HOJA PARROQUIAL DE
S. JOSÉ DE LINARES
DOMINGO 5º DE PASCUA-A
14 DE MAYO de 2017
Año -X- Nº 391
EDITORIAL
MATERNIDAD SUBROGADA
Por maternidad subrogada se entiende cuando una mujer está embarazada y posteriormente va a dar a luz, pero el bebé pertenece tanto genéticamente (total o parcialmente) como de forma legal a otros padres.
El término de maternidad subrogada es lo que coloquialmente se conoce como madre o vientre de alquiler. El lenguaje popular suele ir al grano de las cosas y decir al pan, pan y al vino, vino.
La fecundación de la mujer alquilada se produce mediante fecundación in vitro o inseminación artificial, con óvulos y espermatozoides de los padres que alquilan, con óvulo de la madre alquilada y espermatozoide del padre contratador, o con espermatozoide de banco de donantes y óvulo de madre que alquila.
Todo esto nos parece una locura, una aberración. ¿Hay que ser padre o madre a cualquier precio? ¿Es ético, moralmente aceptable este uso mercantilista del cuerpo de la mujer, y aprovecharse de sus condiciones económicas deficientes, convertirla en una probeta, en un objeto? ¿Por qué este deseo de perpetuarse biológicamente a cualquier precio y a costa de lo que sea? Con la cantidad de niños y niñas que están pendientes de adopción, que necesitan a unos padres que les saque de la miseria o el abandono en que se encuentran. Es egoísmo puro y duro,
Artistas, futbolistas, políticos famosos, multimillonarios hacen uso de este “servicio” y por ser personajes públicos y conocidos parece que a nadie le chirría ni los cuestiona.
Y los niños y niñas gestados de esta forma ¿cómo encajarán en su vida que su madre, biológica o no, los vendiera, que sus padres alquilaran a una mujer?
Y la madre alquilada ¿puede desprenderse sin más de la criatura que ha gestado durante nueve meses? ¿Esto no afectará a su vida, a su salud mental y física?
Se han dado muchos pasos en defensa de la dignidad de la mujer pero se nos sigue utilizando con prácticas tan vejatorias como estas. Ojalá que se alcen muchas voces en contra de la maternidad subrogada, que seamos capaces de crear conciencia y opinión frente a ella.
PALABRA DE DIOS
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. Hch 6, 1-7
EN aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario no se atendía a sus viudas. Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron: «No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra».
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Palabra de Dios.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro. 1 Pe 2, 4-9
QUERIDOS hermanos:
Acercándoos al Señor, piedra viva rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo.
Por eso se dice en la Escritura:
«Mira, pongo en Sion una piedra angular, elegida y preciosa; quien cree en ella no queda defraudado».
Para vosotros, pues, los creyentes, ella es el honor, pero para los incrédulos «la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular», y también «piedra de choque y roca de estrellarse»; y ellos chocan al despreciar la palabra. A eso precisamente estaban expuestos.
Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.
Palabra de Dios
Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 14, 1-12
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre».
Palabra del Señor
NUESTROS ENFERMOS
La Cabria: No, ¡de ninguna manera! No vale que te sientas así, no cometas ese error; tú no eres un trasto inútil; jamás es inútil una luz que ilumina un camino o un rincón de la casa, aunque los que van caminando, o habitan en la casa, ni se den cuenta que la luz sigue allí iluminando. Lo que ocurre es que a veces somos tan ignorantes, o estamos tan ocupados en tantas cosas, que nos creemos que nos lo sabemos todo y no necesitamos de la luz que nos proyectan los demás… Recuerda que tú también fuiste joven y te creías que no necesitabas del consejo de nadie y recuerda las locuras que hacías. Sí, tranquilízate, ya sabes que la enfermedad de la juventud se va curando despacito con el tiempo. Tú también fuiste joven, ¿no?
Es lindo que ahora tú puedas gozar de una experiencia única: ahora, a tus años, te darás cuenta que la vida de una persona es como el que sube una gran montaña; tú has atravesado todos los senderos, has enfrentado todas las dificultades, has sufrido lo indecible hasta llegar a lo alto ¡Y lo has logrado! No todo el mundo puede contar lo mismo.
EL TESTIMONIO DE KELLY
Kelly Martínez es una estadounidense de 32 años que ha alquilado su vientre hasta en tres ocasiones, dando a luz a cinco niños. Fue la tercera y última vez que se prestó a ello cuando se dio cuenta de lo que realmente suponía la popularmente conocida como “gestación subrogada”, la mercantilización del cuerpo de la mujer y la cosificación del niño gestado.
Un niño y una niña es por lo que pagó el matrimonio español que decidió contratar a Kelly. Querían un varón y una mujer, y habían abonado una gran cantidad de dinero por ello. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaban. Kelly dio a luz a dos niños, no había ninguna niña, y por ello la pareja que la había contratado no quería quedarse con los pequeños.
Esta situación hizo que Kelly padeciera preclamsia, una enfermedad que pone en riesgo los embarazos debido al aumento de la presión arterial. Por ello, Kelly dio a luz a los gemelos a los siete meses y por cesárea, algo que no gustó a la pareja, quienes exigieron un examen de la placenta. Los españoles no pagaron la cantidad de dinero que habían acordado con la estadounidense y la empresa intermediaria tampoco quiso hacerse cargo de los gastos.
Eran 35.000 dólares lo que recibía Kelly cada vez que alquilaba su vientre. Todo esto le abrió los ojos. “El daño emocional es incontable. Esos pequeños no recibieron el amor que merecían por ser dos niños”, cuenta Kelly entre lágrimas en una conferencia de la plataforma en contra de los vientres de alquiler llamada Stop Surrogacy Now. Y desde entonces colabora con esta plataforma contando su experiencia, algo que asegura “no volvería a hacer nunca”
Fuente: www. infovaticana.com
EN ESTA SEMANA
- Día 18, jueves, 4´30 pm. Confesiones y ensayo de los niños de 1ª Comunión.
- Sábado 20- 12 a.m. 1ª comuniones.