La Cabria, nº 345

HOJA PARROQUIAL DE 
S. JOSÉ DE LINARES 
DOMINGO -4º- DE PASCUA 
17 de Abril de 2016 
Año -VIII- Nº 345 

EDITORIAL

LA TRANSFORMACIÓN DEL AMOR

Recogemos aquí (de la exhortación apostólica “Amoris laetitia” -La alegría del amor”-, sobre el amor en la familia), las palabras del Santo Padre sobre el amor maduro en el matrimonio.

“La prolongación de la vida hace que se produzca algo que no era común en otros tiempos: la relación íntima y la pertenencia mutua deben conservarse por cuatro, cinco o seis décadas, y esto se convierte en una necesidad de volver a elegirse una y otra vez. Quizás el cónyuge ya no está apasionado por un deseo sexual intenso que le mueva hacia la otra persona, pero siente el placer de pertenecerle y que le pertenezca, de saber que no está solo, de tener un «cómplice», que conoce todo de su vida y de su historia y que comparte todo. Es el compañero en el camino de la vida con quien se pueden enfrentar las dificultades y disfrutar las cosas lindas. Eso también produce una satisfacción que acompaña al querer propio del amor conyugal. No podemos prometernos tener los mismos sentimientos durante toda la vida. En cambio, sí podemos tener un proyecto común estable, comprometernos a amarnos y a vivir unidos hasta que la muerte nos separe, y vivir siempre una rica intimidad. El amor que nos prometemos supera toda emoción, sentimiento o estado de ánimo, aunque pueda incluirlos. Es un querer más hondo, con una decisión del corazón que involucra toda la existencia (…) Cada uno de los dos hace un camino de crecimiento y de cambio personal. En medio de ese camino, el amor celebra cada paso y cada nueva etapa.

En la historia de un matrimonio, la apariencia física cambia, pero esto no es razón para que la atracción amorosa se debilite. Alguien se enamora de una persona entera con una identidad propia, no sólo de un cuerpo, aunque ese cuerpo, más allá del desgaste del tiempo, nunca deje de expresar de algún modo esa identidad personal que ha cautivado el corazón. Cuando los demás ya no puedan reconocer la belleza de esa identidad, el cónyuge enamorado sigue siendo capaz de percibirla con el instinto del amor, y el cariño no desaparece. Reafirma su decisión de pertenecerle, la vuelve a elegir, y expresa esa elección en una cercanía fiel y cargada de ternura. La nobleza de su opción por ella, por ser intensa y profunda, despierta una forma nueva de emoción en el cumplimiento de esa misión conyugal (…) El vínculo encuentra nuevas modalidades y exige la decisión de volver a amasarlo una y otra vez. Pero no sólo para conservarlo, sino para desarrollarlo. Es el camino de construirse día a día. Pero nada de esto es posible si no se invoca al Espíritu Santo, si no se clama cada día pidiendo su gracia, si no se busca su fuerza sobrenatural, si no se le reclama con deseo que derrame su fuego sobre nuestro amor para fortalecerlo, orientarlo y transformarlo en cada nueva situación.

PALABRA DE DIOS 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 14. 43—52 

Sabed que nos dedicamos a los gentiles 

En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 

Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. 

El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo. 

Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: 

—«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."» 

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. 

La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. 

Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo. 

Palabra de Dios 

Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17 

El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas 

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 

Y uno de los ancianos me dijo: 

-“Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. 

Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. 

El que se sienta en el trono acampará entre ellos. 

Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. 

Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.” 

Palabra de Dios 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27‑30 

Yo doy la vida eterna a mis ovejas 

En aquel tiempo, dijo Jesús: 

-“Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. 

Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. 

Yo y el Padre somos uno.” 

Palabra del Señor 

ECOS DEL PAPA FRANCISCO 

EL ROSTRO DE LA MISERICORDIA 

Con respecto al sacramento del PERDÓN, recuerda a los sacerdotes que su papel está en acoger a todo el que se siente arrepentido y hacerle sentir la alegría que supone a Dios su vuelta a la verdad y al amor de Dios. 

