La Cabria, nº 165


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ
DE LINARES
4º DOM. t. o. B
29 ENERO-2012
Año -III- Nº 165


EDITORIAL

LA MORAL, PERDIDA
En una crisis generalizada en el mundo occidental, hay un dato que nos diferencia: la desorbitada tasa de paro. ¿Por qué? Quizás las razones sean muchas y muy complejas pero, a pie de calle, constatamos algunas cosas que nos llaman la atención.

Las empresas, para producir bienes y servicios, contrataban trabajadores. Con los beneficios, aquellas se autofinanciaban, y con el salario, los trabajadores mantenían a sus familias y consumían los bienes que se producían. Para los desfases, los bancos les prestaban con garantías y beneficios razonables. La riqueza generada, contribuía al crecimiento del país y redundaba en la calidad de los servicios públicos.

Pero la moral se apartó de la economía y llegó la cultura del pelotazo. Unos se dedicaron a especular: obtener beneficios sin producción ni trabajo (comprar, inflar y vender). El dinero se tornó negro, para eludir impuestos, y desapareció de la circulación. Muchas empresas, en pro de unos mayores beneficios, trasladaron la producción a países con mano de obra barata. Los bancos, para multiplicar sus ganancias, corrieron riesgos extraordinarios y perdieron, ocasionando el colapso del crédito. La corrupción se ha ido generalizando a todos los niveles donde se mueve el dinero público. Sumemos el fraude, las cantidades que se mueven en el contrabando de drogas y otras tantas lindezas… y la deducción que hacemos es que la búsqueda del dinero fácil, la ambición y el egoísmo en definitiva, está dañando seriamente la economía real y el trabajo, con el consiguiente empobrecimiento de las familias y del país. Por eso apremia recuperar la honestidad y la solidaridad como bases para el cambio.


PALABRA DE DIOS

Lectura del libro del Deuteronomio 18, 15‑20
Moisés habló al pueblo, diciendo:
Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir. El Señor me respondió: "Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá.
Palabra de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 32‑35
Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 21‑28
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.
Jesús lo increpó: Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor.


HACIA DIOS POR LOS CAMINOS DE LA BIBLIA, Nº 14

EL ÁRBOL DE LA VIDA Y EL DEL BIEN Y DEL MAL.

P: Hoy vamos a tratar de conocer los dos árboles que se encuentran en el centro del paraíso, sobre los que tanto se ha escrito. La verdad es que yo nunca he llegado a conocer su significado.

R.: Veamos primero cómo se expresa la Biblia: “en medio del huerto, hizo brotar el árbol de la vida y el árbol del conocimiento (de la ciencia) del bien y del mal. «Y mandó Yahve Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás» (Génesis 2:16,17).

P: Por favor: dime algo sobre estos dos árboles.

R.: (a) El árbol de la vida (Gen 2, 9; 3, 22.24). Vivir para siempre y ser felices para siempre es el deseo que todo ser humano lleva inscrito en su corazón.
Todos deseamos la inmortalidad.

P: Es lógico que el texto bíblico ponga éste árbol de la Vida, símbolo de la inmortalidad, en el centro del paraíso. Pero permíteme otra pregunta: ¿Somos inmortales?

R.: Te diré que la resurrección de Cristo y la nuestra son el centro de nuestra fe. 1 Cor 15,13-14 "Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó; y si no resucitó Cristo, nuestra predicación es vana, y vana también vuestra fe." (1 Cor 15,20) "¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que murieron." En esa misma línea se sitúa el Apocalipsis, cuando dice que los justos podrán alcanzar el Árbol de la vida, curarse con sus hojas, alimentarse con sus frutos en la nueva Jerusalén (cf. Ap 2, 7; 22, 2.14).

P: Procuraré leer despacio la 1ª carta de San Pablo a los corintios, pidiendo al Señor que me afiance en la fe en la resurrección, pero tengo curiosidad por conocer el segundo árbol.

R.: (b). El árbol del conocimiento del bien y del mal. (Gen 2, 9.17).
De manera sorprendente, este árbol está junto al árbol de la vida. De este árbol, dice el autor sagrado, no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás» Génesis 2:16,17).
(a) Es un árbol que nos permite distinguir entre lo bueno y lo malo, como dice la palabra clave de Dt 30, 15: «Pongo delante de ti bien y mal, vida y muerte... mira ya y escoge».
(b) Es un árbol que muestra a los hombres-mujeres el riesgo en que se encuentran de cerrarse en sí mismos, convirtiendo su vida en objeto de deseo violento y de muerte. Quien se quiere apoderar de los árboles para su propio y exclusivo provecho destruye su vida.
(c) Pero este árbol puede y debe convertirse en principio amoroso de gracia, que nos lleva más allá de la pura ley, dominada por el bien y el mal, hacia el lugar donde ya no hay ley, sino sólo amor universal. «Comer» de ese árbol significa rechazar a Dios, queriendo ocupar su lugar, rechazando así la vida.

P: ¿Y qué hicieron Adán y Eva?

R.: Tenemos que dejarlo para otro día, pues aquí no tenemos espacio.


VE Y LO CUENTAS

ARTHUR COMPTON (1892-1962). PREMIO NÓBEL DE FISICA
Físico estadounidense. Era hijo de un ministro presbiteriano, lo que marcó profundamente su formación religiosa. Así la vida de Compton fue activa en asuntos relacionados con la religión: enseñó en la Sunday School de Princeton, fue decano en la Segunda Iglesia Presbiteriana de St. Louis y miembro del Consejo de Educación Nacional Presbiteriano.

Fue ecuménico en sus relaciones, por ejemplo Presidente del Movimiento Misionero Seglar, Portavoz Protestante en la Conferencia Nacional de Cristianos y Judíos, Portavoz General de la Hermandad Mundial, Relaciones Inter parroquiales de la Iglesia Presbiteriana. Recibió honores por sus ponencias en seminarios teológicos judíos.

Compton es recordado principalmente por el descubrimiento y explicación en 1923 del efecto que lleva su nombre, el efecto Compton, que le valió el Premio Nobel de Física, juntamente con C. Th. R. Wilson, en 1927.

En su obra The Freedom of Man de 1935, que recoge en una serie de conferencias impartidas en la universidad de Yale, sintetiza su pensamiento para compatibilizar la fe y la ciencia. Compton opinaba que el sentido del significado de la vida estaba más allá de la ciencia.

Para Compton uno de los grandes significados de la ciencia es que anima al hombre a crecer en libertad.
(Continuará)


LO QUE NO VENDE

TRABAJAR DURO
Estamos en un mundo exigente, con una competencia cada vez más abierta y en un país con una economía en precario, que dibuja un horizonte difícil para nuestros jóvenes. En esta situación, una parte muy importante de nuestros jóvenes, que viven en su familia los valores de la responsabilidad y del esfuerzo, construyen su futuro. Y dedican muchas horas a prepararse para poder llegar a ser aquello a lo que aspiran. Aún así no lo tienen fácil, pero al final tendrán su premio.

En ellos ponemos nuestra confianza, y les alentamos a perseverar para que sean la generación que rompa las estructuras torcidas y construya una sociedad más justa, honesta y fraterna.


EN ESTA SEMANA

  • Día 1: Reunión con padres de niños de 4º
  • Día 2: Reunión con padres de niños de 2º