La Cabria, nº 271


HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
Solemnidad de S. Pedro y S. Pablo -A-
29-Junio 2014
Año VI- Nº 271

Editorial

SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN

Cuando aún no estaba la figura del maestro/a de Religión, un grupo de maestras formamos un grupo de trabajo y le pedimos a D. Pedro que fuera nuestro formador. Así lo conocí, hace ya veinte años. Recuerdo que gracias a él comprendí en profundidad lo que era y lo que significaba el Reino de Dios. Tenía el don de hacer comprensible lo difícil de entender, de acercar a nuestra vida, a nuestra cotidianidad el mensaje de Jesús, de hacernos caer en la cuenta de cómo tenía que ser nuestra vida para ser auténticos testigos suyos. Y cómo, todo esto, teníamos que transmitirlo a nuestros alumnos. 

Después pude participar en las Eucaristías que celebraba en el Centro Cultural Poveda, simplemente inolvidables, porque eran celebraciones cercanas, entrañables, de una gran profundidad y hermandad.

Pasado el tiempo nos encontramos un día por la calle, Melitón acababa de llegar a nuestra parroquia, me preguntó por él pues lo conocía desde que estuviera en Ecuador, lo animé a que fuera a visitarlo y a visitarnos. Al cabo de unos meses se reencontró con su apreciado amigo y con su amada parroquia.

Nuestra parroquia ha tenido la suerte de tenerlo como pastor durante veinte años y posteriormente con la serenidad que da la vejez, la experiencia de una vida larga volvió junto a nosotros, durante seis años más, celebrando la Eucaristía, dando algunas charlas de formación y colaborando semanalmente con nuestra hoja parroquial. 

Nos consideraba sus hijos, su familia y nos quería con toda el alma. Así lo demostró muchas veces, especialmente durante la enfermedad de Melitón, entonces se volcó con nosotros, sin importarle su salud, su edad. Nos atendió, apoyó, acompañó, hizo que no nos sintiéramos huérfanos, consiguió que esos momentos difíciles lo fueran mucho menos.

Dios quiso que volviera con su comunidad, sabía que él necesitaba ese reencuentro, que se lo merecía y creo, esto es una apreciación mía, que agradeció inmensamente al Señor esta oportunidad.

Le damos las Gracias a Dios por él. Siempre lo tendremos en nuestro corazón. Descanse en paz. 

(Ana M.)

Palabra de Dios

Lectura del libro de los hechos 12,1-11

En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la iglesia. Hizo decapitar a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno: tenía intención de ejecutarlo en público, pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la iglesia oraba insistentemente a Dios por él. 

La noche antes de que lo sacara Heredas estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado a ellos con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. 

De repente se presentó el Ángel del Señor y le iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y dijo: “Date prisa, levántate.” 

Las cadenas se le cayeron de las manos y el Ángel añadió: “Ponte el cinturón y las sandalias” 

Obedeció y el Ángel le dijo: “Échate la capa y sígueme”. 

Pedro salió detrás creyendo que lo que hacía el Ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron y al final de la calle se marchó el Ángel. 

Pedro recapacitó y dijo: Pues era verdad: el Señor ha enviado su Ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos. 

Palabra de Dios 

Lectura de la segunda carta de S. Pablo a Timoteo 4,6-8. 17-18 

Querido hermano: 

Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me queda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no solo a mi, sino a todos los que tienen amor a su venida. 

El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. El me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. ¡A Él la gloria por los siglos de los siglos amén! 

Palabra de Dios 

Lectura del santo evangelio según S. Mateo. 16,13-19. 

En aquel tiempo, llegó Jesús a la región de Cesárea de Felipe y preguntaba a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? 

Ellos contestaron: “Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que jeremías o uno de los profetas” 

Él les preguntó: “Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? 

Simón Pedro tomó la palabra y dijo: “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. 

Jesús le respondió: “¡Dichoso tú, simón, hijo de Jonás! Porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora yo te digo: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia y el poder del infierno no la derrotará. 

Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo; lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. 

Palabra del Señor

¡¡¡HASTA PRONTO, AMIGO!!!

17-06-14

No te digo adiós, sino hasta luego, pues sé que no te has ido, te quedas con nosotros, pero ahora con mucha más fuerza, ya libre de tu dolor. 

Tu figura se agranda hoy y ahora que te pienso, la veo que es poliédrica, como uno de esos diamantes gigantes que por cualquier cara que lo mires desprende la luz. 

Para todos nosotros eres D. PEDRO; te ganaste el título sin que te hayamos sentido distante ni por encima de nadie; en ti no había barreras. 

“Mi padrecito lindo” a lo que con sonrisa de ternura siempre me respondías: ¡”Mi hijo mayor!” pero en definitiva, todos te sentimos como nuestro HERMANO MAYOR, como padre, maestro, compañero de camino… Cualquiera de estos calificativos te lo podríamos acoplar y te lucirían espléndidamente, como un traje hecho a tu medida, porque todos los probaste y con todos te vestiste. 

Hoy te vas, después de haber enfrentado la prueba final como lo hacen los grandes, pero no te decimos adiós, sino hasta luego, pues tú no has muerto, porque tu labor, tu enseñanza, tu sencillez, tu ternura, tu firmeza y tu recuerdo quedan en todos nuestros corazones. 

Tu paso por la tierra ha sido como el agua fina de lluvia que ha ido y regando momentos difíciles de la historia: te tocó derribar, limpiar, plantar y cultivar en aquellos tiempos recios del post-concilio que te hicieron sufrir la desconfianza la desidia de los que se resistían, la crítica desacerbada y hasta la persecución de los que te consideraron enemigo, pero tuviste la valentía y la firmeza del padre y pastor que tiene claro por donde tiene que encaminar a sus hijos y seguiste con fidelidad el mandato de la Iglesia, sembrando en el corazón de los que te quisieron escuchar lo que el Evangelio estaba pidiendo, un espíritu de comunidad fraterna, y sosteniendo que no es posible vivir sin tener plena conciencia de lo que se confiesa y se vive. Has sido un MAESTRO en esta comunidad de Linares y así pasarás a la memoria histórica de cada uno de los linarenses, así te recordará SAFA de toda Andalucía, tu parroquia de S. José o de Villargordo. 

Te hemos percibido como el HERMANO cercano y sencillo, siempre atento y respetuoso, como el que pasa de puntillas, pero de una fidelidad y lealtad inquebrantables a la verdad. 

No eres el tipo con doblez que no se sabe nunca por donde va, sino que siempre te vimos caminando de frente; todos sabíamos dónde estabas y dónde te podíamos encontrar, menos aquellos que quisieron manipularte y cada vez te calificaron de un color o te fueron ubicando; fuiste un hombre de una definición clara, como tu “Maestro”, Jesús: de frente siempre a la verdad, a la justicia y a la fraternidad. 

Así te encontramos, así te conocimos y así te vimos caminar por la vida en el CAMINO del Reino. 

Ahora tu figura se agiganta a medida que se te mira, pues has sido capaz de mantenerte hasta el final, que es lo grande, y te has ido dejando pulir por la vida. Tu rostro ha sido una expresión de la sonrisa de Dios. 

¡Gracias por tu vida, gastada hasta consumirse por la causa de Jesús! 

¡Gracias por tu fidelidad a la amistad, pues en ti hemos podido descubrir la amistad de Dios con toda la gente que has encontrado en tu camino! 

¡Qué alegría has de haber experimentado esta mañana al escuchar la bienvenida de Jesús que te esperaba, a quien tantas veces has repetido sus palabras: “Ven, bendito de mi Padre, porque cuando te necesité, siempre te encontré a mi lado”! ¡No te olvides de nosotros! 

(Melitón B.)

