La Cabria, nº 320

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 31º del T. Ordinario –B-
TODOS LOS SANTOS
Año -VII- Nº 320

Editorial

FESTIVIDAD DE LOS SANTOS Y LOS FIELES DIFUNTOS

Permítannos que esta año esta festividad la centremos en los hermanos desconocidos que han perdido la vida por huir del hambre, la miseria, las persecuciones o la guerra, en nuestros hermanos y hermanas asesinados por ser cristianos y en cuantos han sacrificado su vida por servir a los demás. Permítannos que en esta festividad, nuestra comunidad parroquial los haga presentes junto a nuestros seres queridos a los que recordamos y por los que rezamos. Permítannos, que a unos y otros les pidamos perdón por todo lo que no hicimos por ellos y pudimos hacer, por nuestros miedos, nuestras cobardías, nuestra apatía o nuestras incomprensiones. Y permítannos, que los lloremos, SÍ, PORQUE ENEMOS QUE LLORARLOS, porque todos esos hombres, mujeres y niños ahogados en el Mediterráneo o asfixiados en la cabina de un camión, muertos al huir de la guerra o la persecución o asesinados por el fanatismos religioso del ISIS, no tendrían que haber muerto, no ha sido Dios el que los ha llamado a su lado, sino el odio, la violencia, la injusticia humana lo que ha terminado con sus vidas. Dios los acoge con su infinito Amor, pero repetimos, no tendrían que haber muerto. Y Dios también llora, porque esto no es lo que tenía previsto para sus hijos. Tenemos la certeza que la muerte no es la última palabra sobre el destino humano, que nuestra vida tiene su raíz y su culminación en Dios. El Papa nos anima a seguir las bienaventuranzas que son la vía para quien quiere caminar hacia el Padre “en este mundo de devastación, en este mundo de guerras, en este mundo de tribulación. Solamente este camino nos llevará al encuentro con Dios. Solamente este camino nos salvará de la destrucción, de la devastación de la tierra, de la creación, de lo moral, de la historia, de la familia, de todo”.

Palabra de Dios

Lectura del libro del Apocalipsis 7,2‑4.9‑14 

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. 

Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén." 

Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. 

Palabra de Dios. 

Lectura de la 1ª carta de S. Juan: 3,1- 

Queridos hermanos, mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de dios, ¡pues lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como Él es puro. 

Palabra de Dios. 

Lectura del santo evangelio según S. Mateo 5,1‑12a 

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: 

"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. 

Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. 

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. 

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 

Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. 

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." 

Palabra del Señor. 

Ecos de Francisco 

JUBILEO DE LA MISERICORDIA 

El A.T. nos muestra a Dios como “Paciente y misericordioso”. Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. Esta cualidad se ve constantemente en los salmos (103,3-4). (146,7-9). (147,3.6). 

Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón. 

(7). “Eterna es su misericordia”: es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136... La misericordia hace de la historia de Dios con su pueblo una historia de salvación. Repetir continuamente “Eterna es su misericordia”, como lo hace el Salmo, parece un intento por romper el círculo del espacio y del tiempo para introducirlo todo en el misterio eterno del amor. Es como si se quisiera decir que no solo en la historia, sino por toda la eternidad el hombre estará siempre bajo la mirada misericordiosa del Padre... Jesús vivió su vida entera y su pasión en este horizonte de misericordia. 

Oración del Papa por los difuntos

Dios de infinita misericordia, confiamos a tu inmensa bondad a cuantos han dejado este mundo para la eternidad, donde tú esperas a toda la humanidad, redimida por la sangre preciosa de Jesucristo, muerto en rescate por nuestros pecados.

No mires, Señor, tantas pobrezas, miserias y debilidades humanas con las que nos presentaremos ante el tribunal para ser juzgados para la felicidad o la condena. 

Míranos con la mirada piadosa que nace de la ternura de tu corazón, y ayúdanos a caminar en el camino de una completa purificación.

