La Cabria, nº 113


HOJA PARROQUIAL DE SAN JOSÉ
DE LINARES
34º DOM. DEL t.o. C
21 NOV del 2010
Año -II- Nº 113

EDITORIAL

JESUCRISTRO, REY DEL UNIVERSO
En este último domingo del año litúrgico celebramos la gran fiesta de Cristo Rey. Cristo es el Rey del Universo, el Rey de cada uno de nosotros, el Rey de nuestros corazones. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la justicia y la paz; del AMOR hecho servicio.
Nos relata San Juan, cómo Jesús, antes de la fiesta de Pascua, sabiendo que iba a ser entregado, realizó un gesto de comunión en el que expresa de manera ejemplar su amor y su humildad, el maestro se hace un servidor (Jn.13).
Nos llama la atención cómo, ante la escena y la noticia que ha dado la vuelta al mundo de unas monjas vestidas de negro, que fueron las únicas que subieron al presbiterio en la misa del Papa en la Sagrada Familia, "afanadas en limpiar el aceite del altar y del suelo”. Esa escena “les ha resultado muy fuerte”. También les resulta muy escandalosa a un grupo de mujeres, “Cristiás Galegas”, “la predicación y la referencia a la realización de la mujer en el hogar y en el trabajo"; además, echan en falta "la misma referencia en los varones”.
Escribía Chesterton en “Lo que está mal en el mundo” que el feminismo descubrió un día que la mujer estaba sometida a una feroz tiranía; pero, en lugar de destruir la tiranía, se propuso destruir a la mujer. Y lo hizo reprimiendo sus plurales vocaciones (la mujer es universalista por naturaleza), hasta convertirla en una infeliz “especialista”.
No nos escandaliza ver a mujeres limpiando el altar (curiosamente representa el cuerpo de Cristo), al igual que tampoco nos escandalizamos viendo a un hombre empujando el carrito con su bebé.
El problema está en que nos cuesta comprender que hay mujeres cuya vocación es “servir”: al marido, a los hijos, a los padres, enfermos, ancianos, a la Iglesia… mujeres cuya opción de vida es el amor hecho servicio. Las mujeres, en la Iglesia, han sido las que mejor han entendido el mandamiento del servicio que nos dejó Jesús. Y eso no significa que sean inferiores, ni de segunda clase, o entonces, ¿es que Jesús lo es?


PALABRA DE DIOS

Lectura del segundo libro de Samuel. 5,1-3
En aquellos días todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: Hueso y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigía las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: “Tú serás el pastor de mi pueblo, Israel, tú serás el jefe de Israel.”
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.
Palabra de Dios

Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los Colosenses. 1,12-20
Hermanos: damos gracias a Dios Padre que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. El nos ha sacado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de Él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, tronos, dominaciones, Principados, Potestades todo fue creado por Él y para Él.
Él es anterior a todo y todo se mantiene en Él. El es también la cabeza del cuerpo, de la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en Él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por Él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según S. Lucas. 23,35-43
En aquel tiempo, las autoridades y el pueblo hacían muecas a Jesús diciendo: A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de dios, el Elegido.
Se burlaban de Él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS”. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro le increpaba: ¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio éste no ha faltado en nada.
Y decía: Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino. Jesús le respondió: Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.
Palabra del Señor


