablo a los CORINTIOS 2,1 5
Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.

Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Lectura del santo evangelio según S. MATEO 5,13 16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Amigo Jesús, mi Señor y Salvador: Me encanta cuando utilizas las cosas de la naturaleza para aplicarlas a la vida: las flores del campo, los lirios, las mieses, la higuera, el agua, las nubes, la levadura…Y hoy la luz y la sal.

+Jesús: Es que, apreciable amigo, la naturaleza es la gran enciclopedia que el Padre Dios nos ha dejado. Las cosas son pinceladas que el gran Artista, fuente de la vida y de la belleza, nos ha dejado en su grandiosa obra de la creación y todas son encantadoras. 

N: Lo que pasa es que no siempre nos fijamos en ellas para contemplar sus colores, su armonía, su belleza y su encanto. Hoy, querido Maestro, nos dices que somos la luz del mundo y la sal de la tierra.

+Jesús: Así es. Vosotros, mis amigos; mis compañeros; mis colaboradores en la construcción del Reino de Dios; mis hermanos, sois luz en medio de este mundo, en el que muchos “caminan en tierra y sombras de muerte”.

N: Señor Jesús: Tú te autodefines como la Luz del mundo, pero nosotros ¿cómo podemos ser luz en este mundo?

+Jesús; Entrañable amigo, te voy a contestar con palabras del profeta Isaías; Cuando partes el pan con el hambriento; cuando hospedas a los pobres sin techo; cuando vistes al que está desnudo; cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia brillará tu luz en las tinieblas; tu oscuridad se volverá mediodía.

N: Es decir, amigo Jesús: que nosotros debemos estar muy comprometidos en hacer un mundo más justo, más humano, más fraterno, más pacífico, en el que todos podamos ser más felices. ¿Y eso de que tenemos que ser sal de la tierra?

+Jesús: Pues mira: La sal la utilizamos para preservar los alimentos de la corrupción. Esa es una misión importante en este mundo, en el que abunda tanto la corrupción en todos los campos de la vida social. 

N: No digamos, querido Jesús, en el campo de las relaciones sociales. A veces, nos encontramos con familias, sí, familias que están envenenadas porque han secado la inestimable planta del amor al regarla con el agua corrompida de la envidia o de la avaricia. ¿Y de que más formas podemos ser sal de la tierra?

+Jesús: Dando buen sabor a la vida. Es preciso echarle sal a vida, saborear la vida, gustar la vida, paladear la vida. Llevar y contagiar la alegría de vivir, mostrar en nuestro rostro la ilusión por la vida compartida y convertida en donación. 

N: Para esto, mi querido amigo Jesús, necesitamos tu ayuda.

+Jesús: Es cierto. Hay que vivir muy unidos, porque es verdad que “sin mí no podéis nada”, pero no es menos cierto que vosotros sois mis pies y mis manos, mis ojos, mi boca, mi mirada y mi sonrisa. Eso sí, siempre estaré cono vosotros.

Finalmente te digo, amigo y compañero, que para ser sal es preciso penetrar en los ambientes (como la sal en los alimentos), y disolverse uno en constante servicio a los demás, especialmente a los más necesitados. La sal metida en un frasco no sirve para nada. Igual que la fe intimista y encerrada es una fe muerta.

N: Ayúdanos, amigo Jesús, a ser LUZ Y SAL DE LA TIERRA.


VE Y LO CUENTAS

ACTO DE “LOS ESTUDIANTES”
Los hermanos de esta Cofradía nos pasan una nota informativa que publicamos para que sea conocida por todos:
EL DOMINGO DIA 30 DE ENERO LA JUNTA DE GOBIERNO DE LA HERMANDAD SE DESPLAZÓ A GINES PARA INTRODUCIR EL PERGAMINO QUE ESTARÁ DENTRO DE LA IMAGEN DEL SANTISIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE PARA SIEMPRE, Y ASÍ, CUANDO NO ESTEMOS, PASEN SIGLOS Y ALGUIEN QUIERA INDAGAR SOBRE LOS QUE HICIERON POSIBLE QUE ESTA SOBERBIA IMAGEN ESTÉ EN LINARES, ALLÍ ENCONTRARA LA INFORMACIÓN, DENTRO DEL CUERPO DE NUESTRO SEÑOR.
LA IMAGEN, PARA EL DIA 30, ESTABA TOTALMENTE TERMINADA DE TALLA EN MADERA, A FALTA DE POLICROMAR. LAS FIRMAS QUE LLEVA EL PERGAMINO SON LAS DEL SECRETARIO, HERMANO MAYOR, VICE-HERMANO MAYOR, ADMINISTRADOR Y NUESTRO DIRECTOR ESPIRITUAL.
Nuestra enhorabuena a este grupo de hermanos que tan bien está trabajando.


LO QUE NO VENDE

ASAMBLEAS FAMILIARES.
Es frecuente, en las conversaciones entre personas mayores, percibir la añoranza por un valor que se va perdiendo: la relación entre vecinos. 

Por otro lado, el hablar de Dios se ha ido reduciendo al entorno del templo, cuando debería ser lo más normal en la vida del cristiano. La presencia de Dios tiene que condicionar toda nuestra actividad diaria, allá donde nos encontremos.

Las asambleas ayudan a paliar ambas carencias: recuperar la relación entre vecinos y poner a Dios como referencia normal en nuestras conversaciones con los demás.

Os invitamos a que os suméis a la más cercana, o a poner en marcha una nueva. Sólo hay que dedicar una hora al mes y estamos seguros de que, como a los que ya estamos en ellas, os resultará grato compartir opiniones y experiencias.


EN ESTA SEMANA

El lunes, día 7, a las cinco de la tarde, reunión de los monitores de asambleas para la preparación del cuaderno nº 7.