Que ninguno de tus hijos se pierda en el fuego eterno, donde ya no puede haber arrepentimiento.

Te confiamos, Señor, las almas de nuestros seres queridos, y de las personas que han muerto sin el consuelo sacramental o no han tenido manera de arrepentirse ni siquiera al final de su vida.

Que nadie tenga el temor de encontrarte después de la peregrinación terrenal, en la esperanza de ser acogidos en los brazos de la infinita misericordia.

La hermana muerte corporal nos encuentre vigilantes en la oración y llenos de todo bien, recogido en nuestra breve o larga existencia.

Señor, que nada nos aleje de ti en esta tierra, sino que en todo nos sostengas en el ardiente deseo de reposar serena y eternamente.

Amen.

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CATEQUESIS


Día 3 Reunión con padres de 1º

Día 4 Reunión con padres de 4º

Día 5 Reunión con padres de 2º

Día 9 Reunión con padres de 3º

PAELLA SOLIDARIA

El próximo domingo día 8 en el salón parroquial, las Hermanas de la Consolación con todo el equipo de voluntarios organizarán una “Paella solidaria” ofreciéndonos un plato de paella, pan y bebida por el precio de 5€ evitándonos hacer la comida ese día y los beneficios se emplearán en el proyecto que la congregación lleva adelante y su misión en África.

¡Buen provecho y mejor espíritu!

La Cabria, nº 319




HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 30º del T. Ordinario –B-
25 de octubre 2015
Año VII- Nº 319

Editorial

HOMBRES PARA LA VIDA

El día que estamos celebrando está suponiendo en mí una especie de revoltijo que no me deja tranquilo y no puedo evitar todo un mundo de imágenes, de hombres y mujeres grandes que la historia ignorará, porque los medios de comunicación no se dedican a sacar a la luz la grandeza de las personas, sino que viven al amparo de los intereses creados. Les molesta la verdad y prefieren tener al mundo envuelto en una niebla de angustia, de terror y de corrupción. Pero junto a toda esa porquería vive, trabaja y se entrega todo un ejército de hombres y mujeres que entregan su vida a fondo perdido, de la misma manera que lo hizo Jesús y en su nombre y, gracias a ellos sigue viviendo y teniendo esperanza una gran parte de la humanidad.

No puedo dejar de pensar en Alfredo Germani, uno de los hombres más preclaros que pasó por la universidad Gregoriana de Roma, que terminó sus estudios y se metió con un grupo de compañeros a vivir con el pueblo shuar, recuperando su cultura, su lengua, sus mitos, sus costumbres, convirtiéndolos en ciudadanos de derecho y logrando hacer que las tierras que pertenecían desde siempre a sus antepasados, pudieran tener títulos de propiedad de ellas. Logró que sin salir de la selva fuera la etnia en la que se erradicó el analfabetismo. 

De la misma manera estoy acordándome todo el día de mi gran amigo Pedro Maskolaitis que fue el que abrió las pistas de aterrizaje de avionetas en la selva para poder ayudar a los enfermos y entrar comida y medicinas… y de todos aquellos hombres que dieron su vida, de los que nadie hablará jamás y a los que los políticos de turno les fueron haciendo la guerra porque –según ellos- los curas les están lavando el cerebro a los indígenas, por eso deben desaparecer del escenario.

Con estos dos grandes hombres quiero traer hoy a todos los que pasaron por aquellas tierras y las de todo el mundo sembrando el bien.

Palabra de Dios

Lectura del libro de Jeremías 31, 7‑9

Así dice el Señor:

*Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.

Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.

Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna.

Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.

Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.+

Palabra de Dios.

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1‑6

Hermanos:

Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.

Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.

A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.

Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”, o, como dice otro pasaje de la Escritura: “Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.”

Palabra de Dios.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46‑52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:

-“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.”

Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:

-“Hijo de David, ten compasión de mí.”