“Los confesores están llamados a abrazar ese hijo arrepentido que vuelve a casa y a manifestar la alegría por haberlo encontrado. No se cansarán de salir al encuentro también del otro hijo que se quedó afuera, incapaz de alegrarse, para explicarle que su juicio severo es injusto y no tiene ningún sentido delante de la misericordia del Padre que no conoce confines”. 

La confesión, nos recuerda el Papa, no es un juicio en el que han de salir todos los detalles y se fuerce al penitente a recrear todo lo que ha sufrido o hecho sufrir: 

“No harán preguntas impertinentes, sino como el padre de la parábola, interrumpirán el discurso preparado por el hijo pródigo, porque serán capaces de percibir en el corazón de cada penitente la invocación de ayuda y la súplica de perdón. En fin, los confesores están llamados a ser siempre, en todas partes, en cada situación y a pesar de todo, el signo del primado de la misericordia”. 

CARTA DEL OBISPO ELECTO DE JAÉN 

Queridos diocesanos de Jaén: 

“Gracia y Paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (1 Cor 1,3). En el nombre del Señor os saludo, me presento y comparto con vosotros mis sentimientos en esta hora de mi vida. Desde que conocí la noticia de que Su Santidad el Papa Francisco me ha nombrado obispo de esa querida Diócesis de Jaén, no he dejado de darle gracias a Dios, aunque también me ha escuchado algún reproche, por el afecto que le tengo a mis diocesanos placentinos. Pero, aunque siento dejar la Diócesis de Plasencia, en la que he sido tan feliz, me vais a permitir que os diga que conservo muy fresca mi capacidad para ilusionarme y para ponerme enseguida a mirar con profundo cariño hacia los que, a partir de hoy, vais a ser mis diocesanos. 

2. De momento os puedo decir que me gustan vuestras ciudades y vuestros pueblos, vuestros monumentos e instituciones, vuestras devociones y tradiciones. Me parece muy bello el paisaje de Jaén y me siento especialmente a gusto entre olivos, porque es el color que mantengo en la retina desde mi infancia; nací y crecí a la vera de la olivarera Sierra de Alor (…) Os puedo asegurar que no me es nada difícil querer el lugar al que soy enviado. 

3. Pero sé que nada de lo que hasta ahora conozco de Jaén es suficiente; me falta el rostro y el corazón de cada uno de vosotros, de los hombres y mujeres de la tierra a la que iré para ser vuestro obispo. A todos deseo conoceros y a todos quiero serviros. Procuraré que mi servicio pastoral tenga la impronta del trato personal. Será sirviéndoos día a día como espero ser fiel a lo que ahora siento y deseo para mi ministerio episcopal, que no es otra cosa que estar a disposición de todos, dedicándome especialmente a los más heridos en sus vidas. Quiero ser un obispo para todos: pero si alguien me ha de acaparar han de ser los más sencillos, los más débiles y necesitados(…) 

6. (…)Os confieso que, a pesar de mi experiencia de más de doce años en el ministerio episcopal, me siento débil y me encuentro con la incertidumbre de quien inicia una nueva andadura en su vida. Confío, sin embargo, en vosotros y en vuestra mucha capacidad para acoger y querer. Si me lo permitís, os pido dos cosas que, si me las concedéis, me ayudarán a ser pronto uno más entre vosotros. La primera es que me acojáis con cariño, al que espero responder enseguida, porque ya os lo tengo. También os pido que recéis mucho por mí, (…) La sintonía de la oración será la que más verdad y hondura le ponga a la unidad que tiene que haber entre el obispo y el pueblo con el que camina como cristiano y pastor. 

+Amadeo Rodríguez Magro 
(Extracto de la carta) 

Desde aquí le damos la Bienvenida, lo acogemos con amor e ilusión y rezaremos para que Dios lo ilumine y guíe como pastor del pueblo jiennense.