La Cabria, nº 185

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES 
11 DOM. t. o. B 
17-JUNIO.-2012 Año -IV- Nº 185

Editorial

“VIVIR AMANDO” 

Acabamos de celebrar el Corpus Cristi, expresión máxima de AMOR y ENTREGA a los demás, que trasladado a nuestra realidad sería “Vivir amando” que es vivir interesado por la vida del ser humano, del planeta, de la dignidad de la persona, de las relaciones de justicia e igualdad, es luchar en contra de todos los atropellos que se hacen al ser humano, es poner en practica todas las capacidades que tenemos para que sirvan para el bien común… El reduccionismo que se ha hecho del amor y la actitud agresiva contra aquellos que lo viven en su autenticidad, no es gratuita ni fortuita, está todo perfectamente dirigido a unos fines y responde a unos intereses: cuando nos encerramos en estos esquemas, y se establece el individualismo, nuestras capacidades se atrofian, cada vez estamos menos capacitados y nuestra sensibilidad se anula. En el amor, el ser humano es como una fuente: cuanto más da, más grande se hace y, por el contrario, cuanto menos da, menos tiene, más egoísta se convierte. Aunque nos produzca grima escucharlo, la ciencia y la inteligencia, con todo lo importantes que son, no van a salvar al mundo, sin la BONDAD, no tienen nada qué hacer, todos sus instrumentos, todo su poder, sin la BONDAD, sin el AMOR se convierten en instrumentos de muerte que terminan con el mismo sistema que los emplea. Hoy no se necesita gente con mucho poder y mucho dinero, ya los hay y estamos viendo lo que hacen, no se necesitan políticos con sus teorías y sus discursos manipulando y riéndose de los ciudadanos, esos son más bien el gran estorbo que tiene la humanidad ya que la utilizan para sus intereses y no para servirla. Los únicos que pueden salvar al mundo es la gente que con coraje apueste por los grandes valores de la justicia, de la verdad, de la libertad, actúe con AMOR y de esa manera construya la PAZ. ¡¡¡Y no hay otro camino!!!

Palabra de Dios

Lectura: del profeta Ezequiel 17,22-24 

Así dice el Señor Dios: "Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel, para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré". 

Lectura de la 2ª carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5,6-10 

Hermanos: Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras sea el cuerpo nuestro domicilio, estamos desterrados lejos del Señor. Caminamos sin verlo, guiados por la fe. Y es tal nuestra confianza, que preferimos desterrarnos del cuerpo y vivir junto al Señor. Por lo cual, en destierro o en patria, nos esforzamos en agradarle. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo para recibir premio o castigo por lo que hayamos hecho mientras teníamos este cuerpo. 

Lectura del santo Evangelio según san Marcos: 4,26-34 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega." Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 36

Matusalén. 

“Matusalén tenía 187 años cuando engendró a Lamec; después vivió 782 años, engendró hijos e hijas, y a la edad de 969 años murió”. (Gn. 5,25-27) 

P: Aunque ya vimos el domingo anterior el tema de la longevidad de los patriarcas, te agradecería que me hablaras específicamente de Matusalén, personaje tan popularmente nombrado, aunque no conocido. Mi pregunta es muy concreta: ¿vivió realmente Matusalén 969 años? 

R: El que tome al pie de la letra la edad de Matusalén, se verá obligado a enfrentarse con algunos problemas. El primero es que, si este patriarca llegó a vivir casi un milenio, habría seguido vivo después del diluvio, que según el texto sagrado, arrasó con toda la humanidad, menos con Noé y su familia. 

P: Ciertamente esa es una dificultad, pero supongo que los entendidos tendrán más razones. ¿No es así? 

R: Así es, amigo, y por eso me voy a limitar a lo que dicen los especialistas. Unos convertían a este patriarca en el personaje más representativo de una etnia; otros decían que la genealogía nombraba solo a los más destacados descendientes de Abel. Incluso hay quien afirmó que el hombre primitivo era más longevo. 

P: Yo creo que esto último no encaja con la ciencia. Los que ya vamos entraditos en años fuimos testigos de la cantidad de niños que morían, especialmente en el verano. Salían adelante los más fuertes. Pero, además, vemos cómo ha ido avanzando la media de vida, especialmente en los países desarrollados sin llegar a ese número de años tan exagerado. 

R: Llevas razón. Según los entendidos, la longevidad era considerada por los israelitas como el premio de Dios a los justos. Tengamos presente que la idea de la creencia en un más allá nace ya en el judaísmo tardío (siglo II antes de Cristo). 

P: Esto suscita en mí otra pregunta: si la vida larga es un premio de Dios a los justos ¿dónde aparece la justicia de Dios, en los justos que morían jóvenes, como ocurrió con Abel? 

