LA CABRIA
HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO DE RAMOS -C-
28 de MARZO DE 2.010
Año –II- Nº 79
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EDITORIAL
LA PASCUA DE RESURRECCIÓN
Con la celebración de la entrada de Jesús en Jerusalén damos comienzo a la celebración del acontecimiento más grande que fundamenta nuestra fe en Jesucristo: su muerte y su resurrección.
La entrada en Jerusalén es la apertura definitiva al programa de acción que se prepara de forma inmediata con la celebración del Jueves Santo en donde jesús “firma” su testamento y deja las cosas arregladas para que empiece a funcionar el REINO, que es lo que ha venido a traer. Lo que hace y dice en la celebración del jueves es lo que le va a dar valor a todo lo que ocurre el viernes y domingo: sin el jueves quedaría sin sentido y sin valor la muerte y la resurrección, pues en la cena lo predijo todo y sin la muerte y la resurrección hubiera sido una farsa todo lo que hizo el jueves.
La cumbre de todo el misterio PASCUAL se alcanza en el momento de la resurrección. La Eucaristía de la noche de gloria es la “única” Eucaristía en la que celebramos el gran acontecimiento: Cristo ha resucitado y con su resurrección se ha dado la derrota de la muerte, ya no tiene cabida ni horizonte en el mundo, el hombre ha sido liberado, su vida entera es una acción de gracias unida a la de todo el universo. Todas las eucaristías del año no son más que una prolongación de la de esta noche.
Es triste ver cómo hemos desvirtuado la vida cristiana hasta el punto que todo queda en el viernes santo, lleno de procesiones y de dolor sin celebrar la resurrección, es el absurdo más grande que se pueda pensar en torno a la vivencia de la fe en Jesús muerto por nosotros y resucitado para nosotros.
PALABRA DE DIOS
Lectura del libro del profeta ISAÍAS 50,4-7
En aquellos días dijo Isaías:
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento.
Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor Dios me ha abierto el oído; y yo no me he rebelado ni me he echado atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos.
Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido; por eso ofrecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado.
Palabra de Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los FILIPENSES 2,6-11
Hermanos: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el «Nombre-sobre todo nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble -en, el cielo en la Tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame: «Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san LUCAS 19,28-40
En aquel tiempo, Jesús echó a andar delante, subiendo hacia Jerusalén. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos, diciéndoles:
Id a la aldea de enfrente; al entrar, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta: «¿Por qué lo desatáis?», contestadle: «El Señor lo necesita».
Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el borrico, lo dueños les preguntaron: ¿Por qué desatáis el borrico?
Ellos contestaron: El Señor lo necesita.
Se lo llevaron a Jesús, lo aparejaron con sus mantos y le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la masa de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto, diciendo: ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto.
Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
Él replicó: Os digo que, si éstos callan, gritarán las piedras.
Palabra del Señor
DIALOGOS DESDE EL EVANGELIO
N: Jesús, Maestro y amigo: con esta fiesta de tu entrada triunfal en Jerusalén empezamos la Semana Santa. Es para nosotros como el pórtico de esta semana en que celebramos tu entrega hasta la muerte y tu triunfo con la resurrección.
+Jesús: Yo estoy con vosotros en esas celebraciones y mi deseo es que no se falsifique su profundo significado.
N: Es verdad, que tenemos el peligro de quedarnos en lo exterior y se nos pase por alto contemplarte, valorar y experimentar lo que tú has hecho por todos nosotros.
+Jesús: Me gustaría que todos los que dicen seguirme reconocieran lo que tanto he afirmado a lo largo de mi vida: “que yo no he venido a que me sirvan, sino a servir y dar la vida por todos”; que mi reino no es como los de la tierra. Fíjate, amigo, cómo mi entrada en Jerusalén no se parece en nada a las que hacían los emperadores. Aquí no hay caballos, ni carrozas lujosas, ni escolta, ni ejército, ni tambores ni trompetas…No hay ningún arco de triunfo. Mi trono era un borriquillo prestado, señal de sencillez, de humildad, de pobreza y de obediencia.
N: Y, por lo que se ve, la gente que te seguía, además de tus apóstoles, era gente del pueblo, sincera y sencilla, que ponían sus mantos en el suelo como alfombras y te proclamaban como Rey, al tiempo que los fariseos te pedían que los reprendieras.
+Jesús: Sí. Siempre han estado en contra los escribas, los fariseos, los “religiosos” de oficio a quienes he tratado de ayudar en muchas ocasiones, aunque, a veces, con palabras fuertes.
N: Amigo Jesús: Cuánto cuesta encajar eso de la pobreza, del desprendimiento, de la sencillez…del servicio. Hay como una tendencia colectiva hacia el poder, el protagonismo, el lucimiento, el lujo y el boato. Tenemos muchas imágenes en las que te muestran crucificado, pero nos cuesta llevar la cruz diaria, ayudar a otros, como el Cirineo a llevar su cruz y, especialmente, nos cuesta verte crucificado en los más débiles-
+Jesús: No está mal, al celebrar la Semana Santa, (o antes), recordar mis palabras: “venid, benditos de mi padre, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; estaba desnudo y me vestisteis; en la cárcel y fuisteis a verme; enfermo y me visitasteis…”
N: Señor Jesús: ¿Sabes los que te digo?