GRANDE

Sé que tenemos que estar felices de que Don Pedro ya está con su querido Maestro, pero no puedo evitar el sentimiento egoísta lamentar que ya no lo tendremos físicamente con nosotros. Porque para mí no es una exageración afirmar que Don Pedro es de esas personas que de vez en cuando el Señor nos regala como anticipo del Reino de Dios. 

Todos los que lo habéis conocido tantos años podríais contar innumerables experiencias a su lado. Yo, por mi parte, a su grandeza humana quiero añadir algo que para mí ha sido un enorme descubrimiento y por lo que lamento aún más su pérdida: su tremenda riqueza y profundidad intelectual. Nunca olvidaré un par de conversaciones con él, en su casa, sobre el diálogo fe – ciencia, ni las experiencias que me contó sobre los años posteriores al Concilio. 

La enorme valía de gente como él son un baluarte y un tesoro para toda la Iglesia. Guardaré también con todo cariño el libro que me regaló, dedicado, sobre su amado pueblo de Iznatoraf (o Torafe, como él gustaba de llamarlo). Y, por encima de todo, daré gracias a Dios por haberlo conocido. 

(Antonio S.)

En esta semana

A partir del próximo domingo seguiremos el horario de verano: los domingos una misa a las 10 de la mañana y otra a las 7 de la tarde. El resto de la semana, excepto el lunes, la misa será a las 7 de la tarde. La primera quincena de Julio y también la segunda quincena de Agosto vendrá D. Tomás Rivas, de esa manera nos alternaremos unos días de descanso.

La Cabria, nº 270

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
Solemnidad del CORPUS–A-
22-Junio 2014
Año VI- Nº 270

Editorial

LA EUCARISTÍA, ALIANZA DEFINITIVA DEL NUEVO PUEBLO DE DIOS

Jesús viene a la tierra con una misión: establecer el reino de Dios y restaurar la relación del hombre con Dios, rota desde el comienzo de la humanidad y reiterada muchas veces a lo largo de la historia.

La Eucaristía es la renovación de la nueva y definitiva Alianza que Dios hace con la humanidad: el hombre está perdido y Dios le sale de nuevo al encuentro ofreciéndole su amor, su apoyo, su perdón, su fuerza, su vida… y asegurándole el triunfo al final de su vida.

En la Antigua Alianza del Sinaí Dios pide al pueblo que le escuche y le siga a través de unas cláusulas (los Diez Mandamientos) que le van a ayudar a ser persona y con los que se conseguirá un respeto en las naciones.

En la Nueva Alianza el hombre recupera, como el gran regalo que Dios le hace, su dignidad de persona, pues el mismo Dios se ha hecho hombre, pero Dios le pide que sea coherente con el regalo que ha recibido y la única forma de vivir en coherencia es VIVIR EN LIBERTAD y le deja el gran camino de las BIENAVENTURANZAS para el cual, Jesús se ofrece como comida, bebida, fuerza, ilusión, coraje… solo se exigirá el seguirle. Sin Él será imposible vivir en LIBERTAD, pues será el bien más preciado y el más atacado por todos los sistemas que el hombre monte en su caminar por la historia.

La EUCARISTÍA se convierte en el centro, eje y referencia de toda la vida cristiana; en ella está toda la fuerza, la vitalidad, la alegría, la esperanza… que necesitamos para ser libres y vivir con sentido nuestra existencia.

Palabra de Dios

Lectura del Libro del Deuteronomio 8, 2‑3. 14b‑16a

Habló Moisés al pueblo y dijo: Recuerda el camino que el Señor tu Dios te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer tus intenciones: si guardas sus preceptos o no.

El te afligió haciéndote pasar hambre y después te alimento con el maná -que tu no conocías ni conocieron tus padres- para enseñarte que no solo de pan vive el hombre, sino de todo cuanto sale de la boca de Dios.

No sea que te olvides del Señor tu Dios que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua; que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres. 

Palabra de Dios

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 10, 16‑17

Hermanos:

El cáliz de nuestra Acción de Gracias, ¿no nos une a todos en la sangre de Cristo?

