La Cabria, nº 136

HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
2º DOMINGO DE PASCUA A
1 MAYO 2011
Año -II- Nº 136

EDITORIAL

UN NUEVO SITIO DISPONED

Así comienza el canto de entrada que habitualmente utilizamos como preludio de las eucaristías donde celebramos las primeras comuniones. Es un hermoso canto, lleno de contenido, que debemos hacer realidad para estos niños y niñas que reciben por primera vez al Señor y entran a formar parte de nuestra Comunidad como miembros adultos de pleno derecho.

Con un poquitín que os estrechéis, y se podrá sentar, dice el canto en medio de su estribillo. Y este verso debería significar todo un reto para la Parroquia entera, porque si nos lo creemos, si es verdad que queremos hacer un sitio a estos fenómenos que hoy y en las próximas semanas van a protagonizar nuestras misas, debemos tomar conciencia de que necesitan un hueco, un lugar propio en nuestra actividad como Parroquia. A corto plazo, esto implica que debemos ofrecerles una continuidad en la catequesis (¿o es que ya lo saben todo sobre el Señor?) adaptándonos a su edad (ya no son tan niños) y que debemos hacerlos protagonistas de una liturgia en la que ya los consideramos como uno más de nosotros, y no sólo como lectores, sino también promoviendo su propia iniciativa. Y a medio y largo plazo tenemos la obligación de hacerles un hueco en todas las demás actividades de la parroquia.

Ahora bien, este hueco que les hagamos a estos niños se va a quedar muy pronto vacío si no contamos con la ayuda de sus padres. A vosotros, padres y madres de estos niños os toca la responsabilidad de darles continuidad en este proceso, porque hoy no acaba su recorrido como creyentes y como parte de una Comunidad. Y no os asustéis, que no es muy difícil: se trata de ser coherentes, y si hasta ahora habéis hecho un hueco para acompañarlos a la catequesis y a la misa del domingo, continuéis haciéndolo ahora; se trata de que, de repente, no tengamos la tentación de que sea más importante la limpieza a fondo que hacemos los domingos o ese rato que pasamos en la parcela o ese paseo que también puede darse después de la misa...
Porque, finalmente, y por encima de todo, lo que tenemos en nuestras manos, en las manos de estos mismos niños, de sus padres y de toda la Comunidad, es la oportunidad de que el mensaje de Jesús y con él una forma de vivir basada en el amor, en la entrega, en la solidaridad, en el perdón, cale de verdad en ellos.


PALABRA DE DIOS

Lectura de los Hechos de los apóstoles 2,42 47
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos, alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo, y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando.

Lectura de la Primera carta de S. Pedro 1,3 9
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final. Alegraos de ello, aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe de más precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación.

Lectura del santo evangelio según S. Juan 20,19 31
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo." Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos." Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomas con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros." Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto." Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Amigo Jesús resucitado y vencedor de la muerte: el miedo se había apoderado de tus apóstoles; erraron las puertas y las ventanas y, a pesar de eso, Tú entraste.

+Jesús: Se llevaron una gran sorpresa. Al principio me miraban extrañados y recelosos. Menos mal que con el saludo de la paz y, al enseñarles las manos y el costado, se tranquilizaron y rebosaban de alegría.

N: Tu presencia, querido amigo, es siempre motivo de dicha y de alegría. Ojalá nuestras celebraciones, especialmente la Eucaristía, fueran festivas e hicieran rebosar nuestro corazón del gozo de tu presencia.

+Jesús: Estuve con vosotros en la celebración comunitaria de la Penitencia y presencié cómo se hacía realidad la alegría de la reconciliación, el gozo de la paz y el amor del Padre común, que nos quiere y por eso nos perdona.

N: ¿Verdad que sí? Es que, mi querido amigo, Jesús Resucitado, sales a nuestro encuentro; permites el acercamiento el abrazo, lleno de ternura; transformas las estructuras débiles de lo humano, como es el miedo; quieres que vivamos una fe que no se apoye ni en leyes ni en costumbres, sino en al amor.

+Jesús: Muy bien hablado, amigo incondicional.