+Jesús: Dime, querido amigo
N: Que me entristece mucho la Semana Santa. No la celebramos bien. Su celebración nos debe llevar a la conversión; a la contemplación, al gozo de la resurrección; al compromiso de hacer un mundo de hermanos, en el que haya menos hambrientos, menos marginados, menos violencia, más paz y más amor.
+Jesús: Entrañable amigo: tienes razón. Recibe mi bendición.
VE Y LO CUENTAS
Hoy se sigue repitiendo la pasión de Cristo en su iglesia a todos los niveles, contra quien impunemente se proclama la mentira, la calumnia, la agresión y la banalización, con un pueblo que hace muy poco gritaba “bendito sea nuestro Rey” y ahora aplaude cuando se le crucifica. La última imagen es de hace unos días: en el periódico IDEAL del 22-03-10, con grandes letras presenta la noticia de la bajada de matrimonios: “La crisis dispara el número de matrimonios civiles en Jaén, la mitad de caros que los religiosos”
Es de pena que hayamos trivializado los cristianos nuestras cosas de este modo. Y que la colaboración que damos para ayudar al mantenimiento de nuestra iglesia la consideremos como lo que pagamos por algo que hemos comprado. Así vamos “Crucificando” la VERDAD, LA JUSTICIA, LA FRATERNIDAD…
El tema lo retomaremos en otro momento porque creo que vale la pena que nos detengamos en él.
LO QUE NO VENDE
En estos días de Pasión todas nuestras calles se visten de un “aire” especial: es la Semana Santa, para muchos han empezado a llamarle las vacaciones de primavera, para el comercio es una de las épocas fuertes, para muchos cofrades es el momento en el que todo el esfuerzo y la ilusión que se ha tenido todo se va a concentrar en unas horas en las que metido debajo de un paso y haciendo todo el ritualismo que todo eso lleva consigo se siente un “algo” especial que te engancha. Todo huele y sabe a cera, incienso y bandas de cornetas y tambores…
Nada de esto molesta a nadie y es sostenido, incluso por los políticos, pues son momentos de movimiento fuerte económico: son muchos los millones los que se mueven con todo este mundo, pero cuando te pones a hablar de lo que realmente todo esto significa, ahí chocamos frontalmente con la inmensa mayoría: hablar de la fe en Jesucristo, en lo que Él se jugó por todos nosotros, en lo que nos consiguió, en la resurrección que nos regaló, en la vida que nos dio, en lo que significa cada paso de los que sacamos a la calle… Eso es hablar de otra historia de la que no interesa, de la que no se quiere ni oír y si alguien lo hace, se convierte en persona rara y hasta se le hace el cerco.
Pero es triste que hayamos montado un tinglado en nombre de Jesús, de quien no se quiere saber absolutamente nada, y a quien se le desprecia.
EN ESTA SEMANA
Domingo de Ramos:
- 9 a.m. bendición de Ramos
- 10 a.m. Procesión
- 12 a.m. Santa Misa
- 7 p.m. Santa Misa.
Lunes Santo:
- Por la mañana se visitará a los enfermos.
- 7 p.m.: Eucaristía y a continuación tendremos un rato de oración contemplando a Jesús que nos cuenta experiencia.
Martes Santo:
- 11 a. m. Misa Crismal en la Catedral
- 7. p.m. Eucaristía y Oración
Miércoles Santo:
- Por la mañana se visitarán a los enfermos.
- 7. p.m. Procesión de Jesús de la Buena Muerte. Oración en la casa de las Hermanas
Jueves Santo:
- 7 p.m. Cena del Señor
- 11 p.m. Hora Santa
Viernes Santo
- 11 a.m. Vía Crucis de los enfermos
- 4 p.m. Adoración de la Cruz.
- 7 p.m. Oración
Sábado Santo:
- 11 p.m. Vigilia Pascual
- 10 a.m. Eucaristía
- 12 a.m. Eucaristía
FELIZ SEMANA
El miércoles saldrá de nuestra parroquia la cofradía de Jesús de la Buena Muerte. Vivimos un momento histórico muy fuerte en el que esa imagen es un grito fortísimo a toda la sociedad que se empeña en hacerlo desaparecer, porque lo considera un estorbo, un signo que pertenece a épocas rancias y con recuerdos tristes.
Va siendo hora de que alguien salga a la calle y le grite al pueblo que lo que tenemos es el signo más grande de libertad que existe, sin él nada tiene sentido, en él todo recupera fuerza y valor.
A los “ESTUDIANTES”: ¡Ojala seáis capaces de recuperar en esa imagen toda la fuerza de esperanza, de rebeldía, de dinamismo, de coraje, de no dejarse comprar por nada ni por nadie, que ese Cristo en lo alto de la cruz significa.
A ambas cofradías os deseamos que el tiempo os acompañe y os vaya todo muy bien.