Y el pan que partimos, ¿no nos une a todos en el cuerpo de Cristo?

El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 6, 51‑59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

-Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

Disputaban entonces los judíos entre sí:

-¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

Entonces Jesús les dijo:

-Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.

El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.

Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXX

Entre las cosas que montaron fue meter el incendio entre las mujeres, que esto suele dar bastante resultado hoy día: ellas se encargaron de extenderlo rápidamente y poner el ambiente tenso; por otro lado, se dedicaron a desprestigiar a los cristianos entre los paganos… es decir: procuraron incendiar por todos los frentes de forma que no hubiera forma de salir. También esto sigue dando buenos resultados en la lucha contra la iglesia actualmente.

“Pero los judíos incitaron a mujeres distinguidas de entre las que temían a Dios y también a los hombres importantes de la ciudad y promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta que lograron que los echaran de su territorio. Los apóstoles sacudieron el polvo de sus pies en protesta contra ellos y se fueron a la ciudad de Iconio. Dejaban a los discípulos llenos de gozo y Espíritu Santo.

“Pero entonces los judíos que se negaron a creer, excitaron y envenenaron los ánimos de los paganos contra los hermanos” (Hch. 13, 50-51; 14, 2)

El ambiente de desprestigio fue tremendo, hasta el punto que el problema fue traspasando fronteras y, todos los judíos que vivían fuera se iban adhiriendo al “chisme” y considerando, sin más razonamiento, a todo el que aceptaba el mensaje de Jesús un apátrida y un traidor. 

Ser cristiano era considerado poco menos que ser un “apestado”, un indeseable y se organizaron para desacreditar y desprestigiar todo lo que sonara a cristiano: 

“Se quedaron allí algún tiempo enseñando. Llegaron unos judíos de Antioquía e Iconio y hablaron con mucha seguridad, afirmando que no había nada de verdadero en aquella predicación, sino que todo era una mentira. Persuadieron a la gente a que les dieran la espalda y al final apedrearon a Pablo. Después lo arrastraron fuera de la ciudad, convencidos de que ya estaba muerto (Hch. 14,19-20)

Los judíos no se quedaron pasivos: reunieron a unos cuantos vagos y maleantes, armaron un motín y alborotaron la ciudad. Hicieron una demostración frente a la casa de Jasón, pues querían a Pablo y Silas para llevarlos ante la asamblea del pueblo. 6 Pero al no encontrarlos allí, arrastraron a Jasón y a otros creyentes ante los magistrados de la ciudad, gritando: “Esos hombres que han revolucionado todo el mundo han llegado también hasta aquí y Jasón los ha hospedado en su casa. Todos ellos van contra los decretos del César y afirman que hay otro rey, Jesús.”

“Con esos gritos impresionaron al pueblo y a los magistrados que los oían. Estos, entonces, exigieron una fianza a Jasón y a los demás hermanos antes de dejarlos en libertad” (Hch. 17,5-9)

Ve y lo cuentas

Para vivir en esa coherencia tenemos la gran seguridad de que no estamos solos, no nos ocurre como en la tradición de los indios cherokee: los jóvenes para ser integrados a la sociedad, han de pasar por un rito de iniciación que consiste en que el padre lo lleva a la selva, lo sienta sobre el tronco de un árbol, le cubre los ojos con una venda y el joven ha de pasar toda la noche allí sentado oyendo todos los ruidos de la selva, de los animales salvajes que pueden destrozarlo y ha de estar sin moverse, ni pedir ayuda hasta que los rayos de sol entren a la mañana siguiente entre los árboles y se quita la venda de los ojos. Allí descubre que su padre estuvo a su lado toda la noche para cuidar y defender a su hijo, aunque el hijo no lo viera y en algún momento hasta llegara, incluso, a sentir que perdería la vida.