N: Me haces feliz, querido Jesús Resucitado, con esa afirmación tuya.. ¿Y qué me dices de tu apóstol Tomás?. Ha pasado a la historia como el incrédulo.

+Jesús: Desconectado de la comunidad no es fácil encontrarse conmigo y reconocerme. Me encuentro, ciertamente, con personas concretas, como con María Magdalena, mis desorientados discípulos de Emaús, pero el sitio donde más fácilmente se me puede reconocer es estando integrado en la comunidad, que es el sitio donde se forma mi pueblo de amigos.

N: Es necesario que nos digas eso porque tenemos la tendencia al individualismo.

+Jesús: Llevas razón, amigo. De mi apóstol Tomás, el “incrédulo” hemos aprendido una de las formulaciones de fe más profunda cuando, al ver las llagas dijo: “Señor mío y Dios mío”.

N: Es verdad pero, además, nos dejaste otra bienaventuranza muy consoladora para todos nosotros: “bienaventurados los que sin ver creyeron”.Con razón dice Pedro en su carta: “No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él”. Hoy tenemos que despedirnos antes. Gracias, Señor.


VE Y LO CUENTAS

Tengo un familiar muy enfermo a la espera de un transplante de riñón. Aún no es cuestión de vida o muerte, pero toda su vida y la de quienes le cuidan está marcada por los problemas de salud que le acarrea su enfermedad. Hace unos días nos llamaron de madrugada para que acudiéramos al hospital porque había un órgano que había sido donado. En estos casos llaman a tres o cuatro pacientes que consideran que pueden ser compatibles pero, lógicamente, sólo uno de ellos es el agraciado. Pasaron cinco horas eternas mientras realizan las pruebas necesarias. Las cuatro familias que en esta ocasión llamaron estábamos en una misma sala. Al principio llegas tan ilusionado que casi sin pensarlo quieres ponerte a rezar para que esta sea la ocasión que nos toca, pero enseguida miras a tu alrededor y ves que tu gozo será la pena de otras tres familias: ¿cómo se le puede pedir algo así al Señor? Reconozco que esa situación me parecía un poco tensa, pero lo maravilloso fue ver que los propios pacientes y sus mujeres o esposos, los más cercanos, los que sufren directamente la enfermedad y sus consecuencias, son los que rompen el hielo y empiezan a charlar amistosamente entre ellos. Cuando finalmente el equipo médico los llama a todos a una habitación para decirles a quién le corresponde el órgano, es un momento de nervios. A mí me puso los pelos de punta ver que todos salen llorando y que los no agraciados y sus familias son los primeros que dan la enhorabuena a la persona seleccionada, le dan ánimos y le desean mucha suerte. Me pareció un ejemplo hermosísimo de generosidad y de solidaridad. Creo que es importante que tengamos presente el sufrimiento de estas personas y que les animemos en su esperanza de curación. Y, por cierto, también creo que es muy importante que, como cristianos, recordemos la importancia que tiene ser donante de órganos.


LO QUE NO VENDE

Decía San Pablo que alguien que dijera ser cristiano y no creyera en la resurrección de Jesús era el más desgraciado de todos los hombres. Pues a mí me da la sensación de que muchos que se dicen cristianos no se han enterado de que Jesús ha resucitado. Puede que me equivoque, pero si comparamos la trascendencia que en la sociedad tiene, por ejemplo, la Navidad, con la que tiene la Pascua de Resurrección, las cosas no me cuadran. Pensemos en cuánta gente nos felicita la Navidad y en cuánta gente nos felicita la Pascua. Pensemos en cómo se celebra todo en torno al nacimiento de Jesús y comparemos con cómo se celebra la Resurrección (¿se celebra?). Insisto en que puede que me equivoque, pero por si acaso, os animo a que hagamos lo posible por transmitir este mensaje: ¡¡¡¡¡¡¡OYE, ¿NO TE HAS ENTERADO? CRISTO HA RESUCITADO, ALELUYA!!!!!!!