DIÁLOGOS DESDE EL EVANGELIO

N: Hoy, mi Señor Jesús, terminamos el año litúrgico, celebrándote como nuestro Rey y Señor de todo el universo. Siempre que leo los textos del Evangelio referentes a tu condición de Rey, me aturden y me sorprenden.
*Jesús: Por esta razón tuve cuidado y me negué a hablar de este aspecto de mi realeza. Ya vinieron los magos buscando al “rey de los judíos” y no me encontraron en los palacios, sino en Belén, la “tierra del Pan” y en el seno de una familia pobre.
N: ¿Y por qué no hablabas de tu realeza?
*Jesús: Pues muy sencillo: porque tenía miedo de que me entendieran mal, ya que el Mesías que esperaban sería como un rey poderoso, como los reyes de este mundo, como David o Salomón, por ejemplo. Nadie esperaba un rey sin poder, sin ejército, sin grandes posesiones…Por eso cuando quisieron hacerme rey, después de la multiplicación de los panes y los peces, huí al monte, y por la misma razón dije a Pedro a Santiago y Juan, que me vieron transfigurado en el monte Tabor, que no dijeran nada a nadie.
N: Sin embargo, mi querido Señor, te acusaron ante Pilato de que amotinabas al pueblo y querías hacerte rey.
*Jesús: Es verdad. Me hicieron pasar la noche más dolorosa de mi vida. Los soldados se burlaron despiadadamente de mí; me taparon los ojos y me abofeteaban, preguntándome después quién me había pegado; me vistieron de rey con un manto de púrpura viejo, pusieron en mi mano como cetro una caña rota y me colocaron en la cabeza una corona de espinas, bien hincadas para que no se me cayera.
N: Esto es lo que me llena de dolor y de extrañeza. Siempre quedo sorprendido al considerar estas escenas.
Y te llevaron ante Pilato, y te preguntó: ¿tú eres rey?. Y fue entonces cuando afirmaste: “Tú lo has dicho. Yo soy Rey, pero mi reino no es de este mundo.
*Jesús: Así fue, pero lógicamente nadie me creyó. Me despojaron, me crucificaron, haciendo de la cruz mi trono, me clavaron las manos y los pies y burlándose de mí las autoridades y el pueblo, los soldados y uno de los malhechores me decían: si eres el Mesías, baja de la cruz y creeremos en ti.
N: No sigas, mi Rey. Hoy he leído el evangelio teniendo en mi mano un crucifijo; y mirándote desde el corazón, me he preguntado: ¿Y por qué tuvo que ser así? Y solo he encontrado una razón: el AMOR. Y he pensado que tampoco nosotros te entendemos cuando utilizamos el dinero de los pobres para poner en tus imágenes coronas de oro con piedras preciosas; colocar en tu mano un cetro con algún que otro diamante, y vestirte con mantos de terciopelo ricamente bordados. 
Y varias veces me has repetido: SOY REY, PERO MI REINO NO ES DE ES-TE MUDO
A veces nos justificamos diciendo que a Dios hay que darle lo mejor, pero para Dios lo mejor es nuestro corazón puesto al servicio de los más necesita-dos. También para nosotros SERVIR ES REINAR.


VE Y LO CUENTAS

Hay un grupo de cristianos, mujeres y hombres que, desde hace algún tiempo, en lugar de terminar su jornada laboral y volver a su hogar a descansar y disfrutar del calor y acogida de su familia, optan por trasladar ese calor y acogida a los que están en la calle, a los que tienen que resguardarse de las inclemencias del tiempo en un cajero.
Se reúnen todas las noches y con alegría y cariño se disponen a preparar el alimento que saciará y calentará el estómago de aquellos a los que la vida ha tratado injustamente. Estos cristianos han entendido perfectamente el mensaje de Jesús y se afanan por el establecimiento del Reino y cada noche, con su trabajo desinteresado se convierten en instrumentos de Dios y establecen la solidaridad, el amor y la justicia. Con cada comida que preparan, con cada plato que ponen en manos de cada una de esas personas es a Dios mismo a quien alimentan.
Vaya desde aquí nuestro agradecimiento y reconocimiento.


LO QUE NO VENDE

Queremos en este apartado agradecer a tantas mujeres que han querido, confiando en su vocación de universalidad y nadando contra corriente, ser amas de casa. Mujeres universitarias que dedicaron su juventud a prepararse y realizarse como personas que llegado el momento tuvieron que optar entre cuidar a sus hijos o seguir ejerciendo aquello en lo que había puesto su ilusión.
Esas mujeres están entre nosotros, pertenecen a nuestra comunidad; algunas han vuelto, una vez cumplida la misión que consideraron más importante en esos momentos, a su profesión compaginando las dos vocaciones y hasta trabajan al servicio de nuestra comunidad: catequistas, coro y enseñando a los niños su arte con la guitarra, en Cáritas, Consejo Parroquial, Ministras extraordinarias… No vamos a dar nombres, seguro que olvidaríamos a alguien. Pero sí daremos un nombre por ser un ejemplo claro y digno de admiración y que aglutina todo lo que hemos dicho. Nos referimos a Silvia, la mamá de esas tres maravillosas criaturas que son: Lucía, Juan y Silvia.
Gracias, Silvia, por tu coherencia.


EN ESTA SEMANA

En estos días pasados nos han venido tres colectas dedicadas a solidaridad: último domingo de octubre para el DOMUND 700 €, el primero de Noviembre para CARITAS 260€ y el segundo para IGLESIA DIOCESANA 490€.

Creemos que es un lindo gesto desde nuestra pobreza y la necesidad urgente que tenemos: no damos de lo que nos sobra. Eso es SOLIDARIDAD.