LA CABRIA Nº 98

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO XIX del T. O. -C-
8 de AGOSTO DE 2.010
Año –II- Nº 98





EDITORIAL


LOS CURAS -2-

Y como nuestro cura sigue de vacaciones, aprovechando que no nos oye, seguiremos hablando de ellos.
El tema de sus vacaciones es, cuando menos, pintoresco. Resulta que para poder disfrutarlas, tienen que dejar su parroquia atendida por otro sacerdote.
Así que han de ponerse de acuerdo de dos en dos, para que, mientras uno se ausenta, el otro se haga cargo de las dos comunidades. Dicho de otro modo: Para descansar un periodo, han de trabajar el doble otro periodo igual. ¡Y esto en verano, con lo que cae!
En otros casos, si encuentran algún sacerdote extranjero que se encuentre en España por motivo de estudios o formación, le pagan de su bolsillo para que los sustituyan un tiempo.
Pero hasta eso es difícil. Recientemente, me decía uno: “Este año tengo tres o cuatro días para ir a ver a mi familia, gracias a que un jesuita que viene a ver a la suya, se quedará esos días en mi puesto.” Y yo me pregunto: ¿Sería tan disparatado cerrar una parroquia en tiempo de verano? Pero, en fin…doctores tiene la Iglesia.
Otra anécdota reciente: Un párroco que ha perdido a su madre, le decía en clave de broma a un compañero:
“¿Cuántos días tenemos por duelo?”
Realmente, el convenio que tienen no es muy favorable. Muy pocos de nosotros firmarían uno igual.
Por todo ello, cuando empleemos de nuevo la expresión: ¡Vives como un cura! Que sea con la admiración y el respeto que merecen estos hombres, cuya vocación es hacer el bien y mantenerse al servicio de los demás sin horarios, sin condiciones, sin prejuicios y…gratuitamente.
Y eso, considerados sólo desde una óptica humana. Capítulo aparte, y una pluma más preparada, merecería el tema de su ministerio. Es muy grande lo que tienen encomendado por el Maestro: El milagro de hacerlo presente en cada Eucaristía, el poder de perdonar pecados en su nombre…
¡El poder de Dios en la fragilidad de un ser humano!


PALABRA DE DIOS



Lectura del libro de la SABIDURÍA 18,6-9

La noche de la liberación se les anunció de antemano a nuestros padres, para que tuvieran ánimo, al conocer con certeza la prome¬sa de que se fiaban. Tu pueblo esperaba ya la salvación de los ino¬centes y la perdición de los culpables, pues con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. Los hijos piadosos de un pueblo justo ofrecían sacrificios a escondidas y, de común acuerdo, se imponían esta ley sagrada: que todos los san¬tos serían solidarios en los peligros y en los bienes; y empezaron a entonar los himnos tradicionales.
Palabra de Dios


Lectura de la carta a los HE-BREOS 11,1-2.8-19

Hermanos: la fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve. Por su fe, son recordados los antiguos. Por fe, obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba. Por fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas -y lo mismo Isaac y Jacob, herede¬ros de la misma promesa-, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Por fe, también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtu¬vo fuerza para fundar un linaje, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, na¬cieron hijos numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas. Con fe murieron todos éstos, sin haber recibido lo prometido; pero viéndolo y saludándolo de lejos, confesando que eran huéspedes y peregrinos en la tierra.
Es claro que los que así hablan están buscando una patria; pues, si añoraban la patria de donde habían salido, estaban a tiempo para volver. Pero ellos ansia-ban una patria mejor, la del cielo. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía prepara¬da una ciudad. Por fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; y era su hijo único lo que ofrecía, el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: «Isaac continuará tu descendencia». Pero Abrahán pen¬só que Dios tiene poder hasta para hacer resucitar muertos. Y así, recobró a Isaac como figura del futuro.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 12,32-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.
Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón.
Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?
El Señor le respondió: ¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas?
Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: «Mi amo tarda en llegar», y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles.
El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió más se le exigirá.
Palabra del Señor


DIALOGOS DESDE EL EVANGELIO


N:
Me encanta, entrañable amigo Jesús, y me das ánimos cuando nos dices: “no temas, pequeño rebaño” Sentimos miedo en estos tiempos en que se nos desprecia, se nos ridiculiza, nos toman por retrógrados y enemigos del progreso. Nos condenan cuando defendemos la vida del ser humano, en cualquiera de sus etapas. Quieren que vivamos nuestra fe en el recinto invisible de nuestra conciencia y están empeñados en que desaparezca en todas partes cualquier signo religioso. A toda costa están empeñados en hacer del más crudo laicismo el signo de la vida social; crear una sociedad en la que brille por su ausencia lo religioso, especialmente todo lo referente al catolicismo.

+Jesús:
 Lo sé, amigo querido, lo sé. Y veo que hay quien se avergüenza de presentarse como cristiano. Se achantan y callan cuando tenían que hablar. Se escudan otros en sus prácticas piadosas y olvidan que deben ser sal y luz en su ambiente. Olvidan que la persecución ha sido siempre el signo del cristiano Por eso que yo decía. “no puede ser el discípulo más que el maestro”. Pero “el Padre ha tenido bien daros el Reino”

N:
¿Y qué hacer, querido Maestro?

+Jesús:
 Lee despacio el Evangelio de hoy y encontrarás respuestas: desprendimiento; vigilancia; cumplimiento del deber; administrar fielmente y con solicitud los bienes que has recibido y repartirlos generosamente. No consentir que el ambiente dominante te robe el gran tesoro de tu fe, siendo consecuente que con tu fe, como seguidor mío. Que resuenen constantemente en tu corazón mis palabras: “No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino”.


VE Y LO CUENTAS


Hace unas semanas vivimos en nuestra parroquia un acontecimiento nada corriente: Un niño y una niña tomaron su Primera Comunión, al margen de las costumbres que se han ido imponiendo en nuestra sociedad.
Sin traje especial, sin banquete con multitud de invitados…
Y lo habían asumido con alegría, convencidos de lo que hacían y llenando de felicidad a sus padres, hermanos y abuelos. Celebraban su encuentro con Jesús, plenamente. Sin nada que los pudiera distraer.
Enhorabuena a ellos y a sus familias. La comunidad entera se alegró con ellos. Estamos seguros de que, a éstos, sí que los volveremos a ver por aquí.


LO QUE NO VENDE

Recuerdo, si bien de forma no muy precisa, un pequeño relato que me caló hondo.
“Un hombre fue a visitar a un ermitaño que gozaba fama de santo. Entrando en su aposento, quedó extrañado, y preguntó: “¿Dónde están sus muebles?” El maestro, a su vez, le pregunta: “¿Y dónde están los suyos?” El viajero le contesta: “Yo estoy de viaje.” Y el maestro le asegura: “Yo también”.
Y viene a cuento de que hoy no vende el pararnos a pensar que estamos de paso. De viaje.
Vivimos empeñados en acumular cosas, como si nuestra estancia en el mundo fuese a ser eterna, cuando, cada vez con más frecuencia, tenemos que decir adiós a un familiar, amigo o compañero que caminó a nuestro lado.
La vida es corta, y lo único que podemos asegurar sin miedo a equivocarnos, es que vamos a morir.
Entonces, ¿porqué no prepararnos para el examen final?
Eso sí es importante.



FELIZ SEMANA


A todos los que en estos días tienen que trabajar, les deseo salud y un buen . ¡Ánimo!