La Cabria, nº 206

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
DOM. Bautismo del Señor C 
13-enero 2013 Año V- Nº 206

Editorial

LAURA, EL CORAJE DE VIVIR 

Estas Navidades nos regalaron un libro con este título, publicado por Diario Jaén por la concesión del premio “En Positivo” que otorga COPE Jaén a Laura López Montiel. 

El libro relata la historia de Laura, una chica con 20 años, que acababa de empezar en el mundo empresarial con una tienda de bicicletas. Tenía todo un futuro por delante, como cualquier chica de su edad, cuando la vida le dio un zarpazo muy duro, sufrió un derrame en el cerebelo que la dejó en estado de coma durante nueve largos meses. 

La familia confiesa que, al principio, todo fue una odisea. Los padres no querían dejar sola a la joven ni un segundo y conscientes de que el ingreso tenía principio pero no fin, organizaron con la ayuda incondicional de sus tíos y tías, hermanas, y primos, un calendario de turnos para estar cerca de Laura el mayor tiempo posible y no dejarla nunca sola. 

Todos, hechos una piña, no pararon de hablar con Laura, aún cuando su coma era profundo, de contarle todo lo que sucedía a su alrededor, de llevar las celebraciones familiares allí donde ella estaba, de mantenerla incorporada a la vida a pesar de que los pronósticos clínicos se empeñaban en decir lo contrario. 

Todos empujaron a una y Laura no pudo por más que responder a tanto cariño. Y así en octubre de 2011 comenzó a responder a estímulos y los médicos confirmaron la salida del coma. 

Comenzó entonces el largo y duro, camino de recuperación. Hoy camina, con ayuda, habla y sigue su proceso de rehabilitación con resultados asombrosos. Su familia no conoce el significado de la palabra 'desistir' ni sabe cómo se 'arroja la toalla'. Ella tampoco. Vivió en primera persona aquella dedicación sin límites de sus familiares. Han experimentado la fuerza del amor, de la unidad y lo que con ello se puede llegar a conseguir.

Palabra de Dios

Lectura del libro de Isaías 

Esto dice el Señor: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas. 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles. 

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: -Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.

Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas. 

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías él tomó la palabra y dijo a todos: -Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego. En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: -Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 55

Maldiciones y bendiciones 

Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): Querido Abraham: A pesar de que el día pasado estuvimos hablando sobre las bendiciones de Dios, creo que es interesante ahondar un poco más en la novedad que nos trae el comportamiento de Dios contigo y con toda tu descendencia, llegando hasta nosotros, 

Abraham: Estoy dispuesto a escucharte, mi entrañable amigo. 

Christian: La verdad es que, al ver las bendiciones que nos vienen de Dios, me he acordado, por asociación de ideas, de las maldiciones que aparecen en la época de lo que llamamos la Prehistoria bíblica. Solo nombro algunas. Dios maldice a la serpiente, a la mujer y al hombre (Gen.3,14); la tierra (Gen.317); a Caín (Gen 4,11); Noé maldijo a Canaán. 

Después del diluvio es como si empezara otra nueva creación. Entonces Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: Sed fecundos, multiplícaros y llenad la tierra. (Gen 9 1). 

Abraham: La verdad, amigo Christian, no sé por dónde vas a salir. 

Christian: No te hagas el distraído, pues sabes muy bien por dónde voy; lo que pasa es que no quieres aparecer en primer plano. Contigo, amigo Abraham, con la bendición que recibes de Dios se clausura el oscuro horizonte de la maldición y se abre la nueva página luminosa de la bendición, de la alegría, de la salvación. Dios ha hecho de ti el manantial visible de la salvación, que se extenderá a toda la humanidad. 

Abraham: Y esto es lo admirable. Todo viene de Dios; es Él quien actúa, el que lleva la iniciativa, el que se nos da gratuitamente. De Él y únicamente de Él viene la salvación. Es el único autor de esta Historia, que no es otra cosa sino un derroche de Amor. 

Christian: ¡Qué bien! En las entrevistas, como que nacen de nuevo las vivencias que se despiertan en las celebraciones comunitarias de la parroquia. Son una bendición de Dios, como las que tú recibías, amigo Abraham, Lástima no conocer mejor la Biblia, no para saber más, sino para vivir con más intesidad las delicias de las bendiciones de Dios, que se hace presencia amorosa en su Hijo Jesús, al que recibimos en la celebración de la Eucaristía. 

Abraham: No tenemos con qué dar gracias a nuestro Dios y Padre común que nos sigue colmando con toda clase de bendiciones, hasta el punto de hacernos a cada uno portadores y difusores de su propia bendición.

Ve y lo cuentas

LOS MISERABLES 

Están proyectando en el cine una película, Los Miserables, que nos ha sorprendido muchísimo, no solo por la banda sonora (bellísima), por los decorados (preciosos), interpretaciones o ambientación (magníficas), sino por el mensaje tan hermoso que transmite y que te deja una sensación de esperanza a pesar de todo lo que pueda ocurrir. Destaca en la historia con mucho peso para el desarrollo de la trama, la fuerza de la fe manifestada en el amor hecho perdón, comprensión, solidaridad, entrega y confianza en Dios. El valor de la segunda oportunidad que merece cualquier persona que comete un error y cómo a través de ésta puede encontrarse con Dios Encarnado y Salvador. Es un film del que se desprenden muchos valores considerados hoy por gran parte de nuestra sociedad como obsoletos, pero que en el fondo de nuestro corazón añoramos y ansiamos tener y encontrar. La película acaba con este verso: “Amar a un semejante es como ver la faz de Dios”.

Lo que no vende

Parece que no vende hacer películas con este tipo de mensajes pero está siendo un “taquillazo”, según dicen los entendidos. ¿Por qué los directores y promotores no se plantean hacer películas con mensaje que ayuden a crecer en valores a la gente que las ve? Y la verdad es que no terminamos de entenderlo porque películas como “Bella” o el documental “La última cima” han sido auténticos éxitos. Seguramente la inercia de hacer siempre lo mismo o la falta de creatividad lleva al mundo del cine a esto.

En esta semana

Después del periodo vacacional navideño retomamos todas las actividades habituales que nuestra comunidad realiza (catequesis, formación, coro infantil, ...). Gracias a Dios, la caridad en nuestra parroquia no se ha tomado vacaciones y ha estado ahí, ayudando a los que más lo necesitaban. Y nos volvió a tocar la lotería, esta vez lo que jugábamos, pero siempre es una alegría aunque sea un premio “de consolación”.