La Cabria, nº 107


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
28º DOM. t. o. C
10 de OCTUBRE del 2010
Año -II- Nº 107


EDITORIAL

Protestas cuando te dan
un producto caducado
y no protestas si el pobre
muere sin caducidad.
Protestas si te devuelven
menos de lo estipulado
y tú no mueves un dedo
por devolver la Igualdad.
Protestas cuando te multan
por saltarte una señal
y recuerda que te saltas
señales de humanidad.
Mientras te pones morado
Muchos no tienen ni pan
Mientras enciendes tu móvil
Otros no pueden hablar.

Pensemos durante unos minutos en lo que nos die la letra de esta canción. Efectivamente protestamos, protestamos por todo aquello que consideramos una injusticia para nosotros pero con demasiada frecuencia nos quedamos ahí. Tenemos derecho a protestar, nadie lo cuestiona, pero tenemos obligación de hacerlo también por aquellos que no tienen voz porque la injusticia, el hambre, la pobreza, la marginación… los ha silenciado. No vayamos muy lejos. Por ejemplo, en Linares más de una década ha sido necesaria para que el albergue para transeúntes llegue a ser una realidad (parece que para este invierno estará en funcionamiento), nadie quería tenerlo en su barrio y se hizo hasta una votación para decir SÍ o NO A UN DERECHO QUE TIENEN ESAS PERSONAS. ¿Cuál sería nuestra reacción si se llevara a votación uno de nuestros derechos fundamentales?
Termina la canción diciendo que nuestras protestas no dan vida que tenemos que inventar nuevas protestas que sueñen otro mundo y después de protestar tenemos que intentar hacerlo realidad. “El que tenga oídos que oiga”.


PALABRA DE DIOS

Lectura del segundo libro de los REYES 5,14-17
En aquellos días, Naamán de Siria bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta Eliseo, y su carne quedó limpia de la lepra, como la de un niño.
Volvió con su comitiva y se presentó al profeta, diciendo: Ahora reconozco que no hay dios en toda la tierra más que el de Israel. Acepta un regalo de tu servidor. Eliseo contestó:¡Vive Dios, a quien sirvo! No aceptaré nada. y aunque le insistía, lo rehusó. Naamán dijo: Entonces, que a tu servidor le dejen llevar tierra, la carga de un par de mulas; porque en adelante tu servidor no ofrecerá holocaustos ni sacrificios a otros dioses fuera del Señor.
Palabra de Dios

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a TIMOTEO 2,8-13
Querido hermano:
Haz memoria de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David. Éste ha sido mi Evangelio, por el que sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación, lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna.
Es doctrina segura: Si morimos con él, viviremos con él. Si perseveramos, reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 17,11-19
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: Jesús, maestro, ten compasión de nosotros. Al verlos, les dijo: Id a presentaros a los sacerdotes. Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: ¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Entrañable amigo Jesús: me figuro la alegría que sentirían aquellos diez leprosos al ver que respondías a sus insistentes llamadas.
*Jesús: Es cierto. Me compadecí de ellos, pues soy enemigo de toda clase de marginación. Siempre he querido inyectar en la sociedad un amor integrador, nunca excluyente. De ahí que la curación de los leprosos no se quede en el plano puramente externo (quedar limpios de la enfermedad) sino que tiene un significado más profundo: restablecerlos socialmente en la gran familia humana.
N: Qué bien, amigo y Señor Jesús, pues los leprosos en tu tiempo estaban excluidos de todo contacto social. Estaban condenados a vivir fuera de los pueblos y ni siquiera podían a cercarse a la gente. Más todavía, cuando veían que alguien se les acercaba tenían la obligación de gritar: ¡impuro!, ¡impuros!. Eso era muy duro, ¿verdad, Maestro?
*Jesús: Y tan duro. Y eso me dolía. Por eso los mandé al templo a presentarse a los sacerdotes, con el fin de que recibieran el certificado de inserción en la sociedad; volver a sus pueblos respectivos y poder vivir con su familia.
N: Los saltos que darían cuando por el camino se dieron cuenta que estaban curados y los gritos desgarrados que se escaparían por sus gargantas.
*Jesús: De lo que yo me alegro, pero me dolió que de los diez ex leprosos sólo viniera uno a dar las gracias. Un samaritano.
N: Se rezuma la amargura que sentiste en tu pregunta: “¿No han quedado limpios los diez? Los otros nueve ¿dónde están?”. Creo, amigo Jesús, que todos los leprosos fueron curados físicamente, pero sólo el que ha vuelto a Jesús dando gracias ha sido «salvado» de raíz.
*Jesús: Así es. Quien no es capaz de alabar y agradecer la vida, tiene todavía algo enfermo en su interior.
N: Qué bien, mi Señor Jesús. En nuestra sociedad creo que el agradecimiento es una asignatura pendiente. ¿Y qué es una religión vivida sin agradecimiento?
*Jesús: Una religión vivida sin agradecimiento engendra fácilmente una actitud egoista y puramente legalista. Los nueve que solo se conformaron con cumplir la Ley no llegaron a descubrir y vivir la esencia que entrañaba el milagro. Se quedaron en la Ley, pero dejaron el Espíritu.
N: Creo, amigo Jesús, que “los cristianos de siempre” tenemos el peligro de quedarnos en eso, en lo que venimos haciendo “desde siempre”, pero nos volvemos casi incapaces de valorar y gozar de los bienes que Tú nos das; ser agradecidos ante todo bien: la silenciosa luz de la aurora; el canto de los pájaros; el calor y el brillo del sol de cada mañana; el misterio de la vida; la familia,, el amor y la amistad de las personas, la alegría del encuentro, el descanso, la música, el universo entero, que es nuestro bello y gran palacio; la fe y podríamos seguir con una lista interminable. Tenemos razones más que suficientes para hacer lo que hizo el samaritano: Alabar a Dios a grandes gritos y echarnos, Señor, a tus pies..


