La Cabria, nº 379

HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES
DOM. –VII- del T.O –A-
19 de febrero de 2017
Año -X- Nº 379

EDITORIAL

LA CENA DEL HAMBRE Y EL REGALO SOLIDARIO 

Manos Unidas continúa esta semana con su sólida labor de intentar paliar el hambre el mundo mediante la celebración de la Cena del Hambre en nuestra Parroquia de San José. Será el Sábado 18 de Febrero, y con ella se intentará acercarnos al problema real que viven 800 Millones de personas en el mundo, para los que el comer es una aventura que no siempre termina bien. 

Manos Unidas no sólo nos pide una aportación económica para disminuir las carencias sociológicas y de formación en las comunidades de Asia y África olvidadas por el Primer Mundo, también nos pide un cambio total de actitud ante la vida. ¿Quién no ha comentado durante la celebración de algún acontecimiento familiar (bodas, comuniones, bautizos, comidas de Navidad, comidas de empresa, etc.) que se come demasiado, o peor aún, que no hay quien se coma el último plato? ¿Y del regalo de recuerdo, dónde dejarlo, en qué aparador esconderlo para quitarle el polvo de vez en cuando? 

Manos Unidas nos aporta una solución solidaria, y nos ayuda a reorganizar nuestra absurda vida social, mediante el Segundo Plato Solidario, o mediante el Regalo Solidario. En ambos casos, en lugar de realizar el gasto absurdo, lo sustituimos por el ingreso de su coste dirigido a uno de los proyectos que Manos Unidas tiene en el Tercer Mundo, y en ese caso, Manos Unidas enviaría al celebrante, una tarjeta personalizada para entregar a cada invitado, referida al evento en cuestión, indicándose que su regalo se ha sustituido por la aportación económica al proyecto elegido.

En cada Parroquia, el mismo párroco o mediante los representantes de Manos Unidas, les pueden informar y ayudar para llevar a cabo el Regalo Solidario, compartiendo, con los más necesitados la alegría de un nuevo amanecer.

¿Os imagináis que se pueda cambiar el mundo?

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro del Levítico 19, 1-2. 17-18

EL Señor habló así a Moisés:

«Di a la comunidad de los hijos de Israel:

“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. 1 Cor 3, 16-23

Hermanos:

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.

Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce
que son vanos».

Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo Y Cristo de Dios.

Palabra de Dios 

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 5, 38-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.

Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor 

NOS HABLA EL PAPA 

Hay algo que, a pesar de todo el ambiente adverso y la oposición constante que se viene sosteniendo en contra de la familia, sin embargo hay una especie de fidelidad en el pueblo que, a pesar de todo, la familia sigue siendo la institución más valorada y, por encima de todo, tanto en jóvenes como en adultos, a la hora de la verdad, lo que más se valora como el bien supremo en la sociedad, se sostiene a la familia; esto está haciendo que resista todos los embates que se hacen. 

“Debemos agradecer que la mayor parte de la gente valora las relaciones familiares que quieren permanecer en el tiempo y que aseguran el respeto al otro. Por eso, se aprecia que la Iglesia ofrezca espacios de acompañamiento y asesoramiento sobre cuestiones relacionadas con el crecimiento del amor, la superación de los conflictos o la educación de los hijos. 

De ahí que la Iglesia tenga una especial atención a la familia y ponga al servicio de ella todos sus mejores medios. Entre los elementos que ayudan al mantenimiento de la unidad familiar está el perdón que la iglesia pone al servicio de la reconciliación todo su esfuerzo y su cariño

“Muchos estiman la fuerza de la gracia que experimentan en la Reconciliación sacramental y en la Eucaristía, que les permite sobrellevar los desafíos del matrimonio y la familia. (38)

AL ATARDECER DE LA VIDA 

Solo iba a acompañarla. Siempre me siento a gusto a su lado, y me gusta compartir todos los ratos que puedo. No sabía dónde nos dirigíamos, y nuestro ascensor se paró en la sexta planta. Una visita de rutina, me supuse, alguna amistad a quien visitar en algún mal momento de su vida. Anduvimos el pasillo, acompañados de miradas curiosas y de batas blancas que deambulaban por los pasillos, y desaparecían en las habitaciones, ensimismados en el manejo de sus aparatos médicos, y de su próxima rutina. Seiscientos…., no me acuerdo de la habitación, pero allí estaba ella, sola, junto a la ventana, acostada en la cama con la mirada perdida, con sus piernas dobladas, con un movimiento nervioso en sus labios algo decía en silencio. -¡Francisca!- la llamó con alegría al llegar junto a la cama; yo me senté en la silla vacía, junto al armario, respetando el encuentro que acontecía. 

-¡Francisca, como estas, bonita!- Mi compañera le decía en voz alta. Apenas cambió su gesto, y recostada seguía, hasta que notó que su mano con la de ella se fundía, y un beso le sembró en su mejilla. Giró su cabeza

al notar el calor de sus labios, y nos regaló una sonrisa, y su voz rota pidiendo: ¡agua, agua, dame agua! como si en ello le fuera la vida. Le calmó la sed, y asomo su carita linda. Aproveché un instante que mi compañera fue al lavabo, me levante de la silla, me acerqué y le sujete la mano, ella la apretó con la mía, y soltó despacio, con su susurrada voz, algo que me lleva rondando mi cabeza y que no se me olvida: -¡Hay personas a mi lado…!- Como si fuera un extraño consuelo para ella, como si eso le diera la vida, la simple presencia de alguien, era el alimento para Francisca.

Ella no dejaba de sonreír, y una lágrima rompió mi mirada tranquila, y la besé, y la ame como si la conociera de toda la vida. Y es que en el atardecer de la vida, cuando todo se torna silencio, cuando la soledad es tu compañía, una visita a destiempo, un “te quiero, mi vida”, llena el vacío de la ausencia de tu familia. Ella tiene 93 años, su ceguera solo le permite ver sombras, y su sordera le aparta un poco más de esta vida, afanada de rutinas, olvidos y ausencias de quien más quería: su familia.

NUESTROS ENFERMOS 

Enfermo: “Hoy he ido al médico porque me duelen mucho las rodillas, un brazo lo tengo que no me sirve para nada, ni siquiera puedo llevármelo a la cara para lavarme, estoy que no puedo arrastrar mi sombra, pero el médico me ha dicho que lo único que me está molestando son los kilos que me sobran, que debo andar, hacer ejercicio comer más verduras y olvidarme del jamón y de los chorizos; que beba mucha agua… y ha terminado diciéndome que ojalá se encontrara él como me encuentro yo, cuando él tenga mis años… y me ha mandado a mi casa sin recetarme ni un simple calmante; su receta es que haga ejercicio y no coma. Me siento muy mal, estoy avergonzado, pues veo que no me toman en serio; tengo una sensación fatal de estar loco, pues todo esto que siento en mi interior resulta que no es nada, son manías mías…

Esto que me ha dicho hoy es lo mismo que me viene repitiendo cada vez que voy, y cuando lo hago es porque ya no puedo aguantar más; esto me está produciendo una sensación de cuentista, de esquizofrenia que ya le dije en algún momento que si no tengo nada que me mande a un siquiatra…