EN ESTA SEMANA
  • Día 12 a las 4´30 p.m. Confesiones para los niños que harán la 1ª comunión el domingo.
  • Día 13 a las 4´30 p.m. Preparación de la ceremonia del domingo
  • Damos la bienvenida a nuestra mesa eucaristica a todos los niños que han hecho la 1ª Comunión esta semana y queremos recordarles que es un acontecimiento de alegría para todos el sentir que se incorporan a la vida comunitaria.

LA CABRIA Nº 135

HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOMINGO DE RESURRECCIÓN A
24 ABRIL 2011
Año -II- Nº 135

EDITORIAL

ANTI - PASCUA

Toda la cuaresma ha sido un tiempo de preparación, de conversión… un expresar en 40 días lo que en nuestra vida ordinaria venimos haciendo constantemente: todos nos preparamos, vamos cambiando, nos renovamos… porque esperamos una situación nueva.

El pueblo de Israel cambió su situación de esclavitud y se constituyó como un pueblo libre. Un estudiante se pasa toda su juventud en “cuaresma”, estudiando, preparándose para ser un buen profesional… y toda nuestra vida es una verdadera “pascua”, un paso a otra situación.

La base fundamental para ese tiempo de “cuaresma”, de conversión, de cambio, es la esperanza, pues sin ella nada tiene sentido.

Cristo viene y nos da el sentido total y último de todas las cosas y de toda la vida. Nos ha hecho estirpe de Dios, hijos, herederos del Reino de Dios; nos ha dado el horizonte de la vida, aquello que le va a dar sentido a todas las “cuaresmas” de la vida; nuestro destino es el suyo: la RESURRECCIÓN.

Los que lo mataron no pudieron soportar que los pobres tuvieran esperanza de nada; ellos eran los que programaban lo que todos debían entender por felicidad y lo que debían desear; toda la esperanza debía quedar reducida a poder sobrevivir.

La historia se sigue repitiendo: se teme pensar que Cristo está vivo, pues eso significa que la persona, al llegar al final de sus días, como el atleta que alcanza el triunfo y la muerte, se convierte en el triunfo definitivo de la vida, y para el que empieza el camino, lo inicia con esperanza y, por tanto, cree que merece la pena entrar en “cuaresma”, pues es el camino de la resurrección. Por eso, lo primero que se hace es matar la esperanza, convencer que no vale la pena luchar. Una frase típica que a cada momento repetimos es la que expresa perfectamente el anti-signo pascual más grande: “No vale la pena, son todos iguales” cuando nos referimos a los políticos o a los dirigentes de cualquier institución.


PALABRA DE DIOS


PRIMERA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 34‑43
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no ha todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección.
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados".

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 1‑4
Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y nuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.

EVANGELIO

Lectura del Evangelio de Juan 20, 1‑9
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y le dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto." Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no había entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Señor Jesús, vencedor del pecado y de la muerte: Vaya madrugón que se dio María Magdalena aquel primer día de la semana.

+Jesús: Es verdad, Seguro que no durmió en toda la noche. Era una mujer fiel; una gran creyente. Allí estuvo al pie de la cruz, juntamente con otras mujeres y con mi Madre, María.

N: Amigo Jesús; aquella mujer te llevaba en el corazón, por lo que, impaciente, fue al sepulcro al amanecer, cuando todavía estaba oscuro, es decir, cuando todavía no se habían extendido los rayos luminosos de tu resurrección. Ojala todos seamos tan solícitos para buscarte.

+Jesús: Ella no me vio pero Yo estaba allí; al encontrar corrida la tapa del sepulcro y vio que dentro no estaba mi cuerpo.. salió corriendo para comunicárselo a lo apóstoles.

N: Y así lo hizo. Lo que no entiendo bien es lo que pasó a tus amigos Pedro y Juan. Salen corriendo, llega Juan el primero porque era más joven, pero espera a que llegue Pedro, y los dos vieron las vendas y el sudario. Y refiriéndose a Juan nos dice el evangelio: “vio y creyó”.

+Jesús: Pues te explico, amigo entrañable: es que, una vez resucitado, no puedo ser percibido por los sentidos materiales. Es precisa la fe.