Jesús se detuvo y dijo:

-“Llamadlo.”

Llamaron al ciego, diciéndole:

-“Ánimo, levántate, que te llama.”

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús le dijo:

-“¿Qué quieres que haga por ti?”

El ciego le contestó:

-“Maestro, que pueda ver.”

Jesús le dijo:

-“Anda, tu fe te ha curado.”

Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Palabra del Señor. 

Ecos del Papa

JUBILEO DE LA MISERICORDIA

(5). El Año jubilar se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. 

En este mundo que hemos montado lleno de violencia, movido por la avaricia y la codicia, despreciando a Dios y sus mandatos, el Papa quiere dejar bien claro el signo de esperanza, de fraternidad, de reconciliación y de paz que representa la Iglesia frente a la otra propuesta del sistema e invita a todos los cristianos a que nos lo tomemos en serio y empecemos a escribir una historia completamente nueva iluminada por la verdad, el amor y de misericordia. “¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros”.

(6). “Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia”

El Papa recuerda las palabras de Sto. Tomás de Aquino que “la misericordia no es signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios”.

Es por esto que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: “Oh Dios que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón”. Dios será siempre para la humanidad como aquel que está presente, cercano, providente, santo y misericordioso.

Laudatio, ¿sí o no?

Sucede siempre que cada vez que la Iglesia publica un documento de forma oficial encuentra, con prontitud, la simpatía de unos y la antipatía de otros. Esta encíclica del Papa Francisco, que si bien no ha sido una sorpresa, ha resultado toda una novedad, se coloca en la tensión generada entre los detractores y los simpatizantes. 

Por vez primera un pontífice ha abordado de manera concreta toda la temática ecológica. Ya con anterioridad, sus predecesores apuntaron algo al respecto, pero ha sido ahora cuando el Papa se ha pronunciado de manera específica y con el que está siendo su inconfundible estilo.

Para algunos este documento papal se puede definir como una “Gran carta magna de la tierra” que recoge, no solo el grito de los pobres, sino también el del Planeta. 

“Alabado Seas” es el título que rememora el cántico de las criaturas de S. Francisco de Asís y que enuncia al mismo tiempo una oración de alabanza y agradecimiento al Dios creador de la vida. Para algunos tal vez sea “Laudato Sí” y, para otros puede ser NO, pero nunca podremos dudar de la gratuidad y delicadeza con que la tierra nos da. (J.Chamorro)

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CURSO DE SICOLOGÍA

A iniciativa de un grupo de madres de los niños que están en catequesis y que han venido siguiendo la trayectoria de sus hijos durante la catequesis de primera comunión, hemos iniciado un curso para los padres sobre la ADOLESCENCIA. Consideramos que es un tema de interés máximo, por eso lo ofrecemos a todos los que estén interesados para que pueda ayudarnos a acompañar a nuestros hijos.

CURSO DE HISTORIA DE LA IGLESIA

De la misma manera, en nuestra Escuela de Formación Permanente, este curso lo vamos a dedicar a estudiar la Historia de la Iglesia, pues entendemos que debemos conocer nuestras raíces para amarlas. 

La Cabria, nº 318

HOJA PARROQUIAL DE S. JOSÉ 
DE LINARES
DOM. 29º del T. Ordinario –B-
18 de octubre 2015
Año -VII- Nº 318

Editorial

¡Misericordia!

Si nos pusiéramos a comparar lo que nos distingue a los cristianos del resto de las religiones, quizá uno de los rasgos más característicos de nuestra fe fuera la misericordia.

Ya sabéis que estamos en el año de la misericordia, así que tenemos una oportunidad estupenda de pararnos a pensar en este sentimiento tan distintivo nuestro y, ¡mejor aún! de ejercerla con todos los que nos rodean.

Muchas veces es bueno usar el diccionario para recuperar la esencia de las palabras, que muchas veces se nos gastan de tanto usarlas o se nos vician de mal-usarlas.

