La Cabria, nº 239

HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 33 del t. o. C
17-Noviembre-2013
Año V- Nº 239

Editorial

TESTIGOS HOY

«Os digo que si éstos (nosotros) callan (callamos) gritarán las piedras.» (Lc 19, 39) Hoy las piedras de la pobreza, la desigualdad, el desencanto, el individualismo, el materialismo están gritando porque la mayoría de nosotros callamos, permanecemos mudos, indiferentes, impasibles, alejados de Dios o encerrados en una religiosidad comodona y costumbrista. 

En el siglo XXI, en un mundo global millones de personas necesitan escuchar la palabra de Jesús, especialmente los jóvenes encerrados en sí mismos, viviendo solo el día a día sin plantearse el sentido de la vida, el luchar por otros, el darse a los demás. Necesitamos nuevos apóstoles que tomen el relevo y sigan anunciando la buena noticia. Con ilusión, valentía, creatividad, iniciativa y riesgo, que interpelen a jóvenes y adultos con su vida, con sus obras, con su palabra. 

Jesús sigue llamando y afortunadamente hay jóvenes dispuestos a seguirle, contra viento y marea, porque no está bien visto, porque hoy día la opción por el sacerdocio o la vida religiosa es una opción de locos, pero necesitamos tantos locos así... 

Y Jesús también nos llama a cada uno de nosotros, a que anunciemos su Voz desde nuestra vida, desde nuestra realidad, entre la gente con la que la vida nos va poniendo en contacto (jóvenes y mayores, alejados y convencidos). Somos apóstoles hoy, llamados a anunciar la Buena Noticia, porque si no lo hacemos ¿quién lo hará? ¿con qué se llenará ese vacío? ¿Quién dará a conocer el amor infinito que Dios nos tiene? ¿Quién exigirá la justicia, paz, libertad que Dios quiere? ¿Cómo se hará realidad en la tierra el Reino de Dios? ¡Cómo tendremos jóvenes que elijan la opción del servicio pleno en su vida!

Palabra de Dios

PRIMERA LECTURA. Lectura de la profecía de Malaquías 3, 19‑20a

Mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir —dice el Señor de los ejércitos—, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. 

Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas. 

Palabra de Dios. 

SEGUNDA LECTURA. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7‑12

Hermanos: 

Ya sabéis como tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre vosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. 

No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. 

Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. 

Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. 

Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan. 

Palabra de Dios. 

EVANGELIO. Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 5‑19

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: 

—«Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.» 

Ellos le preguntaron: 

—«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» 

Él contestó: 

—«Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. 

Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. 

Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.» 

Luego les dijo: 

—«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. 

Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. 

Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. 

Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. 

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. 

Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.» 

Palabra del Señor.

Vivir en la Iglesia

VIVIR EN CONFLICTO-III-

Ya venimos viendo cómo aceptar el proyecto de Jesús y entrar en su camino supone un cambio radical de actitudes y un enfrentamiento a sistemas establecidos. Por eso mucha gente sale renegando cuando ve que el Evangelio no se acomoda a sus intereses.

Los capítulos 5 al 7 de S. Mateo, que es el discurso programático de Jesús, son el mayor manual de conflictos que podemos imaginar: supone toda una revolución que va a ser constante piedra de choque en la relación de Jesús con los apóstoles, pues nunca van a entender lo que Jesús les plantea:

-Frente al reto y al proyecto de todo hombre de adquirir bienes y enriquecerse, Jesús plantea un reto distinto y declara la codicia y la avaricia como auténticas manifestaciones de idolatría: “No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra… Haceos tesoros en el cielo… porque donde está tu tesoro allí está puesto tu corazón… Nadie puede servir a dos señores, porque despreciará a uno y amará al otro, o al contrario… No podéis servir a Dios y al dinero” (Mt. 6,11-24)

-Jesús declara la guerra a la mentira y a la apariencia y proclama la adhesión a la verdad e invita a desenmascarar a quien va engañando por la vida: “Cuidado con los falsos profetas, que se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces… Por los frutos los conoceréis” (Mt. 7,15.16)

Ve y lo cuentas

Pedro Meca Zuazu, es un dominico navarro de 78 años que ha dedicado toda su vida a dar autoestima a los sin techo. Desde que hace años se fue a vivir con los que no tienen nada, congrega multitudes. En sus iniciativas los sin techo no son los que reciben sino los que dan. Es como le llaman sus hermanos de la Orden, el capellán de los vagabundos en París, ciudad en la que lleva ya una buen parte de su vida. Allí se dedica a estar literalmente con los más pobres, a generarles oportunidades laborales, ayudando a que tengan una muerte digna pero, sobre todo, trabaja en devolverles la dignidad que han perdido y a recuperar la autoestima.

Su principal labor es hacer ver a los sin techo y al resto de la gente que no se puede ver sólo a las personas como pobres porque carecen de algo, ya que esto es algo muy limitador. Hay que atender a la totalidad de la persona, teniendo en cuenta que todos tienen potencialidades y riquezas que aportar al resto. 

Surgió así la obra por la que este dominico navarro es conocido en Francia y en el extranjero: los Compañeros de la Noche y el centro La Moquette. Es un centro en el que las personas sin techo y con techo pueden ir por las noches entre semana para reunirse, leer el periódico, jugar a las cartas, hablar o participar en conferencias. Es decir, hallarse en un clima de acogida y de escucha, en el que los sin techos recuperen su dignidad y los con techo pierdan sus prejuicios. De hecho, en este local no se da ni ropa ni alimento.

Ha creado lo que se llama “los muertos en la calle” ya que “había gente que moría en la calle y nadie los reclamaba”. La gente de la calle acompaña a los que mueren en la calle o por los que nadie se interesa. Así la gente de la calle aporta a la sociedad cosas que no aporta nadie. Le encienden una vela, hacen un taller de escritura y los textos se leen en la celebración ya sea civil o religiosa”.

La otra actividad que llevan a cabo los sin techo de París es ayudar a los necesitados. Así, apadrinan a niños de la calle de Kabul. Una vez al mes tienen reuniones de solidaridad para ver qué hacer, recogen dinero, les mandan cartas y los niños se sorprenden de que en Europa haya gente en la calle. Esto les recupera la autoestima porque no han podido ocuparse de su familia”, y sienten que pueden aún en su situación ayudar a otros.