N: Es verdad. Yo nunca te he visto, pero creo en Ti, y te doy gracias porque la fe no la he conquistado yo ni me la he ganado con mis oraciones o con mi comportamiento. Ha sido, y es, un don gratuito. Igual que llamaste a María Magdalena en aquella mañana venturosa y radiante de tu resurrección, me llamaste a mí un día por mi nombre. A todos nos llamas, Señor y autor de la vida. Y cuando el domingo nos reunimos para celebrar la Eucaristía, eres Tú el que nos convocas.

+Jesús: Y me hago presente, y me doy a vosotros en el pan y en el vino, y me siento a gusto, y os doy el aliento, la ilusión y la fuerza para el camino; y reparto amor y cercanía, y comprensión, y alegría…, y os digo que os necesito para hacer un mundo mejor.

N: Amigo Jesús, que has vencido a la muerte: veo que la resurrección no es una simple creencia, sino que es UNA VIDA; UN ESTILO DE VIDA. Creer en ti, que eres el Resucitado, es conocerte para amarte, para seguirte, para mostrarte, para implicarse uno en tu proyecto, que es hacer un mundo de hermanos. Es colaborar contigo para que sea una realidad en nuestro mundo la resurrección y la vida; es potenciar la vida, fomentar la vida, defender la vida, sembrar vida, una vida abundante y para todos.
Y esto gritando como Pablo: “¿Dónde está, oh muerte tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?”


VE Y LO CUENTAS

Un signo “pascual” de resurrección son los niños que van a hacer la primera comunión: ellos son un signo de esperanza, una alegría enorme para una comunidad creyente.

Es la primera vez que ellos son protagonistas de la celebración en la que la comunidad les designa el puesto que ellos han de ocupar dentro de la mesa de la comunidad y, por tanto, dentro de la vida de ella.

Es el primer momento en el que ellos dicen un SÍ a Jesucristo, hacen un compromiso frente a la comunidad… Díselo a todos tus amigos, a tus familiares, a tus vecinos, que no debemos permitir que este acto grandioso de cada niño se convierta por nuestra culpa en el primer acto de fracaso de cada uno, pues cuando no los apoyamos, ni le animamos ni le orientamos, resulta que les estamos deteriorando y convirtiendo en una burla el sentido de Dios, de la fe y de su propia persona. Esta debería ser una de esas cosas que no nos deberíamos callar por nada.


LO QUE NO VENDE

SE NOS ESCAPÓ DE LAS MANOS
Pues sí, a veces ocurre así: se quiere hacer una cosa bien y se la quiere llenar de un sentido de ternura, de acercamiento, de expresión de cariño y cuando se meten otros intereses por medio se fastidia el detalle.

Hace ya mucho tiempo que el tema de las bodas y las primeras comuniones se dejó que entraran otros intereses que no tenían nada que ver con el acontecimiento y, al final, tuvo más fuerza el ámbito social que el familiar y el espiritual y religioso.

Es hermoso para un padre y una madre que pusieron la semilla de la fe en su hijo el día que lo bautizaron y ahora, a sus 9 años lo ven que el niño es capaz de decir que cree en Jesús. Eso es un triunfo, pero es una pena constatar que para muchos el que el niño diga esto les trae sin cuidado, lo importante es quedar a la altura que la sociedad impone. Lo que menos importa es que el niño celebre su encuentro con Dios y lo más triste es que los niños lo perciben.

EN ESTA SEMANA

  • El día 28, jueves, a las 4´30 p.m., tendremos las confesiones de los niños que hacen la 1ª comunión el día 1 de Mayo.
  • El Día 29 a las 4´30 tendremos el ensayo de la celebración.

FELIZ SEMANA

Desde nuestra CABRIA, la comunidad cristiana de San José quiere dar la bienvenida y su felicitación más entrañable a los tres niños SARA, IVÁN y NOELIA que en la noche solemne de la PASCUA han sido bautizados recibiendo el gran regalo de la fe y la vida del Espíritu Santo que los hace Hijos de Dios y miembros de nuestra familia cristiana, la Iglesia. ¡¡Que dios bendiga vuestras familias para que encontréis en ellas el ambiente santo para crecer y fortalecer la fe que esta noche habéis recibido!!!

