La Cabria, nº 359

HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO –XXVII- DEL T.O.
2 de octubre de 2016
Año -IX- Nº 359

MISIONEROS DE LA PALABRA

Misioneros de la Palabra en tierra hostil, así podríamos llamar a nuestros catequistas y a todos los de las parroquias de nuestro país. Alguien, en la misa de doce del domingo pasado, pedía al Señor que enviara misioneros a nuestra tierra. ¿Una exageración? No lo es.

Los catequistas son los misioneros de nuestros barrios, de nuestras comunidades para con los niños y los jóvenes, que crecen en tierra hostil a la Palabra de Dios. La tierra de sembrado (niños y jóvenes) es buena tierra pero está expuesta a tantas inclemencias externas que, tristemente y con demasiada frecuencia, la hacen árida y la Palabra sembrada no crece.

Conocemos bien esas inclemencias externas, la peor de todas, es la que nace, crece y se desarrolla en la familia y desde la familia. Los catequistas conocen bien lo nefasto que puede ser para su misión padres que envían a sus hijos a la catequesis por la tradición de celebrar la fiesta de la Primera Comunión, que no colaboran en la tarea de preparar a sus hijos para conocer y recibir a Jesús, viven de espaldas al Evangelio, no participan o desconocen su comunidad parroquial, y con frecuencia critican duramente a la Iglesia y a los que formamos parte de ella delante de sus hijos. 

Sin duda, trabajar hoy de catequista, es una misión dura y difícil, es trabajar contracorriente, es hacerlo en una tierra hostil.

Nuestra comunidad parroquial tiene que estar muy agradecida a ellos, mujeres y hombres, dispuestos a formarse, a “perder” su tiempo a cambio de nada, para dar a conocer a Jesús a nuestras jóvenes generaciones. Tal vez sean sus palabras las únicas que escuchen sobre Él a lo largo de su vida, tal vez sea únicamente en este periodo de catequesis cuando los niños escuchen que Dios es Amor y que para Él son únicos e irremplazables.

Pedimos al Espíritu Santo que ilumine a nuestros misioneros de la Palabra, que les dé la fortaleza, sabiduría y paciencia necesarias para realizar su misión sin desfallecer. ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

PALABRA DE DIOS

Lectura de la profecía de Habacuc 1 2‑3; 2, 2‑4

¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches? 

¿Te gritaré: “Violencia», sin que me salves? 

¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? 

El Señor me respondió así: 

“Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. 

La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse. 

El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.” 

Palabra de Dios 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 6‑8. 13‑14

Querido hermano: 

Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. 

No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. 

Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. 

Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús. 

Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. 

Palabra de Dios 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 5‑10

En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor:

-“Auméntanos la fe.”

El Señor contestó:

-“Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:

“Arráncate de raíz y plántate en el mar.”

Y os obedecería.

Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice:

“En seguida, ven y ponte a la mesa”?

¿No le diréis:

“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?

Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:

“Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”?

Palabra del Señor 

NOS HABLA EL PAPA

El curso pasado lo dedicamos a meditar en la carta que nos escribió el Papa para el año de la Misericordia. Este curso lo vamos a dedicar a ver un resumen de la Exhortación sobre la familia llamada “La Alegría del Amor”.

Ya el año pasado 2015 y el anterior 2014 se reunieron los obispos para tratar el tema de la familia y el encuentro tuvo una gran expectación, pues el Papa quiso que se recogieran las opiniones de toda la gente de todo el mundo para tener una visión completa de toda la problemática del matrimonio.

Después que se tuvo el Sínodo, donde se trataron a fondo todos los problemas y todas las situaciones por las que atraviesa la institución familiar, se fueron recogiendo todos los aportes y todo ese material se le entregó al Papa para que, con un equipo de expertos, estudiase todo lo dicho y sacase sus conclusiones, que entregó en una exhortación apostólica llamada “Amoris Laetitia” (La Alegría del Amor), firmada el día 19 de Marzo de 2016, solemnidad de S. José.

En este documento se recogen todas las enseñanzas que ha venido dando la Iglesia a través de sus catequesis y documentos doctrinales y las aportaciones que han venido haciendo las diferentes conferencias episcopales de todo el mundo.

Si alguien desea tener este documento lo puede conseguir en esta dirección: 


EL VALOR DE LA VIDA

En los últimos quince días hemos conocido el asesinato, para robarle el bolso, de Isabel Solá, misionera en Haití. Unos días después, el de María Villar, secuestrada en México para pedir rescate a cambio de su vida, aunque asesinada a pesar de haber obtenido el dinero que pedían. Posteriormente, el asesinato en México también de tres sacerdotes, para robarles el dinero que habían ido consiguiendo para el arreglo de sus templos respectivos, y así podríamos continuar. Y es que la vida no tiene ningún valor frente al dios dinero en estos países donde las mafias, la corrupción y la extorsión son el día a día con gobiernos débiles y enlodados, incapaces de acabar con ellos.

En nuestro mundo desarrollado, la cosa cambia, aquí respetamos la vida… ¿o no? Ciertamente este tipo de asesinatos, afortunadamente, no se dan pero no defendemos la vida. Somos muy sutiles con el lenguaje y la manipulación. No existe conciencia generalizada de que el aborto provocado es el asesinato de un inocente sin la mínima posibilidad de defenderse. Es más, muchos católicos tampoco lo tienen claro. Se defiende la eutanasia y casi se presentan como héroes a aquellos que deciden ejercerla: véase el éxito de muchas películas sobre el tema. El tráfico de personas, la explotación sexual de la mujer y de muchos niños empobrecidos, son botones de muestra del valor de la vida en el mundo de hoy. Somos sutiles y cínicos.

Jesús defendió la dignidad de la persona, independientemente de su sexo, edad, o condición social. Denunció, actuó contracorriente, nos mostró que todos somos hijos de un mismo Padre que nos da su dignidad divina. 

Y nosotros, seguidores de Jesús, ¿nos implicamos en la defensa de la vida? o ¿nos dejamos llevar y hasta convencer de la cultura de la muerte que nos envuelve? ¿Nos valemos de justificaciones rebuscadas para ponernos de lado para no “mojarnos”?

El mundo no está para medias tintas: o estamos del lado de Jesús y defendemos la vida sin “peros” que valgan y la dignidad de la persona por encima de todo o nos posicionamos del lado de la cultura de la muerte y tragamos con todo.