La Cabria, nº 150


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOM. XXIX DEL T. O.
16-OCTUBRE-2011
Año -III- Nº 150

EDITORIAL

Sabemos que a la gran mayoría no le gusta hablar de política, pero lo queramos o no, los cristianos vamos a ser interpelados por la obligación moral de, nunca mejor dicho, tomar partido dentro de poco, votando a nuestros representantes el 20 de noviembre.

Y es que falta aún mes y medio para las elecciones y parece que nuestra clase política se empeña en pretender hacer los deberes a última hora. Por eso quizá conviene recordar algunas cosas que no siempre parecen claras. En primer lugar, nosotros no somos de nadie, es decir, nadie puede decir que es el partido de los cristianos o de la Iglesia. En segundo lugar, unos y otros querrán convencernos de que en ellos está la solución de la crisis, que ellos representan los valores tales o cuales... pero nosotros, ante toda esa catarata de promesas y buenas palabras, deberíamos exigir el cumplimiento de nuestro programa, que no es otro que el Evangelio: como decía Melitón el domingo pasado, exijamos justicia social, exijamos la opción por los más débiles de entre los débiles, ya sean grandes o pequeños, de aquí o de allí, exijamos también la verdad, la honestidad, el verdadero buen hacer. 

Y a propósito de programas y de partidos, y sin que nadie quiera ver en lo que vamos a decir propaganda alguna, sino sólo el deseo de que conozcamos otras opciones y realidades, nuestros amigos del Movimiento Cultural Cristiano estuvieron aquí la semana pasada para solicitarnos nuestro apoyo para que se puedan presentar a las elecciones con su partido, SAIN. Muchos de nosotros hemos firmado para que así sea, independientemente de que luego los vayamos a votar o no, porque creemos que tienen derecho a presentarse y proponer otra forma de hacer las cosas. Y de paso, si es posible, que presenten otro programa que le saque los colores a los de siempre.


PALABRA DE DIOS

Lectura del profeta Isaías 45,1.4 6 
Llevó de la mano a Ciro para doblegar ante él las naciones 

Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: "Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro."
Palabra de Dios

Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 1,1 5b 
Recordamos vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza 

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordemos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados en Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según S. Mateo 22,15 21 
Pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios 

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?" Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: "Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto." Le presentaron un denario. Él les preguntó: "¿De quién son esta cara y esta inscripción?" Le respondieron: "Del César." Entonces les replicó: "Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."
Palabra del Señor


HACIA DIOS POR LOS CAMINOS DE LA BIBLIA

Durante el curso que empezamos, vamos a dedicar esta sección de La CABRIA a la Biblia. No es nuestro propósito hacer un estudio extenso y profundo. Queremos más bien dirigirnos desde la sencillez a los sencillos. Se cumplen aquellas palabras de Maestro Jesús cuando “daba gracias al Padre porque había ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, pero se las revelaba a los sencillos”. (Lc. 10, 21-22)

Y es que la sencillez, la apertura y la limpieza del corazón, son indispensables para entender y poner en práctica la Palabra de Dios, contenida en la Biblia.

El método será muy sencillo: Preguntas (PREG.) y Respuestas (RESP.), todo esto en forma de diálogo.
En primer lugar iremos viendo aquellos pasajes que estén cargados de simbolismo y de contenido, con el fin de penetrar en su significado, como son los relatos de la creación del universo; la creación de la primera pareja humana, el paraíso, lo del pecado, la historia de Caín y Abel, el diluvio, etc.

Pero no nos quedaremos en eso. Tendremos también ocasión de encontrarnos con personajes tan importantes como algunos de los patriarcas que tuvieron una vida longeva. Después de ver lo de la “Prehistoria bíblica”, nos entrevistaremos con Abraham, el padre de los creyentes, con su sobrino Lot, con Moisés, con Aarón, con Josué, con David y Salomón y con alguno de los profetas.

Iremos viendo los acontecimientos importantes de la Historia de la Salvación. Todo el Antiguo Testamento es como una gran profecía que se cumplió en Cristo. La Biblia es la historia del amor de Dios, que se ha ido manifestando a lo largo de los tiempos. 

Y siempre que podamos trataremos de aplicar, en actitud de oración y de acción de gracias, esos pasajes donde Dios se va poniendo en comunicación con la humanidad hasta llegar a todos nosotros. Dios nos habla, nos alienta, nos anima, nos sorprende y nos muestra su fidelidad constante…Y nos habla AL CORAZÓN.

Eso sí, será conveniente, por no decir necesario, leer detenidamente los textos que vayan apareciendo cada semana.. Ojalá que esa lectura se haga en grupo, pues la Biblia se conoce mejor en un clima comunitario.
Ánimo para escuchar a Dios desde la Biblia y seguir sus caminos.


VE Y LO CUENTAS

Hace unos meses, a una familia que por zona le toca nuestra Parroquia, pero que no es asidua a nuestras misas, le tocó despedir con nosotros al abuelo de la casa de una forma repentina, inesperada y bastante dolorosa. 

Podían haberse encontrado un entierro light, de esos de cubrir el expediente e irse para casa igual o peor que antes de entrar, pero no fue así. Lo que encontraron fue el consuelo verdadero de la esperanza cristiana en la resurrección y en la misericordia de Dios. 

El trauma de esta familia se va curando, según ellos en gran medida gracias a cómo le dijeron adiós (o hasta luego) al abuelo. Hace unos días nos contaban a uno de nosotros, cuando supieron que veníamos por la Parroquia, cómo esto o aquello que dijo el cura, como este o aquel gesto de cariño con el ataúd, les ha ido ayudando a superar la pérdida. Hemos creído interesante contarlo aquí porque creemos que es importante que no caigamos en la tentación de la rutina en la liturgia o en los sacramentos, y es que tenemos el reto de dar testimonio de la vivencia de nuestra fe en cada gesto de cada día de nuestra vida.


LO QUE NO VENDE

Estamos tan metidos en nuestra crisis que seguro que muchos pensarán que no vende acordarse de que medio mundo lleva en crisis toda la vida, precisamente porque nosotros en este otro medio mundo, no nos bajamos del burro. 

En 1981, ¡hace 30 años!, 52 hombres y mujeres premiados con el premio Nobel firmaron un Manifiesto contra el holocausto del hambre. Entre otras cosas, el manifiesto decía:

“Dirigimos un llamamiento a todos los hombres y todas las mujeres de buena voluntad, a los poderosos y a los humildes, cada uno de ellos con sus propias responsabilidades, para que recuperen la vida cientos de millones de seres humanos, a los que el hambre y el subdesarrollo hacen agonizar, víctimas del desorden político y económico internacional que reina en la actualidad.
Un holocausto sin antecedentes, cuyo horror abarca en un único año todo el espanto de las masacres que nuestras generaciones han conocido en la primera mitad de este siglo (XX), se está realizando y desborda cada día más, a cada instante que pasa, el perímetro de la barbarie y de la muerte, no solamente en el mundo, sino también en nuestras conciencias.
Todos aquellos que denuncian y combaten este holocausto son unánimes en definir a la política como la causa principal de esta tragedia.”

¡¿Cómo es posible que 30 años después parezca que no ha cambiado nada?!