La Cabria, nº 111


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
32 DOM. t. o. C
7-NOV. del 2010
Año -II- N 111


EDITORIAL
MÁS CULTURA DE LA MUERTE
Recientemente se ha publicado un artículo en un periódico de tirada nacional sobre un avance científico que permitiría detectar trastornos como el autismo, la depresión, la ansiedad o incluso la esquizofrenia, en etapas muy tempranas del embarazo. 

Lo triste de la noticia es que ello no parece ir en la dirección de tratar de corregir esos trastornos, como sería deseable en un sano desarrollo de una ciencia dirigida al bienestar del ser humano, sino que esa posibilidad se planteaba para poder dejar a los padres la opción de abortar, si lo desean. La idea sería, tal y como se planteaba por parte de la psicóloga infantil que difundía la noticia, la de decirle a unos padres “Miren, su hijo tiene una probabilidad del … 70% de padecer autismo, o depresión, o ansiedad, o hiperactividad, o…: ¿quieren abortar o prefieren tenerlo?”. A nosotros esto nos parece una aberración sólo concebible en una sociedad enferma de egoísmo e insolidaridad. Lo más triste es que, aunque no nos demos cuenta, eso mismo ya está pasando. Se trata de las personas con síndrome de Down. Desde los años 50, la prueba de la amniocentesis permite detectar con pocas probabilidades de fallo, el síndrome de Down en los no-nacidos. Pues bien, el 80% de los padres a quienes se les ofrece la posibilidad de abortar porque su hijo padece este síndrome, lo hacen, de manera que en los últimos años, la población de personas con síndrome de Down ha disminuido un 30%. 

Un aviso a navegantes. En la noticia del periódico se decía que esta posibilidad de abortar sería más complicada en países católicos. En efecto, debemos estar preparados y alerta, porque nosotros, como cristianos, no podemos permitir una nueva vuelta de tuerca en este sentido, y lucharemos para que esto no sea posible. No se trata de una postura ideológica, ni filosófica, ni antropológica. Es simple y llanamente, la defensa del más débil que Jesús de Nazaret llevó siempre a su último término.


PALABRA DE DIOS

Lectura del segundo libro de los Ma-cabeos: 7,1-2. 9-14
En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley. El mayor de ellos habló en nombre de los demás: “¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres.
El segundo, estando para morir, dijo: “Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna.”
Después se divertían con el tercero. Invitado a sacar la lengua, lo hizo en seguida y alargó las manos con gran valor. Y habló dignamente: “De Dios las recibí y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios”.
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos. Cuando murió éste, torturaron de modo semejante al cuarto. Y cuando éste estaba a la muerte dijo: “Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará. Tú en cambio no resucitarás para la vida eterna”.
Palabra de Dios

Lectura de la segunda carta de S. Pa-blo a los Tesalonicenses. 2,15-3,5
Hermanos: Que Jesucristo nuestro Señor y Dios nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, os consuele internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas. Por lo demás, hermanos, rezad por nosotros, para que la Palabra de Dios siga el avance glorioso que comenzó entre vosotros, y para que nos libre de los hombres perversos y malvados; porque la fe no es de todos.
El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del mal. Por el Señor, estamos seguros de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos enseñado.
Que el Señor dirija vuestro corazón, para que améis a dios y esmeréis en Jesucristo.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según S. Lucas. 20,27-38
En aquel tiempo se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección y le preguntaron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella.
Jesús les contestó: “ En esta vida hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos, no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob” No es dios de muertos, sino de vivos: porque para Él todos están vivos.
Palabra del Señor

DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Amigo Jesús: Vaya preguntita que te hicieron los saduceos. La verdad es que uno se queda cortado cuando lee esto en el evangelio.
*Jesús: Sabiendo quiénes y cómo pensaban los saduceos era fácil, no convencerlos, pero sí callarlos.
N: Perdona, Maestro. ¿Y por qué se llamaban así?
*Jesús: Es que eran descendientes del sumo sacerdote Sadoc, de la época de Salomón. Eran extremadamente autosuficientes, hasta el punto de negar la intervención de Dios en los asuntos de la vida diaria. Negaban cualquier resurrección de los muertos y por lo tanto creían que no había ningún castigo o recompensa después de la vida en la tierra. Eran ricos y gozaban de mucho poder, tanto en el templo come en la sociedad civil.
N: Amigo Jesús, ahora comprendo por qué te hicieron esa pregunta. Se quedarían cortados con tu respuesta.
*Jesús: Así es. Les hizo pensar mucho lo de Moisés. Se quedaron como avergonzados, ya que para ellos lo único válido era la Palabra escrita.
N: Me encanta, querido Maestro, cuando dices que los que participan en la resurrección ya no pueden morir, “son como los ángeles; son hijos de Dios. Y que Dios, -nuestro Dios-, no es un Dios de muertos sino de vivos”.
*Jesús: “Yo he venido para que tengan vida y vida abundante” “Yo soy la resurrección y la vida” dije cuando la resurrección de mi amigo Lázaro. Yo soy el Pan de Vida; el que come de este Pan vivirá para siempre.” “Yo soy el agua viva”.
N: Me da alegría cuando dices estas cosas. Nosotros decimos también: esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Pero, amigo Jesús, pienso que la resurrección es la meta, hacia la que vamos caminando y nos acercamos y la gozamos ya en la medida que vamos sembrando vida.
*Jesús: Eso está muy bien dicho y, cuando se hace, está muy bien hecho. Nuestro Padre Dios quiere que se noten ya los efectos de lo que será el mundo, cuya puerta es la resurrección; lo que llamamos el cielo.
N: Pero creo (y no quiero ser pesimista) que estamos demasiado distraídos con nuestros templos, con nuestros cultos, con nuestras devociones, con nuestros rezos, con nuestras prácticas religiosas, con nuestros esquemas, con nuestras tradiciones, con nuestras costumbres, en detrimento de lo que debe ser nuestro comportamiento: luchar por el bien, por la verdad, por la justicia, fomentando la vida para todos, con la atención puesta en los más necesitados.
*Jesús: Llevas razón. Es preciso cambiar, sabiendo que cualquier gesto hecho por amor, será recogido por el Dios de la vida. Esa es también nuestra esperanza.


VE Y LO CUENTAS

La semana pasada Cáritas Española presentó su informa anual corres-pondiente al año 2009. 

En él aparecen cifras escalofriantes sobre el alcance que la crisis está teniendo en los más débiles.

Pero lo que nos ha llevado a recordar esa noticia en esta sección es que su difusión ha ido acompañada de bastantes parabienes en muchos medios de comunicación, incluso en los menos afines a la Iglesia. 

Pues bien, es bueno que se sepa que Cáritas lleva 50 años ahí, haciendo el bien día tras día, como una manifestación de la fuerza de la acción social de la Iglesia. Sería bueno que si nos hablan de lo bien que está que Cáritas haga lo que hace, recordemos que lo hacemos como parte de nuestra fe, porque no podemos hacer otra cosa. Dicho de otra forma, Cáritas es la Iglesia y la Iglesia es Cáritas.


LO QUE NO VENDE

Recientemente unos amigos nuestros se han casado, lo cual, en principio, no debería ser noticia. Pero lamentablemente, en los tiempos que corren sí es noticia que lo hayan hecho como lo han hecho. Lo han hecho por encima de los que les decían "probad primero y si no os va bien, pues lo dejáis", pero también por encima de quienes les asustaban con "¡Dónde váis, si no trabajáis los dos, ni tenéis un puesto fijo, ni os habéis comprado el piso!" Y es que hoy en día, en muchos ambientes, no vende casarse por amor. Parece que te casas cuando no queda más remedio, por aquello del reloj biológico, con todo puesto, como dicen por aquí, pero con el tiempo justo para tener hijos (pocos) y la ilusión caducada.
Así que tenemos que desearles lo mejor a nuestros amigos y a todas las parejas que en su noviazgo sientan los pilares de un auténtico matrimonio cristiano, en el que por encima de las comodidades y las seguridades económicas está el amor verdadero de dos personas que quieren compartirlo durante el resto de sus vidas.


EN ESTA SEMANA

Nuestra felicitación especial a nuestros amigos del Grupo de Teatro La Cabria, que ayer estrenaron la obra “El Genio Alegre”, con gran éxito de público y crítica. ¡Sois los mejores!

La Cofradía de los Estudiantes reinició ayer la celebración mensual de la misa en la Parroquia en honor a sus sagrados titulares. Se trata de una actividad que se realizará el primer sábado de cada mes.