La Cabria, nº 121


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
DOMINGO 2º. t. o., CICLO A
16- ENERO- 2011
Año -II- Nº 121


EDITORIAL

Con motivo de la festividad de la Sagrada Familia, el Obispo de Córdoba publicó en InfoCatólica el día 30 de diciembre una hermosa homilía titulada “La familia, esperanza de la humanidad”. En ella, Monseñor Demetrio Fernández reflexiona sobre la propuesta que la familia cristiana hace a la sociedad actual, ensalzando el espacio privilegiado que supone para la consecución del Reino. Habla, en unos momentos tan necesitados de palabras así, de la lacra de la violencia de género, de la trivialización del sexo, con la pérdida de su papel de auténtico encuentro de amor de la pareja, del egoísmo imperante y de su efecto en la bajísima natalidad en España, del crimen del aborto; y todo ello con brillantez por su claridad. 

Sin embargo, no han sido esos los ecos que hicieron llegar a nosotros la homilía. Si la buscáis en Internet, veréis que ha trascendido exclusivamente por las siguientes palabras: “El “ministro” de la familia en el gobierno del Papa, el cardenal Antonelli, me comentaba hace pocos días en Zaragoza que la Unesco tiene programado para los próximos 20 años hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual. Para eso, a través de distintos programas, irá implantando la ideología de género, que ya está presente en nuestras escuelas.”

No os molestéis en tratar de contrastar esta llamativa “noticia”: nosotros lo hemos hecho y, por supuesto, no hay ninguna confirmación por ningún medio fiable. No queremos entrar a discutirlo a fondo aquí, pero creemos que tanto el cardenal Antonelli como monseñor Fernández están generando una alarma que serían incapaces de justificar y, lo que es peor, están desviando el tema de lo más importante: nadie habla del resto de la homilía, de la alusión a los problemas verdaderamente acuciantes de nuestra sociedad. Más aún, esta cita sólo ha dado pie al chascarrillo y al insulto, incluso a discusiones subidas de tono y poco edificantes entre medios católicos (ver Infocatólica del 2 de enero). Y que conste que no le tenemos miedo, ningún miedo, a que se nos critique por defender los valores cristianos, pero, por favor, escojamos con rigor aquellos por los qué queremos hacerlo, que tenemos muchos donde elegir.


PALABRA DE DIOS

Lectura del profeta Isaías 49,3.5 6
El Señor me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza : "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra."

Lectura de la primera carta del apóstol S. Pablo a los Corintios 1,1 3
Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.

Lectura del santo evangelio según S. Juan 1,29 34
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel."
Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios."


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Mi querido amigo Jesús: he leído el Evangelios y te digo la verdad. No he entendido mucho eso de que te llame Juan bautista “el cordero de Dios”.

+Jesús: Verás cómo sí sabes el significado de esa presentación que hizo de mí Juan el Bautista. Tanto el Bautista como mi discípulo más joven, Juan, autor del 4º Evangelio, conocían muy bien y recordaban siempre emocionados, la importancia que tuvo comer el cordero sacrificado en la noche de la liberación de Egipto.

N: Ya recuerdo. Salía en la película “Los diez mandamientos” y alguna vez lo he leído en la Biblia, en el libro del Éxodo.

+Jesús: Fue en la primera Pascua; la Pascua de la Antigua Alianza. Los que señalaron las jambas de las puertas con la sangre del cordero y comieron su carne, se salvaron de la esclavitud y de la muerte y a continuación empezaron el, no siempre fácil, camino de la libertad.

N: ¿Y qué es la pascua? 

+Jesús: Como no tenemos mucho tiempo, te lo voy a explicar esquemáticamente. La palabra “Pascua” significa “paso”. Para nosotros, los creyentes, la PASCUA ES EL PASO:
  • De la muerte a la vida
  • Del pecado a la gracia
  • De la esclavitud a la libertad

N. Ya sé, querido Maestro. Tú eres el Cordero de Dios porque, con tu muerte y tu resurrección, has realizado todo eso en nosotros. Sacrificado como el Cordero Pascual de la Nueva Alianza, has logrado nuestra Salvación radical, (desde la raíz), hasta hacernos “hijos adoptivos de Dios”.