VE Y LO CUENTAS

Hace cuatro años un amigo me contaba que una persona muy querida suya le habían diagnosticado cáncer de pecho. Vivía en un país del Tercer mundo, donde no asiste asistencia sanitaria gratuita y universal como aquí. Si tienes dinero accedes a tratamiento, medicinas, etc., si no te mueres. Necesitaba 9.000 € para recibir el tratamiento de quimio y radioterapia. No disponía de ese dinero, se moría. Desde España su amigo buscó el dinero entre sus conocidos y lo consiguió. Después ha necesitado más ayuda que se le ha ido mandando. Todos conocemos el proceso de esta enfermedad. Afortunadamente esta mujer vive y nos dice que nos debe la vida. No. Es de justicia dar a cada uno lo suyo y ese dinero sin duda le pertenece a ella. No es titular de periódicos: AYUDAR A SALVAR UNA VIDA pero para nosotros sí es una gran noticia.


LO QUE NO VENDE

No vende protestar porque no hay servicios sanitarios gratuitos y universales en gran parte del mundo. No vende protestar por la esclavitud y el trabajo infantil, por el tráfico de mujeres y la explotación sexual de éstas y de niños... no vende, nos coge muy lejos. No vende protestar por los derechos de los marginados de nuestro mundo, por la falta de viviendas sociales o con precios asequibles para sueldos mil euristas, por los sueldos millonarios de unos pocos, o por los programas televisivos en los que los ricos hacen ostentación de sus mansiones, de sus fiestas, de sus compras. Esto si nos coge cerca, pero no protestamos tampoco. Solo unos cuantos locos lo hacen y los tachan de eso, de locos. Desde aquí nuestra ENHORABUENA A LOS VOLUNTARIOS DE MANOS UNIDAS por el reconocimiento a “esa labor de locos” al otorgarles el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

EN ESTA SEMANA

Han comenzado las obras de remodelación de nuestro templo.
Dotar al espacio donde compartimos el culto de unas condiciones mínimas se ha convertido en una necesidad. El templo es el lugar de encuentro de nuestra comunidad donde celebramos la Eucaristía y los grandes acontecimientos de nuestra vida: Bautismo, Primera Comunión, Matrimonio, Despedida...
El presupuesto total de las obras asciende a unos 30000 euros, de los cuáles aún necesitamos conseguir aproximadamente la mitad. No tenemos subvenciones ni ayudas, dependemos solo de nosotros, de lo que cada uno pueda aportar.
¡FELIZ SEMANA!