La Cabria, nº 114


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
1er DOMINGO DE ADVIENTO, CICLO A
28 NOV del 2010
Año -II- Nº 114


EDITORIAL

El domingo pasado concluíamos el año litúrgico, que nos recuerda la historia de la salvación en la que Dios vive y está presente en nuestro caminar, y proclamábamos que Jesús es el Rey del universo. Él es dueño y señor de todo lo que existe y de la misma historia; el que le da sentido a todo, independientemente de que cada uno de nosotros andemos todo lo despistados que queramos.

Hoy comenzamos el tiempo litúrgico del ADVIENTO que nos recuerda todas las “esperas” y todas las “esperanzas”, deseos, ilusiones, y hasta necesidades de la humanidad, indicándonos que la fuente que sacia todas nuestras expectativas la tenemos a nuestro lado: basta con acercarse y beber hasta saciarnos.

El gran peligro que existe es que no “esperamos” ni “deseamos” algo transcendente, sino que exigimos que Dios nos dé las cosas materiales hechas, algo así como el niño caprichoso que se niega a mover un dedo y exige todos los caprichos, o como el país que quiere la paz, el progreso, la justicia… pero en el que nadie está dispuesto a hacer lo más mínimo y solo exige derechos sin reconocer ni una sola obligación.

Puede servirnos como ejemplo el arreglo que estamos haciendo a nuestro templo: llevamos dos años queriendo darle un cambio, ilusionándonos… pero para poder vivirlo, hemos tenido que emplearnos a fondo, empezar a cambiar, a arrimar todos el hombro y, de esa manera, podemos basar una esperanza de un cambio en su imagen. Pero de nada valdría que cambiemos el templo si es que no va acompañado de un cambio interno en cada uno con el que estémos dispuestos a abandonar ciertas posturas anquilosadas y convencernos que cada uno tenemos nuestro puesto en la familia y que no podemos estar esperando que alguien venga a suplicarnos que nos acerquemos, nos sentemos y participemos.


PALABRA DE DIOS

Lectura del Profeta Isaías. 2,1-5
Visión de Isaías hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: “Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del dios de Jacob”.

Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor.

Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados; de las lanzas podaderas.

No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestraron para la guerra. Casa de Jacob, ven; caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los romanos. 13,11-14.
Hermanos: Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de espabilarse, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.

Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo y que el cuidado de vuestro cuerpo no fomente los malos deseos.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según S. Mateo. 24,37-44
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Lo que pasó en tiempos de Noé, pasará cuando venga el Hijo del Hombre”.

Antes del diluvio la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y, cuando menos lo esperaban, llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del Hombre: dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra se la dejarán.

Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Amigo Jesús: hoy empezamos un nuevo año litúrgico. Nuestra vida se desarrolla en el regazo del tiempo y del espacio. Esta es la razón por la que tenemos que organizarnos y determinar cuándo y dónde vamos a realizar las variadas actividades que van configurando nuestra vida.

*Jesús: Sí, ya sé que también a mí me asociáis a los parámetros del tiempo y del espacio. Nos encontramos juntos cuando os reunís en mi nombre, cuando recordamos y celebramos los grandes acontecimientos de mi estancia aquí en la tierra y también cuando de forma más privada hablamos y pasamos juntos un ratito de oración.

N: Así es, amigo Jesús. Queremos ahora, durante cuatro semanas, prepararnos para celebrar la fiesta de Navidad, es decir: tu encarnación y nacimiento en Belén, el acontecimiento más importante en toda la historia humana.

