La Cabria, nº 370

HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO III de ADVIENTO –A-
11 de diciembre de 2016
Año -IX- Nº 369

EDITORIAL

En el cuarto domingo de Adviento, la Iglesia nos invita a mirar a María y a José. María, una chica muy joven embarazada y José, su prometido, que decide repudiarla en secreto para evitarle las consecuencias que podría tener el que él hiciera público que el hijo que esperaba no era suyo. Esto ya de entrada nos dice cómo era José. No entiende nada de lo que le cuenta María, pero es justo y la ama. Y Dios toca su corazón, encuentra la fe suficiente en él para guiarle por un camino distinto al del repudio, por un camino de amor y felicidad. En ningún caso va a ser un camino exento de dificultades, pero la vida antes o después siempre las presenta. Unidos dieron un vuelco a la historia de la humanidad. Una historia que al principio tenía un futuro oscuro e incierto, por su fe y confianza en Dios consiguieron que la humanidad fuera redimida, salvada, restaurada por ese Hijo al que amaron, cuidaron y educaron en un profundo amor a Dios y al hombre.

Hace unos días leíamos en un diario digital que el 95% de los niños síndromes de Down son abortados en España. Los estudios del periodo gestacional (como la amniocentesis) están fomentando, en la práctica, una especie de “limpieza étnica”. La mayoría de los padres deciden abortar cuando les informan de que el niño que esperan es síndrome de Down.

Y miremos a ese 5% de padres que deciden seguir adelante, que como María y José, sin entender nada (¿por qué a ellos?) con fe, esperanza y un gran amor dan vida a su hijo, a pesar de las dificultades que se les presentarán. Pero como estos padres dicen “por nada del mundo se desharían de sus hijos” y todos sin excepción reconocen que lo que ha venido con esas criaturas no ha sido dolor y frustración, sino más bien alegría y ternura.

Y nosotros agradecemos a Inma, Antonio y Victoria, que formen parte de nuestra comunidad, que todos los domingos nos acompañen en misa y nos contagien su entusiasmo y alegría, siempre. Ellos son la presencia viva del corazón del Niño Dios. Os queremos.

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro de Isaías 7, 10‑14

En aquellos días, el Señor habló a Acaz:

—«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz:

—«No la pido, no quiero tentar al Señor.»

Entonces dijo Dios:

—«Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:

Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa: “Dios‑con‑nosotros”.» 

Palabra de Dios 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1‑7

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios.

Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor.

Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús.

A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios 

Lectura del santo Evangelio según san Mateo, 1, 18‑24 

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

—«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta: Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel que significa “Dios‑con‑nosotros”.» 

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

Palabra del Señor 

NOS HABLA EL PAPA 

Hay graves peligros que atentan hoy al matrimonio, a la familia y a todas las relaciones sociales que están haciendo al ser humano una especie de isla, encerrado en sus propios deseos, como único referente moral y social que le llevan a aislarse y estar cada día más solo, ser más intolerante, agresivo y violento. Todo esto repercute indudablemente en la familia y en el matrimonio: “«hay que considerar el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto». 12 «Las tensiones inducidas por una cultura individualista exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las familias dinámicas de intolerancia y agresividad ». 

Otro gran peligro que se detecta hoy en las relaciones sociales es la situación en la que vivimos de estrés por el trabajo y por el sistema social pragmático que se ha montado que hace que nada sea estable y todo tiene su fecha de caducidad: hoy no se hacen la cosas para siempre, sino para un tiempo determinado y esto que ocurre a nivel material se traspasa a la mentalidad de la gente.

LLAMADA DESESPERADA DESDE ALEPO 

Soy Mons. Jeanbart, obispo de Aleppo (Siria). Te escribo -gracias a CitizenGO y a la Fundación Nova Terrae- porque la situación en mi comunidad es horrible: terrorismo, bombardeos, secuestros, destrucción, falta de provisiones, medicinas, agua, electricidad…

Y finalmente, y no menos importante, falta de seguridad. La presión internacional por una resolución pacífica de nuestro conflicto es prácticamente nula: muchas palabras sin ningún efecto.

Pareciera como que no quieren parar la guerra, que es la guerra lo que les interesa. Pareciera como que no quieren parar la guerra, que es la guerra lo que les interesa.

Por eso necesitamos pedirle a la comunidad internacional- continua diciendo Mons. Jeanbart- que levante las sanciones económicas sobre Siria. 

Naciones Unidas y la Unión Europea están jugando aparentemente un rol neutral. Los políticos occidentales cristianos no están haciendo prácticamente nada.

La ayuda que esperamos es que los políticos puedan ser un instrumento para alcanzar la paz y frenar el conflicto mediante la promoción de un diálogo que tenga como objeto la paz.

En este sentido, las sanciones no son útiles; sólo sirven para que la gente inocente sufra.

Tenemos dos frentes de guerra: La violencia del llamado Estado Islámico y la destrucción y la descapitalización humana de la gente siria, nuestros vecinos que optaron por abandonar el país.

Levantar las sanciones ayudaría a Siria en general y Alepo en particular a reconstruir y restaurar nuestro país y nuestra próspera vida. T

Tengo la esperanza de que esta campaña permita evitar el sufrimiento de millones de pobres personas inocentes.

Gracias de antemano por su participación.

Un saludo,

Mons. Jeanbart, obispo de Aleppo (Siria)

PD. Por favor, no te olvides de los sirios; estamos sufriendo mucho y levantar las sanciones económicas ayudaría mucho. Por favor, firma y comparte.

www.citizengo.org

¡EN LA PRÓXIMA SEMANA! 

Día 22, a las 18,30 Celebración del Perdón.