En esta semana

A partir de este día la dinámica empieza a cambiar de ritmo: los niños han terminado el curso escolar, parece que todos los programas estaban orientados a terminar por estas fechas y una gran parte de la sociedad ya está con el “gusanillo” de las vacaciones, pues, la verdad, a estas alturas del año, cuando se va todo el tiempo con el acelerador pisado a fondo, se nota un cierto cansancio que hace que todo se ralentice.

De todas formas, aunque sea lógico el cansancio, entendible el deseo de levantar el pie del acelerador… lo que no tendrá nunca explicación, es que le demos vacaciones al espíritu, pues sería algo así como dejar de comer durante el tiempo de vacaciones y el tema del descanso no es lanzarse al vacío de la nada, sino quitarse el estrés de lo obligado y más bien llenarse de lo que realmente me satisface: hacer lo que me gusta, relacionarme con tranquilidad con familia y amigos, pensar, rezar, dialogar, leer, oír música… VIVIR EN GRATUIDAD.

La Cabria, nº 269

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
Solemnidad de la Santísima Trinidad–A-
15-Junio 2014
Año VI- Nº 269

Editorial

Otra mirada a la economía

Esta semana hemos recibido con esperanza la noticia de que la multinacional Vestas plantea traer una importante carga de trabajo a la factoría de Aemsa Santana. Sólo semanas antes esta empresa planteaba a los trabajadores un cierre total de la empresa que tras la negociación con los sindicatos se plasmaba en un ERE (uno más) que afectaba a la totalidad de la plantilla. Ojalá la operación cuaje, y no tengamos unas cuantas decenas más de familias en Linares pendientes de un subsidio, dependiendo de sus familias o de la solidaridad de los demás.

Es este un ejemplo más del signo de los tiempos que nos ha tocado vivir y sufrir. Las pequeñas y medianas empresas prácticamente ahogadas, mientras las grandes trabajan bajo la premisa de que si aquí gano X y en otro lado podría ganar X + 1, entonces estoy perdiendo 1: a eso lo llaman competitividad, de manera que como no somos competitivos, tenemos que reducir salarios para competir. La situación ha llegado a tal punto de que empezamos a vivir algo que hasta ahora era impensable en España: ahora ni siquiera un puesto de trabajo es una garantía contra la pobreza y la exclusión.

Precisamente en torno a esta economía hace unos días la Conferencia Episcopal y Cáritas Española hicieron público el mensaje para el Día de la Caridad del próximo Corpus Christi, con el título “Construyamos espacios de esperanza”. En el documento se plantean mirar a la actual situación económica “con los ojos de Dios”, es decir, desde el lado de los pobres, e invitan a construir espacios “que sean germen de un futuro distinto y generen esperanza”. Algo que traducen en acciones concretas: un cambio en los hábitos alimentarios, evitando su desperdicio; la defensa de los derechos de los más pobres aún a costa de renunciar los más favorecidos a algunos de sus derechos; la creación de una nueva mentalidad que nos lleve a pensar en términos de comunidad y a dar prioridad a la vida de todos sobre la apropiación indebida de los bienes por parte de algunos; el contribuir a una economía al servicio del ser humano, no del dinero y el mercado; la promoción del desarrollo integral de los pobres y la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza… Los obispos señalan que Cáritas quiere “ayudarnos a tomar conciencia del gran papel que jugamos cada persona, cada familia, cada comunidad, en este momento de la historia”. Y concluyen su mensaje con las palabras del Papa: «no os dejéis robar la esperanza».

Palabra de Dios

Lectura del Libro del Éxodo 34, 4b‑6. 8‑9

En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra.

El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor.

El Señor pasó ante él proclamando:

Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.

Moisés al momento se inclinó y se echó por tierra.

Y le dijo:

—Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.

Palabra de Dios

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 13, 11‑13

Hermanos:

Alegraos, trabajad por vuestra perfección, animaos; tened un mismo sentir y vivir en paz.

Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso santo.

Os saludan todos los fieles.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con vosotros.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 16‑18

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo:

—Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.

Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXIX

Ante la dimensión que empieza a tomar el alboroto que han montado los judíos “de bien” en contra de los cristianos que no hacen otra cosa que vivir en consecuencia con la norma que Jesús les ha dejado de respetar, de ser solidarios los unos con los otros, de amarse y apoyarse, de apoyar y sostener el bien común… llega el momento que tiene que intervenir la autoridad civil que, al no estar muy preocupada en la vivencia de estos problemas que considera de creencias internas, corta por lo sano:

“Por aquel tiempo el rey Herodes decidió apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Hizo matar a espada a Santiago, hermano de Juan, y, al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener también a Pedro.

Eran los días de la fiesta de los Panes Ázimos. Lo hizo detener y lo encerró en la cárcel bajo la vigilancia de cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno. Su intención era juzgarlo ante el pueblo después de la Pascua” (Hch. 12, 1-4)

Mientras tanto, Pablo no deja de seguir hablando y toda la fuerza que había puesto en perseguir a los cristianos, la pone ahora en predicar a Jesús, pero los judíos de Antioquía se cierran y no quieren escuchar el mensaje que trae Pablo, a quien consideran un traidor y se enfurecen contra él y montan toda una estrategia para perseguirlo y desacreditarlo:

“El sábado siguiente casi toda la ciudad acudió para escuchar a Pablo, que les habló largamente del Señor. Los judíos se llenaron de envidia al ver todo aquel gentío y empezaron a contradecir con insultos lo que Pablo decía. Entonces Pablo y Bernabé les hablaron con coraje: “Era necesario que la Palabra de Dios fuera anunciada a ustedes en primer lugar. Pues bien, si ustedes la rechazan y se condenan a sí mismos a no recibir la vida eterna, sepan que ahora nos dirigimos a los que no son judíos. El mismo Señor nos dio la orden: Te he puesto como luz de los paganos, y llevarás mi salvación hasta los extremos del mundo”.(Hch. 13,44-47)

Ve y lo cuentas

El periodista jiennense Javier López presentó el 28 de mayo en Jaén el libro «Soy católico ¿algún problema?», segunda parte de su anterior éxito «Soy Católico, ¿pasa algo?». El autor considera su libro “un tratado contra el laicismo militante escrito desde el humor”; el primero nació de la necesidad de crear un “manual de autodefensa para creyentes vilipendiados” y como reafirmación de ser y decirse cristiano. Según Javier López “el laicismo pretende confinar al católico en una reserva y no hay que permitirlo. Para el laicismo los católicos somos comanches con rosario, gente pintoresca que se aferra a la Religión como un niño a la mano de su abuelo: para sentirse ingenuamente seguro. Pero es el laicismo el que transita a ciegas. Este libro muestra a los católicos la importancia de defender la fe de los ataques laicistas. Y lo hace desde la ironía, que además de ser la expresión inteligente del humor, es una inhibidora de la ira. Reír y odiar son conceptos antónimos”. Tiene buena pinta, así que ya tenemos una excusa para visitar a nuestro librero.

Día mundial del medio ambiente

El día 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente. Nosotros nos hemos acordado de una preciosa oración de Gloria Fuertes que viene como anillo al dedo en una conmemoración así.

Que los hombres no manchen los ríos
Que los hombres no manchen el mar
Que los niños no maltraten los árboles
Que los hombres no ensucien la ciudad

(No quererse es lo que más contamina,
sobre el barco o bajo la mina)

Que los tigres no tengan garras
que los países no tengan guerras.
Que los niños no maten pájaros
que los gatos no maten ratones,
y, sobre todo, que los hombres
no maten hombres.

Gloria Fuertes, “Contaminación”.