Dice el diccionario de la Real Academia que misericordia es, por un lado, Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas. Nada menos. Clamamos misericordia al Señor cuando hemos pecado (¡Misericordia, Señor, por tu bondad!), y esperamos su perdón. Pero dice el DRAE por otro lado que misericordia es Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos. Y ello nos hace a nosotros protagonistas en el ejercicio de la misericordia, porque si recibimos la misericordia del Señor, ¡cómo no derramarla en los demás!

El grito desesperado de ¡MISERICORDIA! de cualquier ser humano en tantas circunstancias de la vida es un rasgo distintivo de nuestra limitación: todos nosotros en algún momento de nuestras vidas sentiremos la necesidad de clamarlo, cuando seamos víctimas de la injusticia, presos de la enfermedad, necesitados del perdón. En esos momentos, tener fe en la virtud de Dios-Padre de mostrarse misericordioso y ser capaces de regalar nosotros mismos esa misericordia deben ser las dos caras de la misma moneda.

Palabra de Dios

Lectura del libro de Isaías 53, 10‑11

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.

Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento.

Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.

Palabra de Dios.

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14‑16

Hermanos:

Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.

Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

Palabra de Dios.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35‑45

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:

-“Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.”

Les preguntó:

-“¿Qué queréis que haga por vosotros?”

Contestaron:

-“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.”

Jesús replicó:

-“No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”

Contestaron:

-“Lo somos.”

Jesús les dijo:

-“El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.”

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.

Jesús, reuniéndolos, les dijo:

-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.

Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.

Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”

Palabra del Señor. 

Ecos de Francisco

EL ROSTRO DE LA MISERICORDIA

Para los tiempos que vivimos en donde aflora el ansia de venganza ante tal proliferación de corrupción, el Papa trae al recuerdo las palabras que san Juan XXIII pronunció en la apertura del Concilio para indicar el camino a seguir: “En nuestro tiempo, la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad…” 

(4) La iglesia prefiere mostrarse “madre” en lugar de “juez” y en esa misma onda se coloca también el beato Pablo VI quien en la conclusión del Concilio también se expresaba así: “Queremos más bien notar cómo la religión de nuestro Concilio ha sido principalmente la caridad… La antigua historia del samaritano ha sido la pauta de la espiritualidad del Concilio… Una corriente de afecto y admiración se ha volcado del Concilio hacia el mundo moderno. Ha reprobado los errores, sí, porque lo exige, no menos la caridad que la verdad, pero, para las personas, sólo invitación, respeto y amor. El Concilio ha enviado al mundo contemporáneo en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza: sus valores no sólo han sido respetados sino honrados, sostenidos sus incesantes esfuerzos, sus aspiraciones, purificadas y bendecidas… 

El Papa confía en la fuerza del Espíritu Santo que es el que guía a su iglesia y por eso espera que el año que viene, cuando el día de Cristo Rey cerremos este año jubilar, la iglesia se sienta con la alegría del que se siente perdonado y al mismo tiempo haya servido el perdón, la reconciliación y haya podido ser para el mundo una expresión de la misericordia de Dios hacia los hombres

El Servicio

Los que en algún momento de nuestra vida hemos tenido que ocupar algún cargo de responsabilidad tenemos en el Evangelio de hoy un compendio de lo que debe ser nuestra actitud. El cargo no debe buscarse como una muestra de poder ni como un logro por nuestros méritos, sino como quien asume por responsabilidad (o más allá, por amor) un servicio con los demás. Y el cargo no debe ejercerse como una tiranía, sino que debemos ganarnos el respeto de los que nos rodean haciéndonos los servidores de todos.

Día Internacional contra la pobreza

El sábado 17 se celebra el día internacional para la erradicación de la pobreza. Dentro de cómo se descafeínan estas iniciativas, no podemos olvidar que acabar con la pobreza es posible y que sólo está en nuestras manos hacerlo.