La Cabria, nº 72

LA CABRIA
HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO QUINTO DEL TIEMPO ORDINARIO -C-
7 de FEBRERO DE 2.010
Año –II- Nº 72
http://parroquiasanjoselinares.blogspot.com



EDITORIAL
EL “HABITAT” DE LA FAMILIA CRISTIANA
Como la “Familia Cristiana” se ha constituido desde la base del amor y se ha convertido en un “Sacramento”, todas las acciones, todos los gestos, toda la vida y todos los componentes de la familia se convierten en elementos del sacramento y toda la acción de la familia, en general, es manifestación de la gran realidad que el sacramento representa: la realidad de Dios y su amor a la Iglesia.
Si decimos que la familia cristiana, que es el resultado del matrimonio hecho sacramento, es esa “FÁBRICA DE AMOR” –como la hemos llamado-, todo lo que existe dentro de ella está y vive en función del AMOR y para el AMOR, porque eso es lo que expresa y es lo que en ella se fabrica: EL AMOR; por tanto, el ambiente que lo envuelve todo, la fuerza que lo mueve todo, el fin que lo mueve todo… es el AMOR.
En este ambiente, el componente fundamental, el aire que lo impregna todo, es la vivencia del AMOR, y desde ahí se mira y se mide todo, y será lo que haga que la persona sienta y viva, no en un sentido de posesión, sino de pertenencia: no son “MIS” hijos, “MIS” padres, “MIS” hermanos, “MI” esposa, “MI” esposo, “MIS” cosas… sino que yo soy “SU” marido, “SU” esposa, “SU” hijo, “SU” padre, “SU” madre, “SU” hermano, “NUESTRAS” cosas…
Es decir, las personas, las cosas, no son para “MI”, sino que yo vivo para los demás y con los demás. La vivencia del AMOR lleva a sentir como una necesidad vital la vivencia de la solidaridad y de la comunión.


PALABRA DE DIOS

Lectura del libro del profeta ISAÍAS 6,1-2a.3-8
El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo y vi serafines en pie junto a él. Y se gritaban uno a otro, diciendo:
-¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria! Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo.
Yo dije: -¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: -Mira; esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.
Entonces, escuché la voz del Señor, que decía: -¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?
Contesté: -Aquí estoy, mándame.
Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los CORINTIOS 15,1-11
Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san LUCAS 5,1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: -Rema mar adentro, y echad las redes para pescar.
Simón contestó: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo:
Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor


DIALOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Amigo y Maestro Jesús: creo que te sentirías muy contento al ver cómo la gente sencilla se agolpaba para escuchar tu Palabra en las orillas del lago de Genesaret.

+Jesús: La verdad es que sí. El mismo marco me encantaba. Es inmenso y bello el mar. Pero mucho más me llenaba de gozo ver cómo la gente atendía, clavando sus ojos en mí. Por ellos se asomaba el ardiente deseo de escuchar la Palabra del Padre, que les transmitía cercanía, comprensión, salvación y la certeza de que se estaba cumpliendo lo que se les había anunciado desde antiguo. Cuando vi las barcas mecidas por la brisa, no aguanté la tentación de montarme en una de ellas…, y así lo hice y desde allí les hablaba.

N: Y la gente tendría que acercarse a la orilla, hasta mojarse los pies para seguir escuchándote.

+Jesús: Ya sabes, amigo, que a todos nos gusta meter los pies en el agua que bordea las orillas del mar, sobre todo, si no está muy fría. Quien se llevó la sorpresa fue Pedro, cuando le pedí que remaran mar adentro para pescar.

N: Pedro era un pescador de toda la vida y, por la experiencia de no haber cogido ni un pez durante toda la noche, se resistía a empezar, de nuevo, la faena.

+Jesús: Pedro es genial. Rudo, impulsivo, pero noble como él solo. Con qué firmeza dijo: “por tu Palabra echaré las redes”. Y cuando vio la abundancia exuberante de la pesca, no se le ocurrió otra cosa que decir: “apártate de mí, Señor, que soy un pecador”.

N: Y lo hiciste “pescador de hombres”. Maestro y amigo Jesús: ¿Qué significa ser pescador de hombres?

+Jesús: En mis tiempos, querido amigo, existía la creencia de que en el fondo del mar estaba el infierno, que era el destino de los condenados. Ser pescador de hombres significaba dedicarse a salvar a los hombres de que cayeran en la desdicha de la condenación.

N: Maestro, tengo entendido que esa es nuestra misión como seguidores tuyos.

+Jesús: Así es y así lo deseo yo. Hasta otro día. Que Dios Padre te bendiga.


VE Y LO CUENTAS

Una historia sencilla nos puede ilustrar lo que venimos diciendo en las editoriales: 
Nos cuenta que había dos hermanos, uno soltero y el otro casado, que vivían y trabajaban juntos, y se repartían en partes iguales la cosecha.
El soltero un día pensó: no es justo que yo reciba la mitad de la cosecha, pues yo soy soltero, no tengo hijos para mantener, no me hace falta tanto. En cambio, mi hermano tiene hijos y le hace más falta. Por la noche, fue a su granero, llenó unos cuántos sacos y se los puso en el granero de su hermano.
El casado pensó: no es justo que yo reciba la mitad de la cosecha, yo tengo hijos y esposa, entre todos trabajaremos y saldremos adelante, en cambio mi hermano está sólo, si tiene una vejez larga… en fin, él necesita más que yo. Por la noche fue a su granero llenó unos cuántos sacos y se los llevó al de su hermano.
Una de esas noches en que la luz de la luna lo ilumina todo, los hermanos se encontraron en la mitad del camino llevándose parte de la cosecha el uno al otro. Esta actitud no se improvisa, es necesario cultivarla.


LO QUE NO VENDE

Alguien al contarle el cuento de los hermanos me decía: “Sí, es muy bonito, pero eso es un cuento, eso no lo hace nadie porque es un absurdo. Además, lo justo es que cada uno se lleve lo suyo”. Y no me aceptaba de ninguna forma la gratuidad como actitud para la vida.
Efectivamente, no está de moda, no vende el amar sin esperar la respuesta, es decir: no está de moda AMAR.


EN ESTA SEMANA

Tuvimos un encuentro con todas las visitadoras de los enfermos, para ver si retomamos la marcha de esta función de la comunidad que tiene una importancia enorme. Sería muy bueno que todas aquellas personas que tienen un enfermo en casa y desean que se les visite nos lo comuniquen, de la misma manera aquellos enfermos que desean recibir el Señor.


FELIZ SEMANA

Desde nuestra CABRIA queremos dar las gracias a todos los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía que han venido realizando su función durante estos tres años llevando cada semana el saludo de la comunidad, prolongando la vida que celebrábamos cada domingo hasta el hogar de los enfermos; hoy queremos dar también la bienvenida a los 4 nuevos que retomarán el servicio para estos tres años próximos prestando sus personas al Señor para que Él visite a cada enfermo que lo desee.