R: Buena pregunta. Hay que tener en cuenta que los hebreos veían en los hijos como la prolongación de su propia existencia. Al ser considerado Set al hijo que Dios dio a Adán y Eva como sustituto de Abel, de este era también la descendencia de Set. El premio de Dios dado a los justos que morían jóvenes los recibían en los años de vida de sus descendientes. 

P: Total, que si Abel representaba, como dijimos en otra ocasión, a los justos, el premio lo recibe en su descendencia. 

R: Veo que lo has entendido. Y no me preguntes por los números, pues son puramente convencionales. Para expresar tal realidad tanto vale los 930 años (Adán) como los 912 (Set), los 950 (Enós) como los 969 de Matusalén. 

Todas esas cantidades expresan la misma idea: Dios premia a los justos con mucha vida.

Ve y lo cuentas

Pierre Teilhard de Chardin. 

HIMNO A LA MATERIA 

«Bendita seas tú, áspera Materia, gleba estéril, dura roca, tú que no cedes más que a la violencia y nos obligas a trabajar si queremos comer. 

Bendita seas, peligrosa Materia, mar violenta, indomable pasión, tú que nos devoras si no te encadenamos. 

Bendita seas, poderosa Materia, evolución irresistible, realidad siempre naciente, tú que haces estallar en cada momento nuestros esquemas y nos obligas a buscar cada vez más lejos la verdad. 

Bendita seas, universal Materia, duración sin límites, éter sin orillas, triple abismo de las estrellas, de los átomos y de las generaciones, tú que desbordas y disuelves nuestras estrechas medidas y nos revelas las dimensiones de Dios. 

Bendita seas, Materia mortal, tú que, disociándote un día en nosotros, nos introducirás por fuerza, en el corazón mismo de lo que es. 

Sin ti, Materia, sin tus ataques, sin tus arranques, viviríamos inertes, estancados, pueriles, ignorantes de nosotros mismos y de Dios. Tú que castigas y que curas, tú que resistes y que cedes, tú que trastruecas y que construyes, tú que encadenas y que liberas, savia de nuestras almas, mano de Dios, carne de Cristo, Materia, yo te bendigo. 

Yo te bendigo, Materia, y te saludo, no como te describen, reducida o desfigurada, los pontífices de la ciencia y los predicadores de la virtud, un amasijo, dicen, de fuerzas brutales o de bajos apetitos, sino como se aparecen hoy en tu totalidad y tu verdad 

Te saludo, inagotable capacidad de ser y de transformación en donde germina y crece la sustancia elegida. 

Te saludo, potencia universal de acercamiento y de unión mediante la cual se entrelaza la muchedumbre de las mónadas y en la que todas convergen en el camino del Espíritu. 

Te saludo, fuente armoniosa de las almas, cristal límpido de donde ha surgido la nueva Jerusalén. 

Te saludo, medio divino, cargado de poder creador, océano agitado por el Espíritu, arcilla amasada y animada por el Verbo encarnado.

Lo que no vende

En la edición de este año de los premios "Jiennenses del año" que organiza el Diario Jaén, ha sido premiado en la categoría de "Valores Humanos" el misionero Andrés García. 

Los que lo conocen dicen que Andrés es un hombre que transmite una gran paz interior. Un don que siempre lo ha acompañado desde que decidió entregarse al pueblo de los pigmeos en el corazón de la República Democrática del Congo, hace nueve años, y previamente tres años en Costa de Marfil. Su vocación como misionero lo llevó al sur para ayudar a quienes más lo necesitan en una labor de entrega total. 

Así, el sacerdote sigue los pasos de Cristo desde lo más profundo de su fe, es decir, desde el acompañamiento a una tribu nómada cuya vida transcurre en plena selva africana, concretamente en el Bayenga, que depende de la capital, Isiro. 

Afectado por la malaria de manera crónica, Andrés renunció, hace tiempo, a las comodidades del Estado de bienestar para dedicarse a una vida de servicio solidario. En su caso, ayuda a los pigmeos a negociar con los bandús, grupo que los tiene prácticamente sometidos ya que son los que dominan el comercio de la zona. Gracias a una sensibilidad extraordinaria, el jiennense procura elevar la autoestima de estos congoleños y emprende proyectos para evitar el que se siga marchitando el país declarado por la ONU más pobre del mundo por segundo año consecutivo. 

Su opción de vida, como el de tantos otros misioneros, es sin duda ENTREGA, SERVICIO, DONACIÓN en el más amplio sentido de la palabra.

En esta semana

El viernes día 22, después de la misa tendremos un encuentro final de curso en el salón parroquial.