La Cabria, nº 134


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOMINGO DE RAMOS A
17 ABRIL 2011
Año -II- Nº 134

EDITORIAL

LA PASCUA DE JESÚS

Durante 30 años, Jesús estuvo madurando su proyecto; después, cuando todo lo tuvo claro, se decidió a proclamarlo y a vivirlo haciendo ver que era posible hacerlo. 

Como buen judío había subido a celebrar la Pascua de los judíos en la que celebraban la Alianza que Dios había hecho con el pueblo. Jesús es muy consciente de esta realidad y esta vez va a cambiar todo. Por el camino se encuentra con muchos peregrinos que suben a Jerusalén y el ambiente se va caldeando con algunos acontecimientos que han ocurrido mientras hacen la peregrinación: al pasar por Jericó se acerca el ciego Bartimeo y Jesús le da la vista y él se incorpora al camino. 

Cuando llegan a Jerusalén se altera la ciudad ante algo desconocido que entra: los peregrinos proclamando a un rey. La misma cosa ocurrió cuando llegaron los magos preguntando por el “rey” que había nacido. En aquel momento también se alteró la ciudad ante la presencia de Jesús.

Es curioso ver cómo, pasados 20 siglos la presencia de Jesús sigue poniendo nerviosos a los poderosos de este mundo y hacen lo mismo que Herodes cuando le preguntaron por Él los “Magos” o lo que hicieron Anás, Caifás o Pilatos cuando le oyeron decir: “Yo soy Rey, pero mi reino no es de este mundo”.

Y es que el reino de Jesús desestabiliza de las posiciones de injusticia, de opresión, de corrupción que se asientan en la mentira y en el poder que da la fuerza de las armas o del dinero. 

En la gran semana que vamos a iniciar en este domingo cada persona, cada grupo, cada institución… celebrará lo suyo frente al gran referente que se nos pone por delante JESUS: el CAMINO, la VERDAD y la VIDA.


PALABRA DE DIOS

Lectura del libro del profeta ISAÍAS 50,4-7
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor Dios me ha abierto el oído; y yo no me he rebelado ni me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No oculté el rostro a insultos y salivazos. Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido; por eso endurecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré avergonzado.
Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los FILIPESES2,6-11
Hermanos:
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el «Nombre-sobretodo nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo-, y toda lengua proclame: «¡Jesucristo es Señor!», para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san MATEO -21,1-11
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles: “Id a la aldea de enfrente, encontraréis en seguida una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédmelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto”. Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta: «Decid a la hija de Sión: "Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de acémila"». Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. y la gente que iba delante y detrás gritaba:
¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
-¡Viva el Altísimo! Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada: ¿Quién es este?
La gente que venía con él decía: Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Querido Jesús: Por fin llegaste a Jerusalén. Muchas veces dijiste a tus apóstoles: “eh aquí que subimos a Jerusalén”. Tres veces les anunciaste tu Pasión y tu resurrección relacionando esos acontecimientos con tu subida a la ciudad santa.

+Jesús: Sí, pero no me entendían. Llevaban grabada muy dentro del alma la imagen de un Rey y de un reino, según los modelos de este mundo. Un Mesías poderoso, capaz de liberar a su pueblo del duro yugo romano y hacer del pueblo israelita el primero de todos los reinos de la tierra.

N: Se pondrían muy contentos (y extrañados) cuando les dijiste que fueran a la aldea de enfrente y te trajeran la borrica atada con su pollino.

+Jesús: Y tan contentos. Ellos conocían perfectamente la profecía de Zacarías 9,9 y s.s.: "Grita sin freno, Sión; grita de alegría, Jerusalén, que viene a ti tu Rey: justo y victorioso, humilde y montado en un asno".

N: Y pensaron tus discípulos: ha llegado el momento. Pusieron sus mantos en la borriquilla, te montaste, la gente tendió sus mantos por el camino, otros cogieron ramas de olivo…y a gritar vivas y más vivas al “Hijo de David”; al que “viene en el nombre del Señor”; al “Altísimo”; a Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.

+Jesús: Yo me sentía gozoso al ver la gente entusiasmada. Veía lo que pensaba Pedro: hay que ver la reprimenda que me echó cuando le dije que la pasión no estaba hecha para Él; hasta me llamó “satanás”. Pues mira cómo entra victorioso a Jerusalén. Yo sí sabía lo que me esperaba.