En esta semana

Queremos recordar que la próxima semana celebraremos el DIA DEL CORPUS. Este año queremos poner fuerza en el signo que representa para la iglesia la EUCARISTÍA: en ella, los cristianos encontramos nuestra fuerza y el sentido de nuestra vida. Va a ser un gesto de unidad de toda la iglesia de Linares. Por eso, las misas de la mañana la tendremos en Sta. María ya que la misa será a las 9 de la mañana y a continuación la procesión que terminará alrededor de la 1 de la tarde.

Sería muy bueno que colaboremos todos, por eso se invita a todo aquel que quiera poner flores al Santísimo lleve a la iglesia de Sta. María claveles blancos o gladiolos.

Feliz semana

Damos nuestra felicitación a los 7 jóvenes que se han confirmado y les animamos a que hagan suyo el compromiso de ser testigos de Jesucristo, a quien le han dicho ¡¡AQUÍ ESTOY!! Y lo lleven adelante.

La Cabria, nº 268



HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. PENTECOSTÉS –A- 
8-Junio 2014 
Año VI- Nº 268

Editorial

“PARALIZADOS Y MUDOS”

Después de vivir la Ascensión del Señor, los apósteles se quedaron plantados, inmóviles, traspasados por los acontecimientos, paralizados, mudos. Tenían clara la grandeza del Señor, se habían sentido otra vez acompañados, guiados, tutelados por Cristo resucitado pero ahora con su marcha definitiva..., les había dicho que no los dejaría solos, que siempre estaría con ellos pero no entendían muy bien todo lo que estaba ocurriendo ni se sentían con fuerzas para cumplir la misión encomendada.

La venida del Espíritu Santo supuso la fuerza arrolladora que les faltaba. Sintieron que lo que tenían dentro no podían callarlo más, que lo que habían visto y oído tenían que contarlo, que comunicarlo al mundo. El miedo desapareció. Y comenzó la misión evangelizadora de la Iglesia. El Espíritu actuó y de qué manera, porque consiguió que un pequeño grupo de hombres y mujeres sencillos y humildes fuesen capaces de extender el mensaje de Cristo por todo el mundo y hasta nuestros días.

Actualmente, nosotros en nuestro mundo acomodado estamos como los discípulos después de la Ascensión del Señor, a gusto porque conocemos el mensaje de Jesús, acomodados y tranquilos en nuestras prácticas religiosas cotidianas pero mudos, aturdidos y paralizados porque la sociedad en la que vivimos nos desborda, a veces nos escandaliza y con frecuencia nos da miedo. La mayoría de los católicos del mundo desarrollado estamos plantados en la inacción y en el silencio.

Necesitamos vivir en profundidad la fiesta de Pentecotés, llenarnos del Espíritu y dejarle actuar para perder el miedo y salir de nuestro mutismo, para cumplir con la misión que nos dejó Jesús “Id y evangelizar”. Que el Espíritu Santo nos de la fortaleza, la sabiduría, la valentía que necesitamos para realizarla.

Palabra de Dios

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1‑11

Todos los discípulos estaban juntos el día de Pentecostés. De repente un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.

Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos preguntaban:

—¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿como es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa?

Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.

Palabra de Dios

Lectura de la 1ª carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12, 3b‑7. 12‑13

Hermanos:

Nadie puede decir «Jesús es Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo.

Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.

En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.

Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios

Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19‑23.

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

—Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

—Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:

—Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Palabra del Señor

Vivir en la Iglesia

Vivir en conflicto XXIX

La táctica parece que no ha cambiado: el alboroto lo meten ellos y luego culpan al pueblo de estar rompiendo el orden, con lo que tienen un argumento para actuar; la mentira y el engaño han sido siempre el arma que han utilizado los políticos y los poderosos, para mantener sus posiciones de poder y no comprometerse con la justicia.

“Entonces empezaron a gritar, se taparon los oídos y todos a una se lanzaron contra él. Lo empujaron fuera de la ciudad y empezaron a tirarle piedras. Los testigos habían dejado sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo.

