LA CABRIA Nº 99



HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO XX del T. O. -C-
15 de AGOSTO DE 2.010
Año –II- Nº 99



EDITORIAL

VIRGEN MARIA MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA


Mucha gente se pregunta: ¿Dónde está Dios y la Virgen María? Me cuenta una madre inmigrante, que vino a España, como todos, buscando una manera de salir de la pobreza y miseria de su país. Y se encontró sola, embarazada y sin trabajo. Dormía en un banco de un jardín de Sevilla, comiendo un poco de lo que la gente le iba tirando.
Viendo que su situación no mejoraba, pensó con desesperación que no podría tener a su bebé. Un día pasó una mujer, que hablando con ella le ofreció su casa. Allí estuvo unas semanas, hasta encontrarle un lugar donde provisionalmente pudiese vivir.
Así llegó a la casa de acogida de Las Hermanas de la Consolación de Linares. Durante dos años, ha recibido toda la ayuda necesaria, cariño, consuelo y trabajo. Tiene a su niña que ahora tiene dieciséis meses, es toda su alegría y esperanza.
En muchas ocasiones me refiere que si no le hubiesen ayudado, esa preciosidad que es ahora su hija, no estaría entre nosotros. La ayuda que recibió aquel día de esa mujer, que es una sencilla ama de casa cuyo corazón está lleno de una fe y amor grandísimo a Dios y a la Virgen María, que vive día a día con todos sus sentidos abiertos, para poder ayudar a todos los necesitados.
Ser madre, como María, más que un hecho biológico, es una forma de ser, es una forma de transmitir vida en cada poro de la piel, es llenar de sentido cada instante de tu vida. Hoy, donde los políticos dicen que ser madre es como perder la libertad; hoy más que nunca, hace falta su presencia, la de María, que supo ser madre de los apóstoles. ¡De María nació la iglesia y la valentía! como la de esa madre, que no se rindió para tener a su niña, cuando la sociedad le ofrecía perder lo que su vientre traía.
¡Y yo me pregunto: ¿Todavía no sientes ni notas entre nosotros la presencia de Dios y de la Virgen María?!




PALABRA DE DIOS



Lectura del libro del APOCA-LIPSIS 11,19ª; 12,1.3-6ª.10ab


Se abrió en el cielo el santuario de Dios, y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.
Apareció otra señal en el cielo: Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra.
El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera.
Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios.
Se oyó una gran voz en el cielo: Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.
Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los CORINTIOS 15,20-27a


Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.
Palabra de Dios


Lectura del santo evangelio según san LUCAS 1,39-56

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de co¬razón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abra¬hán y su descendencia por siempre.
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Palabra de Dios




DIALOGOS DESDE EL EVANGELIO

N:
Amigo Jesús: sin duda alguna que hoy también celebras con nosotros la fiesta dedicada a tu Madre, que también es nuestra, María popularmente llamada de La Virgen de Agosto.


+Jesús:
por supuesto que estoy de fiesta con vosotros. Es lógico que en María se haya cumplido todo el plan de salvación que el Padre me confió. La fiesta de la Asunción significa que María está ya totalmente en Dios. Con Dios está en cuerpo y alma

N:
Muy estimado y admirado Maestro: Cuenta el gran teólogo K. Rahner que un día se le acercó una chica y le dijo: “Si la Virgen es realmente lo que me dicen de ella, entonces no me puede ayudar. Yo no soy más que una mujer; ella parece un ser suspendido entre el cielo y la tierra. No es una diosa pero, según la describen, tampoco es una mujer”.


+Jesús:
Puede ser que algunos presenten a María,. mi Madre, como una especie de diosa, pero esa no es la realidad. María es una mujer, solo una mujer, de nuestra propia raza, perteneciente a la gran familia humana. Le aplican las palabras del Apocalipsis: vertida de sol, con la luna a sus pies, con la corona de estrellas…, pero no se oculta su condición de mujer. En la fiesta de hoy celebramos que María, mujer, ha sido alcanzada plenamente por Dios, ha sido visitada por Él, ha sido amada por el Dios-Amor, y se encuentra y vive eternamente con Dios.

N:
Querido amigo Jesús: me encanta el evangelio de hoy. Dios se fija en una mujer sencilla y humilde. Cuando el ángel comunica a María que su prima Isabel está encinta, sale aprisa a la montaña para ayudarla. Allí se saludan, se abrazan y se comunican la paz. Isabel piropea a María llamándola la Madre de mi Señor y bienaventurada porque ha creído…Y no se olvida de los pobres, enseñándonos ese canto maravilloso del Magníficat, en el que la Virgen nos dice quién es Dios, cómo es Dios y qué hace Dios.

+Jesús:
Solo una cosa: que lo que se ha cumplido ya en María, también se cumplirá en todos. También en ti. La fiesta de la Asunción es la fiesta de la alegría y de la esperanza.


VE Y LO CUENTAS


En los Hechos de los Apóstoles He. 17, 22-34, se nos habla del gran sermón del Apóstol S. Pablo a los atenienses, en el Areópago de Atenas. Una de las personas que lo escuchó y aceptó la doctrina fue Dionisio el Areopagita. Llegó a ser un ferviente discípulo del apóstol y le oyó decir tales cosas de la Virgen María, que nada deseaba tanto que poder conocerla.
Dejó su patria y casa, hizo un largo viaje llegando a ver a María, y así escribe al mismo apóstol en agradecimiento:
“Digo y confieso otra y más veces delante de la omnipotencia de Dios, y de la clemencia del Salvador, que cuando Juan me llevó a la presencia de la Santísima Virgen, fue tanto lo que un resplandor divino e inmenso me hirió por de fuera, o interiormente me llenó de mayor luz, y tan grande la fragancia de todos los olores y aromas, que cubrió todo que ni el cuerpo miserable ni el espíritu podían sufrir tantas muestras de la eterna felicidad. (Escritos de San Dionisio)
María subió a los cielos para abrazarnos a todos con su amor
Y ahora….”Ve y lo Cuentas”




LO QUE NO VENDE


Volvió cansada, después de su jornada de trabajo, le esperaba la comida, la colada, el arreglo de la casa; casi agotada con los niños alborotados, sintió la mirada de su hombre…. ¡Qué extraño! Lo vio enfrascado con la escoba y las camas, ¡y con los niños en el baño! Ella reía agotada, ¡Mi Dios me ha escuchado!, y él, abrazándola le decía: ¡Qué loco estaba! Dejándote machacada a los pies de la vida: quiero tener tu garra, tu coraje y valentía, quiero ser tan madre como tú, quiero compartir cada hora del día, y unirme a tu descanso, y cansarme en tu medida, y envejecer juntos hasta el día de la partida. Y es que hoy no vende, conservar el tesoro de ser familia.




FELIZ SEMANA


Pregunta el niño a la madre:¿ De dónde viene el hombre?, la madre contesta: “de Adán y Eva”. Luego preguntó al padre y le contestó: “Pues del mono”. Preocupado el niño se lo contó a la madre, y ésta le explicó: “Yo te he hablado de mi familia y tu padre de la suya”.