+Jesús: Muy bien, mi querido amigo, veo que has entendido ya este evangelio.

N: Tengo una pregunta más: que eres el “Hijo de Dios” nunca lo he puesto en duda. Mi pregunta es eso de “quitar el pecado del mundo”.

+Jesús: Sí, Nadie niega la existencia del mal en el mundo. Aparte del mal que podemos hacer individualmente a otros, existe lo que se llama el pecado social.

N: Maestro amigo: ¿y qué es el pecado social? 

+Jesús: Es el que produce males colectivos y es consecuencia de una sociedad injustamente montada, egoísta, rica y que está gozando con los bienes que roba a los desheredados. Piensa en el mundo del hambre; la cantidad de niños que mueren porque carecen de lo estrictamente necesario para vivir. Piensa en los niños de la calle; en los que son utilizados para la guerra. Piensa en el número creciente de parados, por causa de la crisis. Piensa en el caso de Haití, que, según informan los medios de comunicación social, se encentra en una situación mucho peor que cuando tuvo lugar la desgracia.

N: Es verdad, amigo Jesús. Mientras hablabas, me has hecho pensar en todo lo que montamos con motivo de las fiestas de Navidad. La facilidad con que los medios de propaganda nos llevan a gastar más de la cuenta, sin acordarnos de los que, a lo largo de su vida, están siendo víctimas de los que estamos en el Norte, en la sociedad de la abundancia.

+Jesús: También hay otros que los tenemos más cerca y se pasa de ellos.


VE Y LO CUENTAS

Cuando aún estamos recogiendo las bolas del árbol de la Navidad y el serrín del Belén por las esquinas de la casa, hemos vuelto la vista atrás para reflexionar un poco acerca de esta última Navidad. Si en algún sitio hemos notado un signo de la auténtica Encarnación del Señor este año ha sido en medio del mar de Alborán. 

El pasado 13 de diciembre una mujer dio a luz en una patera cuando trataba de llegar a las costas de Granada. Al igual que Jesús, al que le tocó nacer fuera de su hogar, arrojado a la miseria de un corral por el egoísmo y la indiferencia, entre excrementos, la niña nacida en la patera lo hizo en el frío húmedo del mar inmenso, entre el olor a gasolina y a falta de higiene y el miedo de 35 personas en un espacio reducido e inhóspito, empujada su madre a un viaje salvaje desde miles de kilómetros por la injusticia de nuestro mundo. 

Es necesario que lo pensemos y le contemos a todo el mundo que nuestro Dios nació así para que esta niña sepa desde su nacimiento que no está sola, que por encima de todas las leyes de extranjería que le queramos aplicar ahora para arrojarla de nuevo al otro lado del océano, fuera de nuestra vista egoísta, Dios la ama.


LO QUE NO VENDE

No vende creer en Dios, todos lo sabemos, sobre todo para los que lo tienen todo. Uno de nosotros hizo hace unas semanas un viaje en tren. A la vuelta reflexionaba precisamente sobre la noticia de esta Navidad en Alborán que os hemos contado antes, y pensaba en el misterio de la encarnación del Señor en medio de esa inmensa pobreza, cuando se encontró en la revista que suelen dar en el tren la siguiente historia: un fotógrafo de esos que van a la aventura por distintas partes del mundo, era entrevistado acerca de las experiencias de sus viajes. Preguntado sobre sus vivencias en uno de los países del África más golpeados por la pobreza, contó que en su visita a una aldea perdida en medio de la nada le preguntó a un niño famélico: “Y tú, ¿por qué crees en un dios que sólo te ha dado miseria en la vida?”. El niño le contestó: “Porque es lo único que tengo”.


EN ESTA SEMANA

Queremos tener nuestro templo abierto para el 30 de enero. Por eso han comenzado a trabajar los equipos de limpieza y restauración y traslado del mobiliario de la Iglesia. Necesitamos colaboradores/as para realizar estas tareas. Los responsables son: Mari y Lola (limpieza), Pepe y Nicolás (restauración). Quien desee colaborar solo tiene que ponerse en contacto con ellos.