Mientras era apedreado, Esteban oraba así: “Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Después se arrodilló y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado.” Y dicho esto, se durmió en el Señor”. (Hch. 7, 57-60)

No lo olvidemos: en este momento, Pablo pertenece a la “casta” de los acomodados del régimen y se siente agredido con las ideas nuevas que han empezado a circular entre los pobres; su reacción es la misma que tienen los poderosos: intenta hacer desaparecer a todos los cabecillas del grupo:

“Saulo estaba allí y aprobaba el asesinato. Este fue el comienzo de una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.

Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron un gran duelo por él. Mientras tanto Saulo trataba de destruir a la Iglesia. Entraba casa por casa, hacía salir a hombres y mujeres y los metía en la cárcel. (Hch. 8,1-3)

“Saulo no desistía de su rabia, proyectando violencias y muerte contra los discípulos del Señor. Se presentó al sumo sacerdote y le pidió poderes escritos para las sinagogas de Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén… (Hch. 9,1-2)

Hasta que le llega el momento en que Pablo se da cuenta que por lo que lucha no es por la verdad, sino por unos intereses concretos y se está oponiendo frontalmente a la verdad y a la justicia. Dios le hace bajarse del pedestal en el que se había subido injustamente y Pablo cambia radicalmente su vida y cuando empieza a hablar a favor de Jesucristo, de la verdad, los suyos se le revuelven en contra y lo persiguen:

“Saulo se mostraba cada vez más fuerte cuando demostraba que Jesús era el Mesías, y refutaba todas las objeciones de los judíos de Damasco.

Después de bastante tiempo los judíos decidieron matarlo, pero Saulo llegó a conocer su plan. Día y noche eran vigiladas las puertas de la ciudad para poder matarlo. Entonces sus discípulos lo tomaron una noche y lo bajaron desde lo alto de la muralla metido en un canasto… Hablaba a los helenistas y discutía con ellos, pero planearon matarle. Los hermanos se enteraron y lo llevaron a Cesárea y desde allí lo enviaron a Tarso. (Hch. 9, 22-25. 29-30)

Ve y lo cuentas

Este domingo, 8 de junio, también celebramos el día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, es decir, de todos nosotros, los bautizados, como misioneros y evangelizadores. En expresión del Papa Francisco debemos ser EVANGELIZADORES CON ESPÍRITU que quiere decir evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo que anuncian la Buena Noticia no solo con palabras sino con una vida que ha sido transformada, transfigurada por la presencia de Dios.

Estos evangelizadores con Espíritu somos los laicos de nuestra diócesis, de nuestra parroquia que a través de nuestra entrega generosa y comprometida mostramos la fuerza misionera de la Iglesia. Pero nuestra labor no está exenta de dificultades

Es cierto que ha crecido la conciencia de identidad y la misión del laico en la iglesia. pero como recuerda el Papa Francisco esta toma de conciencia es todavía desigual y, en muchas ocasiones, deficiente, en nuestras diócesis, en nuestras parroquias, en nuestros movimientos y asociaciones. El papa denuncia la falta de formación de nuestros seglares, su falta de implicación en la evangelización y en la transformación de la realidad social y en la toma de conciencia respecto a la responsabilidad laical que surge del bautismo.

Por eso pedimos al Espíritu Santo en la solemnidad de de Pentecostés, que nos dé la fortaleza, sabiduría, creatividad y audacia necesarias que nos lleve a encontrar caminos para anunciar el Evangelio al hombre de hoy.

(Extracto de mensaje de los Obispo por el día de la Acción Católica y Del Apostolado Seglar)

En esta semana

En el día de Pentecostés, tenemos que estar agradecidos al Espíritu Santo por la abundancia de dones con que ha bendecido a nuestra parroquia. Somos una pequeña comunidad, pobre y humilde pero muy rica en humanidad. Dejemos actuar al Espíritu y pongamos nuestros dones al servicio de la Iglesia, todos tenemos cabida, nadie sobra, todos somos necesarios e imprescindibles para que al igual que los primeros cristianos seamos antorcha que ilumine nuestro barrio con la luz del Evangelio.