N: Así es, querido Jesús. Sabes que ningún profeta muere fuera de Jerusalén, ni en la cama, sino…de muerte violenta; sabes que estás en las manos del Padre, que te ama, pase lo que pase. Nunca quisiste que te proclamaran “Rey”, pero ahora aceptas que te proclamen como Mesías, pero sin poder, sin gloria humana, sin ejércitos y palacios, sin coronas ni cetros de oro, sin tronos lujosos ni carrozas deslumbrantes, sino desde la sencillez, desde la humildad, desde la pequeñez, desde la debilidad… desde la pobreza.

+Jesús: Lo has entendido muy bien, amigo entrañable. Pero veo que también es preciso purificar muchos de los aspectos y de la formas como se celebra la Semana Santa. 

N: Llevas toda la razón, mi querido Jesús y Salvador de todos. Ahí están los millones de hermanos nuestros, hijos del mismo Padre, que carecen de lo necesario para gozar de una vida digna: el hambre es el peor pecado de la humanidad. Más de 14 millones de niños y jóvenes entre 5 y 17 años, trabajan en América Latina y el Caribe, en condiciones que ponen en riesgo su seguridad y hasta sus vidas. Niños de 6 años cortan café en Honduras. Ahí están los damnificados de Haití, los del Japón, los de la crisis económica…

+Jesús: Es bueno recordar lo que dejó escrito Mateo cuando habló del juicio final: “Lo que hicisteis con uno de estos, conmigo lo hicisteis”. Mi deseo es que de la celebración de la Semana Santa salga la Iglesia, toda la Iglesia purificada, renovada y contenta porque también ha sido un claro testimonio de amor a todos. Que no nos quedemos ni en el triunfalismo del domingo de ramos, ni en el fracaso de la Cruz. RESUCITANDO HE VENCIDO A LA MUERTE.


VE Y LO CUENTAS

Dile a tu gente: a tus amigos, a tus vecinos, a tus parientes que no estamos celebrando el recuerdo de un loco que asesinaron porque apareció llamándose rey o creando problemas a las autoridades, o un terrorista que sembraba el miedo… tampoco por haber robado, violado, o molestar a la gente. 

Simplemente dijo que Dios es un Padre que ama a todos sus hijos por igual y que vive a nuestro lado, que no abandona a nadie y menos aún a los más débiles. 

Dijo que la persona está por encima de toda ley e institución y que todos tenemos la grandeza y la dignidad de ser HIJOS DE DIOS. 

Dijo también que no puede haber leyes o fuerzas en este mundo que atropellen a la persona y la degraden y, si es que alguien lo hace, está atentando contra lo más sagrado. 

Y dijo también que Dios Padre y su Espíritu vive con los hombres y camina con ellos en la historia… y el tiempo que pasó en la tierra no hizo otra cosa que vivir en consonancia con esto que predicaba y pasó haciendo el bien a todo el que se lo encontró. ¡Y POR ESO LO MATARON! Pero resucitó y hoy siguen haciendo lo mismo con Él en este mundo. Por eso decimos que no celebramos un recuerdo, sino una grande y triste realidad: la PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS, QUE VIVE EN CADA PERSONA Y EN NUESTRA HISTORIA HUMANA.


EN ESTA SEMANA

Domingo de Ramos:
  • 9 a.m. bendición de Ramos
  • 10 a.m. Procesión
  • 12 a.m. Santa Misa
  • 7 p.m. Santa Misa.
Lunes Santo.
  • 7 p.m.: Eucaristía y a continuación tendremos un rato de oración contemplando a Jesús, para lo que proyectaremos una película en el salón de la parroquia.
Martes Santo.
  • 11 a. m. Misa Crismal en la Catedral
  • 7. p.m. Eucaristía y Oración
Miércoles Santo:
  • 7. p.m. Procesión de Jesús de la Buena Muerte.
  • 7. p.m. Eucaristía y a continuación proyectaremos una película en el salón parroquial
Jueves Santo:
  • 7 p.m. Cena del Señor
  • 11 p.m. Hora Santa en la que contemplaremos a Jesús con la película de “La Pasión”
Viernes Santo
  • 11 a.m. Vía Crucis de los enfermos
  • 4 p.m. Adoración de la Cruz.
  • 7 p.m. Oración
Sábado Santo:
  • 11 p.m. Vigilia Pascual
Domingo de Resurrección
  • 10 a.m. Eucaristía
  • 12 a.m. Eucaristía