*Jesús: También yo gozo con vuestras celebraciones, por lo que quiero ayudaros recordándoos las misma cosas que decía a mis contemporáneos para que no perdieran el camino del Reino. Veo que en estos tiempos es facilísimo perder el sentido de las fiestas navideñas. Es preciso estar vigilantes y no caer en el puro consumismo; comer, beber, divertirse, regalos a los niños…

N: Es verdad, mi querido Señor. Necesitamos, como nos dices, estar vigilantes. Nos aturden con tantas llamadas, con tantos ruidos, con tantas luces, con tantos cotillones, con tantas formas puramente paganas de celebrar la Navidad, y fácilmente podemos olvidarnos de lo principal: que Tú, Jesús, Dios como el Padre y el Espíritu, te has hecho hombre, uno de tantos; no has tenido en cuenta tu condición divina y te has hecho nuestro esclavo. Te colocamos en el Belén con José y tu Madre, María, con los pastores, los magos… el buey y la mula…

*Jesús: Y muchas cosas más. Hasta deseáis llevaros el premio…Pero hay que estar vigilantes; tener los ojos abiertos, muy abiertos para descubrir tantos hermanos que viven en los cinturones de las grandes ciudades y no viven sino que malviven. Desprovistos de lo estrictamente necesario para sobrevivir, muchas veces y en muchos lugares son los olvidados. “Lo que hagáis con uno de estos me lo hacéis a mí”.

N: Y qué razón tienes, mi querido amigo. Con qué facilidad nos dejamos llevar por el ambiente. Estamos inmersos en una cultura privilegiada del presente, y no tenemos ojos para mirar ni oídos para escuchar llamadas que vienen de más allá de nuestro cerrado horizonte puramente material.

*Jesús: Me alegra que hables así, pues eso demuestra que conoces el ambiente en que vives. Y es ahí, en esa sociedad, en ese ambiente, en ese clima donde hay que vivir y celebrar este tiempo de preparación para la Navidad, y también las fiestas navideñas. Es preciso mirar el mundo, pero también es necesario, yo diría que es muy necesario, mirar al corazón.

N: Gracias, amigo Jesús. Que las Eucaristías de estos domingos de Adviento nos lleven a estar vigilantes y a reconocerte y a encontrarnos contigo y con nuestros hermanos, especialmente con aquellos que nos necesitan.


VE Y LO CUENTAS

Viendo los medios de comunicación audiovisuales, sobre todos los visuales, me dan ganas de felicitaros ya las navidades. Parece que el próximo 24 de noviembre es nochebuena y el 25 de noviembre ya es Navidad.

Si por el poder económico y materialista fuera, ya sería Navidad. Pero esa falsa Navidad que nos quieren hacer llegar es de consumismo, vacía, sin sentido, de despilfarro y amoral.

Hace un cierto tiempo, a un niño que estaba tocando en una banda de Semana Santa le pregunté si sabía por qué se celebraba la Navidad. Su contestación fue cesarina: "no lo sé, solo sé que es fiesta y que hay regalos". Este es el tipo de sociedad a la que nos quiere llevar el dinero, "EL CESAR", haciéndonos ovejas de un rebaño sin rumbo cuyo pastor es el dinero.

¡Cuidado con esta trampa que nos ponen. Y tengamos claro el deber que tenemos de inculcar que a Dios hay que dar lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.


LO QUE NO VENDE

LA PREGUNTA DEL MILLÓN
La pregunta del millón, sí, es la que normalmente hacen una gran cantidad de padres cuando vienen a apuntar a sus hijos para la catequesis: “¿Cuántos años dura esto? Cuando se les responde que CUATRO hacen un gesto de resignación indicando que ¡si no hay más remedio…!

Yo me pregunto si hacen la misma pregunta cuando los matriculan en la escuela y si tienen la misma sensación de fastidio. ¿Qué no es igual? ¡Depende lo que miremos y cómo lo miremos! Porque si miramos al niño, que es a quien hay que mirar, tan importante como su crecimiento intelectual es el crecimiento espiritual, moral y social y nada más valioso que el conocimiento de Jesús y de sus principios de amor, de paz, de verdad y de justicia para que una persona crezca con toda dignidad…. Pero tristemente, esto no vende hoy.


EN ESTA SEMANA

  • Día 29. Reunión con padres de 2º
  • Día 30. Reunión padres de 4º
  • Día 1. Reunión con padres de 3º
  • Día 2. Reunión con padres de 1º
  • Día 29, 19´30 h. Reunión con monitores de asambleas