La Cabria, nº 110



HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
31º DOM. t. o. C
31 octubre del 2010
Año -II- Nº 110


EDITORIAL


TESTIMONIO DE AMOR
Ocurrió en la sala de espera de las consultas de rehabilitación del Hospital de San Agustín.
Esperábamos turno, cuando se acercó una señora que empujaba una silla de ruedas en la que traía a su hija, de alrededor de 8 años de edad, con síntomas de padecer una parálisis cerebral o algo similar. Sus movimientos, dificultosos y descoordinados, captaron la atención de todos, provocando un sentimiento de compasión hacia ella y hacia su madre.

Tras un breve saludo, se sentó, acercó a la niña a su lado y comenzó a hablarle. No hubo tregua. Con todo cariño, pero, al mismo tiempo, con toda firmeza, estableció un diálogo que, a priori, no parecía posible. A cada pregunta, a cada comentario que partía de la madre, respondía la hija con gestos de la boca y un apenas esbozado lenguaje de signos, con los torpes movimientos de sus manos que, admirablemente, aquélla iba descifrando. Sílaba a sílaba, palabra a palabra, a todos nos hacía inteligible lo que decía la pequeña. Los sentimientos fueron cambiando a su alrededor. Interiormente, valoramos la atención exclusiva, intensa, infatigable de esa madre hacia su hija, de la que hablaban a voces los resultados. Y nos llenamos todos de admiración.

Varias veces, los sanitarios del área, al ver a la niña, se acercaron con cariño a saludarla y a interesarse por ella. La conocían de ocasiones anteriores. Presa de una risa nerviosa parecía querer eludir la respuesta a estos profesionales, pero la madre no le dio opción. Con gesto dulce, primero, la tranquilizó, y, después, la obligó a responder a cada uno.

Y nosotros, no pudimos reprimir una sonrisa, dar gracias a Dios, y pensar: “Esto es querer y esto es educar”.


PALABRA DE DIOS


Lectura del libro de la Sabiduría 11, 22-12, 2
Señor, el mundo entero es ante tÍ como grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra. Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan.
Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.
Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido? ¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado? Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
Todos llevan tu soplo incorruptible. Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor.
Palabra de Dios

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 11-2, 2
Hermanos:
Pedimos continuamente a Dios que os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.» Él bajó en seguida y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.» Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.»
Jesús le contestó: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.»
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Otro publicano, amigo Jesús. Además se trata de un publicano especial: feje de publicanos y rico.

*Jesús: Un hombre marginado, mal querido por no decir odiado en su ciudad, Jericó. Marginado por su oficio y por la forma de ejercerlo. Se había hecho rico con el dinero de los demás.

N: Tiene que ser muy duro el verte rechazado; que todos te miren de soslayo; que nadie te hable afablemente; que guarden silencio al hacerte presente; que te hagan el cerco, que te rechacen.

*Jesús: Yo creo que esta dolorosa sensación de soledad era lo que más hacía sufrir a Zaqueo. No hay peor cosa que el rechazo y la marginación social.

N: Querido Jesús, amigo de la vida, ¿no crees que, en realidad, lo que buscaba Zaqueo era alguien con quien encontrarse, alguien que le diera entrada en su propia vida, alguien con quien conectar cordialmente?

*Jesús: Llevas toda la razón. Y no sabes la alegría que me dio al verlo encaramado en aquella higuera. Se reprodujo en mí el gozo que sintió el padre del hijo pródigo; se hizo realidad lo que yo digo muchas veces: “hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepiente…”. Llevado por ese impulso primario, lo nombré con su propio nombre: Zaqueo, le dije, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.»

N: ¿Y cuál fue su reacción? ¿No dio un salto desde la higuera?

*Jesús: No pero sí llegó a tierra firme antes de lo que él mismo esperaba y, mientras unos se extrañaban y otros murmuraban, entramos en su casa y comimos y bebimos juntos y Zaqueo se comprometió a devolver más de lo que había robado y a dar a los pobres la mitad de sus bienes.

N: Muy querido amigo Jesús: te causaría pena y tristeza el ver cómo la gente te criticaba porque habías entrado y comido en la casa de un pecador. A mí también me duele la facilidad con que criticamos y marginamos a la gente que no nos cae bien, y a los que consideramos pecadores. Tienes que ayudarnos, Señor, porque somos más fáciles para marginar que para admitir con un corazón abierto a los que no piensan ni viven como nosotros.

*Jesús: También a mí me preocupa que se encuentren dentro de las comunidades cristianas gente que no cuenta, así como las que dicen vivir su fe sin preocuparse de los sectores más abandonados de la sociedad.
Te transcribo una de las frases que vienen hoy en la primera lectura, dirigidas a nuestro Padre común:. Todos llevan tu soplo incorruptible. Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor. A todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.


VE Y LO CUENTAS

Mañana, día 1, celebramos en la Iglesia algo importante: que hayan sido parte de ella esa multitud de “Santos sin título oficial” que contribuyeron a hacerla grande. Personas que pasaron haciendo el bien discretamente, sin hacer ruido, pero dejando una profunda huella entre la gente que tuvo la suerte de tenerlos a su lado, porque hicieron de su vida una donación a los demás, despreocupándose de ellos mismos.

Seres humanos sencillos, limitados e imperfectos, que con el don de la fe, trabajo y tesón, se forjaron buenos cristianos.

Ellos entendieron que venimos al mundo como los obreros a la viña del Señor: para echar una jornada a su favor, confiando en la promesa de que, al final del día, el salario siempre excederá nuestros méritos.

Roguemos a Dios para que siga dando muchos santos a su Iglesia, que sigan sembrando el bien, y hagan crecer y fructificar los valores del Evangelio.


LO QUE NO VENDE

Desde aquí queremos hacer llegar nuestro agradecimiento a un colectivo de mujeres que se integran en la “Asociación del Taller de Cerámica de Linares”. No tienen la sede en nuestra parroquia, pero siempre están dispuestas a dedicarnos su tiempo y su colaboración para los distintos proyectos que ponemos en marcha.

Han aportado trabajos para sorteos, donativos, cuotas para hacer llegar a los niños abandonados de Ecuador y, de los fondos de la asociación, han librado ingresos para las ONG de la Iglesia que atienden a los damnificados por las catástrofes. Y ahora, ya preparan con ilusión una nueva tarea para nuestro templo.

Es bonito y ejemplar que, de una actividad recreativa artística-artesanal, surjan estas acciones dignas de ser conocidas y reconocidas por todos.


EN ESTA SEMANA
  • Este mes, la Iglesia, tradicionalmente lo dedica a recordar a sus difuntos, como una proclamación de las verdades que confesamos: creemos en la resurrección de los muertos y en la comunión de los santos. Por ello, el día 2, fiesta de los difuntos, celebraremos dos Eucaristías: una a las 7 de la tarde y otra a las 8´30, para las que se invita a que todo el que desee, dé el nombre de sus familiares a quienes quiere que tengamos presente.
  • La COFRADIA DE LOS ESTUDIANTES ha abierto sus puertas para ayudar a los niños que lo necesitan con clases de apoyo en su Casa de Hermandad. Es una prolongación de lo que se hace en la Casa de Acogida de las Hermanas de la Consolación. ¡No perdamos la oportunidad!