La Cabria, nº 133


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOM. 5º Cuaresma A
10 ABRIL 2011
Año -II- Nº 133

EDITORIAL

¡INDIGNAOS!

¡Indignaos!” es el título de un reciente librito que está siendo éxito de ventas en las últimas semanas. Se trata de un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica escrito por Stéphane Hessel, un veterano que formó parte de la resistencia francesa contra la invasión nazi en la 2ª Guerra Mundial y que, tras ella, participó como redactor en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Lo cierto es que este breve manifiesto, dirigido en especial a los jóvenes, recuerda la tradición bíblica de los profetas que denuncian en diversos momentos históricos la injusticia del mundo. Y nos parece de una actualidad rabiosa la necesidad de indignarse ante la deriva del mundo en que vivimos. Asistimos impávidos a los “brotes verdes” de la mayor crisis que ha padecido nuestra civilización (o eso nos dijeron) y al final de la misma, los pobres son aún más pobres y los ricos aún más ricos; es más, aquellos que la causaron son los mismos que ahora nos advierten de qué tenemos que hacer y qué no, son los que promueven “medidas de austeridad” que, curiosamente, no afectan a la oscuras conjuras de los sistemas financieros que causaron la crisis, sino a parados, jubilados o trabajadores en precario. ¿No es para indignarse? Y se pretende que todo siga igual. Pero lo cierto es que como cristianos tenemos que pasar de esa indignación necesaria a la insurrección pacífica gritando que sí, que otro mundo es posible, que la doctrina social de la Iglesia está repleta de esas llamadas a vivir de otra manera.

Y a propósito de llamadas de la Iglesia en este sentido, aplaudimos desde esta editorial el manifiesto ante la actual situación económica y laboral redactado por los sacerdotes del Arciprestazgo el pasado 4 de marzo y la editorial de Noticias Obreras (abril 2011). Podéis encontrar ambos documentos en http://arciprestazgodelinares.blogspot.com/


PALABRA DE DIOS

Lectura del profeta Ezequiel 37,12 14
Así dice el Señor: "Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago." Oráculo del Señor.

Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los Romanos 8,8 11
Hermanos: Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

Lectura del santo evangelio según S. Juan 11,1 45
En aquel tiempo las hermanas mandaron recado a Jesús, diciendo: "Señor, tu amigo está enfermo." Jesús, al oírlo, dijo: "Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella." Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: "Vamos otra vez a Judea."
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo."
Jesús, [viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban,] sollozó y, muy conmovido, preguntó: "¿Donde lo habéis enterrado?" Le contestaron: "Señor, ven a verlo." Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: "¡Cómo lo quería!" Pero algunos dijeron: "Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?" Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: "Quitad la losa." Marta, la hermana del muerto, le dice: "Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días." Jesús le dice: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?" Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado." Y dicho esto, gritó con voz potente: "Lázaro, ven afuera." El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: "Desatadlo y dejadlo andar."
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Mi querido Maestro Jesús: Me encanta ver cómo cultivas la amistad. “Tu amigo Lázaro”, dicen sus hermanas, está enfermo”.

+Jesús: Es que la amistad es algo sagrado, pues está por medio el amor. Para mí la casa de Lázaro, Marta y María, en Betania, era como mi propia casa. Me sentía a gusto y feliz con ellos. Allí comía y descansaba muchas veces.

N: Tu discípulo amado, Juan, nos dice que Tú amabas a Marta, a su hermana María y a Lázaro. Mi casa, Señor, es también tu casa. 

+Jesús: Y es verdad. Pero, además, yo me sentía querido por ellos. Todos nos alegrábamos cuando estábamos juntos. Donde hay verdadera amistad, se vive la alegría, la confianza, la sencillez, la paz. Y también se comparte el sufrimiento. Entre los amigos, que se quieren está nuestro Padre, Dios.

