La Cabria, nº 219


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. 3º de Pascua-C 
14-abril 2013 Año V- Nº 219

Editorial

ESCLAVITUD INFANTIL: GENOCIDIO CONTRA LA INFANCIA

El pasado día 16 de abril se celebrará el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Más de 400 millones de niños en el mundo son esclavizados. Son explotados y forzados a participar del mercado laboral en sus más diversas formas: niños soldados, niñas explotadas sexualmente, matrimonios infantiles forzosos, niños asesinados para traficar con sus órganos, niños que son explotados trabajando en régimen de esclavitud... 

Al privarles de lo propio de la infancia, el juego y la educación, se les priva de la vida. Son niños esclavos, no niños trabajadores. Este crimen mundial, según las estimaciones de la OIT, lejos de desaparecer aumenta anualmente en número y en crueldad. 

Las CAUSAS de este crimen son: 

1-. Un sistema económico internacional radicalmente injusto: grandes multinacionales y un sistema financiero mundial que buscan el máximo beneficio y no reparan en usar a los niños. 

2-. Un sistema político que, con los grandes organismos internacionales (ONU, UNICEF, FMI, etc.) y todos los partidos con representación parlamentaria, incluidos los españoles, legitima esta situación, pues no han hecho nada para acabar con este crimen. 

3-. Un sindicalismo de los países enriquecidos que ha traicionado su historia de lucha solidaria. Con su silencio ante la esclavitud infantil, manifiesta su complicidad y su insolidaridad con los trabajadores empobrecidos. 

4-. Una sociedad del 1er mundo enriquecido que cierra los ojos ante esta barbarie, de la cual se beneficia a través del consumo, que muestran a diario productos elaborados con las manos de los niños esclavos. 

Extracto del Manifiesto del Movimiento Cultural Cristiano, en www.solidaridad.net

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles. 5,27b-32. 

En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: -¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre. 

Pedro y los apóstoles replicaron: 

«-Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» 

Azotaron a los apóstoles, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Consejo, contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús. 

Lectura del libro del Apocalipsis. 5,11-14. 

Yo, Juan, miré y escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza». 

Y oí a todas las creaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos- que decían: «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos». 

Y los cuatro vivientes respondían: Amén. Y los ancianos cayeron rostro en tierra, y se postraron ante el que vive por los siglos de los siglos. 

Lectura del santo Evangelio según San Juan. 21,1-19. 

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: -Me voy a pescar. Ellos contestan: -Vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: -Muchachos, ¿tenéis pescado? Ellos contestaron: -No. El les dice: -Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. 

La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: -Es el Señor. 

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: -Traed de los peces que acabáis de coger. 

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: -Vamos, almorzad. Ninguno de los discípulos se abrevia a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos. 

[Después de comer dice Jesús a Simón Pedro: -Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? El le contestó: -Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dice: Apacienta mis corderos. 

Por segunda vez le pregunta: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? El le contesta: -Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Él le dice: -Pastorea mis ovejas. Por tercera vez le pregunta: -Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó:-Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero. Jesús le dice: -Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras. Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: -Sígueme.]

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 68

Alegría de Abraham y Sara Gn-21,1-7. 

Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): Amigo Abraham: me figuro la alegría que os daría el cumplimiento de la promesa de Dios, al daros a Isaac. 

Abraham: La alegría, en este caso, no se puede explicar con palabras, ya que está implicado el amor, que roza con el misterio. Podemos hablar del amor, pero las palabras siempre se quedan cortas, por lo que tenemos que recurrir a los signos: el abrazo, el beso, el apretón de manos, la mirada profunda, la madre que aúpa al hijo y le grita: “te comería a besos…” 

Christian: Llevas toda la razón del mundo pero es que, además, se trata de que Dios cumple su palabra; nunca se queda en la simple promesa esperada y nunca cumplida. Nuestro Dios es un Dios fiel. 

Abraham: Hay que ver los años que me ha hecho esperar… Me prometía una descendencia numerosa, incontable como las “estrellas del cielo y las arenas del mar”. Y yo siempre le decía: ¿y cómo puede ser si no tengo descendencia? Y Dios callaba. 

Christian: Y tú seguías creyéndole, fiándote de Él, confiando en su fidelidad. 

Abraham: ¿Y qué querías que hiciera? La fe es así: o te fías de Dios o no te fías; o crees o no crees; o te lo juegas todo a una carta o no juegas; o sigues creyendo en medio de la oscuridad o te inventas un dios falso. 

Christian: Te envidio y te ruego que pidas al Señor que aumente mi fe; que llegue al pleno convencimiento de lo que dice Dios: que «mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos», «Como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos“.(Isaías 55:8-9) 

Abraham: Yo compartía con mi mujer Sara su risa, fruto de su inmensa alegría, cuando dijo: «Dios me ha dado de qué reír; todo el que lo oiga se reirá conmigo.»

Ve y o cuentas

Iqbal Masih es un mártir católico en la lucha contra la Esclavitud Infantil en el mundo. Tenía cuatro años cuando su padre le vendió a una fábrica de alfombras de Punjab porque necesitaba un préstamo para pagar la boda del hijo mayor. 

Para saldar la deuda Iqbal trabajaba doce horas al día trenzando alfombras por una rupia diaria. Sin embargo, con los intereses desorbitados, la deuda no paraba de crecer. A los 10 años Iqbal asistió a un mitin sobre derechos humanos y su vida cambió radicalmente. 

Consiguió la libertad a través de una campaña del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y se convirtió en un activo luchador contra el trabajo cautivo, recibió múltiples amenazas, por cerrar empresas al denunciar que todos los trabajadores eran niños esclavos. 

Su ejemplo trascendió internacionalmente, siendo premiado en Estocolmo y Boston y dedicando el premio para abrir una escuela. En Suecia, en la sección de alfombras pakistaníes de unos grandes almacenes, declaró ante la TV: "Me gustaría decir este mensaje: ¡no compren alfombras. Son confeccionadas por niños!" Uno de los principales importadores de alfombras pakistaníes en Suecia, según recogió la televisión sueca, tachó de intolerable declaración de guerra comercial lanzada en directo desde Estocolmo por un 'chura' (un cristiano despreciable para los musulmanes) desconocido llamado Iqbal Masih. 

El 16 de abril de 1995, cuando tenía 12 años, Iqbal fue asesinado a tiros en Pakistán. La mafia de las alfombras fue acusada del brutal crimen.

Reflexión

Cuando se habla de crisis económica en los foros internacionales y en nuestros medios de comunicación, nadie dice que esta crisis la pagan especialmente los pobres del tercer mundo. Tampoco dicen que las mayores víctimas serán los niños que se eliminarán antes de nacer o se someterán a más esclavitud. ¿Dónde diremos que estábamos nosotros o qué hicimos cuando el mundo despierte ante estos crímenes? Porque el mundo despertará, como lo hizo ante grandes genocidios de la historia que en su momento fueron consentidos.

En esta semana

Completando la reflexión, felicitamos a toda la gente del MCC, (Movimiento Cultural Cristiano) porque ellos están siendo un signo de Cristo resucitado con su denuncia constante de esta realidad infantil a quienes se les ha quitado la voz y nadie quiere oír sus lamentos, incluso cuando se les acusa de sectarios y radicales.