N: Tardaste cuatro días en ir a Betania, el tiempo que Lázaro se encontraba ya muerto en el sepulcro.

+Jesús: Sí; es que “era preciso que se manifestara la gloria de Dios”. Me conmoví al ver a Marta que venía corriendo y nerviosa, hasta el punto que, antes de llegar, me dijo que si yo hubiese estado allí no hubiera muerto su hermano.

N: Y nos dejaste, querido Jesús, otra manifestación de tu identidad: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”. Y Marta te llamó el “Mesías”; el “Hijo de Dios” que tenía que venir al mundo.

+Jesús: La verdad es que los tres hermanos tenían una confianza (fe) plena en mí. Por eso resucité a Lázaro.

N: Y te hicieron llorar. Te conmoviste, entrañable amigo Jesús, al ver llorar a Marta y a muchos de los que la acompañaban. También tú te echaste a llorar, hasta el punto que algunos dijeron: "¡Cómo lo quería!" ¡¡¡Dios llorando!!!

+Jesús: Amigo querido: no pude aguantarme. Mi corazón es de carne y se conmueve, en medio de la alegría y de la tristeza de los amigos.

N: Mi Señor, Jesús: modela mi corazón al estilo del tuyo. Multiplica los auténticos amigos en nuestro mundo.
Aumenta en mí y en todos la fe en la resurrección. Que resuenen tus palabras: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA


VE Y LO CUENTAS

El próximo viernes tenemos prevista una celebración comunitaria del perdón. Fijaos que lo llamamos así, “celebración del perdón”. Sin embargo, ¡qué lejos está esta expresión de la imagen que se tiene de este sacramento! Por alguna razón, se tiene una imagen bastante negativa y distorsionada de él. Se piensa que es un mal trago tener que ponerse delante del cura, lo conozcas o no, y contarle todas tus miserias. Por si fuera poco, entendemos la penitencia como un castigo, de tal manera que mediríamos lo “malos” que hemos sido en función de lo “gorda” que sea la penitencia. ¡Qué triste encuentro con el Señor sería ese! Nosotros, por supuesto, lo entendemos de una forma bien distinta. Se trata del sacramento del perdón o de la reconciliación. ¿Hay algo que proporcione más bienestar interior que pedir perdón y sentirse perdonado? Pues nuestro buen Dios nos regaló la oportunidad de recibir ese perdón tantas veces como queramos, y lo tenemos al alcance de nuestra mano. Se trata de acercarte con humildad al Señor, reconocer cuán limitados e imperfectos somos y recibir el abrazo entrañable del Padre que nos dice: “anda, vete en paz, y en adelante no peques más”.


LO QUE NO VENDE

El niño pakistaní Iqbal Masih, católico, tenía 4 años cuando su padre le vendió a una fábrica de alfombras de Punjab (Pakistán) porque necesitaba un préstamo para pagar la boda del hijo mayor. 

Para saldar la deuda trabajaba 12 horas al día. A los 10 años Iqbal asistió a un mitin sobre derechos humanos y su vida cambió radicalmente. Consiguió la libertad a través de una campaña del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y se convirtió en un activo luchador contra el trabajo cautivo. 

Su ejemplo trascendió internacionalmente, siendo premiado en Estocolmo y Boston y dedicando el premio para abrir una escuela, manifestando en la colocación de la primera piedra su intención de hacerse abogado para continuar la lucha contra la esclavitud infantil. El 16 de abril de 1995 fue asesinado a la edad de 12 años por la mafia de la tapicería, después de múltiples amenazas por cerrar empresas en las que todos los trabajadores eran niños esclavos.

En memoria de Iqbal, símbolo de los 400 millones de niños esclavos de la actualidad, queremos reivindicar, junto al Movimiento Cultural Cristiano y Camino Juvenil Solidario, el 16 de Abril como Día Internacional contra la Esclavitud Infantil.



EN ESTA SEMANA

Viernes 15 de abril, 18.30 horas: celebración comunitaria del perdón.